Al cierre del primer semestre de este año, la interpretación de los reportes generados periódicamente por el Banco Central del Paraguay confirma nuevamente la vitalidad e importancia de la actividad agropecuaria en la economía del país.
En términos prácticos, al revisar las cifras se observa que 7 de cada 10 dólares ingresados, son generados desde el campo, ya sea por la producción directa del agro (soja, maíz, trigo, fibras de algodón y resto de semillas oleaginosas) o la transformación de estas materias primas en manufacturas de origen agropecuario, como por ejemplo, la carne, aceites y harinas de soja, arroz parbolizado, bebidas, líquidos alcohólicos y vinagre.
Una lectura complementaria es que el sector primario genera cuatro veces más divisas que las ingresadas por la venta de energía a nuestros países vecinos Argentina y Brasil, resalta la Unión de Gremios de la Producción (UGP).
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Participación en facturación
Los rubros incluidos en el segmento agropecuario con mayor participación en la facturación fueron: soja (USD 2.166,5), carne bovina (USD 794,7), harina de soja (USD 380,1), arroz parbolizado
(UD 254,5), aceite de soja (USD 238,3), maíz (USD 83,9), trigo (USD 36,2) y fibras de algodón (USD 31,4), que totalizan USD 3.985,6 millones, representando el 67 % (dos tercios) del total exportado.
En materia de los destinos principales, la imagen es elocuente: Argentina sigue siendo el principal desti-no de nuestras exportaciones, donde los granos de soja casi llegan al 80%.
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¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
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3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
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5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
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Inflación: subida de alimentos y combustibles impactaron en la confianza del consumidor
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) cerró junio ubicándose en 47,67 puntos, lo que implica una caída con respecto a mayo, que fue del 53,46. Según explican desde el Banco Central del Paraguay (BCP), la reducción se debe a una estacionalidad, además de factores como la inflación de los alimentos y el combustible en junio.
El BCP reportó los resultados de su encuesta para el ICC, que tuvo en junio una reducción de 5,79 puntos con respecto a mayo pasado. Igualmente, este indicador tuvo una caída en términos interanuales frente al 52,82 visto en junio de 2024.
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Según las explicaciones de Bernardo Darío Rojas, director de Estadísticas Macroeconómicas del BCP, el mes de junio, al igual que abril, tiene una estacionalidad y sus valores anuales suelen ser bajos. Sin embargo, mencionó que, además, factores como la inflación de los alimentos y de los combustibles podrían haber afectado la opinión de los encuestados.
“El indicador refleja esa caída estacional que se venía observando en años anteriores. Adicionalmente, también podemos mencionar algunos hechos económicos que pudieron haber incidido en el resultado del mes de junio. Entre ellos podemos mencionar una inflación de alimentos que al mes de junio se mantenía alto. Y también una suba de combustible, que normalmente afecta en forma negativa a la percepción de los consumidores”, dijo.
Por otra parte, el Índice de Situación Económica (ISE) tuvo un valor de 33,80, valor menor en 5,99 puntos respecto al mes anterior y en 4,62 puntos al dato registrado en junio de 2024.
Además, el Índice de Expectativas Económicas (IEE) alcanzó un resultado de 61,54, menor que el índice del mes anterior en 5,59 puntos y al valor registrado en junio de 2024 en 5,67 puntos.
En cuanto a la predisposición a ahorrar de los hogares, el informe señala que el porcentaje de personas que respondió tener la posibilidad de ahorrar se ubicó en 19,25%. Este resultado fue menor al mes anterior en 6,50 puntos porcentuales pero superior en 3,25 puntos porcentuales al valor registrado en junio de 2024.
Por otra parte, la predisposición para adquirir bienes durables registró disminuciones mensuales e interanuales en todas las categorías de bienes, es decir, electrodomésticos, casas, autos y motos, según el informe de la banca matriz.
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Paraguay sostiene su previsión de expansión por encima del 4 %
El ministro de Economía y Finanzas, Carlos Fernández Valdovinos, manifestó que la economía paraguaya tiene el potencial de cerrar este año con un crecimiento superior al 4 % proyectado por el Banco Central del Paraguay (BCP), mientras que en la región, el ritmo de crecimiento es del 2 %. Recordó que la economía nacional resistió shocks como los conflictos arancelarios y las tensiones de Medio Oriente.
