Ministro de Agricultura y Ganadería pidió mejorar las negociaciones entre los países de la región a fin de garantizar la seguridad alimentaria. Foto: Gentileza.
Bertoni dice que esquemas de subsidios dejan a los agricultores en situaciones vulnerables
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El ministro de Agricultura y Ganadería, Santiago Bertoni, felicitó a los países de la región por el gran esfuerzo que están realizando para mejor los sistemas de producción y volverlos más sostenibles. Aseguró que siguen enfrentando a países con esquemas de subsidios que dejan a los agricultores en situaciones vulnerables.
Durante su intervención en la Conferencia Regional de las Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se desarrolla en la ciudad de Quito, Ecuador, el titular de la cartera de Agricultura aprovechó para felicitar a todos los países por volver sus sistemas productivos más sostenibles en medio de una situación bastante difícil por el cambio climático.
Si bien este logro iba dirigido más bien en general a los países, Bertoni indicó que todo eso se logró bajo el principio de responsabilidades comunes y diferenciadas que están haciendo los países y principalmente sus agricultores hacia la sostenibilidad y volver sus herramientas de producción más resilientes a esta condición climática que lo volvió todo más difícil al tener que adaptarse a ella.
Agricultores se enfrentan a reglas de producción que no tienen bases científicas y se basan en puras percepciones, asegura ministro. Foto: UGP.
Se refirió a las reglas crecientes a las que se están enfrentando los agricultores, y que no solo son de naturaleza de inocuidad alimentaria o sanitaria, sino más bien a las que se están imponiendo dentro de los sistemas productivos. “Nos están imponiendo dentro de nuestros sistemas productivos, muchas veces basadas en percepciones y no basadas en mejor información científica, que están llevando a nuestros agricultores a situaciones que los exponen a enfrentarse cada vez más a la pobreza”, acotó Bertoni.
Indicó que es tiempo de buscar el balance en las mesas de negociaciones y en el comercio internacional a fin de cumplir con el objetivo de la seguridad alimentaria en un momento de crisis para todos los países del mundo. “Debemos buscar el balance en las mesas de negociaciones y en el comercio internacional si es que pretendemos cumplir con nuestro imperativo de la seguridad alimentaria global, mejorar las condiciones de vida de nuestros agricultores en un marco de responsabilidad con el ambiente”, añadió el ministro.
El titular de la cartera de agricultura mencionó que en la región se basa en la mayoría de los países en sistemas competitivos donde las reglas del mercado, la oferta y la demanda, cumplen un rol importante. No obstante, el sector sigue enfrentándose a países que siguen con esquema de subsidios que dejan a los agricultores, sobre todo a esos pequeños, en situaciones vulnerables y cada vez más expuestos a la pobreza.
Estiman que exportación de bananas llegará a los USD 35 millones este año
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La producción de bananas en primer semestre llegó a una exportación de 15 millones de dólares, por lo cual tienen buenas expectativas para el cierre de este año con estimaciones de llegar a exportar para el cierre de este 2025 por 35 millones de dólares.
Así lo indicó el ingeniero agrónomo Francisco Paniagua, técnico especialista del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) quien sostuvo que además actualmente los productores están contentos con la aplicación del Programa Hambre Cero en las escuelas porque están vendiendo más su producto.
El departamento que está en primer lugar en producción continúa siendo Caaguazú como epicentro de la producción, concentrándose el 90 % en el distrito de Tembiaporã con 9.000 hectáreas de plantación; en segundo lugar San Pedro con 2.000 hectáreas; le sigue Cordillera con 1.800 hectáreas; y se suma Alto Paraná (Mbarakayú e Itakyry). A nivel nacional se tienen 12.000 hectáreas.
En tanto, el primer mercado de exportación es Argentina y está seguido por Chile, el cual es el más exigente en cuanto a trazabilidad. La banana también se exporta a otros mercados como Brasil, Uruguay, Canadá, Bélgica, España, Polonia, Suecia y Japón.
En cuanto a si se abastece la demanda nacional, sostuvo que en efecto está abastecida, y anteriormente se enviaba el 70 % de la producción, mientras que quedaba el 30 % para nuestro mercado, pero se actualizará ese número gracias al programa Hambre Cero. La producción actual es de 1.600 cajas por hectárea que equivalen a 40 toneladas en rendimiento.
Ya el año pasado las estimaciones eran de USD 31 millones en exportación, aunque esto aún sería menor al récord generado en 2023, donde en envíos se logró alcanzar el monto de USD 36.386.015.
