Cardenal paraguayo anhela “un futuro de esperanza y unidad” con el nuevo papa
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Desde el Vaticano, el cardenal paraguayo Adalberto Martínez pidió oraciones para guiar a los cardenales electores antes de dar inicio al cónclave en la Capilla Paolina del Palacio Apostólico Vaticano, a partir de las 16:15 (hora de Roma, 11:15 de Paraguay) de este miércoles. El Arzobispado de Asunción difundió el siguiente mensaje del sacerdote guaraní:
“A partir del miércoles 7 de mayo a las 16:15, los cardenales electores ingresarán solemnemente a la Capilla Paolina del Palacio Apostólico Vaticano. Allí, en un acto de profunda tradición y espiritualidad, comenzará el proceso de elección del nuevo Papa. Los cardenales saldrán en procesión, cantando solemnemente las letanías, y se dirigirán hacia la Capilla Sixtina, donde pronunciarán su juramento de observar el secreto absoluto, acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones, y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice”.
“Una vez en la Capilla Sixtina, los cardenales se dispondrán para iniciar los actos de la elección. Durante todo el proceso, estarán completamente desconectados de cualquier dispositivo, para garantizar la confidencialidad y la pureza del acto”.
“Los votos se procederán en secreto, en urnas cerradas, siguiendo estrictamente la Constitución Apostólica, Universi Dominici Gregis del Sumo Pontífice Juan Pablo II, actualizada, posteriormente, según las modificaciones introducidas por el Sumo Pontífice Benedicto XVI. Los cardenales votarán en varias rondas, y si un candidato obtiene los dos tercios, será anunciado como el nuevo Papa. En caso contrario, se realizarán nuevas votaciones hasta que uno de ellos reciba el voto necesario”.
“Durante todo este proceso, se pedirá la guía del Espíritu Santo, para que la elección refleje la voluntad divina y conduzca a la Iglesia hacia un futuro de esperanza y unidad garantizada por el nombramiento del sucesor de Pedro”.
“Les pedimos sus oraciones para que, en este solemne acto del Cónclave, el Dios Misericordioso, pueda revelar sus designios sobre la Iglesia en el mundo. Jesús es sabiduría, y la alegría de su presencia en medio nuestro. María Santísima Madre de la Iglesia, ruega por nosotros”.
Tras convertirse en el primer purpurado paraguayo, Martínez ha vivido estos tres últimos años con el gran peso y honor de representar al Paraguay. Foto: Christian Meza
Paraguay conmemora su tercer año con un cardenal paraguayo
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Por: Sara Valenzuela
El mes de agosto se despide con un gran cúmulo de emociones para el cardenal paraguayo Adalberto Martínez, quien hace solo ocho días conmemoraba el aniversario 40 de su ordenación sacerdotal y el pasado miércoles 27 se cumplían 3 años de haber sido nombrado cardenal por el papa Francisco.
Adalberto Martínez Flores se convirtió no solo en el primer cardenal paraguayo nacido en suelo guaraní, sino que a su vez fue la imagen viva del compromiso de la Iglesia con nuestro país y su gente, que consideró este nombramiento un regalo a su fe y un mensaje de esperanza.
Tras convertirse en el primer purpurado paraguayo, Martínez ha vivido estos tres últimos años con el gran peso y honor de representar al Paraguay y a su pueblo católico ante la Santa Sede en Roma, asistiendo a eventos clave y siendo parte incluso de la elección del actual Papa, un hecho en el que Paraguay jamás había tenido un representante. En conversación exclusiva con La Nación/Nación Media, nos da detalles sobre sus desafíos y su rol en la iglesia paraguaya.
¿Cómo se sintió al saber que se convertiría en el primer cardenal paraguayo?
Me sorprendió. Pero siempre he procurado mantenerme abierto a la voluntad de Dios, que se manifiesta a través de la Iglesia. En este caso, el Papa Francisco se fijó en este servidor para regalar al Paraguay su primer cardenal. Sabemos que la creación de cardenales es una decisión muy personal del Santo Padre.
¿Qué significó este nombramiento para usted?
Significó una responsabilidad mayor a la que ya tenía como arzobispo metropolitano de Asunción. El Paraguay es una única Provincia Eclesiástica, cuyo centro es el Arzobispado de Asunción. Esta es una jurisdicción de alta demanda pastoral, que requiere cercanía, discernimiento y fortaleza. Y si a ello se suma el servicio de cardenal, el compromiso se hace aún más grande. Sin embargo, como dice el Señor: “mi yugo es suave y mi carga ligera” (Mt 11,30). Es la gracia de Cristo la que aligera este peso y sostiene nuestra misión.
Tras tres años de su nombramiento, ¿cómo gestiona este cargo?
Han sido tres años muy intensos, tanto en el ámbito eclesial como en el plano nacional. Acabo de cumplir 40 años de ordenación sacerdotal y próximamente 28 años de consagración episcopal. He ejercido el ministerio episcopal en diversas diócesis del país: como auxiliar de Asunción, primer obispo de San Lorenzo, obispo de San Pedro, de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, obispo de Villarrica y, finalmente, arzobispo de Asunción.
