Por: Alba Delvalle
Luis Salinas, presidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Ovinos (Apco), comparte su apreciación sobre lo que representa este hecho histórico para la ovinocultura y para todo el país, al ser la primera vez que un exigente mercado emite su aprobación para ingresar carne de cordero paraguayo para el consumidor israelí.
¿Qué representa esta exportación para el sector ovino?
Históricamente es un momento de mucha alegría para nosotros los productores, para el sector y en especial para los criadores de ovinos, porque viene a coronar el sueño que siempre tuvimos, el de exportar carne de cordero. Y qué mejor que empezar así, en una liga mayor como lo es Israel, un mercado tan exigente como es conocido, pero con condiciones de cumplir. No nos sorprende la noticia, porque venimos trabajando para tener esa genética requerida y es una satisfacción enorme que nos motiva y nos impulsa a seguir.
¿Cuáles son los diferenciales en la producción ovina?
En nuestro sector podemos decir que como criadores y productores de la carne ovina tenemos pilares como la genética que es muy importante, la sanitación, el manejo del animal, y la formalidad, sin estos cuatro pilares no podríamos llegar a este logro del que ahora estamos hablando, de abastecer a un mercado internacional altamente exigente. Por eso es también un llamado a los informales, a que se acerquen a los gremios y sean parte de este logro.
¿Por qué Israel es tan importante, qué implica este mercado?
Primero que nada, es que Paraguay haya aprobado los certificados sanitarios como país, y segundo la habilitación del Frigorífico Victoria, y esto es muy importante porque Israel es un país con una cultura religiosa muy fuerte, por lo que sus criterios de faena son diferentes, al punto de que ellos envían a sus rabinos para verificar el sacrificio.
¿Cómo es ese proceso de sacrificio de los animales?
El tema de la faena kosher se podría traducir como lo autorizado por ellos, que es algo recomendable, saludable, ético o no abusivo, y está muy relacionado actualmente como un estilo de vida. Es por eso que este mercado es sumamente importante, atendiendo todo el proceso que ellos establecen debe cumplir un mercado para ajustarse a sus creencias y costumbres.
¿Es un desafío para el sector y los productores?
Totalmente, nos llena de alegría claro, pero sabemos que es un gran desafío que se está asumiendo, pero a la vez, una oportunidad para demostrar que podemos, que vamos a tener esa capacidad de producir la cantidad de vientres para abastecer los pedidos. Esto es el reflejo del gran trabajo que venimos realizando desde la asociación, que ya tiene unos 45 años de labor.
¿Cómo se logra esto, de cumplir los requerimientos de un mercado como el israelí?
Son los años de esfuerzo justamente, este es el fruto de todo ese trabajo, de mucha gente que desarrolló la genética con el mejoramiento y las incorporaciones de conocimiento, con lo que fuimos logrando una carne ovina excepcional, que ahora ya se está preparando para ser exportada a Israel. Eso creo que habla mucho de lo que venimos logrando, y esto era una materia pendiente.
¿Qué cantidades se estaría enviando en los primeros envíos?
Las faenas comenzaron ni bien se oficializó la habilitación al frigorífico, porque esto ya se venía negociando mucho antes. En cuanto al volumen requerido, eso lo está manejando la empresa habilitada, pero ya los productores empezaron a abastecer y justamente parte del desafío va ser, el hecho de esforzarnos más para conseguir más vientres en la producción, porque se viene una alta demanda de nuestros corderos. No olvidemos que también tenemos que seguir proveyendo a nuestro mercado interno que está cada vez más latente.
¿Cómo viene el hato del ganado ovino a nivel local?
Según datos del último censo agropecuario, el mercado cuenta con 1.300.000 cabezas de ovino, pero esto está aumentando, porque cada vez estamos sumando más criadores. Un aspecto muy importante acá, es el tema de la formalidad y gracias a eso es que hoy podemos decir que exportamos carne ovina por primera vez. Siendo formales es que pudimos demostrar los procesos sanitarios, los registros con el régimen del Senacsa, así que no nos sorprende el hecho de haber aprobado el mercado de Israel.
¿Ante este volumen de producción, se podrá abastecer al mercado internacional?
Bueno, vamos a tener que cumplir con los pedidos, así que vamos a tener que aumentar necesariamente la cantidad de vientres, estimamos que se necesitarían unas 20.000 a 25.000 vientres. Esto va ser parte del gran desafío de los criadores, porque no descartamos que a partir de esto también tengamos que exportar a otros países más.
¿Cómo está la faena actualmente para el mercado interno?
Hay que entender que la faena de corderos para el consumo interno en frigorífico es diferente a la que se está realizando para exportación, teniendo en cuenta los requisitos de los que ya hablamos que se deben cumplir a cabalidad. Pero estaríamos en las 150 cabezas semanales para el consumo interno, lo que serían entre 650 animales al mes o 7.000 ovinos por año. Y esto hay que más que triplicar para cumplir con las nuevas demandas, para tener una idea.