Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) la tasa de participación de la fuerza de trabajo total en Paraguay es del 71 %, de ese número, los hombres tienen casi un 84 % de participación, mientras que las mujeres un 59 %, es decir, la diferencia es de 25 puntos porcentuales.
Bajo la explicación de la economista Ana Rojas, estos datos se convierten en un gran desafío para un país como el nuestro, a fin de generar condiciones más equitativas para hombres y mujeres. Por ejemplo, contó que 8 de cada 10 hombres tienen un trabajo, mientras que en las mujeres esto se ubica en 5,4 de cada 10.
“Hay una brecha de 25 puntos porcentuales, o sea, es bastante, un cuarto de la población aproximadamente. Ir achicando esto, se convierte en un grandísimo desafío para un país como el nuestro”, manifestó la economista en charla con la 1000 AM.
La profesional indicó que durante las encuestas permanentes de hogares, hay un factor clave que normalmente posiciona a la mujer por debajo del hombre cuando se habla de empleo. Es el trabajo de hogar, que si bien no es remunerado, es una labor vital, ya que dependerá de ese trabajo la construcción y sostén de un sistema productivo.
“Estos datos pueden estar sobreestimados a la hora de hablar de la desocupación de las mujeres, porque muchas de las mujeres no valoran el trabajo que hacen dentro de sus propias casas. Entonces se va al censista o al encuestador y le pregunta, y señora, ¿vos trabajas? No, yo no trabajo, responde, cuando en realidad sí está haciendo un trabajo no remunerado dentro de su hogar”, precisó.
Por eso, expuso que es probable que esta tasa de desocupación sea menor si se considerara al cuidado del hogar como un trabajo, ya que si una mujer decide salir de su casa para trabajar junto a su pareja y/o marido, deberá pagar por los quehaceres de su hogar, por ende, aunque la ama de casa no sea remunerada sí debería ser considerada como una trabajadora formal.