- Fuente: AFP
Naciones Unidas pidió este lunes a las autoridades de Colombia priorizar la protección de los civiles de los asesinatos, reclutamiento forzado y otros tipos de violencia de guerrillas y narcos en el marco de las negociaciones para poner fin al conflicto armado, según un informe divulgado este lunes.
Pese a los esfuerzos de paz del actual gobierno de Gustavo Petro, el informe anual de la ONU registró el año pasado 252 personas muertas en 72 masacres; 216 niños reclutados y 89 defensores de derechos humanos asesinados.
“La protección de la población debe ser un elemento central en las negociaciones del Gobierno con los actores armados no estatales”, dijo el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, citado en un boletín. Petro, el primer izquierdista en el poder de Colombia, apuesta por una salida dialogada al conflicto armado con las guerrillas y organizaciones del narcotráfico.
El acuerdo de paz firmado en 2016 con rebeldes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) dio un corto alivio a las regiones apartadas del país.
Pero el Estado no ocupó los territorios que dejaron los guerrilleros y en su lugar otras organizaciones se disputan a sangre y fuego el tráfico de drogas, la minería ilegal y otros negocios ilícitos, según expertos. La creciente violencia “afecta desproporcionadamente a los pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes y los campesinos”, agrega el boletín.
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El informe que será presentado ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU el 3 de marzo, también destaca la cruenta violencia en la región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, donde guerrilleros del ELN se enfrentan con disidentes de las FARC, con un saldo de 70 muertos y más de 52.000 desplazados desde mediados de enero.
Ante la embestida, Petro suspendió los diálogos de paz con los rebeldes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) que habían iniciado en 2024.
El informe también registró el asesinato de 33 excombatientes de las FARC que depusieron las armas, una cifra que representa una disminución del 31% respecto a 2023. Además 90 integrantes de la Fuerza Pública fueron asesinados y 425 heridos entre enero y noviembre de 2024, indica el reporte.
Analistas señalan que la seguridad se ha deteriorado sensiblemente en el país en medio de la política de paz de Petro, que mermó las acciones ofensivas de la fuerza pública en contra de los grupos armados.
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La ONU prevé una caída del 3 % en el comercio mundial por aranceles de Trump
Expertos de Naciones Unidas advirtieron el viernes de que el comercio mundial podría contraerse hasta 3 % como consecuencia los nuevos aranceles de Estados Unidos, si bien en el largo plazo podrían “reformular e impulsar” vínculos comerciales regionales “aún sin explotar”.
“Creo que habrá cambios en las cadenas de suministro y una reevaluación de las alianzas globales. Habrá cambios geopolíticos y económicos también”, auguró la directora del Centro de Comercio Internacional (ITC), Pamela Coke-Hamilton, quien incluyó a “México, China y Tailandia, pero también países del sur de África” entre los más afectados, “junto con el propio EEUU”.
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La economista se mostró especialmente preocupada por el aumento de los gravámenes a los productos estadounidenses en China como represalia y a la situación de México, cuyos productos de exportación “ya se han alejado de mercados como EEUU, China, Europa y otros países latinoamericanos para obtener modestas ganancias en Canadá, Brasil y en menor medida, India”.
Ni estabilidad ni previsibilidad
En este contexto, Coke-Hamilton criticó la pausa de 90 días en la implementación de los aranceles estadounidenses anunciada por el presidente Donald Trump al considerar que no beneficiará al comercio mundial.
“Independientemente de si hay una prórroga, una y otra vez, el hecho de que no haya estabilidad ni previsibilidad afectará al comercio, a las empresas y a las decisiones que se toman en tiempo real”, argumentó.
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“Esta no sería la primera vez que se producen temblores en el sistema económico mundial. Lo hemos visto en los últimos 50 años en diferentes épocas. Este es probablemente un poco más duro, un poco más inestable”, sentenció.
Estas declaraciones llegan después de que el magnate anunciara una pausa de 90 días en la aplicación de los aranceles decretados el 2 de abril a todos los países que han iniciado negociaciones para abordar sus disputas comerciales y su sustitución temporal por un gravamen del 10 %, al tiempo que incrementó al 125 % los de China.
