Brasilia, Brasil. AFP.
La declaración de inelegibilidad del expresidente Jair Bolsonaro (2019-2022) dejó el viernes a la derecha brasileña huérfana de su líder más prominente y ante la obligación de encontrar un sucesor. Al inhabilitarlo durante ocho años por “abuso de poder político”, el Tribunal Superior Electoral (TSE) colocó al exmandatario fuera de las próximas presidenciales de 2026.
La condena se basó en una reunión con embajadores en julio de 2022, en la que Bolsonaro atacó el sistema de votación con informaciones “falsas”, tres meses antes de ser derrotado en las urnas por el actual presidente Luiz Inácio Lula da Silva. El dirigente ultraderechista anticipó que planea presentar un recurso de apelación ante el Supremo Tribunal Federal.
Bolsonaro se convirtió en el primer expresidente en ser inhabilitado por la corte electoral, luego de haber perdido en octubre del año pasado por un estrecho margen de 1,8% frente a Lula, habiendo obtenido 58 millones de votos –400 mil más que en 2018, cuando fue electo–. Lula, en cambio, había sido inhabilitado en las presidenciales de 2018 tras su condena en la justicia ordinaria, que luego anuló el Supremo Tribunal Federal.
“El electorado de derecha en Brasil está consolidado y, con Bolsonaro más débil, busca un líder. Habrá un heredero”, opinó Leonardo Paz, politólogo del Núcleo de Prospección e Inteligencia Internacional de la Fundación Getulio Vargas. Bolsonaro, de 68 años, se refirió a la condena como una “puñalada”, remitiéndose al atentado sufrido en 2018 cuando era candidato a la presidencia. Con ironía, aseguró que la corte electoral lo convirtió en un “traccionador de votos de lujo”.