• Oslo, Noruega. AFP.

El primer cohete orbital lanzado desde Europa continental se estrelló ayer domingo tras apenas medio minuto de vuelo desde la base espacial noruega de Andøya, en el Ártico. El cohete Spectrum, un aparato de dos etapas desarrollado por la empresa alemana Isar Aerospace, empezó a oscilar tras su despegue, giró y se estrelló, mostraron imágenes difundidas en directo en Youtube.

Según Isar Aerospace, el cohete cayó al agua y “la plataforma de lanzamiento parece estar intacta”. Andøya Space, la empresa estatal noruega que gestiona el puerto espacial de Andøya, cerca del archipiélago de Lofoten, anunció que había puesto en marcha un “plan de crisis” tras el “incidente”. No se registraron daños humanos ni materiales tras la caída del cohete, indicó la policía regional.

Un cohete orbital es una lanzadera capaz de colocar cargas útiles en órbita terrestre o más allá. Antes del despegue, que fue aplazado en varias ocasiones debido a las condiciones climáticas, Isar Aerospace afirmó que tenía pocas esperanzas de alcanzar la órbita en su primer intento.

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“Nuestro primer vuelo de prueba cumplió todas nuestras expectativas y fue un gran éxito. Tuvimos un despegue perfecto, volamos durante 30 segundos e incluso pudimos validar nuestro sistema de interrupción de vuelo”, comentó Daniel Metzler, cofundador y jefe de la joven empresa alemana. Otros dos cohetes Spectrum ya están en producción, indicó un comunicado de la compañía.

Segundo cohete en producción

“La fabricación del segundo cohete ya está muy avanzada y, sobre la base de los datos de este primer vuelo, haremos los ajustes necesarios para integrarlos en el segundo”, explicó Metzler en una rueda de prensa en línea. “El objetivo es volver a la plataforma de lanzamiento lo antes posible” para un nuevo lanzamiento, añadió.

Queremos alcanzar la “categoría de lanzadores con cargas útiles de hasta una tonelada, y creemos que estamos muy bien situados” para este mercado de satélites, continuó. Spectrum tiene 28 metros de alto por dos metros de diámetro e hizo su primer test sin carga útil. “Hoy es un día importante para los vuelos espaciales alemanes y europeos”, reaccionó el ministro de Economía alemán, Robert Habeck.

“Isar Aerospace puede y contribuirá decisivamente a garantizar el acceso independiente de Europa al espacio”, añadió. En 2023, hubo un primer intento de vuelo orbital desde Reino Unido, realizado por Virgin Orbit. La empresa del multimillonario Richard Branson utilizó un Boeing 747 para el lanzamiento, que fracasó y la compañía se fue a la quiebra.

“New Space”

El espacio ocupa un lugar destacado en el informe Draghi, publicado el año pasado, sobre la competitividad de la Unión Europea. Privada de acceso a los cosmódromos y lanzadores rusos debido a las graves tensiones con Moscú, Europa se ha visto afectada por los retrasos en el desarrollo del cohete Ariane 6 y la suspensión del lanzador Vega-C tras un accidente.

No recuperó su soberanía espacial hasta el 6 de marzo con el primer vuelo comercial de un Ariane 6 desde Kourou (Guayana Francesa), tras varios meses sin acceso independiente al espacio. Isar Aerospace, fundada en 2018 en Múnich, es una de las empresas emergentes de la nueva economía espacial (“New Space”), que se refiere a pequeños actores privados que se lanzan al espacio junto a pesos pesados institucionales como Arianespace.

En comparación con Estados Unidos, que cuenta con grandes empresas como SpaceX, de Elon Musk, y Blue Origin, de Jeff Bezos, el movimiento del “New Space” apenas está en sus comienzos en Europa. Además de Isar Aerospace, las alemanas Rocket Factory Augsburg (RFA) e HyImpulse, las francesas Latitude y MaiaSpace (filial de Arianegroup) y la española PLD Space compiten por establecerse en el sector europeo de las plataformas de lanzamiento.

El lanzamiento del domingo generó “toneladas de datos que los equipos pueden ahora evaluar y de los que pueden aprender”, dijo un comentarista de Isar Aerospace en Youtube. Junto a los lanzadores, han surgido multitud de proyectos de puertos espaciales europeos, desde las Azores portuguesas a las Shetlands británicas, sin olvidar Andøya o Esrange en la vecina Suecia.

Describiéndose a sí mismo como “el primer puerto espacial operativo de Europa continental”, Andøya presume de que su ubicación en el Ártico es ideal para lanzar satélites en órbita polar o síncronos solares, es decir, satélites que pasan sobre cualquier punto del planeta a la misma hora solar local todos los días.

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