Fuente: Europa Press
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Hombre falleció tras una pelea en plena vía pública de Capiatá
Vecinos del barrio Nuestra Señora de la Asunción, de la ciudad de Capiatá, alertaron a los efectivos policiales sobre un enfrentamiento entre dos hombres, uno de los cuales recibió heridas mortales. El hecho se registró en la madrugada de este lunes.
El fallecido fue identificado como Sergio Daniel Coronel, de 26 años, quien recibió tres impactos de bala: dos a la altura del tórax y uno en el abdomen. Fue trasladado de urgencia por un vecino del lugar hasta el Hospital Distrital de Capiatá, pero, a raíz de la gravedad de las heridas, los médicos confirmaron su deceso minutos después de ser ingresado.
Vecinos que presenciaron el hecho manifestaron a los intervinientes que la pelea se dio entre el ahora fallecido y un vecino de la zona, quien realizó los disparos, luego se dio a la fuga y hasta el momento permanece con paradero desconocido.
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La pelea se habría dado en plena vía pública frente a una ferretería; hasta el momento se desconoce la causa del enfrentamiento entre ambos sujetos. El fallecido contaba con antecedentes por robo y hurto agravado desde el 2022 hasta el 2024 y tenía una orden de captura pendiente por el mismo hecho desde finales del año pasado.
Lo ocurrido fue comunicado al fiscal de turno Benjamín Maricevich, mientras que los efectivos policiales de la comisaría 62° Kennedy se encuentran realizando las tareas investigativas para dar con el autor de los disparos y contar con imágenes de circuito cerrado o alguna información adicional que ayude a esclarecer las circunstancias en que se habría dado el hecho.
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Elecciones en Ecuador: Daniel Noboa es reelegido presidente
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, fue reelegido ayer domingo sobre la izquierdista Luisa González, quien desconoció su derrota en la carrera por gobernar un país polarizado y agobiado por la violencia del narcotráfico.
Con 92,6 % del escrutinio oficial, Noboa aparece con 55,7 % de los votos frente a 44,3 % de González, según cifras del Consejo Nacional Electoral (CNE), mientras en las calles de Quito festejaban con fuegos pirotécnicos y bocinas de autos.
“Me parece penoso que con 11, 12 puntos de diferencia trate de alguna forma cuestionar la voluntad de los ecuatorianos”, dijo el mandatario de 37 años desde el balneario de Olón. “Me niego a creer que exista un pueblo que prefiera la mentira antes que la verdad”, aseveró González, de 47 años.
“Vamos a pedir el reconteo y que se abran las urnas (...), es el más grotesco fraude electoral”, añadió la delfina del expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017). En la capital atravesada por volcanes que alcanzan el cielo ecuatorial el ambiente es festivo.
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“Estaremos mejor equipados para enfrentar (...) la mafia y absolutamente todo lo malo que tiene el país”, dice a la AFP Natalie Ulloa, administradora de 26 años, frente a la sede del partido oficial en Quito. El miedo y la tensión ensombrecieron los comicios en este país de 18 millones de habitantes, donde cada hora asesinan a una persona.
También la polarización, ahondada por la desinformación, enconados choques entre los candidatos y advertencias de fraude. “Esta victoria ha sido histórica (...) no hay ninguna duda de quién es el ganador”, dijo Noboa, empresario millonario y uno de los gobernantes más jóvenes del mundo.
Un 84 % de casi 13,7 millones de electores ejerció el voto obligatorio, según el CNE. “Los empresarios sabemos caer y levantar (...) en las crisis, en las desgracias, en los desastres”, dijo Nancy López, de 62 años y dueña de un hotel en Olón (suroeste).
¿Fraude?
Noboa denunció irregularidades en el escrutinio de la primera vuelta, pese a que observadores internacionales lo descartaron. En este balotaje fue González la que acusó al gobierno de “acciones desesperadas” para manipular las actas de votación.
“Debemos rechazar con firmeza la narrativa de fraude, las acusaciones sin prueba (...) minan la confianza en la democracia”, dijo durante la jornada electoral Diana Atamaint, presidenta del CNE. Los resultados de este domingo son, además, la peor derrota de las fuerzas de Correa desde que dejó el poder.
“Hay un anticorreísmo fuerte, que (su partido) la Revolución Ciudadana no logra superar (...) y entonces este es el resultado”, explica Ruth Hidalgo, politóloga de la Universidad de las Américas. En vísperas de la segunda vuelta, el gobierno declaró 60 días de estado de excepción parcial y ordenó toque de queda nocturno en las regiones más golpeadas por la guerra.
