La Asociación Paraguaya de Criadores de Hampshire Down anunció oficialmente que del 20 al 24 de abril del corriente, dentro del Campo de Exposiciones de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), se llevará a cabo la 2da. Expo Nacional de la raza ovina Hampshire Down. El evento, según adelantan, pondrá en exhibición a los ejemplares con mejor genética de la raza. Durante el evento, se tiene previsto realizar un remate, que se espera supere los G. 200 millones en ingresos para los criadores.
La exposición, según comentaron los organizadores, tendrá la participación de 17 cabañas, las cuales inscribieron a un total de 118 ejemplares de la mencionada raza. Se espera una exitosa edición, con un importante calendario de actividades.
Sobre la expo, Laura Mendoza de Arbo, presidenta de la Asociación Paraguaya de Criadores de Hampshire Down, manifestó cuanto sigue: “Queremos que esta expo sea una gran fiesta de la ovinocultura, que no sirva solamente para mostrar el tremendo potencial genético que tiene la raza, sino también como un espacio donde podamos confraternizar entre los criadores de la raza y hacer buenos negocios”.
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Expectativas
Se espera que en materia de negocios se superen los G. 200 millones en el remate de ejemplares de la raza. El optimismo por parte del sector deriva de los muy buenos precios que se vienen viendo en los últimos remates de ejemplares de la raza Hampshire Down. Esto, además, refleja el buen posicionamiento de la raza en el mercado nacional.
“En los últimos remates, se lograron cifras muy elevadas como, por ejemplo, en la exposición internacional del año 2021, uno de los ovinos, que obtuvo el premio de Gran Campeón, fue comercializado en casi 4 mil dólares, y ojalá en este remate podamos superar dicha cifra”, comentó Mendoza de Arbo.
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Sinafocal entregó certificaciones a más de 120 trabajadores ganaderos y albañiles
El Sistema Nacional de Formación y Capacitación Laboral (Sinafocal) entregó más de 120 certificados a trabajadores de estancias y del área de la construcción. Destacan que los operarios del área ganadera fueron capacitados en producción de ganado bovino de recría, reproductores y terneros, así como en montaje y mantenimiento de instalaciones, maquinarias y equipos, entre otros.
Durante la Expo Regional Canindeyú, Sinafocal entregó certificaciones a 36 trabajadores empíricos que se dedican al rubro ganadero en estancias. Fueron capacitados en el marco de un operativo de certificación de competencias laborales impulsado en conjunto con el Instituto Técnico Superior Rural del Paraguay, dependiente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP).
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Los 36 trabajadores del área ganadera recibieron capacitación en producción de ganado bovino de recría, reproductores y terneros para leche, producción de ganado bovino de reproducción y engorde para carne y montaje y mantenimiento de instalaciones, maquinarias y equipos de la explotación.
Construcción
Por su parte, 85 trabajadores empíricos del área de la construcción, que se desempeñaban en obras ubicadas en Asunción y en el Centro Acuático Olímpico, recibieron sus certificaciones de competencia de parte del centro evaluador del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), con acompañamiento de Sinafocal y con el apoyo de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios del Paraguay (Capadei).
De acuerdo con Sinafocal, el proceso de certificación se basó en los estándares del perfil profesional denominado “Operaciones Auxiliares de Albañilería” y busca revalorizar la mano de obra de los trabajadores de la construcción del país.
Igualmente, afirman que el modelo se implementó en el marco de una cooperación interministerial entre el Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (Mtess) y el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para beneficio y desarrollo de la fuerza laboral paraguaya.
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Con la importación de nueva genética sector caprino apunta a enriquecer el ganado
En el primer trimestre del año el sector caprino se enfocó en realizar mejoras en la calidad del ganado y apuntan a enriquecerla aún más con genética importada para las razas lecheras y cárnicas mirando los meses venideros de este 2025. Así lo señaló la presidenta de la Asociación Paraguaya de Criadores Caprinos (Apcc), Cynthia Zárate.
En conversación con La Nación/Nación Media Zárate afirmó que más que exportar, el rubro necesita importar oficialmente razas como la kalahari o genética nueva en boer. “Nosotros necesitamos importar razas lecheras y razas cárnicas, genética nueva con registro y que sea oficial. Ahora que en Brasil se puede traer semen y embriones es una opción legal”, indicó.
