Por: Adelaida Alcaraz
Paraguay emerge como un referente regional en economía circular. Gracias al liderazgo de Carlos Mangabeira, presidente de la Cámara de Industrias Sustentables del Paraguay (Cispy), el país transforma residuos en recursos estratégicos, generando empleo, innovación y aportes económicos que demuestran que la sostenibilidad no es un costo, sino una oportunidad de crecimiento rentable.
Hoy, el mundo demanda simultáneamente sostenibilidad y competitividad, y Paraguay no permanece al margen de este desafío. El país trabaja intensamente para posicionarse como un actor clave en la región, liderado por Carlos Mangabeira, presidente de la Cámara de Industrias Sustentables del Paraguay (Cispy).
En este mano a mano, el titular del gremio reveló que el sector no solo genera empleo, sino también innovación y más de USD 100 millones anuales en aporte fiscal.
Su gestión se centra en fortalecer la formalización del sector, promover políticas de trazabilidad y manejo de residuos, fomentar la educación ambiental y expandir la red de empresas comprometidas con prácticas circulares. “El objetivo es crear valor económico con impacto social y ambiental, y consolidar un modelo de desarrollo sostenible que inspire a toda la región”, anticipó.
Paraguay logró atraer inversiones millonarias en reciclaje. ¿Cuáles son los hitos más recientes que muestran ese cambio de paradigma?
En los últimos cinco años, el sector concretó inversiones significativas por más de USD 85 millones para el fortalecimiento de la infraestructura del reciclaje en Paraguay. Entre los hitos más importantes se encuentra la puesta en marcha de Circular PET, una planta de resina reciclada desarrollada por Paresa-Coca Cola, Coresa e INPET, con una operación de USD 25 millones.
También la ampliación de la Fábrica Paraguaya de Vidrios del Grupo Cervepar, que incorporó tecnología eléctrica renovable mediante un desembolso de USD 43 millones. Estas apuestas estratégicas marcan un antes y un después, posicionando a Paraguay en el mapa regional y demostrando que la economía circular es viable, rentable y estratégica para el desarrollo de un país.
¿Qué impacto real tiene esta industria en la economía paraguaya?
La industria sustentable constituye un motor estratégico para el desarrollo económico, al generar empleo formal, atraer inversiones, impulsar la innovación y contribuir de manera significativa a la recaudación fiscal.
En Paraguay, este sector no solo promueve la protección del ambiente, sino que transforma los residuos en recursos estratégicos, optimiza procesos productivos y abre nuevas oportunidades de mercado. Brinda sustento directo a más de 25.000 recicladores de base, articula su labor con 2.500 centros de acopio y beneficia de manera indirecta a más de 130.000 personas.
Estos resultados reflejan la magnitud del impacto social y económico derivado de la economía circular. Asimismo, la dimensión ambiental y la competitividad empresarial se encuentran estrechamente vinculadas. Las compañías que incorporan prácticas sostenibles no solo incrementan su eficiencia operativa, sino que también fortalecen su reputación institucional, acceden a mercados internacionales y consolidan su posición en un entorno global creciente y exigente en materia de estándares ambientales.
Las industrias que integran la Cámara de Industrias Sustentables del Paraguay (Cispy), fundada en el 2020, no solo promueven la protección del ambiente, sino que también transforman los residuos en recursos estratégicos, optimizan procesos productivos y abren nuevas oportunidades de mercado.
En la práctica, ¿qué materiales se están reciclando y con qué resultados?
El sector recupera más de 200.000 toneladas de materiales al año, incluyendo papel, cartón, metales, plásticos y vidrio.
En plásticos tipo PET, más del 70 % del material generado es reciclado e incorporado a nuevos productos de consumo y embalaje. En metales -ferrosos y no ferrosos- la tasa de recuperación supera el 95 % anual, posicionando al país como referente regional.
La recuperación de envases tipo larga vida alcanzó 4 millones de unidades en 2024. En residuos electrónicos, entre 2019 y 2024 se reciclaron más de 1,2 millones de kilos.
¿Qué tipo de empresas integran la Cispy y cuál es su peso en la economía nacional?
