Distribuidores de materiales de construcción también elevan sus reclamos ante el contrabando
Compartir en redes
La Cámara de Distribuidores de Materiales de Construcción (Cadimaco) emitió su postura sobre el malestar del gremio ante el alto nivel de ingreso de mercaderías de contrabando al país.
Desde la Cadimaco señalan que dicha actividad ilegal representa una competencia desleal para los productos nacionales y un desincentivo para la industria legal. “El flagelo del contrabando afecta el normal desempeño de las actividades del comercio nacional, impidiendo su desarrollo, lo que redunda en menores recursos para el Estado, los cuales son altamente necesarios para la inversión en salud, educación, seguridad, infraestructura y generación de empleos dignos”, manifiesta el comunicado socializado por el gremio.
La cámara insta a las autoridades competentes que tengan la firmeza de tomar acciones decididas de combate al contrabando.
Uno de los principales rubros o productos que ingresan masivamente sin controles al país es el de los diferentes tipos de cemento, principalmente de procedencia argentina. También se ha denunciado la presencia de elementos de hierro, que ocasiona la distorsión de sus precios en el mercado local.
El año pasado, unas 12 empresas referentes del sector se unieron para presentar la Cámara de Distribuidores de Materiales de Construcción (Cadimaco). La idea es que progresivamente se sumen las empresas del rubro, que son actualmente más de 150 firmas.
Ayer, el ministro Emilio Fúster, de la Unidad Interinstitucional para la Prevención, Combate y Represión al Contrabando (UIC), señaló que no se descartan acciones contra socios de la UIP, si se comprueba que forman parte del ingreso ilegal de mercaderías al país.
“Son nuestros aliados estratégicos, venimos coordinando muchas acciones, compartiendo informaciones. Pero, siempre manifestaron que no van a apañar ninguna conducta que sean de miembros de la UIP o del empresariado en general”, expresó el ministro.
Caaguazú: construyen 6 puentes para mejorar la conectividad rural e impulsar la economía
Compartir en redes
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) informó que las construcciones de seis nuevos puentes en el departamento de Caaguazú ya superan el 57 % de ejecución, siendo parte del lote 3. Estas obras tienen el objetivo de fortalecer la conectividad rural de varios distritos y dinamizar la economía local.
Al respecto, el Ing. Diego González Arrúa, supervisor de obras, adelantó que las estructuras estarían concluidas este año, lo cual beneficiará directamente a numerosas comunidades indígenas, agricultores y pobladores rurales de la zona.
Detalles
La intervención se ejecuta en puntos clave del quinto departamento. En Isla Porã se está construyendo un puente de hormigón armado de 12 metros sobre el arroyo Tarumá, en Raúl Arsenio Oviedo y otro de iguales características sobre el arroyo Youguí. En Caaguazú se está levantando un puente de 16 metros sobre el arroyo Tacurú, y en tercera línea balanza, una estructura metálica simple de 18 metros sobre el arroyo Aguapety.
Indican que estas nuevas estructuras reemplazarán cruces precarios, garantizando la circulación segura de personas y vehículos durante todo el año. Respecto al impacto, señalan que será significativo en el acceso a servicios básicos y en el desarrollo de actividades productivas.
“La movilidad de comunidades indígenas, pequeños productores y pobladores rurales mejorará notablemente, sin depender de las condiciones climáticas, lo que representa un avance concreto en su calidad de vida”, manifiestan desde Obras Públicas.
Alcance nacional
El llamado 41/2022 del MOPC contempla un total de 30 puentes distribuidos en siete departamentos: Caaguazú, San Pedro, Concepción, Cordillera, Paraguarí, Central y Presidente Hayes. Son cinco lotes, todos ellos adjudicados a empresas nacionales.
Recuerdan que esta inversión está destinada a fortalecer la red vial secundaria, el proyecto combina estructuras metálicas y de hormigón armado diseñadas para mejorar la conectividad, dinamizar la producción local y brindar mayor seguridad vial a miles de paraguayos que habitan zonas rurales.
