La ciudad de Hohenau está adornada de árboles hasta donde el cielo toque la tierra, una atmósfera en la cual el medio ambiente aún virgen produce esas sensaciones de tranquilidad y alivio, de relajación y gozo. Foto: Gentileza.
Destino LN: turismo 100% ecológico ofrece la ciudad de Hohenau
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La ciudad de Hohenau es una ciudad paraguaya situada en el departamento de Itapúa. Está ubicada a unos 35 km de la ciudad de Encarnación, capital del departamento. Fue fundada el 14 de marzo de 1900 por Carlos Reverchon, Guillermo Closs y los hermanos Ambrosio y Esteban Scholler con colonos alemanes, que más tarde la llamaron “La madre de las Colonias del Alto Paraná”.
En esta ciudad se puede visitar el Club de Caza y Pesca Alto Paraná, donde se realiza la tradicional Fiesta Nacional e Internacional de la Pesca del Dorado, en las aguas del río Paraná.
Otros atractivos que ofrece esta ciudad son las colonias alemanas y japonesas, donde el visitante puede apreciar las características de su arquitectura, sus comidas típicas y los campos de cultivo.
Se puede llegar a Hohenau a través de la Ruta PY06, que cruza por el centro urbano de la ciudad y la une con Encarnación y Ciudad del Este. Cuenta además con una red de caminos vecinales que lo une con las demás localidades.
Cuando se llega hacia Hohenau, las personas notan un cambio en el paisaje. De esa selva suburbana se pasa a una sinfonía adornada de árboles hasta donde el cielo toque la tierra, una atmósfera en la cual el medio ambiente aún virgen produce esas sensaciones de tranquilidad y alivio, de relajación y gozo.
Durante la travesía hacia Hohenau, guiados por la Ruta VI, se llega a las Reducciones Jesuíticas de Trinidad y Jesús, ambas declaradas Patrimonio Cultural de la Humanidad por la magnitud de las obras que trasluce la misión evangelizadora, la integración y el aporte cultural de religiosos de la Compañía de Jesús (siglos XVII – XVIII) a favor de los nativos del lugar.
Parque Ecológico Municipal “Ing. Alfredo Sitzmann”
El lugar cuenta con un hermoso lago en el que se puede compartir todo un fin de semana con la familia o amigos, ya que se puede realizar camping.
Se extiende enclavada en la zona urbana en una superficie de 23 hectáreas, en donde se puede encontrar un hermoso predio verde colmado de árboles tanto exóticos como nativos de la región, una laguna, la cual alberga peces de diferentes especies, una representación histórica y material de lo que fueron las antiguas casas coloniales germanas en la época de fundación y una casa popular paraguaya, símbolo de todos los paraguayos.
Parque Ecológico Municipal “Ing. Alfredo Sitzmann”. Foto: Gentileza.
Además, encontrará aquí un establecimiento que muestra el antiguo proceso de la creación de la yerba mate, que es un producto muy importante en la región, puesto que las Colonias Unidas son uno de los principales productores del país.
Parque Manantial
La reserva ecológica más imponente del país, con espacios de ocio y esparcimiento. Toda la aventura natural que puedas experimentar. Visita obligada de la zona.
Cuenta con alojamiento en bungalow tipo apart, capacidad máxima de 4 personas. Cuenta con cocina comedor completa, habitación con baño privado y termotanque, televisión con cable de 32″, aire acondicionado split. Tiene un área externa de picnic iluminada, con parrilla, pileta para lavar cubiertos y toma de corriente.
Parque Manantial de Hohenau. Foto: Gentileza.
Un lugar para disfrutar en familia y con los amigos. Apreciada reserva ecológica privada con gran extensión de bosque y un cristalino manantial ubicado en el centro de la propiedad. Ofrece excelente servicio atendido por sus propios dueños
Club de Caza y Pesca
El puerto de Hohenau, lugar de desembarco de las primeras familias de la ciudad, lo recibirá con una playa, exquisiteces de río y la imponente vista del poderoso Paraná.
