Pese a que las perspectivas económicas siguen siendo favorables, Paraguay enfrenta varios riesgos derivados de factores adversos a nivel mundial. Esto se suma a las condiciones climáticas desfavorables y focos de incertidumbre en el frente interno, según el subdirector gerente y presidente interino del Directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kenji Okamura.
Tras la aprobación del Instrumento de Coordinación de Políticas (ICP), el alto ejecutivo del organismo multilateral realizó un análisis sobre la situación del país tras el complicado escenario económico que se vivió durante la pandemia. Señaló que Paraguay sigue recuperándose en medio de un contexto de shocks simultáneos que produjeron el estancamiento del Producto Interno Bruto (PIB).
No obstante, mencionó que las perspectivas de una recuperación en el 2023 son favorables, mientras que se siguen trabajando en políticas dirigidas a un camino de desarrollo más fuerte. Indicó que este año, la economía se enfrenta a shocks simultáneos, incluyendo una grave sequía a fines del 2021 y principios del 2022, con un aumento de la inflación mundial provocado por la guerra entre Rusia y Ucrania.
Riesgos
“Si bien las perspectivas siguen siendo favorables, el país enfrenta varios riesgos derivados de factores adversos a nivel mundial, shocks climáticos adversos más frecuentes y focos de incertidumbre en el frente interno”, acotó. Indicó que para asegurar la estabilidad macroeconómica, será fundamental restablecer los márgenes de maniobra para la aplicación de políticas y el límite máximo del déficit fiscal de 1,5%.
En vista al buen desempeño del país con programas respaldados por el organismo, las autoridades solicitaron la aprobación de un programa de dos años en el marco del Instrumento de Coordinación de Políticas (IPC) para apuntalar la implementación de reformas estructurales necesarias.
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Gobierno no presentará proyecto para crear un nuevo impuesto
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, manifestó que el Gobierno no presentará ningún proyecto para crear el impuesto al carbono. Lo que sí se prevé, a través de un proyecto ya presentado, es un cambio de nomenclatura al Impuesto Selectivo al Consumo en cuanto a combustibles, como Impuesto Selectivo al Carbono.
Esto forma parte de un acuerdo que firmó el exgobierno con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un préstamo total de USD 400 millones, USD 100 millones ya fueron desembolsados en junio de este año.
“Esto se trata simplemente de una ley para cambiar la nominación del Impuesto Selectivo al Combustible al Impuesto Selectivo al Carbono. No va a cambiar de ninguna manera la presión fiscal por encima de los consumidores”, precisó hoy en conferencia de prensa y reiteró, “por lo tanto es un cambio nominativo”.
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Por eso, este mes, el Gobierno presentó el proyecto de ley que “Aprueba una línea de financiamiento en derechos especiales de giro”, en el marco del programa Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad del FMI. Este documento prevé 13 medidas que deben ser ejecutadas para obtener todo el crédito acordado. En un informe elaborado por el FMI, evaluaron el progreso del país y su compromiso para realizar estas reformas.
El Impuesto Selectivo al Consumo es un impuesto indirecto que grava la importación de tabacos, cigarrillos, esencias y similares, bebidas, productos de alto contenido calórico, combustibles y otros bienes, así como la primera venta a cualquier título los bienes mencionados, cuando sean de producción nacional.
Teniendo en cuenta esto, además del cambio de nomenclatura, lo que cambiará es la base imponible de litros a contenido de carbono, alineándose este impuesto a estándares internacionales para incentivar la reducción de emisiones.
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Una palabra sobre riesgos. En realidad, otras palabras más sobre…
- Por George Leal Jamil.
- Profesor asociado de la Fundação Dom Cabral, Brasil
Aunque siempre hablamos sobre la Gestión de Riesgos, aún hay algo más que añadir. Las dinámicas mundiales, sectoriales y locales no cesan de exponer nuevos factores, exigiendo que nos organicemos para percibir, identificar, clasificar, priorizar y buscar la mitigación de los riesgos, además de estar preparados para admitir nuevos riesgos, todavía no completamente conocidos. Si hablamos de gestión de proyectos, gestión estratégica, gestión financiera o gestión de la innovación, entre otros temas, siempre estará presente la cuestión de los riesgos, en cada uno de estos escenarios, agregando conocimiento sobre este tema.
