El Congreso de Perú desistió de investigar a la presidenta Dina Boluarte por un escándalo de corrupción al archivar una acusación fiscal que amenazaba la estabilidad del Gobierno, allanando así el camino para que pueda acabar su mandato sin riesgo a ser destituida.
Boluarte había sido denunciada ante la subcomisión de acusaciones del parlamento por recibir de manera presuntamente indebida unos relojes de lujo.
La subcomisión recomendó archivar el caso, conocido como Rolexgate.
Boluarte, una de las presidentas más impopulares del mundo, también es investigada por la Fiscalía en un caso de cirugía de nariz que la tiene al filo del abismo debido a que omitió delegar funciones durante la operación a la que fue sometida, que mantuvo en reserva. El parlamento, controlado por bancadas de derecha afines a Boluarte, debe aún evaluar ese caso.
El llamado Rolexgate, iniciado por una denuncia de prensa, remonta a marzo de 2024, en momentos en que la Fiscalía investigaba a la presidenta por presunto enriquecimiento ilícito y omisión de consignar bienes en documentos. Según la subcomisión de acusaciones del parlamento, “es constitucionalmente correcto y jurídicamente obligatorio declarar el archivo por no proceder formular acusación contra la presidenta de conformidad al artículo 117 de la Constitución”. Boluarte, de 62 años, culminará su mandato en julio de 2026. La denuncia en el Congreso es el paso previo a un antejuicio político.