Luego de haber podido saborear el pasado de la ciudad, usted debe visitar el Club de Caza y Pesca, en donde anualmente se realizaba la pesca del surubí, atrayendo a deportistas de todos los puntos cardinales del país y países vecinos. Hoy en día, debido a la veda, el lugar se ha convertido en un punto más para la conexión con el medio ambiente. Las instalaciones del club permiten realizar ese asado dominguero, refrescado con la suave brisa del río Paraná, escenas inolvidables para compartir en familia y con amigos.
Club Caza y Pesca Hohenau. Foto: Gentileza.
En el casco urbano pueden encontrarse diferentes comercios y el circuito gastronómico, el cual ofrece un abanico de disponibilidades y gustos, una línea de restaurantes compuesto por exquisitas cocinas coloniales e internacionales, variedades de platos para el deleite de todo visitante y motivo de orgullo para los habitantes de la ciudad.
El nuevo food hall, liderado por el chef Juan José Brítez, ofrece una experiencia culinaria versátil que combina cocina paraguaya, propuestas internacionales y productos de temporada.
Desde su llegada a Paraguay, el ingeniero peruano Luis Barboza lidera una transformación que eleva al Sheraton Asunción a estándares de clase mundial, posicionando al país como destino clave para el turismo de negocios, eventos y experiencias sostenibles.
Luis Barboza es ingeniero industrial, pero su verdadera vocación está profundamente ligada a la hotelería y el turismo. Tras liderar con éxito el Santa Marta Marriott en Colombia, llegó a Paraguay en septiembre de 2023 con el objetivo de convertir al Sheraton Asunción en un referente regional del turismo MICE (Reuniones, Incentivos, Congresos y Exposiciones).
Luis Barboza, , gerente general del Sheraton Asunción.
Fruto de esa visión, nació la renovación integral del Sheraton que no es solo estructural, sino también conceptual: habitaciones minimalistas, funcionales, sin alfombras ni bañeras, enfocadas en la productividad y el descanso, en línea con la nueva identidad global de la marca, que busca reconectar con los viajeros modernos a través del diseño, la eficiencia y la experiencia.
La transformación arquitectónica comienza desde la planta baja, donde una escalera metálica de diseño contemporáneo se convierte en ícono visual del hotel. “Este rediseño integra elementos culturales paraguayos, como el uso del lapacho y la presencia del mural de Carlos Colombino, que sigue siendo eje narrativo del lugar”, reveló a FOCO Business el gerente general.
La nueva escalera del Sheraton Asunción es el ícono visual del rediseño arquitectónico.Las habitaciones adoptan el nuevo concepto global de Sheraton: funcionalidad, calidez y diseño inteligente para viajeros que buscan productividad y bienestar.
En el plano gastronómico, explicó que el tradicional restaurante da paso a un innovador food hall liderado por el chef Juan José Brítez. La propuesta incluye opciones rápidas como wrap & go y experiencias gourmet basadas en productos de temporada y sabores locales e internacionales. “Las grandes activaciones arrancan con fuerza desde agosto, mes en que se dará la apertura oficial, con una nueva imagen para nuestro food hall y propuestas temáticas diseñadas junto a expertos”, anticipó.
Compromiso con la sostenibilidad. Desde el inicio de la renovación, el hotel adoptó una política de economía circular, donando más de 4.000 artículos dados de baja y gestionando los residuos de forma responsable. También trabaja para obtener una certificación EBOM (Existing Building: Operations and Maintenance), uno de los estándares más exigentes a nivel mundial en sostenibilidad hotelera.
La planta baja del Sheraton sorprende con espacios abiertos, circulación eficiente y diseño contemporáneo que celebran la cultura paraguaya e invitan al encuentro.
A esto se suma un análisis exhaustivo de la huella de carbono en la cadena de proveedores, priorizando insumos locales y logísticas de bajo impacto. “Nuestra meta es lograr un sello verde que avale este compromiso real y transparente con el medioambiente”, remarcó.
El nuevo Sheraton propone espacios pensados para el networking, el descanso y la inspiración. Contará con 15 salas de eventos de primer nivel, con ambientación cultural y propuesta museográfica. Además, un café boutique, áreas de coworking y circulación eficiente completan una experiencia única, diseñada para visitantes, empresarios y ciudadanos locales.
La renovada fachada del Sheraton Asunción refleja la nueva era del hotel.
