- AFP.
Estados Unidos afirma haber “devastado el programa nuclear iraní” en ataques que Irán promete vengar, en el décimo día de una guerra entre la República Islámica e Israel que tiene en vilo al mundo.
Washington dice tener un objetivo declarado: impedir que Teherán se dote del arma atómica pero niega buscar la caída del régimen de los ayatolás, con el que lleva casi medio siglo enemistado.
Después de días de tira y afloja el presidente Donald Trump ordenó atacar las plantas nucleares de Fordo, oculta bajo una montaña, Natanz e Isfahán, y cantó victoria. “Han sido completamente y totalmente destruidos”, se felicitó Trump en un discurso a la nación, aunque su jefe del Estado Mayor, general Dan Caine, considera que es “demasiado pronto” para evaluar con precisión el alcance.
El jefe del Pentágono, Pete Hegseth, afirma que han “devastado el programa nuclear iraní” durante la operación “Martillo de Medianoche” en la que, según el general Caine, intervinieron siete bombarderos furtivos B-2. Los bombardeos causaron heridos, pero “ninguno” con señales de “contaminación radioactiva”, afirmó el Ministerio de Salud iraní, sin precisar cuántos. Pese al ataque, Trump y su gabinete repiten que Washington “busca la paz” y recomiendan a Irán que tome “ese camino”.
BOMBAS ANTIBÚNKER
Para atacar el programa nuclear de Irán, Estados Unidos ha utilizado por primera vez una potente bomba antibúnkeres, la única capaz de destruir instalaciones a gran profundidad. Se trata de la GBU-57, una ojiva capaz de hundirse a decenas de metros bajo la superficie antes de explotar. Lo que hace única a esta bomba estadounidense es su capacidad para penetrar en la roca y hormigón. La GBU-57 “fue diseñada para penetrar hasta 200 pies (61 metros) bajo tierra antes de explotar”, señala el ejército estadounidense.
A diferencia de muchos misiles o bombas que detonan su carga al impactar, estas ojivas rompebúnkeres buscan primero enterrarse en el suelo y solo explotan cuando alcanzan la instalación subterránea. Esto explica su peso: más de 13 toneladas y 6,6 metros de largo.
IRÁN AMENAZA BASES MILITARES
AFP.
Irán amenazó ayer las bases estadounidenses en Oriente Medio en respuesta a los bombardeos que, según Washington, han “devastado” el programa nuclear iraní. “¡Venganza, venganza!” gritaron manifestantes con los puños en alto mientras el presidente iraní, Masud Pezeshkian, intentaba abrirse paso entre la multitud en una céntrica plaza de Teherán.
En un mensaje difundido por la agencia oficial de noticias Irna, Ali Akbar Velayati, asesor del líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, afirmó que las bases utilizadas por las fuerzas estadounidenses serán consideradas “un objetivo legítimo”.
En la ONU, que reunió de urgencia a su Consejo de Seguridad ayer, Irán acusó a Estados Unidos de haber iniciado una “guerra” con “pretextos absurdos”.