Desde el sector mencionaron que Uruguay se consolidó como un destino importante, y se realizaron envíos a Brasil en momentos de ventajas coyunturales. Además, hay gestiones avanzadas y gran expectativa por la posible apertura de nuevos mercados en Europa y Japón, lo que diversificaría aún más las exportaciones paraguayas.
Cada productor de ajo podría ganar G. 35 millones con apoyo del MAG para reactivar el rubro
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El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), a través de la Dirección de Extensión Agraria, impulsa la reactivación del ajo, como un rubro estratégico mediante el plan de producción a fin de que cada productor genere ganancias de hasta G. 35.000.000 al final de la zafra.
La presentación de este plan fue detallada durante una charla en el stand del MAG dentro de la Expo Paraguay 2025, con presencia del ministro de Agricultura, Carlos Giménez, además de otras autoridades de la institución.
“Estamos convencidos de que va a tener un impacto económico muy importante en el lugar donde nosotros vamos implementando estos proyectos e ir potenciando y recuperando lo que es nuestro país. Paraguay tiene que ser autosustentable. Tenemos que seguir trabajando por muchos factores que nos permitan ser competitivos”, señaló Giménez durante la presentación.
Hasta antes de esta campaña, la producción nacional de ajo se encontraba en el olvido por parte de varios productores. Esta limitación está vinculada principalmente a la disponibilidad de semilla de calidad genética, así como a los elevados costos que enfrenta el pequeño productor para acceder a variedades mejoradas y adaptadas a las condiciones agroclimáticas locales.
Datos
Durante esta campaña se distribuyeron 28.000 kg de un nuevo material de propagación, correspondiente a una superficie estimada de 28 hectáreas, acompañado de kits de producción que contaba con: fertilizantes, hidrosolubles, insecticidas, funguicida, acaricida y abonos foliares.
En total fueron beneficiados en el plan de reactivación 112 productores que se encuentran en el departamento de Itapúa. Cada productor recibió insumos para 2.500 metros cuadrados lo que representa un promedio de 60.000 dientes de ajo, que pueden ser comercializados en los meses de octubre a noviembre.
Actualmente en Paraguay se consumen 22.500 kg de ajo por día, y si el plan cumple con las expectativas, se estima satisfacer el mercado nacional por 12 días, generando un ingreso promedio por productor de G. 35.000.000, al final de la zafra.
¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
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Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para salir de la pobreza, dijo Héctor Cristaldo. Foto: Mariana Díaz
3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
Existen desafíos internos y externos en el sector agrícola para un mayor crecimiento, indicó el titular de la UGP. Foto: Mariana Díaz
5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
MAG aplicará estrategia de zonificación para aumentar cultivo de papa
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Con el objetivo de ampliar la producción nacional y reducir la fuerte dependencia del mercado externo, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), reforzará su apuesta por este rubro mediante una estrategia de zonificación que abarca las regiones Norte, Centro y Sur del país.
En ese sentido, se trabaja con unos 2.800 productores de 14 departamentos, distribuyendo semillas de calidad certificada que ya representan el 90 % de la producción nacional. “La meta es alcanzar las 580 hectáreas cultivadas para este año, mejorando la oferta local por al menos 70 días en el calendario comercial”, explicaron.
El plan contempla también una producción tempranera que está actualmente en fase piloto en 5 hectáreas con la intención de extender la presencia del producto nacional desde julio hasta noviembre, tradicionalmente dominado por la importación.
Asimismo, mencionaron que Paraguay solo logra cubrir cerca de 55 días de su demanda interna de papa, lo que obliga a importar el producto durante gran parte del año, generando además un impacto económico importante en la balanza comercial y limita las oportunidades de crecimiento de los productores locales.
Modelos de apoyo
En cuanto a la comercialización, recordaron que el MAG impulsa modelos organizativos que conectan a los agricultores con centros de acopio comunitarios, fortaleciendo la venta directa y mejorando la negociación de precios.
Además del acceso a semillas los productores reciben acompañamiento técnico en prácticas agronómicas como el manejo integrado de plagas, fertilización balanceada y rotación de cultivos, lo que mejora la calidad del tubérculo y la eficiencia post cosecha.
“Con esta estrategia, se busca no solo sustituir importaciones, sino también dinamizar las economías rurales, generar empleo y aumentar la competitividad de la agricultura familiar paraguaya”, según remarcaron.