En imágenes de circuito cerrado se ve cómo la joven llegó a la institución y segundos después fue emboscada por José Fermín Martínez Fonseca. Foto: Gentileza
Adolescente fue agredida en el colegio por su expareja de 29 años: “Es violento y controlador”
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Un joven de 29 años fue detenido por agentes de la Policía Nacional luego de llegar hasta el Colegio Nacional Dr. Raúl Peña, ubicado sobre la Ruta PY06 de la ciudad de Hohenau, para agredir a una joven de 16 años.
En imágenes de circuito cerrado de la institución se ve cómo la joven llegó a la institución y segundos después fue emboscada por el hombre identificado como José Fermín Martínez Fonseca.
Ambos habían sido pareja y el victimario, que aparentemente estaba en estado etílico, actuó de esta manera en un arranque de celos. La directora de la institución se percató de la agresión, salió a intervenir y también fue golpeada. Afortunadamente, un alumno salió a defenderlas.
La docente llamó a la policía y acudió una patrullera que encontró al hombre completamente rodeado, tanto por alumnos como por profesores, que salieron a auxiliar a la joven y a la directora.
Según las declaraciones de la joven, ella habría terminado la relación de 8 meses, justamente por el comportamiento violento y controlador de su expareja, ya que le exigía que le enviara su ubicación a través de WhatsApp, la acompañaba y la retiraba del colegio e inclusive la escoltaba cuando debía reunirse con sus compañeras.
El fiscal Reinaldo Castillo imputó al sujeto por violencia y solicitó su prisión preventiva, teniendo en cuenta que se lo considera una persona sumamente violenta y obsesiva.
Si bien el mito fundacional y los registros cronológicos no coinciden plenamente, se asocia la construcción del templo con la defensa contra la Triple Alianza. Foto: Gentileza
Isla Umbú: restaurarán templo que invita a viajar en el tiempo
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Gentileza
A 12 kilómetros de Pilar, es punto obligado de visita para el que quiera conocer Ñeembucú y los sitios históricos de la guerra contra la Triple Alianza. El templo de la localidad, centro de memoria y religiosidad, será puesto en valor en el marco del programa Tekorenda, dando inicio así a una recuperación de un valioso patrimonio nacional. Aquí la historia.
“Venir a nuestro pueblo es como entrar en el túnel del tiempo”, dice Mabel Franco, de la Universidad Nacional de Pilar, describiendo la sensación que siente al ingresar al “cuadrilátero”, el antiguo dibujo de las manzanas centrales de Isla Umbú.
Un paisaje que refleja el estilo de construcción de la década de 1860 se percibe en las casonas de tipo colonial que enmarcan la plaza grande en la que está el cuartel desde que el mariscal Francisco Solano López dirigió en un momento la defensa del sur durante la Guerra Guasu.
En el centro mismo de ese espacio, como un elemento de identidad, está el templo San Atanasio, de gran valor simbólico, histórico y cultural. Este último fue elegido por el Programa Tekorenda de restauración de sitios históricos impulsado por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) para una intervención destacada.
El intendente Jorge Marecos se muestra agradecido: “Es la primera vez después de mucho tiempo que tendremos una intervención del Estado en esta refacción”, dice con alegría.
Sin embargo, los restantes edificios requieren intervenciones para preservar uno de los pocos cascos urbanos que ayudan a reconstruir época que quedan en pie en el país. “Este entorno le da ese toque cultural antiguo al pueblo, pero lastimosamente algunas casas están desocupadas, con techos derrumbados. Son casas particulares y es difícil intervenir, pero presentamos a la SNC un proyecto para conservar por lo menos las fachadas”, destaca el jefe comunal.
UNA INTERVENCIÓN NECESARIA
El intendente Marecos indica que “el templo está con dificultades. Los técnicos de la SNC el año pasado hicieron una visita y detectaron que necesitaba esta restauración que se va a encarar desde octubre si todo va bien”, apuntó.
“El edificio está sólido, bien parado, pero tiene sus años. Así que esta tarea que durará más o menos un año o un poquito más será más que importante para nosotros”. Entre tanto, habrá que encontrar un buen sitio para oficiar las misas, ya que allí se congrega la feligresía católica los domingos. “Es un tema sensible”, señala.