Actualmente, la Cámara nuclea a empresas líderes en reciclaje y valorización de residuos: vidrio, papel, cartón, metales, plásticos, neumáticos fuera de uso, residuos electrónicos, envases de agrofértiles, larga vida y más.
Estas empresas, con más de 45 años de trayectoria, generan 7.000 empleos directos, aportan al menos USD 100 millones al fisco cada año y son clave en la cadena de valor de la economía circular. Entre ellas figuran referentes como Cartones Yaguareté, Coresa, Brassur, TyD Recycling, Neo Holding, FyF, Ecocur, Darnel, Tecnomyl, Replas S.A., Envamas S.A. y Neoplast S.A.
Para un inversor extranjero, ¿qué define a una industria sustentable en Paraguay? ¿Cómo hace para ser parte de Cispy?
En nuestro contexto, una industria sustentable es aquella que incorpora criterios ambientales, sociales y económicos en su modelo de negocio, priorizando la eficiencia en el uso de recursos, la valorización de residuos y el compromiso con el desarrollo sostenible.
Para formar parte de la Cámara, una empresa debe demostrar compromiso con la economía circular, aplicar procesos productivos responsables y alinearse con principios de sustentabilidad. Además, debe estar dispuesta a trabajar en conjunto para fortalecer el sector y contribuir al posicionamiento de Paraguay como referente en prácticas industriales sostenibles. Nuestro objetivo es que las compañías operen y compitan con confianza, con respaldo gremial sólido y una voz influyente que aboga por su desarrollo.
¿Qué desafíos persisten para acelerar la transición hacia la economía circular?
Existen barreras importantes tales como la informalidad, el contrabando y la subfacturación de materiales reciclables que debilitan la cadena formal y provocan pérdidas significativas para el país.
También es necesario mejorar la separación de residuos en origen. Es fundamental educar al consumidor y fomentar una cultura de clasificación desde el hogar para que los materiales lleguen a la industria en condiciones óptimas.
¿Cómo se vincula la sostenibilidad con la competitividad de las empresas?
La dimensión ambiental y la competitividad están estrechamente vinculadas. Las compañías que incorporan prácticas sostenibles no solo incrementan su eficiencia operativa, sino que también fortalecen su reputación, acceden a mercados internacionales y consolidan su posición en un entorno global cada vez más exigente en materia de estándares ambientales.
¿Qué rol cumple la Cispy en la formación y el desarrollo de capacidades en este sector?
La Cámara impulsa diversas acciones para fortalecer las buenas prácticas ambientales y sociales entre sus asociados. En su rol como plataforma de representación gremial, promueve activamente programas de formación, alianzas estratégicas y espacios de diálogo técnico y político.
Entre sus iniciativas recientes, destaca la firma de un convenio con la Universidad Politécnica Taiwán Paraguay (Uptp), que permite a estudiantes realizar pasantías en empresas del sector, promoviendo una formación técnica alineada con los principios de sostenibilidad y economía circular.
Cispy también acompaña iniciativas para el desarrollo de la cadena de valor de los materiales valorizables, como, por ejemplo, en la formación y educación de recicladores y centros de acopio. Participa también, en la elaboración y revisión de normativas clave para el sector, y mantiene relaciones con organizaciones nacionales e internacionales para intercambiar conocimientos y abrir nuevas oportunidades para la industria paraguaya.
Finalmente, ¿qué mensaje le daría al empresariado que aún ve la sostenibilidad como un costo?
A quienes aún tienen dudas y ven a la sustentabilidad como un costo, les invito a observar los hechos. El sector formal de reciclaje industrial en Paraguay no solo recupera unas 200.000 toneladas de materiales al año –como papel, cartón, metales plásticos y vidrio-, sino que genera más de 7.000 empleos directos, beneficia a cerca de 130.000 personas y aporta más de USD 100 millones al fisco cada año.
Esto no es un gasto. Es inversión con impacto social, ambiental y económico. Apostar por la sostenibilidad es apostar por un Paraguay más competitivo, más justo y con visión de futuro.