“Es violatorio a nuestros derechos”, se quejó González, quien aspiraba convertirse en la primera presidenta electa del país. La guerra entre carteles provocó el magnicidio de un presidenciable, la toma de cárceles por parte de bandas criminales y el asalto armado a un canal de televisión mientras sus periodistas transmitían en directo. Todo en una economía endeudada y asfixiada por el costo de la lucha contra el narco.
“Hecho pedazos”
Los ecuatorianos votaron además agobiados por la pobreza (28 %) y el desempleo y subempleo (23 %). Muy activo en redes sociales, Noboa explota su imagen juvenil, de hombre tatuado, atlético y músico aficionado. También la de político implacable al frente de espectaculares operaciones militares con chaleco antibalas.
Muñecos con su silueta a tamaño real o gigantescos inundaron el país en esta campaña. Sus seguidores hacían fila para obtener una de las tantas imágenes del entonces candidato con la banda presidencial o de ropa deportiva. Noboa nació en Estados Unidos, es heredero de un magnate bananero y aplica una política económica neoliberal.
Aunque muy popular, organismos de derechos humanos denuncian que detrás de su plan de seguridad hay abusos. El asesinato de cuatro menores en Guayaquil enlodó a 16 militares y sacudió al gobierno. El presidente se atribuye haber disminuido la tasa de homicidios del récord de 47 por cada 100.000 personas en 2023 a 38 por cada 100.000 en 2024. Pese a esto, es la más alta de Latinoamérica, según Insight Crime.
Noboa es uno de los mayores aliados de Estados Unidos en la región, pidió ayuda militar al presidente Donald Trump y no descarta instalar bases militares extranjeras. El mandatario completará en mayo el período de Guillermo Lasso, quien disolvió el Congreso y llamó a elecciones anticipadas para evitar un juicio por corrupción. Con Noboa “todo sigue igual, el país sigue hecho pedazos”, dice Jair Esmeraldas, estudiante de 24 años.
Fuente: AFP
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Guerra comercial, guerra en Gaza, guerra en Ucrania: “Give peace a chance”
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
Suenan las alarmas. El miedo crece. Encontrar respuestas es complejo. Tal vez sea el momento de dar más espacio a la voz a las víctimas que a la de los victimarios.
Es el fin de un día agitado en Buenos Aires, unos 1.300 kilómetros al sur de mi querida Asunción. Los pubs cercanos al downtown estallan. Por unas tres horas, es el tiempo del after office. Las y los trabajadores remotos se lo pierden. O, tal vez, aplican para los happy hours barriales.
Las familias en situación de calle hurgan en las bolsas con residuos. Mantas raídas, colchones y colchonetas gastadas emergen desde curiosos escondites citadinos. Con ellas, hombres, mujeres, niños, niñas, ancianos y ancianas comienzan el dramático ritual cotidiano para improvisar sus callejeras alcobas y descansar unas cuatro horas.
Luego, vendrá otro grupo para ocupar las mismas posiciones en los acotados espacios donde los bancos extienden sus redes de ATM (cajeros automáticos); o en las entradas de los edificios con oficinas a las que nadie llegará hasta la mañana siguiente; o en los accesos residenciales donde cerrarán sus ojos para –tal vez– transitoriamente olvidar la pesadilla mendicante de sus vidas para comer algo.
AVENIDA DEL DESAHUCIO
Quizás, en esa tregua inevitable consigan soñar lo que sueñen y, por un rato, olvidar que mañana será también un amanecer que marcará el inicio de otro día para trajinar la cada día más congestionada Avenida del Desahucio.
“¡¿Tené (sic) una moneda, loco?!”, me dicen un par de pibes que juntan el índice y el pulgar en un circulito casi perfecto. Siguen su marcha. Hablan, pero no entre ellos ni con nadie en particular. Las y los recicladores urbanos transitan incansables en procura de residuos que, “si Dios quiere”, podrán vender después a alguien que les pagará casi nada. Estrategias de supervivencia urbanas.