La activista cultural Mabel Franco recuerda que “es muy importante este acto porque la última restauración fue en 1979 y estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), donde se pudieron intervenir algunos horcones, ya que sus cimientos estaban muy comprometidos.
Los técnicos de la SNC hicieron una visita el año pasado y detectaron que necesitaba una restauración, que se va a
encarar desde octubre
Pero desde esa vez a esta parte es la comunidad la que mantiene el edificio y ya se necesitan nuevas intervenciones en los cimientos, teniendo en cuenta el tiempo y que el edificio es original de la época, es un patrimonio demasiado importante porque es único en su tipo”.
Explica entonces que en Laureles tuvieron que hacer una réplica de la iglesia antigua, en tanto que en Guasu Kua se hicieron intervenciones que reemplazaron componentes originales de su templo. En cambio, San Atanasio, en Isla Umbú, mantiene su estructura original.
TURISMO
A apenas 10 minutos de Pilar, capital del Ñeembucú, se asienta esta población de 3.700 habitantes, centro de la producción lechera regional. Franco apunta: “Nuestra comunidad lleva hasta 2.000 litros por día de leche para las familias pilarenses”.
Enmarcada por el imponente paisaje de los humedales, su verde intenso, su laguna Capilla destaca por la belleza que aporta la visita de una variedad notable y colorida de aves silvestres.
El jefe comunal de Isla Umbú asegura que están preparados para recibir más turismo. “Formamos parte del circuito turístico, pero no tenemos mayores auxilios de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), lo hacemos a nivel municipio”.
Contó que la gente no solo puede visitar el museo, el cuartel, el templo, sino que también acercarse a la laguna, “que ahora tiene un lindo muelle y caminero para tomar sol en estos días tan lindos”, propuso.
Recordó que una idea que tienen es avanzar en el recorrido turístico extendiéndolo hacia “las compañías como Boquerón y Tajy, donde hay escenarios de la guerra contra la Triple Alianza que ayudan a entender lo heroico de la defensa que se dirigió desde Isla Umbú”.
La laguna Capilla destaca por la belleza que aporta la visita de una variedad notable y colorida de aves silvestres
UN POCO DE HISTORIA
Mabel Franco, de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Pilar (UNP), recuerda que “la reorganización de Isla Umbú fue dispuesta por Carlos Antonio López, que le dio orden al jefe del cabildo de Pilar para poder formar el pueblo. Eligieron el mejor lugar para asentar el pueblo y luego se hizo una expropiación. Para ello tenían que pagar el diezmo los más adinerados y a los más humildes los ayudó el gobierno”.
Así fue que “se diseñó ‘el cuadrilátero’ en el estilo de los jesuitas, iglesia en el medio y en el lado oeste el cuartel, el cabildo y luego las casas a los costados con una gran plazoleta en el medio”, explica.
“Cuando la Triple Alianza, el Cabildo se convirtió en cuartel y fue el centro de aprovisionamiento del Ejército paraguayo en batalla, que entraba en acción más hacia el sur”, cuenta.
Una de las calles de Isla Umbú
Posteriormente, en el siglo XX el cuartel fue escuela, juzgado de paz, todo lo que necesitaba administrativamente funcionó allí y el cuadrilátero se mantuvo”, refiere. “La Municipalidad aprobó en 2003 una ordenanza declarando las casonas antiguas patrimonio distrital, cultural, dictando así un no innovar para que se mantengan las casas antiguas”, recordó.
Ese elemento político necesita ahora de inversiones para una recuperación que se espera se inicie con la restauración del templo. Como antecedente, vale señalar que en 2002 se restauraron los tres cuarteles históricos de la llamada “diagonal de sangre”: Isla Umbú, Humaitá y Paso de Patria.
UN PATRIMONIO A DESCUBRIR
La arquitecta Silvia Rey es la coordinadora del Eje de Intervención del Programa Tekorenda y cuenta que la iglesia San Atanasio de Isla Umbú “es un templo típico paraguayo, con estructura de madera independiente, muros de adobe de simple cerramiento y techos de teja y picanilla. Debido a sus características materiales, las condiciones climáticas y el paso del tiempo han afectado su estado”.