Añadió que se necesita contar con “sangre nueva” y este es un gasto considerable con las gestiones que conlleva, por lo cual representa mayor inversión, reproductores con varias líneas para poder vender posteriormente la producción de semen o embriones y hacerlo más accesible para la gente.
“Estamos viendo con el Viceministerio para ver si podemos hablar con ellos, hay otros productores que quieren hacer directo, pero nosotros queremos que sea un beneficio para varias personas”, manifestó la representante del gremio. A su vez, recordó que se pueden incorporar razas de Argentina o Uruguay por la cercanía, mientras que de Brasil aún no se pueden traer animales en pie, sino material genético.
Normativas para exposiciones
Por otro lado, la presidenta de la Apcc se refirió a las nuevas normativas y procedimientos implementados por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) que afectaría al sector, ya que incrementaría los costos de mano de obra para lo que serán las exposiciones en ferias, lo cual podría repercutir en menos expositores o animales controlados.
Ante la consulta sobre si algunos productores analizarían dejar de exponer en las ferias a causa de ello, dijo que esto todavía es nuevo y está alcanzando a los bovinos primeramente. “Ellos además de la vacunación contra la aftosa, tienen el Sistema de Identificación Animal, enfermedades reproductivas, tienen lo de la brucelosis, y entró ahora tuberculosis”, dijo.
Para el sector caprino no entraría el requisito de la implementación del Programa de Enfermedades Reproductivas, pero sí el de tuberculosis cuyos análisis deberán realizarse a través de un laboratorio privado. “Nosotros lo que más necesitamos es tener más cantidad de exponentes porque este año la expo tiene su primer año como organización independiente”, apuntó.
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Se trata de la Resolución del Senacsa n.° 250, cuestionada por los productores. Recientemente, el organismo informó que como resultado del trabajo conjunto con los ganaderos, se concedió por segunda vez la prórroga para la implementación efectiva del Programa de Enfermedades Reproductivas hasta el 30 de setiembre de 2025, a fin de precautelar el desarrollo favorable de las exposiciones calendarizadas.
Además, respecto al programa de tuberculosis, explicaron que referente a la acreditación de médicos veterinarios se siguieron las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (Omsa) para fortalecer los servicios veterinarios privados.
Datos claves
- El rubro necesita importar oficialmente razas nuevas como la kalahari o genética nueva en boer, indicaron.
- El sector apunta a enriquecerse aún más con genética importada para las razas lecheras y cárnicas.
- Las nuevas normativas y procedimientos implementados por el Senacsa afectarían al sector en materia de costos.
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Daniel Prieto: “La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya”
Ser uno de los 10 mayores exportadores de carne bovina del mundo, le posiciona a Paraguay como un actor importante dentro de la cadena alimentaria a nivel internacional. Mantener ese prestigio requiere de un compromiso y una fuerte convicción hacia este rubro.
Por eso, en una nueva entrega de Hacedores, La Nación/Nación Media conversó en un mano a mano con el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, un amante del campo, un hombre en cuyas venas circula el amor entrañable hacia el sector pecuario gracias a los valores que le inculcaron sus padres, una persona que día a día pone lo mejor de sí para asegurar el pleno bienestar y el próspero crecimiento de la ganadería.
El sector, a pesar de enfrentar desafíos, en la actualidad se posiciona como un actor fundamental dentro de la economía paraguaya. Defender este sector significa contribuir a la estabilidad macroeconómica de Paraguay, porque un campo próspero significa dólar estable, inversiones y empleo, según Prieto.
- ¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector pecuario?
Mi pasión por la ganadería nació en la infancia. Crecí en el campo entre animales, aprendiendo el valor del trabajo de la mano de mi familia. Vengo de “una familia de larga tradición ganadera”, como bien lo describió un historiador en su libro. Mis abuelos y mis padres ya eran ganaderos, y ellos me inculcaron no solo el conocimiento técnico, sino también el respeto por la tierra y por la gente del campo.
Mi padre falleció cuando yo era niño, y de la mano de mamá fuimos cultivando el amor por el gremio con su ejemplo, como directiva de la ARP y dedicó mucho esfuerzo a proyectos sociales del gremio. Ver su entrega seguro fue uno de los ejemplos que encendió mi vocación gremial.