Cruzándose con ellas y ellos, trashuman otros y otras que –sin verlos ni sentir cercanía– se vinculan con esa projimidad remota que facilitan los teléfonos inteligentes. Media docena de personas orientales dialogan en voz alta mientras caminan, sonríen, sacan fotos y beben lo que tienen en sus termos. Ríen. Hacen más fotos con los celus. Una veintena de lusoparlantes compulsivamente compran, hacen cuentas y vuelven a comprar. Una casa de alta moda asegura que lo que en esa vidriera se ofrece se puede encontrar ahora mismo en Londres, París, Roma, Madrid y NYC.
POBREZA MULTIDIMENSIONAL
Coincidencias. Como esas prendas, pobrezas e indigencias similares a las nuestras también son posibles de encontrar en esas megalópolis. Miro el Obelisco. Entrecierro los ojos. Escucho la ciudad. Aturden quienes venden baratijas para comer. Siento que todo lo que interesa y me interesa está allí. En ese ecosistema de pertenencia que me explica de qué se trata la “pobreza multidimensional” sin necesidad de interrogar a la teoría.
Enormes pensadores de la economía como Stiglitz, Sen, Yunus o Fitoussi, por solo mencionar algunos académicos relevantes, trabajan con ese concepto desde algunas décadas. “El estornudo, el amor y la pobreza son tan evidentes que nunca se pueden ocultar”, escuché decir alguna vez a un diplomático coreano que vivió varios años en la Argentina. Lo que veo y percibo van en sentido opuesto al discurso del poder que cree construir una realidad inobservable.
“Pobreza multidimensional”. Con esa conceptualización es posible verificar que nadie es esencialmente pobre ni, mucho menos, esencialmente rico porque todos y todas tenemos algunas riquezas y algunas pobrezas. Es imprescindible entenderlo. Incomprender o, más grave, ignorar las pobrezas son actos concretos de las violencias que nos afectan y alejan de la paz aquí, allá y acullá.
“La paz no supone solo la ausencia de la guerra”, sostiene el Premio Nobel de la Paz (1980) Adolfo Pérez Esquivel. “La paz es mucho más que la ausencia de guerra o el desarme. Se construye y consigue con agendas amplias, multidimensionales, que demandan esfuerzos no solo a favor del desarme, sino también en pro del desarrollo social”, dice María Cristina Rosas, académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien además enfatiza para explicar que el concepto paz, desde una perspectiva positiva, “es mitigar o lidiar con diversas causas que subyacen o pueden dar pie a la violencia, como los problemas del desarrollo: acceso a la educación, a la salud, al empleo, a un medio ambiente digno...”.
EQUIDAD E IGUALDAD
El profesor de economía de la Universidad de Georgetown Marcelo Giugale –exfuncionario del más alto nivel en el Banco Mundial– destaca por su parte que “el hecho de que te haya ido mejor que a otros no significa que te haya ido bien”. ¡Valiosa reflexión! Paz también es promover la equidad y la igualdad.
Tengo la convicción profunda de que todos y todas tenemos derecho al bienestar y al progreso social que van de la mano si deseamos construir sociedades pacíficas y pacifistas. A las casi 60 guerras activas en la tan maltratada aldea global que habitamos, en los últimos tiempos se le añaden nuevas tensiones.
“Guerra comercial”, es el título al que más recurren los medios tradicionales que siguen también las consecuencias del nuevo conflicto y comunican incansables cómo se esfuman miles de millones; cómo se derrumban los mercados bursátiles y hasta cómo pierden fortunas los afortunados; cómo se destruyen puestos de trabajo; cómo se expanden las miserias y los miserables.
ESPECTACULARIZACIÓN
¡Espectacularización de la noticia! Todo puede ser un arma. Las políticas arancelarias, también. Más tensiones. Algunas de ellas siento que emergen de esa especie de inframundo en el que sospecho se cuece la crueldad, la insensatez, el mal común y habitan las y los peores.
¡Lastimoso! No están lejanos los tiempos en los que pienso que, cuando los historiadores aborden el primer cuarto del siglo XXI y, en especial, la segunda década de este período que transitamos, es muy probable que encuentren en sus fuentes la palabra guerra con más frecuencia de la que sus colegas en las últimas tres décadas de la centuria pasada hayan imaginado. No debiera sorprender que así fuera.
Los líderes de entonces crearon organizaciones mundiales multilaterales en Bretton Woods de tanta eficiencia que hicieron posible algún grado aceptable de equilibrio, desarrollo y crecimiento. Aunque también –aunque se nieguen a reconocerlo– colmó de posibilidades a los megarricos de hoy para que construyeran sus fortunas.