Describe a su vez que “los problemas de conservación se concentran principalmente en la cobertura debido a filtraciones de agua pluvial. Asimismo, presenta lesiones en los muros, como grietas, fisuras y desprendimiento de revoque.
La presencia de murciélagos es otro de los factores de degradación; además, se observan rastros de la acción de termitas (kupi’i), que aunque parecen estar inactivas actualmente habrían afectado la estructura del altar y algunas piezas de la estructura”.
–¿Qué pidió la comunidad en el marco de la audiencia pública?, ¿cuáles son los reclamos centrales?
–La comunidad expresó su preocupación respecto a la necesidad de salvaguardar la memoria histórica, muchas de cuyas tradiciones y conocimientos se conservan y transmiten de manera oral, debido a la pérdida de las fuentes documentales. Asimismo, manifestaron su interés en la protección del patrimonio cultural material, tanto mueble como inmueble, especialmente la iglesia y el museo. Concientes del valor de su entorno, otra de las preocupaciones principales es la preservación del ambiente urbano y natural de Isla Umbú. Para ello, se considera fundamental la implementación de un plan de ordenamiento urbano-territorial que promueva un desarrollo sostenible en la zona.
La iglesia San Atanasio de Isla Umbú “es un templo típico paraguayo, con estructura de madera independiente, muros de adobe de simple cerramiento y techos de teja y picanilla.
POTENCIAL
–¿Está pensado también un tratamiento para los otros edificios?
–En esta primera etapa, la intervención se centra específicamente en el templo. Sin embargo, la edificación que alberga el Museo Coronel Pedro Hermosa también se encuentra en el listado de edificios en necesidad de salvaguarda urgente de la SNC, lo que implica priorizar la obtención de fondos para su intervención en el marco del Programa Tekorenda.
No obstante, es importante señalar que el trabajo en territorio involucra varias otras acciones, las cuales son abordadas en un trabajo coordinado con la Dirección General de Patrimonio de la SNC en el marco de la política de protección del Patrimonio Cultural, como la documentación y el registro.
Dado el potencial que posee Isla Umbú, se espera que, con el proceso de puesta en valor, se genere un mayor interés hacia el sitio, lo que podría facilitar la inversión en la recuperación física y funcional de otras edificaciones.
–¿Qué rol tuvo el edificio durante la guerra contra la Triple Alianza?
–La Triple Alianza es el episodio más recurrente en la memoria colectiva de Isla Umbú. Según la tradición oral, la construcción de la iglesia fue motivada por la victoria que obtuvo el mariscal Francisco Solano López en la batalla de Estero Bellaco, cumpliendo una promesa hecha a San Atanasio, a quien se había encomendado. Sin embargo, el año de construcción referido, 1862, no coincide con este hecho histórico, que se dio cuatro años más tarde, en 1866.
–¿Cuáles son otros edificios históricos que requieren intervención?
–El edificio que hoy alberga al Museo Histórico Cnel. Pedro Hermosa, en homenaje a un combatiente de la guerra del 70, habría funcionado como cuartel de las tropas paraguayas durante las batallas desarrolladas en la zona de Ñeembucú. Se habría construido en la misma época que la iglesia, al igual que otras viviendas construidas alrededor de esta.
–¿Podría contarnos un poco la historia del distrito?
–A pesar de que los orígenes de Isla Umbú se remontan a 1779, cuando se inicia la ocupación efectiva de la zona del Ñeembucú, luego de la fundación de Pilar, la fecha de fundación que reconocen los pobladores es la del 8 de mayo de 1862, cuando, como parte de su política urbanística, don Carlos Antonio López ordena la reorganización del pueblo.
Sin embargo, según investigaciones realizadas por la historiadora Viviana Paglialunga, existen fuentes documentales en el Archivo Nacional de Asunción que dan cuenta de la existencia de cuatro escuelas y de trabajos en las obras del templo en el partido de Isla Umbú que datan de 1842.
–¿Cómo fue su evolución durante el siglo XX hasta la actualidad?