Participar en las ferias ganaderas, ayudar en las tareas cotidianas del campo y convivir con la naturaleza me enseñaron el orgullo de ser productor. Sentí siempre que la ganadería no es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación. Es un gran compromiso saber que, con nuestro trabajo, alimentamos al país y al mundo, y generamos progreso para muchas familias. Esa mezcla de pasión familiar y compromiso social fue lo que me impulsó a dedicarme de lleno al sector pecuario.
Con mi señora Patricia, siempre inculcamos este estilo de vida a nuestros hijos, y esto permitió que hoy ellos tengan sus propios proyectos ganaderos. Por eso el lema de la Universidad Rural del Paraguay de la ARP es: estudia con los que saben. Entendemos que ser parte del gremio, formarse en estos espacios genera una red de vínculos que son útiles para toda la vida.
- ¿Qué representa para usted ser presidente de la ARP?
Es, ante todo, un enorme honor y una gran responsabilidad. La ARP es la institución civil más antigua y emblemática del Paraguay, con más de 140 años de historia, y ha sido pilar en la construcción del Paraguay productivo. La ARP es más antigua que los partidos tradicionales o los clubes de futbol.
Ser su presidente representa para mí la confianza de mis colegas productores y el compromiso de redoblar el trabajo en defensa de los reales intereses y necesidades del productor. Significa ponerme al servicio de un gremio que es la voz de miles de ganaderos, desde el pequeño productor hasta el gran exportador, y velar porque sus necesidades sean atendidas.
También lo asumo como una continuación de un legado. Muchos líderes que me precedieron –incluso gente cercana, como mi propia madre– dedicaron su vida a esta asociación. Por eso honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP: la unidad, la integridad y la visión de futuro. Ser presidente del gremio no es solo presidir reuniones; es estar en cada detalle, desde acompañar a un productor afectado por diferentes tipos de problemas, hasta dialogar con autoridades nacionales buscando soluciones para el sector.
En lo personal, ser titular de la ARP me llena de orgullo patriótico. La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya, generando alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones y más de 360.000 empleos directos.
- ¿Cómo equilibra su vida privada y su rol como presidente de la ARP?
Encontrar el equilibrio es un desafío, pero cuento con el apoyo incondicional de mi familia. Estoy casado hace 30 años con Patricia, mi esposa, quien comprende perfectamente esta vocación y a siempre me acompaña en actividades del gremio. Mis hijos –Luján y Nicolás ya son adultos y Sofia está en el último año del colegio, y son plenamente conscientes que ser presidente de la ARP significa renunciar a algunos espacios en familia, aun así, trato de estar lo más presente posible, manteniendo las tradiciones familiares como el asado de los domingos y las idas al campo que nos permite estar juntos y aprovechar el tiempo.
Organizo mis días de manera de cumplir con mis responsabilidades gremiales, laborales y familiares. Los fines de semana, si no tengo eventos oficiales, me refugio en la tranquilidad del campo con la familia, son momentos sencillos, pero fundamentales para no perder el equilibrio emocional. También creo que es importante involucrar a la familia en este camino.
- ¿Qué legado quiere dejar como presidente de la Asociación Rural del Paraguay?
Pienso a diario en el legado, porque uno está de paso en los cargos, pero las instituciones perduran. Me gustaría que, al terminar mi periodo, la ARP quede fortalecida, moderna y unida. Un legado clave sería haber acercado aún más la ARP a todos los productores, desde el pequeño ganadero del interior hasta el gran exportador, de modo que sientan que el gremio es su casa.
Aspiro a dejar una ARP institucionalmente más sólida y con mecanismos de trabajo eficientes y transparentes. Y si me dejan soñar, me gustaría sentar las bases para el Master Plan de la Rural que plantea un mayor desarrollo del predio durante todo el año, y no solo durante la expo. Espero que al finalizar mi mandato ya sea una realidad el Instituto Paraguayo de la Carne para hacer de este rubro algo más predecible, y donde todos puedan participar.
Quiero que se recuerde este periodo como aquel en que dimos un salto de calidad en varios frentes. Por un lado, en la integración gremial interna: haber fortalecido las regionales de la ARP, creando canales para que cada productor, sin importar su ubicación, tenga voz y voto efectivos en las decisiones.