Tengo claro que las y los historiadores, donde se encuentren, en sus trabajos “tratan siempre del presente o de las formas en que la historia ha marcado el presente”, como tantas veces me advirtió con docente paciencia la querida profe Beatriz Sarlo con magistral certeza. Siempre es así y los hombres y mujeres del poder lo saben.
De hecho, hacia ayer y hacia mañana, las y los observadores miraron, miran y habrán de mirar siempre desde el hoy y, desde ese punto, construirán los relatos con los que política y socialmente se enculturiza o aculturiza. Inevitable.
ESTÁNDARES
Los medios tradicionales y, en particular los diarios, desde largo tiempo son categorizados como “la primera versión de la historia”. Quizás sea así, aunque suene presuntuoso. Las redes y sus contenidos reticulares todavía no alcanzan ese rango. Carecen de la seriedad, de las normas de moderación y de estándares adecuados para la verificación de los hechos que, como soportes, vehiculizan y distribuyen. Las redes no son medios de comunicación. Son medios con fines de comunicación.
“Encontramos que la falsedad se difunde significativamente más lejos, más rápido, más profundamente y más ampliamente que la verdad, en todas las categorías de información, y en muchos casos en un orden de magnitud”, dice el 8 de marzo de 2018 Sinan Aral, profesor de la Escuela de Administración Sloan del MIT y coautor –junto con Soroush Vosoughi, investigador posdoctoral en el Laboratorio de Máquinas Sociales del Media Lab y Deb Roy, profesora asociada de artes y ciencias de los medios en el MIT Media Lab, del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT)– de una investigación sobre la circulación de noticias falsas en Twitter, hoy X, entre los años 2013 y 2017.
El campo que constituyeron al igual que el diseño muestral fueron amplios. Pesquisaron alrededor de 126.000 cascadas de noticias que circularon por aquella red porque unos 3 millones de personas las tuitearon poco más de 4,5 millones de veces entre los años 2006 y 2017.
Mentir, especialmente en asuntos públicos, es un acto de violencia que afecta a millones. Grave. La idea –y la práctica– de amenazar y luego emprender cualquier tipo de “guerra comercial” suma violencia en la tiroteada aldea global. Agrega víctimas. Añade desempleo, angustia, desesperación e incertidumbre. Pulveriza infraestructuras. Aplicar al comercio categorías bélicas no es una buena práctica. Hay quienes sostienen que es una forma de naturalización de la violencia a través del lenguaje específico que utilizan empresarios e inversores.
TENSIONES
Desde varias décadas, “El arte de la guerra”, la máxima obra del estratega chino Zun Tsu, suele ser bibliografía de referencia en los cursos de capacitación para quienes quieren especializarse en comercialización o en liderazgo. En las periferias se conocen a fondo las tensiones que devienen de las violencias económicas de todo tipo.
La llamada guerra del Guano y el Salitre o guerra del Pacífico, que enfrentó a Chile contra Bolivia y Perú entre el 14 de febrero de 1879 y el 20 de octubre de 1883, en la que ingresaron luego Francia y Gran Bretaña, es un recomendable ejercicio de memoria regional para saber de qué se trata un conflicto bélico con raíces comerciales que se ocultan detrás del biombo de la seguridad nacional o la necesidad del espacio vital.
El guano y el salitre –dos materiales estratégicos en los inicios de la llamada Revolución Industrial–, imprescindibles por entonces para producir fertilizantes y pólvora, estragaron a esos tres Estados andinos y a sus pueblos.
Hoy, en Ucrania, se habla de “tierras raras” –minerales escasos– que Rusia, China, Europa y los Estados Unidos se disputan. El sector energético –la industria hidrocarburífera– disputa poder en Oriente Medio. Tensiones a las que es necesario añadir el terrorismo, las organizaciones delictivas complejas transnacionales y la corrupción estructural como parte del problema.
Europa se rearma. Suenan las alarmas. El miedo crece. Mark Rutte, secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reflexionó públicamente que, como resultado de la más reciente tecnología misilística de la que dispone Rusia, “la diferencia entre un ataque a Varsovia (Polonia) o un ataque a Madrid (España) son 10 minutos” hasta el momento en que el proyectil autopropulsado llegue a esos eventuales objetivos, maten y destruyan.