La adopción de regulaciones ambientales y sociales está situando a Paraguay en una posición estratégica dentro del mercado global, lo cual facilitaría el aumento de exportaciones, sobre todo en el sector cárnico. Foto: Archivo
La adopción de regulaciones ambientales y sociales está situando a Paraguay en una posición estratégica dentro del mercado global, lo cual facilitaría el aumento de exportaciones, sobre todo en el sector cárnico.
El hecho de queParaguay esté trabajando en la exportación de carne diferenciada para su exportación a Estados Unidos, lo sitúa como un proveedor de productos certificados, en una posición estratégica dentro del mercado global, lo que por ende, facilita los envíos.
Es lo que mencionó Víctor Medina, director de la multinacional Control Union, quien valoró el creciente interés de Paraguay como proveedor de productos certificados, especialmente en el sector de la carne así como en los granos.
Un ejemplo reciente de este compromiso es la certificación a los productos de la Cooperativa Neuland, con el sello Paisaje Productivo Protegido (PPP) Mbarete Py, otorgado por la Asociación para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS Paraguay).
“El reconocimiento subraya el equilibrio entre la producción agrícola y la preservación del medioambiente en el Chaco. Este tipo de certificaciones son fundamentales para demostrar que Paraguay está trabajando en línea con las mejores prácticas ambientales, sociales y productivas”, expresó.
En similar contexto, mencionó el Reglamento 1115/2023 de la Unión Europea, que fue postergado para el 1 de enero de 2026, para regular el comercio de materias primas y derivados que busca evitar la deforestación. “No podemos ver como algo negativo, tanto Argentina como Brasil ya se han adaptado a estas nuevas exigencias, y si queremos acceder a nuevos mercados, debemos cumplir con las normas”, señaló.
En este punto es que abarco acerca de la posibilidad de que el país exporte carne diferenciada a Estados Unidos, puesto que cada año surgen nuevas oportunidades, y de hecho, se está trabajando en protocolos privados con mercados extranjeros, y aunque no pudo dar muchos detalles, hay una posibilidad real de exportar carne con un protocolo diferenciado, adelantó.
Este cambio podría significar un giro importante en la industria cárnica paraguaya, permitiendo no solo la exportación de carne industrial, sino también cortes diferenciados, lo que transformaría significativamente el mercado, explicó.
Con una posición estratégica en el mercado global, Paraguay debe continuar impulsando las certificaciones y la implementación de nuevas normativas. “La ganadería paraguaya ya está adoptando la identificación individual, un paso fundamental para fortalecer su competitividad a nivel internacional”, remarcó Medina.
Paraguay-Uruguay: a 142 años del Tratado de paz, amistad y renuncia de pagos de deuda
Compartir en redes
La Guerra de la Triple Alianza dejó a Paraguay una serie de secuelas que con los años y el esfuerzo de la ciudadanía y autoridades de la época se fueron subsanando. En el marco de esta realidad es indiscutible como gran parte de ese trabajo de reconstrucción se vio impulsado por acciones claves como la firma del Tratado de paz, amistad y renuncia del pago de gastos de guerra entre las repúblicas de Paraguay y Uruguay el 20 de abril de 1883.
Con la firma del mencionado tratado se llegaba a un entendimiento a través del cual se declaraba nulo y sin ningún valor el proyecto de Tratado de Paz, Amistad, Comercio y Navegación de diciembre de 1873 (también conocido como Tratado Miranda-Sienra Carranza), ratificándose la renuncia formal al cobro de los gastos de guerra, equivalente a la suma de 3.690.000 pesos.
En el Tratado Miranda-Sienra Carranza, la República del Paraguay reconocía como “deuda suya” el importe de los gastos de guerra hechos por la República Oriental del Uruguay para la campaña guerrera de 1865-1870 y debían ser cubiertos los “daños y perjuicios irrogados por la guerra, a los ciudadanos y demás personas amparadas por el derecho de la República Oriental del Uruguay”.
En conversación con La Nación/Nación Media, el exembajador del Uruguay en nuestro país, Federico Perazza, recordó este hecho largamente estudiado como una práctica poco común, pero que sin ninguna duda sentó un precedente en las relaciones amistosas entre ambos países vecinos.