Por otro lado, en la innovación sectorial: estamos sentando las bases del Instituto Paraguayo de la Carne, un proyecto ambicioso que impulso con mucha convicción, pues creo que dejar constituida esa entidad será transformadora para la cadena cárnica nacional. Un instituto así permitirá promover nuestra carne en el mundo con marca país, generar estadísticas, transparencia y confianza, para poder orientar con previsibilidad políticas de largo plazo.
Asimismo, me gustaría consolidar la alianza público-privada como política de Estado. Si logramos institucionalizar una colaboración fluida entre gremio y Gobierno para atender al sector (en sanidad animal, infraestructura, apertura de mercados, etc.), eso será un legado importante, y de hecho quienes me antecedieron ya trabajaron sobre esta alianza que hoy se ve reflejada en modelos exitosos como los de Fundassa.
¿Cómo ve la evolución del sector pecuario en los próximos 5 años?
Veo con preocupación la baja del stock ganadero, esto nos da la señal de que debemos sentarnos todos los representantes de la cadena de valor, para buscar una salida que vuelva a ampliar el hato. Soy muy optimista y creo que vamos a lograr esta mesa de trabajo y todos juntos vamos a llegar a una solución en beneficio del futuro de la patria.
En los próximos 5 años veo a Paraguay consolidándose como referente mundial en producción de carne sostenible y de alta calidad, ganando nuevos mercados y fortaleciendo su cadena de valor. Proyectamos un crecimiento sostenido en volumen de producción y exportaciones. Ya en el corto plazo, para 2025 vemos un aumento en los envíos al exterior, y esa tendencia debería continuar en los años siguientes a medida que se abran más destinos. Si hacemos bien las cosas, Paraguay podría escalar puestos entre los principales exportadores de carne bovina del mundo. Actualmente estamos entre los 10 países que más carne bovina exportan en todo el mundo.
- ¿Cómo contribuye la ARP al desarrollo económico y social?
Somos custodios de la soberanía nacional, con el cuidado y el desarrollo de la tierra. La contribución de la ARP al país se da en múltiples niveles. En lo económico, como mencioné antes, el sector ganadero aporta divisas vitales y genera cientos de miles de empleos. La ARP, al ser la organización que articula este sector, contribuye directamente impulsando políticas y acciones que sostienen ese aporte.
Cada negociación que hacemos para abrir un mercado, cada programa sanitario que coordinamos con el Estado, o cada inversión que promovemos en ferias y exposiciones repercute en ingresos para Paraguay. Pero quizás la contribución más importante es ser defensora y promotora de la producción nacional.
La ARP ha estado presente históricamente en las grandes decisiones económicas del país abogando por un clima favorable a los negocios rurales: baja de impuestos distorsivos, apertura comercial, incentivos al agro. Esas gestiones han permitido que Paraguay hoy sea competitivo en varios rubros. Un dato: el campo (agropecuaria) es responsable de cerca del 75 % de las divisas que ingresan al país.
- ¿Cómo ve las oportunidades y desafíos del mercado internacional?
El mercado internacional presenta un panorama muy dinámico para nuestra producción pecuaria, con grandes oportunidades, pero también alta competencia. En los últimos años Paraguay dio saltos históricos: logramos el acceso a Estados Unidos y Canadá para nuestra carne bovina, lo cual fue un hito que consolidó a nuestro país en la élite de exportadores de carne premium. Esto nos abrió la puerta a diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados tradicionales.
Ahora bien, cada mercado tiene sus propias exigencias y desafíos. En Estados Unidos y Canadá ya estamos exportando, pero debemos seguir ampliando cuotas y compitiendo con calidad y volumen. En Europa, el desafío es adecuarnos a las estrictas normativas de sostenibilidad y trazabilidad; sin embargo, eso puede convertirse en nuestra ventaja competitiva si demostramos que nuestra carne es natural y sostenible.
Por otro lado, está el enorme mercado de Asia. Si bien Paraguay, por motivos geopolíticos, no tiene acceso al mercado de China continental, apuntamos a otros importantes del Asia-Pacífico. Actualmente Taiwán es uno de nuestros grandes compradores y aliado comercial.
