El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) mantuvo su perspectiva de producción de soja para nuestro país ubicándola nuevamente en los 10 millones de toneladas. En tanto, esperan que la producción mundial caiga para la zafra 2023-2024.
De acuerdo al último informe sobre las Estimaciones de la Oferta y la Demanda Agrícola Global (Wasde) emitido por el USDA, la producción de soja de Paraguay en la zafra 2023-2024 se ubicaría en el orden de los 10 millones de toneladas, mismo nivel que se habían proyectado en el informe anterior.
Estas previsiones van en línea con las realizadas por el Ministerio de Agricultura (MAG) de nuestro país y diferentes gremios del rubro que ubican la producción de soja en torno a los 9,5 millones de toneladas. Esto refleja la recuperación del sector agrícola en este periodo después de la fuerte sequía del año anterior.
Con respecto a los principales países productores del Mercosur, el USDA mantuvo la proyección de 163 millones de toneladas para Brasil y 48 millones de toneladas para Argentina. Así también, el organismo reportó que se darían menores exportaciones globales de soja relacionadas a esta nueva zafra.
Por otro lado, el informe menciona que la producción de soja mundial en la citada campaña sería de 399,50 millones de toneladas, corrigiendo nuevamente a la baja la proyección de este mes. Este volumen representa una baja de 1,83 millones de toneladas menos en relación al estimado y señalado en el informe del mes pasado.
Esta corrección a la baja responde, principalmente, a la proyección de rendimientos más bajos en Estados Unidos. En ese sentido, el USDA estima una producción de 111,70 millones de toneladas, lo que representa 1,14 millones de toneladas menos que lo señalado en septiembre pasado.
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Mercosur: un nuevo capítulo
- Por Carlos A. Primo Braga
La presidenta de la Comisión Europea (Ursula von der Leyen) y los presidentes de los países del Mercosur anunciaron la conclusión de las negociaciones del acuerdo de asociación entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur en Montevideo el 6/12/2024. Estas negociaciones comenzaron en 1999, y el pilar de “libre comercio” se había acordado el 28/06/2019, pero la resistencia política al acuerdo en varios países de Europa impidió su implementación.
Este nuevo capítulo de las negociaciones enfrentará nuevamente la oposición de algunos sectores económicos (en particular los agricultores europeos) y organizaciones no gubernamentales que ven el acuerdo como una amenaza para el medioambiente. Además, varios gobiernos miembros de la UE (por ejemplo, Austria, Francia, Países Bajos y Polonia) ya han expresado su oposición a la nueva versión del acuerdo.
Los próximos pasos incluyen la redacción final del texto, la verificación jurídica de sus aspectos legales y su traducción a todos los idiomas oficiales de la UE. Se espera que la Comisión Europea transmita el acuerdo para su evaluación por parte del Consejo de Ministros (Consejo de la Unión Europea) y del Parlamento Europeo en 2025. La aprobación en el Consejo requiere una mayoría cualificada de votos de 15 Estados miembro. Una minoría de 4 miembros que representen al menos el 35 % de la población de la UE podría impedir la aprobación del acuerdo.
Pero el acuerdo también deberá ser aprobado por los parlamentos nacionales (y en algunos casos por parlamentos regionales) en todos los países involucrados. La experiencia del acuerdo entre Canadá y la UE (Acuerdo Económico y Comercial Global, CETA) ilustra las dificultades para la ratificación final de un acuerdo que abarca áreas que no son de competencia exclusiva de la UE.
Aunque el CETA se aplica provisionalmente desde 2017, en varios países (Bélgica, Bulgaria, Francia, Irlanda, Grecia, Hungría, Italia, Polonia y Eslovenia...) su ratificación parlamentaria aún no había sido aprobada hasta mediados de 2024, y en el caso de Chipre el parlamento votó en contra de su ratificación.
La experiencia con el CETA ilustra el camino tortuoso que aún debe recorrer el acuerdo Mercosur-UE. Una opción sería adoptar la estrategia que la Comisión Europea utilizó en el contexto de las negociaciones del área de libre comercio entre la UE y Singapur. En este escenario, el acuerdo se dividiría entre sus reglas para el comercio internacional y las demás consideraciones. El acuerdo de libre comercio entre la UE y el Mercosur se presentaría como un acuerdo limitado a las áreas de responsabilidad de la UE y, por lo tanto, no requeriría la aprobación de los parlamentos de los Estados miembro de la UE. Evidentemente, tal solución enfrentaría oposición política en los países mencionados anteriormente, pero probablemente abriría el camino para la adopción parcial del acuerdo.
