La Mesa Paraguaya de la Carne Sostenible (MPCS) resaltó el gran aporte de la ganadería paraguaya a la economía nacional, lo cual se logró gracias a las grandes transformaciones que desde hace ya varias décadas se viene implementando, basadas en la integración de la cadena de valor de la carne.
Ante ello, la MPCS consideró oportuno relatarlo a través de un comunicado, teniendo en cuenta el proceso que atraviesa el país en cuanto a la consulta pública para los últimos comentarios por parte de Estados Unidos y su permiso a la importación de la carne paraguaya.
El documento detalla que a partir del 2013 se viene observando el cambio en las acciones de integración de la cadena con el mayor número de cabezas del hato ganadero, así como en las exportaciones tanto de carne como de menudencias año a año, lo cual benefició a toda la población paraguaya.
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“La actividad agropecuaria ocupa al 17% de la población económicamente activa del país, con más de 130.000 productores ganaderos, quienes junto a la industria, el comercio y servicios relacionados, generan el 11% del producto interno bruto (PIB) del Paraguay, generando empleo en todos los niveles”, expresa el comunicado.
Consulta pública
Esto, como respuesta a las publicaciones en el Registro Federal de los Estados Unidos para la importación de carne desde el Paraguay, proceso de consulta que dura 2 meses, por lo que se espera que para finales del mes de mayo se obtenga una aprobación absoluta.
La MPCS prosigue con su recuento, y resalta que desde el 2018 se había iniciado otro proceso de valorización de la carne paraguaya con la formación de la mesa de diálogo privada y multisectorial, con la que se promueven los valores de sostenibilidad económica, social y ambiental de los sistemas de producción ganaderos, a la par del cumplimiento de la legislación paraguaya.
Por lo tanto, la ganadería hoy es uno de los pilares básicos de la economía nacional, que además se encuentra en proceso de mejora continua mediante la adaptación, eficiencia, innovación, capacitación y a través de trabajos de ciencia y experiencias locales exitosas conforme los lineamientos de una ganadería sostenible del siglo XXI.
Asimismo, remarca que la calidad organoléptica e higiénica sanitaria de la carne paraguaya está garantizada por todos los actores de la cadena de valor, integradas por productores, industriales, organizaciones de la sociedad civil, proveedores de insumos y servicios, y minoristas; es decir, desde el campo hasta el plato del consumidor final con el respaldo del sector público y los organismos internacionales.