Ficha personal
- Cargos anteriores: miembro suplente de la Regional Central Chaco 2015, miembro titular de la Regional Central Chaco 2016 - 2018. Presidente de Central Chaco 2018 - 2020, presidente de Fundassa Central Chaco 2016 - 2017, vicepresidente de la ARP 2020 - 2024, presidente de Fundassa 2023, actualmente presidente de la ARP y de Feprinco.
- Formación académica: médico Veterinario, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad San Pablo (USP). Complementó su formación con cursos en gestión agropecuaria y liderazgo gremial.
- Pasatiempo: amante de la vida campestre, en su tiempo libre disfruta de montar a caballo y compartir jornadas en la estancia con su familia. Aficionado al deporte. Le gusta compartir alrededor de la parrilla con familia y amigos.
- Vinculación con la ARP: socio de la Asociación Rural del Paraguay desde hace más de 25 años, proviene de una familia con larga trayectoria en el gremio, su madre es miembro de la directiva de la ARP, vicepresidenta de la Regional San Pedro y presidente de la Fundación Pa´i Puku.
- Hijos: Luján, Nicolás y Sofía , quienes también comparten la tradición y valores del campo inculcados por la familia Prieto Quevedo. Casado con Patricia Quevedo, hija de ganaderos.
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“La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya”
No es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación, expresó el ganadero.
Ser uno de los 10 mayores exportadores de carne bovina del mundo le posiciona a Paraguay como un actor importante dentro de la cadena alimentaria a nivel internacional. Mantener ese prestigio requiere de un compromiso y una fuerte convicción hacia este rubro.
Por eso, en una nueva entrega de Hacedores, La Nación/ Nación Media conversó en un mano a mano con el presidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Daniel Prieto Davey, un amante del campo, un hombre en cuyas venas circula el amor entrañable hacia el sector pecuario gracias a los valores que le inculcaron sus padres, una persona que día a día pone lo mejor de sí para asegurar el pleno bienestar y el próspero crecimiento de la ganadería.
El sector, a pesar de enfrentar desafíos, en la actualidad se posiciona como un actor fundamental dentro de la economía paraguaya. Defender este sector significa contribuir a la estabilidad macroeconómica de Paraguay, porque un campo próspero significa dólar estable, inversiones y empleo, según Prieto.
–¿Qué lo inspiró a involucrarse en el sector pecuario?
–Mi pasión por la ganadería nació en la infancia. Crecí en el campo entre animales, aprendiendo el valor del trabajo de la mano de mi familia. Vengo de “una familia de larga tradición ganadera”, como bien lo describió un historiador en su libro. Mis abuelos y mis padres ya eran ganaderos, y ellos me inculcaron no solo el conocimiento técnico, sino también el respeto por la tierra y por la gente del campo.
Mi padre falleció cuando yo era niño, y de la mano de mamá fuimos cultivando el amor por el gremio con su ejemplo, como directiva de la ARP y dedicó mucho esfuerzo a proyectos sociales del gremio. Ver su entrega seguro fue uno de los ejemplos que encendió mi vocación gremial.
Participar en las ferias ganaderas, ayudar en las tareas cotidianas del campo y convivir con la naturaleza me enseñaron el orgullo de ser productor. Sentí siempre que la ganadería no es solo un negocio, es un estilo de vida y una tradición que se hereda de generación en generación. Es un gran compromiso saber que, con nuestro trabajo, alimentamos al país y al mundo, y generamos progreso para muchas familias. Esa mezcla de pasión familiar y compromiso social fue lo que me impulsó a dedicarme de lleno al sector pecuario.
Con mi señora Patricia, siempre inculcamos este estilo de vida a nuestros hijos, y esto permitió que hoy ellos tengan sus propios proyectos ganaderos. Por eso el lema de la Universidad Rural del Paraguay de la ARP es “Estudia con los que saben”. Entendemos que ser parte del gremio, formarse en estos espacios genera una red de vínculos que son útiles para toda la vida.
–¿Qué representa para usted ser presidente de la ARP?
–Es, ante todo, un enorme honor y una gran responsabilidad. La ARP es la institución civil más antigua y emblemática del Paraguay, con más de 140 años de historia, y ha sido pilar en la construcción del Paraguay productivo. La ARP es más antigua que los partidos tradicionales o los clubes de fútbol.