En primer lugar, no es un tema del todo agradable. Al entregar algo esperado, al concluir un evento, producto o servicio, difícilmente a alguien le agradará que le pregunten: “¿Y si no resulta? ¿Y si el resultado no es exactamente este?” o, aún peor, “¿Y si la próxima vez fallamos?”. Por eso, a veces, el tema pasa desapercibido. No genera mucha luz en el escenario, no es precisamente placentero.
Pero es esencial, fundamental para la madurez de una organización en términos de sus procesos y de sus métodos de gestión en general.
La gestión de riesgos comprende todas las tareas mencionadas anteriormente: identificar evidencias o fuentes de incidentes y eventos fuera de control, configurar, mapear, clasificar (según la severidad y la probabilidad de ocurrencia), cuantificar y buscar tratamientos o mitigaciones para cada riesgo.
Más allá de este proceso elemental, la gestión de riesgos también abarca la planificación de emergencia —para eventos no mapeados, no controlados o imposibles de detectar en un primer momento — y la planificación de contingencia, donde los riesgos ya comprendidos se integran en una metodología que prescribe que todo debe ser verificado antes y durante la ejecución de un proyecto o proceso. Finalmente, la auditoría de riesgos se ocupa de la comunicación entre estos dos ambientes de planificación, emergencia y contingencia para, por ejemplo, asegurar que los aprendizajes en situaciones de emergencia se registren como hechos en el plan de contingencia, convirtiéndose en elementos activos de la gestión de riesgos.
Un ejemplo claro de esto lo vemos en los programas de protección contra virus y ataques digitales. En su configuración actual, ya existe un acervo (considerable, por cierto) de ataques identificados y con tratamientos diversos por parte del sistema de protección, que van desde la simple notificación hasta la total restricción del uso de un entorno que contenga amenazas. Y, como sabemos, hay una constante actualización del conjunto de conocimientos, de la base de datos de ataques, aprendiendo con las nuevas ocurrencias e incidentes, incorporando ese conocimiento al acervo de análisis.
Actualmente, con la aplicación de recursos de inteligencia artificial, los riesgos organizacionales, en sus distintos niveles, pueden ser tratados de forma aún más ágil, dinámica y versátil. Las plataformas actuales de IA y análisis de datos permiten el registro, el aprendizaje a partir de lo que sucede, traduciendo señales de ataques y tratamientos en relaciones algorítmicas automáticas y/o instrucciones para incorporar al contexto de prevención de riesgos.
Es interesante notar que, en la gran dinámica a la que están sometidas las organizaciones hoy en día, los errores y fallos ocurren en niveles y magnitudes variadas, desde un simple equívoco de comunicación (por ejemplo, al ofrecer un producto con un precio incorrecto, mucho más bajo o alto de lo debido) hasta el acceso indebido a información protegida, confidencial o inaccesible por terceros, como ocurre en casos de filtraciones de códigos, contraseñas y contenidos de propiedad privada. ¡Y esto solo en lo que respecta al contenido comunicacional!
Hemos acumulado la percepción de errores y fallos en proyectos y procesos organizacionales. Lamentablemente, las malas noticias siempre tienen más espacio en los medios, muchas veces divulgadas de manera incompleta, lo que agrega un componente de riesgo adicional a las prácticas que las originaron.
Recuerdo, por último, que, según la tradición en gestión de riesgos, se pueden observar diversos niveles de impacto cuando estos eventos desafortunados ocurren. A nivel operativo, los incidentes basados en riesgos causan retrasos con previsión de recuperación, pérdidas recuperables y otros eventos con soluciones previstas. Por supuesto, hay repercusiones negativas para la imagen y las relaciones con socios, entre otros aspectos.
A nivel táctico, la recuperación es cuestionable. Los plazos y costos para que los procesos se reanuden no están completamente bajo control e involucran varias etapas y señales, siendo, evidentemente, más relevantes en términos de los impactos percibidos por los distintos agentes de negocio. Finalmente, en el nivel estratégico se presenta el mayor drama: la discontinuidad total de proyectos, su cancelación o la indisponibilidad definitiva.
Por ello, la gestión de riesgos en las organizaciones es una disciplina cotidiana, parte de la rutina, indispensable y directamente relacionada con la madurez organizacional.
