“Todavía necesito tratamiento para mi bronquitis”, dice el papa Francisco desde el hospital
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El papa Francisco escribió en un mensaje que fue difundido por el Vaticano, que todavía necesita un tratamiento para su bronquitis, a la vez agradeció a sus fieles por las muestras de afecto y la oración de sus fieles.
En una publicación de Infobae, se señala que el Vaticano difundió el texto preparado por el Sumo Pontífice para el Ángelus tras la celebración de la misa del Jubileo de la Cultura. En la ocasión, el Papa también agradeció a los médicos y enfermeros por los cuidados recibidos en el hospital Gemelli de Roma.
En ese centro médico había ingresado por una infección de las vías respiratorias que le impidió pronunciar este domingo la oración del Ángelus, sin embargo la publicó en forma escrita.
“Todavía necesito tratamiento para mi bronquitis”, escribió el Sumo Pontífice, que agradeció “por el afecto, la oración y la cercanía con los que me están acompañando estos días, así como quiero agradecer a los médicos y al personal sanitario de este hospital por su cuidado: realizan un trabajo valioso y muy agotador”.
El Jubileo de la Cultura “nos recuerda la importancia del arte como lenguaje universal que difunde la belleza y une a los pueblos, contribuyendo a traer armonía al mundo y a hacer callar todo grito de guerra”, aseguró el Papa en su mensaje escrito, a través del cardenal José Tolentino de Mendonça quien leyó la homilía del Sumo Pontífice.
El líder religioso no olvidó renovar su llamamiento a la paz e invitó a todos a “seguir orando por la paz en la martirizada Ucrania, en Palestina, en Israel y en todo el Medio Oriente, en Myanmar, en Kivu y en Sudán”.
El papa Francisco pasó “tranquilo” su primera noche de ingreso en el hospital Gemelli de Roma, en el que ingresó este viernes último por una bronquitis que le está afectando las vías respiratorias.
El Hospital General de Itapúa realizó la primera prótesis total de rodilla
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En el Hospital General de Itapúa se llevó a cabo la primera cirugía de prótesis total de rodilla, procedimiento que se realizó con éxito y representa una respuesta especializada dentro del sistema público de salud del mencionado departamento.
La paciente, de 57 años, es oriunda de Capitán Miranda y presentaba dolor crónico en su rodilla. Tras la intervención, se encuentra actualmente en reposo bajo los cuidados médicos correspondientes.
El cirujano responsable fue el doctor Daniel Vieira, acompañado por los doctores Amir Lobo, Fernando López y Felipe Espínola, como ayudantes. Se desempeñaron como instrumentadoras las licenciadas Julia Florentín y Estela Prieto.
El equipo de anestesiología estuvo conformado por el doctor Claudio Pavón, la doctora Thalía Benítez y la doctora Verónica González. Como circulantes participaron la licenciada Grisel Hermosilla y el licenciado Alberto Paniagua, además del doctor Rubén Ávalos como ayudante.
Informaron que en los próximos días se realizarán más intervenciones en el Hospital General de Itapúa, que fue recientemente habilitado y está a disposición de todas las ciudades de dicho departamento.
El papa León XIV pidió que termine la pandemia de armas, que mata niños
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El papa León XIV pidió el domingo poner fin a la “pandemia de armas” que mata a “innumerables” niños todos los días en crímenes y conflictos a nivel mundial.
El pontífice estadounidense reiteró sus llamados al término de la oración del Ángelus por un alto el fuego en Ucrania tras el ataque ruso a Kiev el jueves pasado, en el que murieron al menos 25 personas, incluidos cuatro niños.
También recordó el tiroteo del miércoles pasado en una misa escolar en Minnesota, en Estados Unidos, en el cual dos niños fueron asesinados.
“Incluimos en nuestras oraciones a los innumerables niños muertos y heridos cada día en todo el mundo. Roguemos a Dios detenga la pandemia de armas, grandes y pequeñas, que infecta nuestro mundo”, dijo el papa, en inglés.
Sobre Ucrania, el papa pidió al mundo “no sucumbir a la indiferencia” y renovó su “llamado insistente a un alto el fuego inmediato ya un compromiso serio con el diálogo”.
“Es hora de que los responsables renuncien a la lógica de las armas y emprendan el camino de la negociación y la paz, con el apoyo de la comunidad internacional”, afirmó.
Religioso paraguayo forma parte de relevante organismo del Vaticano
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La Santa Sede comunicó nuevos nombramientos en el Dicasterio para el Clero. El Papa León XIV ha designado a cardenales, obispos y expertos de diversos continentes como miembros y consultores de este organismo, informó en sus redes sociales el Arzobispado de Asunción.
Es así que el Papa León XIV nombró al Padre Cristino Bohnert Bauer, rector de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, como consultor del Dicasterio para el Clero, convirtiéndose en uno de los pocos religiosos paraguayos en formar parte de este organismo del Vaticano.
El Dicasterio para el Clero es el organismo encargado de todo lo relacionado con los sacerdotes y diáconos del clero diocesano, especialmente en lo que respecta a su vida personal, labor pastoral y las condiciones necesarias para que su ministerio sea eficaz. Además, acompaña a los obispos en la formación de seminaristas y en la promoción de la vocación sacerdotal.
Este nombramiento marca un hito para la Iglesia paraguaya, ya que el Padre Bohnert Bauer es el segundo religioso del país en integrar este Dicasterio, tras la Hna. Lidia Ramona González Rodríguez, de las Hijas de María del Huerto, quien fue nombrada consultora por el Papa Francisco en 2022.