Ser su presidente representa para mí la confianza de mis colegas productores y el compromiso de redoblar el trabajo en defensa de los reales intereses y necesidades del productor. Significa ponerme al servicio de un gremio que es la voz de miles de ganaderos, desde el pequeño productor hasta el gran exportador, y velar porque sus necesidades sean atendidas.
También lo asumo como una continuación de un legado. Muchos líderes que me precedieron – incluso gente cercana, como mi propia madre– dedicaron su vida a esta asociación. Por eso honrar la confianza depositada en mí implica mantener altos los valores de la ARP: la unidad, la integridad y la visión de futuro. Ser presidente del gremio no es solo presidir reuniones, es estar en cada detalle, desde acompañar a un productor afectado por diferentes tipos de problemas, hasta dialogar con autoridades nacionales buscando soluciones para el sector.
En lo personal, ser titular de la ARP me llena de orgullo patriótico. La ganadería es parte de la columna vertebral de la economía paraguaya, generando alrededor de USD 2.000 millones en exportaciones y más de 360.000 empleos directos.
– ¿Cómo equilibra su vida privada y su rol como presidente de la ARP?
–Encontrar el equilibrio es un desafío, pero cuento con el apoyo incondicional de mi familia. Estoy casado hace 30 años con Patricia, mi esposa, quien comprende perfectamente esta vocación y siempre me acompaña en actividades del gremio. Mis hijos Luján y Nicolás ya son adultos y Sofia está en el último año del colegio, y son plenamente conscientes de que ser presidente de la ARP significa renunciar a algunos espacios en familia, aun así, trato de estar lo más presente posible, manteniendo las tradiciones familiares como el asado de los domingos y las idas al campo que nos permite estar juntos y aprovechar el tiempo.
Organizo mis días de manera de cumplir con mis responsabilidades gremiales, laborales y familiares. Los fines de semana, si no tengo eventos oficiales, me refugio en la tranquilidad del campo con la familia, son momentos sencillos, pero fundamentales para no perder el equilibrio emocional. También creo que es importante involucrar a la familia en este camino.
–¿Qué quiere dejar como presidente de la Asociación Rural del Paraguay?
–Pienso a diario en el legado, porque uno está de paso en los cargos, pero las instituciones perduran. Me gustaría que, al terminar mi periodo, la ARP quede fortalecida, moderna y unida. Un legado clave sería haber acercado aún más la ARP a todos los productores, desde el pequeño ganadero del interior hasta el gran exportador, de modo que sientan que el gremio es su casa.
Aspiro a dejar una ARP institucionalmente más sólida y con mecanismos de trabajo eficientes y transparentes. Y si me dejan soñar, me gustaría sentar las bases para el Master Plan de la Rural que plantea un mayor desarrollo del predio durante todo el año, y no solo durante la Expo. Espero que al finalizar mi mandato ya sea una realidad el Instituto Paraguayo de la Carne para hacer de este rubro algo más predecible, y donde todos puedan participar.
Quiero que se recuerde este periodo como aquel en que dimos un salto de calidad en varios frentes. Por un lado, en la integración gremial interna: haber fortalecido las regionales de la ARP, creando canales para que cada productor, sin importar su ubicación, tenga voz y voto efectivos en las decisiones.
Por otro lado, en la innovación sectorial: estamos sentando las bases del Instituto Paraguayo de la Carne, un proyecto ambicioso que impulso con mucha convicción, pues creo que dejar constituida esa entidad será transformadora para la cadena cárnica nacional. Un instituto así permitirá promover nuestra carne en el mundo con marca país, generar estadísticas, transparencia y confianza, para poder orientar con previsibilidad políticas de largo plazo.
Asimismo, me gustaría consolidar la alianza público-privada como política de Estado. Si logramos institucionalizar una colaboración fluida entre gremio y Gobierno para atender al sector (en sanidad animal, infraestructura, apertura de mercados, etc.), eso será un legado importante, y de hecho quienes me antecedieron ya trabajaron sobre esta alianza que hoy se ve reflejada en modelos exitosos como los de Fundassa.
-¿Cómo ve la evolución del sector pecuario en los próximos 5 años?
–Veo con preocupación la baja del stock ganadero, esto nos da la señal de que debemos sentarnos todos los representantes de la cadena de valor, para buscar una salida que vuelva a ampliar el hato. Soy muy optimista y creo que vamos a lograr esta mesa de trabajo y todos juntos vamos a llegar a una solución en beneficio del futuro de la patria.