Ante esas palabras, la Unión Europea (UE) anunció que habrá de movilizar 800.000 millones de euros para el rearme y recomendó a la población “comenzar a prepararse” para soportar guerras, ataques cibernéticos y otras catástrofes. Más tensiones. Más angustias. ¿Quién exhorta a vivir la paz?
“TODOS PIERDEN”
“Hay que liberar a los 59 secuestrados y terminar la guerra. Nada bueno sale con guerras. En las guerras nadie gana, todos pierden, así que lo único que es importante para mí y para todos es que los 59 rehenes sean liberados y que esta guerra se acabe”, dice Karina Engelbert (53), argentina nacida en la provincia de Córdoba, residente en Israel desde 1989, cuando su familia migró. Tenía 17 años.
Desde el 7 de octubre de 2023, junto con sus hijas Mika y Yuval fue secuestrada por la organización terrorista Hamás de su casa en el kibutz Nir Oz. Desde las ventanas de su casa veía una buena parte de la zona sur de la franja de Gaza, a 17 cuadras. Tenía unos 400 vecinos.
Su marido, Ronen Engel, fue asesinado. Intentó desesperadamente proteger a su familia. Un cuarto de esa población también fue afectado. La sangre de muchos de sus habitantes se derramó en esa tierra donde hasta las mascotas fueron blanco del odio. Catorce de las y los integrantes de esa comunidad aún son rehenes de los terroristas de Hamás. El cadáver de Ronen sigue en poder de quienes lo asesinaron. Karina, Mika (11) y Yuval (19) fueron liberadas por sus captores el 26 de noviembre del mismo año después de 52 días cautivas.
“Hay que liberar a los 59 secuestrados y terminar la guerra”, le dice reiteradamente al periodista Alejandro Alfie, del diario Clarín de Buenos Aires. “Nada bueno sale con guerras (porque) en las guerras nadie gana, todos pierden”, reflexiona. Sabe de qué habla, sufre, pide por los rehenes y pide una y otra vez “que esta guerra se acabe”. Testimonio lacerante de una familia victimizada por la guerra terrorista y que es conciente de que Gaza y su población también son víctimas.
UN ABSURDO
El papa Francisco, pocos días antes de su internación, sostuvo que “la guerra es siempre un absurdo, un horror, un desperdicio y una derrota” para la humanidad. Desde esa convicción exhorta a que “no permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes”.
El líder del catolicismo universal y jefe del Estado Vaticano se preocupa por Europa, pero también por la situación en el Mediterráneo, en África, en Asia, en el Oriente Medio y ruega a líderes y lideresas “que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme”.
Declarado pacifista desde muchas décadas –cuando aún no era pontífice–, predica que “la guerra es innoble (porque) es el triunfo de la mentira y del propio interés”. No ahorra palabras. “Las armas no construyen el futuro, sino que lo destruyen”, dice con precisión. “¡Basta, por favor!”, implora y enfatiza que “la violencia nunca trae la paz”.
DESARMAR LAS PALABRAS
A través de una carta, Francisco propuso al director del diario italiano Corriere della Sera, Luciano Fontana, a periodistas y comunicadores que “sientan la importancia de las palabras” para trabajar por la paz.
Con simpleza exhortó “a todos aquellos que dedican su trabajo e inteligencia a informar a través de las herramientas de comunicación que ahora unen nuestro mundo en tiempo real (para que) sientan la importancia de las palabras. (Que) Nunca son solo palabras (porque) son hechos que construyen entornos humanos”.
De hecho, toda operación comunicacional produce sentido y, justamente por ello, los vocablos “pueden conectar o dividir, servir a la verdad o servirse de ella”, advierte y va más allá: “Debemos desarmar las palabras, para desarmar las mentes y desarmar la Tierra” porque en estos tiempos que corren “hay una gran necesidad de reflexión, de calma, de sentido de la complejidad”.
¿Qué es lo que no se entiende? ¿Quiénes son los que no entienden o no quieren entender? Encontrar respuestas es complejo. Tal vez sea el momento de dar más espacio a la voz a las víctimas que a la de los victimarios. “Give peace a chance” (dale una oportunidad a la paz), como nos propuso John Lennon.