“Hay que recordar que en nuestro continente, en el transcurso del XIX, la práctica de condonar deudas de guerra a través de tratados no era algo usual. Muy por el contrario, en el mencionado siglo, los tratados contemplaban deudas y gastos de guerra, reflejando de manera concreta los intereses políticos, económicos y estratégicos de la época, en ese contexto particular de formación de nuevos Estados independientes y de frecuentes conflictos bélicos entre naciones”, remarcó Perazza.
El diplomático explicó que el presidente de aquel momento del Uruguay, el general Máximo Santos, empieza a emitir leyes por las que la nueva reconfiguración departamental del país abreva en figuras trascendentes de su historia y, por supuesto, se ve ante una época en que había que repensar la relación con el Paraguay después del desastre de la guerra grande.
“Parecía, pues, que en este contexto histórico tan particular algunas acciones internas iban a permear medidas de política exterior, sobre todo aquellas relacionadas con la paz con sus vecinos. Entiendo que ese momento había llegado y con él intentar la reconstrucción de relaciones a través de la formalidad de un tratado vinculante que abordara la paz definitiva y todo lo que ella conlleva para su perpetuidad”, indicó Federico Perazza.
Federico Perazza, exembajador del Uruguay en nuestro país. Foto: Archivo
Al analizar la firma de este tratado, el diplomático enfatizó que en las negociaciones llevadas adelante por el representante paraguayo, el canciller José Segundo Decoud, y por el enviado especial de la República del Uruguay, Ernesto Kubly, se pudo advertir la postura receptiva, solidaria y conciliadora del Uruguay, que era ni más ni menos que la posición pragmática del general Máximo Santos sintetizada en su frase “el Paraguay no nos debe nada”.
“El perdón de la deuda paraguayo fue una alta inspiración del general Santos. Los miembros del gabinete paraguayo aspiraban a dicha exención que, a no dudarlo, tenía una gran importancia para las finanzas de su país, y complacerlos era una medida de elevada política. Los pequeños estados americanos hallarían su salvaguardia en la práctica de los grandes principios que niegan el derecho de la fuerza”, enfatizó Perazza.
Tras la firma de este tratado, La Plaza San Francisco en Asunción fue renombrada como “Plaza República Oriental del Uruguay”, conocida como Plaza Uruguaya. Así también el General Santos fue honrado con la ciudadanía paraguaya y el nombramiento como General honorífico de los ejércitos de Paraguay. Y en 1885 se vivió la devolución de los trofeos de guerra por parte del gobierno del Uruguay.
De esta manera, Paraguay lograba con Uruguay la condonación de su deuda de guerra, algo que no había podido lograr con Brasil en 1872 ni tampoco con Argentina en 1876. Con Argentina se debió esperar hasta 1942 para que el Gobierno de Ramón Castillo y su parlamento sancionaran la ley 12.747 que renunciaba al cobro de la misma y con Brasil en 1943, bajo la presidencia de Getulio Vargas, se hizo lo propio.
La selección paraguaya de fútbol playa, los Pynandi, partió ayer en busca de la Copa del Mundo, a disputarse en Seychelles, África, desde el 1 de mayo.
La Albirroja forma parte del Grupo B junto a Mauritania, Portugal e Irán. Todos los encuentros se disputarán en el Paradise Arena, en Victoria.
La comitiva guaraní llegará con anticipación a la sede del Mundial, con el plantel completo de 12 jugadores que eligió Joaquín Molas, DT de la selección. Paraguay debuta el próximo jueves 1 de mayo ante Portugal, luego el sábado 3 se enfrentará a Irán y el lunes 5 cierra la fase de grupos ante Mauritania.
Los Pynandi tienen la sexta participación en una cita ecuménica, tras su paso por Papeete 2013, Portugal 2015, Bahamas 2017, Paraguay 2019 y Rusia 2021.
FORMATO
La Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA 2025 se compone en su fase inicial de cuatro grupos con cuatro equipos cada uno.
Los dos primeros de cada grupo accederán a la fase final, en la que se disputarán los cuartos de final, las semifinales, el partido por el tercer puesto y la final.