En este camino, el servicio del ministerio episcopal —vivido siempre en comunión con los obispos eméritos, con los pastores de otras diócesis y con el pueblo de Dios— ha buscado promover la cultura del encuentro: derribar muros y construir puentes, con la esperanza de que “todos sean uno, en el Señor” (Jn 17,21).
Como cardenal, esa misión se amplifica. En el Paraguay se confía en este servicio como un aporte concreto para ayudar a sanar divisiones y fomentar el diálogo, buscando consensos que conduzcan al bien común.
Las tareas pastorales propias del arzobispo son exigentes, pero se alivian gracias al compromiso de los obispos eméritos, de los otros obispos de nuestras jurisdicciones, del clero arquidiocesano, de los religiosos y religiosas, de los laicos organizados en movimientos, y también de personas de buena voluntad —incluso no católicos— que nos ayudan a impulsar la vida de la Iglesia y a cumplir su misión esencial: la evangelización de nuestro pueblo.
Adalberto Martínez Flores se convirtió no solo en el primer cardenal paraguayo nacido en suelo guaraní, sino que a su vez fue la imagen viva del compromiso de la Iglesia con nuestro país. Foto: GENTILEZA
¿Cuáles cree que son los principales desafíos desde su actual puesto en la Iglesia católica paraguaya?
La tarea fundamental del obispo es la evangelización. En nuestra Carta Pastoral del 5 de marzo pasado, “Iglesia sinodal: peregrina de esperanza para la vida plena de nuestro pueblo, en Jesucristo”, expusimos los principales desafíos de la sociedad paraguaya y de la Iglesia en la Arquidiócesis de Asunción, así como las líneas de acción para los próximos años.
El Señor mismo nos recuerda: “Vine para que tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10,10). La prioridad de la Iglesia es promover la dignidad de la persona humana y su vida plena en Cristo. Como afirma el Concilio Vaticano II: “el gozo y la esperanza, la tristeza y la angustia de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de los afligidos, son también gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos de Cristo” (Gaudium et Spes, 1).
Nuestro objetivo es emprender toda acción eclesial en torno a las tres dimensiones fundamentales de la evangelización: escuchar y anunciar la Palabra, celebrar la redención y servir en la promoción humana integral. La voluntad del Padre es que respondamos al clamor de los pobres, siguiendo a Jesús, y que enfrentemos el pecado estructural que daña a nuestro pueblo con la fuerza del Evangelio y con la conversión del corazón, para construir sobre las ruinas del odio y la violencia la civilización del amor.
¿Qué mensaje le gustaría dejarle al pueblo paraguayo?
El gran desafío es afrontar, desde la fe cristiana, una sociedad cada vez más golpeada por la violencia. Invito a todos a asumir la responsabilidad de “transformar las realidades y crear estructuras justas según los criterios del Evangelio” (DA 210).
Si bien nuestra misión se dirige en primer lugar a los bautizados, la construcción del bien común es tarea de todos, sin distinción de credo religioso o de filiación política. Hago una llamada a todas las personas de buena voluntad para emprender juntos una cruzada nacional por el saneamiento moral de nuestra nación. Es una tarea urgente e impostergable.
El Paraguay necesita signos de esperanza de quienes tenemos responsabilidades en la sociedad. La Iglesia no puede defraudar la confianza que el pueblo deposita en ella. La Doctrina Social de la Iglesia es un tesoro que ofrecemos a quienes ejercen liderazgo en el país, y también a cada ciudadano, como una herramienta para el bien común y el desarrollo integral de nuestro pueblo.
El Paraguay nos necesita a todos. Nadie debe quedar excluido de esta misión de recuperar los valores y virtudes que nos permitirán construir el país que soñamos y necesitamos.
"Han sido tres años muy intensos, tanto en el ámbito eclesial como en el plano nacional", indicó el cardenal Martínez. FOTO: GENTILEZA
Religioso paraguayo forma parte de relevante organismo del Vaticano
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La Santa Sede comunicó nuevos nombramientos en el Dicasterio para el Clero. El Papa León XIV ha designado a cardenales, obispos y expertos de diversos continentes como miembros y consultores de este organismo, informó en sus redes sociales el Arzobispado de Asunción.
Es así que el Papa León XIV nombró al Padre Cristino Bohnert Bauer, rector de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”, como consultor del Dicasterio para el Clero, convirtiéndose en uno de los pocos religiosos paraguayos en formar parte de este organismo del Vaticano.
El Dicasterio para el Clero es el organismo encargado de todo lo relacionado con los sacerdotes y diáconos del clero diocesano, especialmente en lo que respecta a su vida personal, labor pastoral y las condiciones necesarias para que su ministerio sea eficaz. Además, acompaña a los obispos en la formación de seminaristas y en la promoción de la vocación sacerdotal.