Los beneficios del acuerdo serán positivos. Estimaciones basadas en modelos computacionales de equilibrio general identifican un aumento del comercio entre las regiones y un impacto positivo (aunque pequeño) en las tasas de crecimiento de los países involucrados, así como un incremento en los flujos de inversiones europeas hacia el Mercosur.
Las exportaciones del sector agroindustrial del Mercosur se verán positivamente afectadas (particularmente exportaciones de carne de res, aves y azúcar), y lo mismo ocurrirá con las exportaciones europeas de productos manufacturados (particularmente maquinaria, productos químicos y farmacéuticos), pero también con respecto a productos lácteos y alimentos procesados. Sin embargo, el impacto de estos cambios será gradual, ya que la liberalización comercial se llevará a cabo durante varios años: en el caso de automóviles y motores de combustión, por ejemplo, el proceso de liberalización está programado para un período de 15 años.
Puntos de conflicto (por ejemplo, el tratamiento de las compras gubernamentales en los países del Mercosur y los compromisos respecto al medioambiente) recibieron atención especial en la versión de 2024. En cuanto a las compras gubernamentales, la UE otorgó a Brasil ciertas flexibilidades en la implementación del acuerdo. En lo que respecta al medioambiente, la asociación Mercosur-UE incluye el Acuerdo de París como componente esencial del acuerdo. Además, los países involucrados se comprometen a evitar la deforestación adicional a partir de 2030.
En resumen, el acuerdo abre un nuevo capítulo en las relaciones entre la UE y el Mercosur. Sin embargo, su ratificación será un proceso complejo. El programa PAEX de la FDC puede ayudar a las empresas del Mercosur a prepararse para sus impactos.
Este nuevo capítulo de las negociaciones enfrentará nuevamente a la oposición de algunos sectores económicos (en particular los agricultores europeos) y organizaciones no gubernamentales que ven el acuerdo como una amenaza para el medioambiente. Además, varios gobiernos miembros de la UE (por ejemplo, Austria, Francia, Países Bajos y Polonia) ya han expresado su oposición a la nueva versión del acuerdo.
Las exportaciones del sector agroindustrial del Mercosur se verán positivamente afectadas (particularmente exportaciones de carne de res, aves y azúcar), y lo mismo ocurrirá con las exportaciones europeas de productos manufacturados (particularmente maquinaria, productos químicos y farmacéuticos), pero también con respecto a productos lácteos y alimentos procesados.
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UGP reporta aumento en la exportación de productos primarios en enero
La exportación de productos primarios durante enero experimentó un crecimiento del 3,5 % en valor y 7,2 % en volumen, según un informe de la Unión de Gremios de la Producción (UGP). En total, estas exportaciones sumaron USD 353 millones, de los cuales USD 307 millones corresponden a la soja.
Enero cerró con una exportación de productos primarios de 981.600 toneladas, de las cuales la soja fue la de mayor volumen con 818.000 toneladas. En cuanto al valor, el informe de la UGP señala que, en total, se alcanzó USD 353 millones, lo que representa una contribución positiva de 1,4 puntos porcentuales sobre el total de exportaciones nacionales.
El mayor importador de soja paraguaya en enero fue Argentina, con 747.000 toneladas adquiridas por USD 282 millones. Brasil, por su parte, adquirió 71.000 toneladas por USD 25 millones. Por otra parte, el maíz redituó USD 18 millones, mientras que los restos de semillas y frutos oleaginosos dejaron USD 11 millones.
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El rubro de la banana en enero reportó movimientos por valor de USD 4,2 millones, mientras que el trigo USD 3 millones. Otras frutas y productos fueron exportados por USD 9,8 millones, de acuerdo con el informe.
Por su parte, la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) señala que las 818.000 toneladas exportadas representan un aumento del 16 % con respecto a enero de 2024, cuando enviaron 687.500 toneladas. Este gremio destaca la reicorporación del mercado de Senegal para la soja paraguaya luego de tres años.