–A pesar del paso del tiempo, Isla Umbú ha mantenido sus características urbano-arquitectónicas, con la iglesia en el centro de la plaza y las viviendas con galería a su alrededor, disposición típica de los poblados del Paraguay desde la época colonial. La población va decreciendo debido a la migración campo-ciudad y, lamentablemente, hoy varias edificaciones se encuentran abandonadas y en riesgo de derrumbe.
–¿Isla Umbú está lo suficientemente referenciada como para movilizar el turismo histórico o ser parte de quienes llegan al Ñeembucú por sus humedales y paisajes?
–Isla Umbú está entre los secretos mejor guardados de nuestros pueblos pintorescos. Queda a tan solo 15 kilómetros –20 minutos en auto– de Pilar, recorrido que vale la pena, dadas sus características urbanas, ambientales y paisajísticas, así como su riqueza histórico-cultural y la calidez de su gente, que la convierte en un punto obligado para quien quiera conocer y disfrutar del Ñeembucú.
Entre sus tradiciones más arraigadas están la fiesta patronal en honor a San Atanasio, que se celebra el 2 de mayo de cada año y en la que no faltan las comidas típicas, los juegos tradicionales, la música y el baile.
Esta festividad culmina con el Festival Anual de la Leche, celebración en la que Isla Umbú hace gala de ser cuna lechera debido a que la producción de leche es la fuente principal de su economía.
Cerro Kõi: monumento natural que conserva una joya geológica
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Jimmi Peralta
Fotos: Jorge Jara
A menos de 30 km de Asunción se erige el monumento natural cerro Kõi y cerro Chororî, en pleno acceso a la ciudad de Areguá. Tras la suspensión de las actividades extractivas, fue declarado santuario natural para la conservación y protección de especies silvestres y de los remanentes de las areniscas columnares que constituyen su geología.
El área silvestre protegida de dominio del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) incluye en su extensión a los cerros Kõi y Chororî, que desde el 23 de junio de 1993, por ley 179, ostentan la condición de monumentos naturales por sus características geológicas y su biodiversidad.
La zona protegida tiene una extensión de 17 hectáreas y está dividida en dos bloques: el primero incluye las elevaciones del Kõi, que es de 12 hectáreas, en tanto que la otra parcela se extiende por cinco hectáreas e incluye el Chororî.
“En un mes vienen más de 1.000 personas aquí en promedio. Hay gente que viene por ejemplo solamente para subirse al cerro, a hacer alpinismo, subirse a mirar, pero hay también gente, la mayoría, que está interesada en apreciar lo que es la formación geológica”, comenta el guardaparque Adrián Chaparro, quien desde hace dos años presta servicio en el territorio protegido.
Adrián Chaparro, guardaparque
“El cerro Kõi es un sitio de interés científico, ya que presenta formaciones geológicas relativamente raras. Se caracterizan por columnas poligonales que se crean a través de procesos geológicos específicos y por el tipo de roca en donde se forman estas estructuras”, explica el geólogo Hugo Ayala, quien desarrolla una actividad investigativa y divulgativa respecto a lo que se conoce como geositios, abordando también la perspectiva turística.
ACTIVIDAD EXTRACTIVA
Ambos cerros corrieron igual suerte que elevaciones como el cerro Ñemby y otros que por su cercanía a pueblos que se estaban densificando velozmente fueron explotados como canteras. En 1991 se determinó el fin de la actividad extractiva, lo que recién fue efectivizado años después.
“Se ha constatado la afectación en gran parte del predio del monumento y hay riesgo de pérdida de cobertura vegetal en áreas de pendiente pronunciada. Así también, las columnas de areniscas en algunas partes están en deterioro por la explotación que ha sufrido décadas atrás”, explica Ayala.
Hugo Ayala, geólogo
El área silvestre presenta en sus cerros un tipo de piedra que por la particularidad de su forma y composición convoca a turistas y especialistas de distintas partes del mundo. Lamentablemente, también la flora y fauna autóctonas fueron afectadas por los incendios forestales. “Por un lado, se deja que la naturaleza haga su trabajo de restauración y, por otro lado, nosotros también solemos plantar arbolitos, así como estudiantes y después a nosotros nos toca el cuidado y el mantenimiento”, señaló el guardaparques.