El titular del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) recordó que durante el boom de los commodities, Paraguay tenía un crecimiento económico promedio del 4,5 %, frente a un crecimiento regional superior al 5 %. Mencionó que esta situación se revirtió actualmente, con una economía paraguaya que proyecta superar la estimación del BCP del 4 % y por encima del 2 % que se estima que crecerán las economías de la región. “Tras caer el precio de los commodities, Paraguay disminuye, pero en torno al 4,2 %, aproximadamente, hasta que llega la pandemia. Ahora probablemente vamos a terminar creciendo por encima de lo que dice hoy el BCP, que es del 4 %”, dijo al programa “Cara o cruz”.
Según el ministro, no existen “vientos a favor” que sugieran que el crecimiento se limite a una coyuntura, sino que se trata de la aplicación de políticas económicas y financieras pertinentes.
Argumentó que, incluso, la economía paraguaya resistió shocks internacionales como el conflicto de los aranceles entre Estados Unidos y China, así como las tensiones en Medio Oriente. “Uno mira lo que son las proyecciones del Banco Mundial, el crecimiento global tuvo una corrección a la baja y nosotros estamos teniendo correcciones al alza en nuestro crecimiento. ¿De qué viento a favor estamos hablando?”, expresó Fernández Valdovinos.
Afirmó que estos indicadores económicos tienen como respaldo la confianza de los inversores extranjeros, que se refleja en la importante demanda que tienen los bonos del Tesoro cada vez que son colocados. “Los inversionistas están dispuestos a comprar USD 3.500 millones de bonos cada vez que yo emito en Nueva York porque ven estos números. La gente que pone plata y no solo palabras cree en esos números”, expresó.
A nivel interno, mencionó que los datos reflejan una reducción en la pobreza, un incremento en los empleos y otros indicadores que sugieren que hay avances en comparación con periodos anteriores.
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Ventas crecieron 4,1 % en mayo impulsadas por servicios y comercio
Las ventas crecieron 4,1 % interanual al cierre de mayo, según el informe del Estimador de Cifras de Negocios (ECN) del Banco Central del Paraguay. Atribuyen esta expansión a dinámicas favorables en las ventas de servicio, la actividad comercial y, en menor medida, las manufacturas.
El BCP señala que, de acuerdo con datos preliminares, el ECN registró en mayo una variación interanual de 4,1 %, con lo cual la variación acumulada al quinto mes del 2025 se ubicó en 6,0 %. Por su parte, el promedio móvil de tres meses presentó una variación interanual de 5,9 %.
De acuerdo con la banca matriz, el resultado interanual responde principalmente a las dinámicas favorables observadas en las ventas de los servicios, de la actividad comercial y, en menor medida, de las manufacturas.
En el sector servicios, el BCP verificó un buen dinamismo en las ventas de los hoteles y restaurantes, servicios a los hogares, transportes, servicios inmobiliarios, telecomunicaciones y servicios de información. Sin embargo, mostraron resultados negativos los servicios a las empresas.
En la actividad comercial, se destacaron los desempeños positivos en las ventas de productos quimicofarmacéuticos, productos para el equipamiento del hogar, ventas de combustibles, productos alimenticios, grandes tiendas y prendas de vestir, las ventas al por mayor y al por menor de tecnologías.
Sin embargo, mostraron resultados negativos las ventas al por mayor de materias primas agrícolas, fertilizantes y agroquímicos, así como de maquinarias y equipos.
Finalmente, en el sector manufacturero, se observaron crecimientos en las ventas de productos de carnes, lácteos, azúcar, bebidas y tabacos, químicos, textiles y prendas de vestir, papel y productos de papel, maquinarias y equipos, metales comunes y de otras industrias manufactureras como colchonerías, artículos de deporte, muebles de madera y de metal.
Por otra parte, las ventas de aceites, molineras y panaderías, cueros y calzados y productos metálicos presentaron resultados adversos.
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