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DNIT y FMI desarrollan taller sobre gestión de riesgos de cumplimiento tributario
El taller internacional “Registro del Contribuyente como pilar clave de la Gestión de Riesgos de Cumplimiento”, organizado por la Dirección Nacional de Ingresos Tributarios (DNIT) y el Departamento de Finanzas Públicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), arrancó este miércoles con el propósito de resaltar el registro como un activo fundamental para la aplicación de técnicas de mitigación de riesgos de cumplimiento tributario.
De acuerdo con la DNIT, este taller se constituye en un espacio de debate en torno a las experiencias más recientes de las administraciones tributarias de la región en materia de fortalecimiento del registro, mejora en la calidad de datos fiscales.
Así también, se analizará el desarrollo de estrategias orientadas a la gestión integral de riesgos en un contexto donde la transparencia fiscal, la lucha sobre los flujos financieros ilícitos, el lavado de activos, la corrupción y el crimen organizado constituyen prioridades comunes.
El director de la DNIT, Óscar Orué, detalló que la intención es mejorar los servicios para los contribuyentes a través de la experiencia de expertos e instituciones internacionales. El taller arrancó este miércoles 2 de julio y se extenderá hasta el viernes 4.
“Vemos que el FMI confía en Paraguay, en la gestión de la DNIT, los números están demostrando esos resultados y la que la decisión de crear la DNIT fue la correcta y queremos seguir mejorando los servicios por un lado, y por otro seguir controlando, tener datos más exactos, también evitar inscripciones de personas inescrupulosas”, sostuvo.
Por su parte, Enrique Rojas, especialista de la División de Administración de Ingresos del FMI indicó que en la gestión de la aplicación de riesgo de cumplimiento es fundamental el análisis del contexto en el que opera la administración tributaria.
“La informalidad por su dimensión e impacto es un aspecto muy importante para considerar. La economía informal tiene varias causas y múltiples efectos ya que representa un tercio de la economía mundial, y en América Latina un 60% de la economía es informal”, manifestó.
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FMI desembolsará a Paraguay USD 285 millones por su sólida economía
El Fondo Monetario Internacional (FMI) desembolsará 285 millones de dólares (unos 243 millones de euros) en Paraguay, tras llevar a cabo una revisión de la situación economía del país y permitir a las autoridades acceder a los fondos en el marco del Servicio de Resiliencia y Sostenibilidad (SRS).
El organismo internacional ha alabado la solidez de las finanzas paraguayas, gracias a su demanda interna, y ha destacado el camino que está siguiendo el país latinoamericano hacia la estabilidad macroeconómica con su plan de consolidación fiscal y las reformas estructurales.
Por su parte, el Gobierno de Paraguay únicamente han solicitado un desembolso de 195 millones de dólares (unos 166 millones de euros). Como condición para recibir estos fondos, el FMI pide al país que aplique políticas macroeconómicas “prudentes” y “reformas estructurales” que se encaminen al crecimiento a largo plazo.
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“La economía paraguaya sigue siendo resiliente, gracias a sus sólidos fundamentos macroeconómicos y a la continua gestión macroeconómica prudente de las autoridades. Las perspectivas son favorables, previéndose que el crecimiento siga siendo sólido, pero está sujeto a elevados riesgos mundiales y a shocks meteorológicos adversos. En este contexto, mantener el rumbo con una gestión macroeconómica prudente sigue siendo la piedra angular de la estabilidad macroeconómica”, ha sostenido el subdirector gerente y presidente interino del Directorio del FMI, Nigel Clarke.
El PIB paraguayo creció en términos reales un 4,2 por ciento en 2024 y las previsiones cifran en el 3,8 por ciento el aumento para finales de 2025, dentro de un contexto de inflación “contenida” que se encuentra dentro de los parámetros permitidos por el banco central.
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En cuanto al estado de sus finanzas también destacan el buen comportamiento que ha llevado a una reducción del déficit fiscal del 4,1 por ciento del PIB de 2023 al 2,6 por ciento del ejercicio de 2024 y que aspira a cerrar el año con un 1,9 por ciento.
“El progreso sostenido en la agenda de reformas (..) mejorará aún más el entorno empresarial, aumentará el atractivo de Paraguay como destino de inversión y reforzará la estabilidad macroeconómica”, ha concluido subdirector gerente y presidente interino.
Fuente: Europa Press.