Este nombramiento marca un hito para la Iglesia paraguaya, ya que el Padre Bohnert Bauer es el segundo religioso del país en integrar este Dicasterio, tras la Hna. Lidia Ramona González Rodríguez, de las Hijas de María del Huerto, quien fue nombrada consultora por el Papa Francisco en 2022.
El Padre Cristino Bohnert Bauer, nacido en Colonia Independencia, Paraguay, se ordenó presbítero en 1998 y se ha desempeñado como rector del Seminario Mayor Nacional del Paraguay antes de asumir la rectoría de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”. Su experiencia en formación sacerdotal y liderazgo académico ha sido clave para este reconocimiento.
El nombramiento del religioso paraguayo refleja la participación creciente de Paraguay en organismos vaticanos y subraya el compromiso del país con la formación y misión del clero a nivel internacional.
El cardenal Adalberto Martínez celebró 40 años de ordenamiento sacerdotal
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Este domingo, durante el Jubileo de Catequistas, se llevó a cabo una misa presidida por el cardenal Adalberto Martínez Flores, arzobispo metropolitano, quien celebró el aniversario 40 de su ordenación sacerdotal, compartiendo un mensaje de gratitud, fe y esperanza con todos los presentes y el cual busca que llegue a toda la comunidad.
El cardenal Martínez recordó que el 24 de agosto de 1985 se ordenaba como sacerdote en la parroquia La Piedad de Asunción, rodeado de sus hermanos sacerdotes, de sus familiares y del pueblo de Dios, de la mano del monseñor Séan O’Malley (entonces obispo de la Diócesis de Saint Thomas, en las Islas Vírgenes de Estados Unidos).
“Mi elección nació de la certeza de que Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y en Él encontré la fuente y la razón de mi entrega. Estos años de ministerio me han enseñado la importancia que tiene el pastor de ser próximo, cercano, especialmente hacia los más vulnerables del rebaño que el Señor nos confía: los pobres, los enfermos, los pequeños y los olvidados”, comentó el cardenal durante la lectura de su carta de agradecimiento.
Utilizó los dichos del papa Benedicto XVI, quien señalaba que la caridad no se reducía a una teoría ni a un ideal abstracto, sino que se enmarca en el rostro concreto del hermano, donde Cristo mismo se hace presente, remarcando a su vez que en cada uno de ellos fue descubriendo el llamado constante a amar sin medida, aun conociendo sus límites y confiando en que el Señor lo sostendría.
“Hoy elevo mi corazón en acción de gracias a Dios por el don del ministerio y por haberme sostenido en estos años de servicio. Reconozco mis fragilidades y pido que me sigan acompañando con su comprensión, paciencia y oración, porque el sacerdocio se fortalece en la comunión con el Pueblo de Dios, que con su fe y su cariño ayudan al pastor a crecer y servir mejor”, rezaba parte de la carta del cardenal.
“Hoy elevo mi corazón en acción de gracias a Dios por el don del ministerio y por haberme sostenido en estos años de servicio", comentó el Cardenal Martinez. Foto: Gentileza
Reconoció que este aniversario significa también un tiempo de renovación en su compromiso, pidiendo a su vez a Dios la fortaleza y sabiduría para anunciar el Evangelio con fidelidad y seguir acompañando a su pueblo en el camino de la santidad.
“Quiero expresar mi gratitud más sincera a mis hermanos obispos, diáconos, sacerdotes, seminaristas, religiosas y religiosos, a todo el pueblo de Dios con quienes he compartido momentos de gran crecimiento espiritual en la unidad de corazones, en concordia”, remarcó el cardenal Martínez.
Aprovechó la oportunidad para agradecer también a sus fallecidos padres, a sus familiares y a sus amigos, ya que el apoyo de estos y la cercanía que le han dado fueron siempre un sostén que califico de invaluable para su vocación y ministerio.
El presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Latorre, mantuvo un encuentro con el papa León XIV en el Vaticano, ocasión en la que le obsequió un rosario elaborado en filigrana por artesanos paraguayos.
“Compartimos un encuentro con el papa León XIV, le obsequiamos un rosario de filigrana“, informó el legislador sobre este encuentro. Durante la audiencia Latorre solicitó la bendición del pontífice para su hija, quien nació apenas hace un par de meses, gesto que extendió simbólicamente a todos los niños del Paraguay.
Asimismo, transmitió al papa la invitación a visitar Paraguay. “Le invitamos a visitar nuestro país, una nación de profunda fe", añadió Latorre. En la visita a la máxima autoridad de la Iglesia católica, el titular de la Cámara Baja estuvo acompañado también por su esposa, Jociani Repossi.
Este encuentro entre Latorre y el papa León representa el segundo entre ambos, ya que el diputado formó parte de la delegación paraguaya que se trasladó hasta la plaza de San Pedro, en el Vaticano, cuando el sumo pontífice asumió el cargo el pasado 18 de mayo.
Dicha comitiva estuvo encabezada por el presidente de la República, Santiago Peña, acompañado de su esposa, la primera dama Leticia Ocampos, y también por la embajadora paraguaya ante la Santa Sede Romina Taboada.