GEOFORMA
Esta formación geológica data del Paleoceno, el primer periodo de la era Cenozoica (66 a 56 millones de años). El tipo de material que se encuentra en el lugar se forma por causa del contacto con intrusiones ígneas en formas de diques de la provincia alcalina de Asunción.
“La roca de estos cerros es roca sedimentaria, específicamente una arenisca, que por un impulso térmico adoptó esa forma denominada columnar. Poseen un patrón de forma hexagonal en su fracturación. Esa forma es una respuesta natural a las tensiones internas que se desarrollan durante procesos de enfriamiento y la contracción por la cual un material disminuye su volumen como respuesta a cambios, típicamente debido a la reducción de temperatura o la pérdida de agua”, refiere el geólogo.
El profesional observó que la formación de este tipo de estructuras es frecuente en los basaltos, pero no así, como en Areguá, en rocas sedimentarias.
“En nuestro país este tipo de estructuras se han reportado en el entorno del rift de Asunción (distensión de la corteza), en Luque, Limpio; en los departamentos de Guairá, Misiones y en algunos lugares restringidos en la cordillera de los Altos. Además, se reporta un hallazgo en la ciudad de Carapeguá”, agrega.
El Cerro Kõi ubicado en la ciudad de AreguáLa formación de este tipo de estructuras es frecuente en los basaltos, pero no así, como en Areguá, en rocas sedimentarias.
Si bien no existe un mapeo completo en el país en lo que respecta a lo geológico, se vienen elaborando proyectos para cumplir con ese cometido. En este sentido, profesionales de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) realizan estudios para la caracterización de materiales rocosos tomando en cuenta el color, la textura, el tamaño del grano y su forma (propiedades físicas). Además, se pueden levantar láminas delgadas y estudiarlas mineralógicamente.
EL RECORRIDO
Por la escasez de estas formaciones y por la particularidad de su estructura, los cerros Kõi y Chororî son novedosos y muy atractivos desde el punto de vista turístico.
El área protegida ofrece a los visitantes un recorrido de 1,5 km, en el que se incluyen paradas y una visita al mirador en la cima del cerro Kõi (200 metros sobre el nivel del mar), desde donde se puede observar la ciudad de Areguá y el lago Ypacaraí. Además, se puede realizar un paseo más extenso en el área respetando las vallas de seguridad.
“Lo que más llama la atención de los visitantes, aparte de ver la estructura accidentada de la superficie, es el mirador, desde donde se puede observar una gran parte del lago Ypacaraí”, explica el geólogo.
El mirador en la cima del cerro Kõi está ubicado a 200 metros sobre el nivel del mar y ofrece una vista única del lago Ypacaraí
En el marco de su labor divulgativa, desde la Facen desarrollan una plataforma web que da a conocer actividades, características y paisajes bajo el nombre de Geoparques Paraguay. Además, acompañan a estudiantes a recorridos por diversos cerros, de manera de proveer información y generar conciencia respecto al potencial geológico del país.
Además, el área protegida mantiene su portón abierto a visitantes de manera libre y gratuita, disponiendo de una visita guiada para grupos numerosos con previo agendamiento.
PLATA YVYGUY
El guardaparque Adrián Chaparro comentó, en tanto brindaba una explicación sobre el sentido de cada una de las paradas que sirven de preámbulo para llegar al mirador, que la tradición de los buscadores de tesoros no es ajena a este territorio protegido.
“A veces recibimos visitantes que son tipo buscadores de tesoros. Vienen acá en la recepción con sus aparatos de medición, dicen ‘acá a 500 metros nos marca’ y preguntan si se puede pasar. Eso obviamente está prohibido en un área protegida”, advirtió.
Por último, detalló que existen rastros de lo que podrían haber sido excavaciones que fueron motivadas por leyendas populares.
“Esta reserva tiene un plan de manejo que se actualiza cada cinco años. Según el plan de manejo y los estudios realizados en este lugar, estas piedras tienen hierro, tienen cuarzo, micas, silicio, que son los minerales que posiblemente marcan a los buscadores de tesoros”, concluyó.
El geólogo indicó que la formación de este tipo de estructuras es frecuente en los basaltos, pero no así, como en Areguá, en rocas sedimentarias