En los próximos 5 años veo a Paraguay consolidándose como referente mundial en producción de carne sostenible y de alta calidad, ganando nuevos mercados y fortaleciendo su cadena de valor. Proyectamos un crecimiento sostenido en volumen de producción y exportaciones. Ya en el corto plazo, para 2025 vemos un aumento en los envíos al exterior, y esa tendencia debería continuar en los años siguientes a medida que se abran más destinos. Si hacemos bien las cosas, Paraguay podría escalar puestos entre los principales exportadores de carne bovina del mundo. Actualmente estamos entre los 10 países que más carne bovina exportan en todo el mundo.
–¿Cómo contribuye la ARP al desarrollo económico y social?
–Somos custodios de la soberanía nacional, con el cuidado y el desarrollo de la tierra. La contribución de la ARP al país se da en múltiples niveles. En lo económico, como mencioné antes, el sector ganadero aporta divisas vitales y genera cientos de miles de empleos.
La ARP, al ser la organización que articula este sector, contribuye directamente impulsando políticas y acciones que sostienen ese aporte. Cada negociación que hacemos para abrir un mercado, cada programa sanitario que coordinamos con el Estado, o cada inversión que promovemos en ferias y exposiciones repercute en ingresos para Paraguay. Pero quizás la contribución más importante es ser defensora y promotora de la producción nacional.
La ARP ha estado presente históricamente en las grandes decisiones económicas del país abogando por un clima favorable a los negocios rurales: baja de impuestos distorsivos, apertura comercial, incentivos al agro. Esas gestiones han permitido que Paraguay hoy sea competitivo en varios rubros. Un dato: el campo (agropecuaria) es responsable de cerca del 75 % de las divisas que ingresan al país.
–¿Cómo ve las oportunidades y desafíos del mercado internacional?
–El mercado internacional presenta un panorama muy dinámico para nuestra producción pecuaria, con grandes oportunidades, pero también alta competencia. En los últimos años Paraguay dio saltos históricos: logramos el acceso a Estados Unidos y Canadá para nuestra carne bovina, lo cual fue un hito que consolidó a nuestro país en la élite de exportadores de carne premium. Esto nos abrió la puerta a diversificar destinos y reducir la dependencia de mercados tradicionales.
Ahora bien, cada mercado tiene sus propias exigencias y desafíos. En Estados Unidos y Canadá ya estamos exportando, pero debemos seguir ampliando cuotas y compitiendo con calidad y volumen. En Europa, el desafío es adecuarnos a las estrictas normativas de sostenibilidad y trazabilidad; sin embargo, eso puede convertirse en nuestra ventaja competitiva si demostramos que nuestra carne es natural y sostenible. Por otro lado, está el enorme mercado de Asia. Si bien Paraguay, por motivos geopolíticos, no tiene acceso al mercado de China continental, apuntamos a otros importantes del Asia-Pacífico. Actualmente Taiwán es uno de nuestros grandes compradores y aliado comercial.
FICHA PERSONAL
Cargos anteriores: miembro suplente de la Regional Central Chaco 2015, miembro titular de la Regional Central Chaco 2016 - 2018. Presidente de Central Chaco 2018 - 2020, presidente de Fundassa Central Chaco 2016 - 2017, vicepresidente de la ARP 2020 - 2024, presidente de Fundassa 2023, actualmente presidente de la ARP y de Feprinco.
Formación académica: médico veterinario, egresado de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad San Pablo (USP). Complementó su formación con cursos en gestión agropecuaria y liderazgo gremial.
Pasatiempo: amante de la vida campestre, en su tiempo libre disfruta de montar a caballo y compartir jornadas en la estancia con su familia. Aficionado al deporte. Le gusta compartir alrededor de la parrilla con familia y amigos.
Vinculación con la ARP: socio de la Asociación Rural del Paraguay desde hace más de 25 años, proviene de una familia con larga trayectoria en el gremio, su madre es miembro de la directiva de la ARP, vicepresidenta de la Regional San Pedro y presidente de la Fundación Pa´i Puku.
Hijos: Luján, Nicolás y Sofía , quienes también comparten la tradición y valores del campo inculcados por la familia Prieto Quevedo. Casado con Patricia Quevedo, hija de ganaderos.