El Padre Cristino Bohnert Bauer, nacido en Colonia Independencia, Paraguay, se ordenó presbítero en 1998 y se ha desempeñado como rector del Seminario Mayor Nacional del Paraguay antes de asumir la rectoría de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”. Su experiencia en formación sacerdotal y liderazgo académico ha sido clave para este reconocimiento.
El nombramiento del religioso paraguayo refleja la participación creciente de Paraguay en organismos vaticanos y subraya el compromiso del país con la formación y misión del clero a nivel internacional.
Apenas el domingo pasado, el cardenal Adalberto Martínez recordaba con una emotiva carta de agradecimiento y esperanza el aniversario 40 de su ordenación sacerdotal, y hoy recordamos su tercer año como el primer cardenal paraguayo. Foto: Gentileza
Apenas el domingo pasado, el cardenal Adalberto Martínez recordaba con una emotiva carta de agradecimiento y esperanza el aniversario 40 de su ordenación sacerdotal, y hoy recordamos su tercer año como el primer cardenal paraguayo, reviendo hoy no solo el sentimiento de aquel 27 de agosto de 2022 cuando, durante el consistorio, el papa Francisco le daba un regalo invaluable al Paraguay, sino que analizando el trayecto de representación histórica que ha vivido la Iglesia paraguaya.
Proveniente de una familia humilde y con un temple que jamás olvidaría sus raíces, Adalberto Martínez Flores, actual arzobispo metropolitano de la Santísima Asunción, ha vivido estos tres últimos años con el gran peso y honor de representar al Paraguay y a su pueblo católico ante la Santa Sede en Roma, luego de convertirse en el primer purpurado paraguayo, asistiendo a eventos clave y siendo parte incluso de la elección del actual Papa, un hecho en el que Paraguay jamás había tenido un representante.
En conversación con La Nación / Nación Media, el comunicador católico Mariano Mercado recordó que la noticia de que Paraguay contaría con un cardenal nacido en tierra paraguaya fue histórica y emocionante, convirtiéndose a su vez en cierta medida en un reconocimiento no solo a la trayectoria pastoral de monseñor Adalberto Martínez, sino también a la fe viva del pueblo paraguayo.
“Tener un cardenal significa que Paraguay tiene voz más cercana y presente en la Iglesia universal, en los espacios en los que se toman decisiones de gran trascendencia. Es una presencia que nos fortalece y nos abre al mundo, mostrando que, aunque somos un país pequeño en territorio, la fe del pueblo es grande y fecunda. Esto lo había dicho el mismo papa Francisco cuando estuvo en nuestro país”, comentó Mercado, respecto al gran significado de este cargo.
En cuanto a la Iglesia católica, él mismo subrayó que esto significa también, en gran medida, una mayor cercanía con el Papa y con el corazón mismo de la Iglesia, ya que el cardenal Martínez lleva consigo la historia, la esperanza y los desafíos de todo un pueblo, al igual que una responsabilidad enorme, ya que debe actuar como puente entre Paraguay y el obispo de Roma, maximizando así la realidad local ante la universalidad de la Iglesia católica.
Momento en que el Santo Padre se dirigía hacia el actual cardenal Adalberto Martínez en la ceremonia de nombramiento. Foto: Gentileza
En varias de sus homilías e intervenciones, el cardenal Martínez ha dejado siempre el mensaje de amor al prójimo y su voluntad por luchar por los menos favorecidos, recordando que asistir a los más débiles y necesitados es un llamado al que todo católico debe recurrir siempre con un corazón servicial y humilde.
“Mi elección nació de la certeza de que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y en Él encontré la fuente y la razón de mi entrega. Estos años de misterio me han enseñado la importancia que tiene el pastor de ser próximo, cercano, especialmente hacia los más vulnerables del rebaño que el Señor nos confía: los pobres, los enfermos, los pequeños y los olvidados”, comentó el cardenal durante la lectura de su carta por su 40 aniversario de sacerdocio.
Aprovechando siempre cada espacio en el que tiene la oportunidad de participar como representante católico del Paraguay, el cardenal Martínez ha dejado en claro que la prioridad de la Iglesia paraguaya es acompañar a su pueblo a afrontar las diversas y difíciles realidades con las que tiene que lidiar día a día, enseñándoles siempre que la voluntad de Dios es permanecer firmes y fieles a su palabra.
Desafíos
En ese sentido, Mariano Mercado reflexionó sobre los desafíos que enfrenta el cardenal paraguayo, destacando que, desde su punto de vista, el principal desafío con el que cuenta es el del acompañamiento de una sociedad que vive cambios profundos marcados por la desigualdad y las heridas sociales, al tiempo de trabajar pastoralmente en nombre de una gran esperanza.
“La Iglesia tiene su misión fundamental de anunciar el Evangelio, buscar la salvación de las almas, pero también denunciar las injusticias. Él tiene la misión de ser voz profética, de guiar con firmeza y ternura, y de ayudar a que la Iglesia en Paraguay siga siendo cercana al pueblo, especialmente a los más pobres y necesitados, como siempre lo hizo siendo sacerdote, obispo y ahora cardenal”, finalizó Mariano Mercado.
El contar con un representante como el cardenal Adalberto Martínez no solo se ha convertido en un hecho histórico para la Iglesia paraguaya, sino que marca también la posibilidad de que la Iglesia cuente cada vez con mayor representación y cooperación de paraguayos con un testimonio de fe que promueva una Iglesia católica más firme y comprometida con el pueblo.
El cardenal Martínez ha dejado en claro que la prioridad de la Iglesia paraguaya es acompañar a su pueblo a afrontar las diversas y difíciles realidades con las que tiene que lidiar día a día. Foto: Nacion Media