Pese a este positivo inicio del 2025, el sector sojero no obstante considera que debido a las condiciones climáticas y fenómeno de la Niña, la meta de las 11 millones de toneladas se aleja. En el norte de la región Oriental es la zona donde estos fenómenos climáticos golpean con más fuerza comprometiendo el rendimiento de los cultivos, según declaró a los medios el presidente de la UGP, Héctor Cristaldo.
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Maquila generó en enero un aumento de empleo de 22 %
En enero de 2025, las industrias maquiladoras alcanzaron un total de 30.690 empleos directos, lo que representa un incremento de 734 empleos en comparación con diciembre de 2024. El crecimiento interanual significó un aumento de 5.507 empleos respecto a enero de 2024, lo que representa un incremento del 22 %.
Entre los principales sectores que concentran el 72 % del empleo maquilador se encuentra el de autopartes, rubro que genera 7.159 empleos, destacándose por su capacidad para absorber mano de obra y su integración en cadenas globales de valor.
El sector de confecciones y textiles, con 7.100 empleos, representa un importante motor de la economía del país, que engloba miles de puestos laborales y genera una cadena de valor de gran impacto que va desde pequeños talleres a grandes industrias. Los servicios intangibles, incluyendo servicios digitales y tecnológicos, emplean a 3.015 personas, reflejando la creciente relevancia de las actividades basadas en el conocimiento y la innovación tecnológica.
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Exportaciones
Respecto al crecimiento de la maquila, las exportaciones de las industrias en enero de 2025 ascendieron a USD 100 millones, reflejando un incremento del 34 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este desempeño positivo muestra la capacidad del sector para generar valor agregado y contribuir a la balanza comercial del país.
La balanza comercial de las industrias maquiladoras en enero de 2025 fue positiva, con las exportaciones superando a las importaciones en un 29 %. Resultado que demuestra la incorporación de valor agregado en la producción nacional y la capacidad del sector para competir en mercados internacionales.
Desde el Ministerio de Industria y Comercio (MIC) afirman que esta industria no solo contribuye significativamente al empleo y las exportaciones, sino que también promueve la incorporación de valor agregado en la producción nacional, fortaleciendo la economía y la sostenibilidad del país.
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Expectativa de buen rendimiento en el sector agrícola “se desinfló”, según productores
El presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), Héctor Cristaldo, expresó que las condiciones actuales del campo, a causa del fenómeno climático “La Niña”, desinflaron las esperanzas de una mejoría en el sector agrícola. Dijo que si bien hay departamentos que tienen buenos rendimientos por hectárea y da cierto respiro, en general hay una crisis.
“El norte del país es la zona donde está más crítica la situación, ya que los rendimientos están por debajo del punto de equilibrio, por ende, habrá pérdida de capital productivo. Si bien, en otros departamentos están con rendimientos por encima, y eso da un respiro, la expectativa se desinfló en general”, explicó Héctor Cristaldo a la 1000 AM.
Recordó que este declive empezó en la siembra de septiembre. El mes comenzó con una incertidumbre en el mercado internacional con tendencia a la baja. Pero recién en diciembre se agravó la situación. Hubo dos semanas donde se resintieron los cultivos por el déficit de lluvias.
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Al respecto, también señaló que los productores tienen problemas para saldar sus deudas, ya que una persona que invirtió USD 750 por hectárea, tiene que vender al menos una buena cantidad de soja para recuperar ese monto, pero con los precios bajos no alcanza para recuperar ese capital operativo. “Si no sacaste 2.000 kilos de producción por hectárea, hoy no cubrís el costo de producción en muchos lugares. Si vos pusiste USD 750, solo recuperás USD 450″, lamentó.
Precisó que todo lo sembrado hasta el 20 de septiembre fueron buenas cosechas, pero hay problemas con las siembras que se realizaron a partir del 10 de octubre. Acerca del clima, mencionó que el comportamiento de la humedad del suelo es muy similar al del 2019, donde las pérdidas fueron alrededor del 23 %. “Ojalá no lleguemos a eso”, remarcó.
Finalmente afirmó que las expectativas de llegar a 10.700.000 toneladas de zafra ya está descartado, por las condiciones actuales. Señaló que el piso normalmente está por encima de los 10 millones de toneladas. “Creo que va a haber más áreas sembradas de soja que el año pasado, esto en comparación al maíz (con costo más alto). Ojalá el maíz mantenga su superficie, el trigo empezará recién a sembrarse en mayo”, indicó Cristaldo.
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