El presidente de la República, Santiago Peña, firmó el decreto presidencial “Por el cual se establece como política de Gobierno nacional el impulso a la industria metalúrgica paraguaya en el marco de procedimientos y licitaciones públicas nacionales e internacionales realizadas por la Ande”.
Esto fue durante el evento conmemorativo del 88° aniversario de la Unión Industrial Paraguaya (UIP), cuya política apunta a desarrollar la industria metalúrgica, un sector que genera miles de empleos y contribuye al crecimiento económico del país, clave para el Paraguay.
“Este sector, que hoy genera más de 12.000 empleos directos, ha sufrido muchas injusticias. En los últimos 13 años, la Administración Nacional de Electricidad (Ande) ha realizado 43 licitaciones para la construcción y provisión de torres, y solo en 3 participó la industria nacional. Esto debe cambiar”, expresó el mandatario.
Garantizar participación activa
Es por ello que Peña remarcó que el decreto busca corregir las injusticias y desigualdades que viene enfrentado el sector metalúrgico en los últimos años, garantizando a partir de ahora su participación activa en los futuros proyectos de infraestructura.
En la ocasión, el jefe de Estado hizo mención especial a los organismos internacionales, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la Corporación Andina de Fomento (CAF), a modo de que incluyan en sus programas de financiamiento mecanismos que promuevan la participación de la industria nacional en las licitaciones. “La historia nos muestra que los paraguayos ya hemos escrito grandes páginas de esfuerzo e innovación industrial. Es momento de recuperar ese legado y apoyar a nuestros sectores productivos con firmeza y decisión”, agregó.
De esta manera, destacan que el decreto refleja el compromiso del gobierno con la revitalización del sector metalúrgico, promoviendo su desarrollo y asegurando que juegue un rol clave en el crecimiento económico y social de Paraguay. La firma se realizó con presencia de Chico Bogarín como representante del sector y ante todos los presentes.
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Créditos en moneda nacional totalizaron G. 99 billones en julio
Los créditos totales en moneda nacional sumaron G. 99 billones al cierre de julio, según el último informe de indicadores financieros del Banco Central del Paraguay (BCP). De dicha cifra, el 29,37 % corresponde a créditos de consumo, seguido de créditos para el comercio al por mayor con 11,72 % de participación y servicios, con el 11,42 % del total.
Los créditos en moneda nacional continuaron creciendo en julio, con una variación mensual del 0,22 % respecto a junio y 18,02 % versus julio del año pasado, de acuerdo con la banca matriz. Al séptimo mes, el total de los créditos en moneda nacional ascendió a G. 99,01 billones.
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En detalle, los préstamos para consumo fueron los que lideran la lista de participación del total, con G. 29,08 billones, que representan un 29,37 % del total. Este segmento tuvo un crecimiento mensual 3,41 % y en términos interanuales, un 23,37 % frente a julio de 2024.
Sigue en segundo lugar los préstamos para el comercio al por mayor, que sumó en julio G. 11,6 billones, que representan el 11,72 % del total. Según el BCP, los préstamos a este sector decrecieron respecto al mes anterior en un 3,10 %, pero son superiores a los registrados en julio de 2024 en un 7,61 %.
Los créditos para servicios se ubican terceros en el podio con G. 11,3 billones, cifra que se constituye en el 11,42 % del total. Estos créditos aumentaron levemente en términos mensuales, con una variación del 0,94 %. Comparado con julio de 2024, los créditos crecieron 41,5 %.
Los préstamos para la industria sumaron G. 7,9 billones, que forman parte del total en un 8,05 %. Los créditos para este sector cayeron 3,74 % entre junio y julio, pero son superiores en 8,69 % a la cantidad de julio del año pasado.
El comercio al por menor sumó en total G. 7,8 billones en créditos en julio, cifra que dentro del total representa el 7,96 %. Los créditos para este sector se redujeron 1,65 % frente al mes anterior, sin embargo, versus julio de 2024, se observó un incremento del 5,01 %.
La ganadería, por su parte, tuvo créditos por G. 7,39 billones en julio, que representan el 7,47 % del total de créditos en moneda nacional. Frente al mes anterior, se observó una disminución del -0,82%, pero superior en un 2,87 % comparado con julio de 2024.
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Sistema financiero rígido limita el desarrollo industrial, advierte viceministro
El viceministro de Industria, Marco Riquelme, expuso el modelo de financiamiento vigente en Paraguay, y señaló que la falta de flexibilidad constituye uno de los mayores inhibidores para el crecimiento industrial.
Según explicó, mientras en sectores como el comercio y el agro el retorno de capital puede darse en plazos relativamente cortos, la industria necesita un esquema distinto, capaz de comprender los riesgos y plazos que enfrenta.
“En Paraguay la plata no es paciente, el dinero no espera”, manifestó Riquelme a Unicanal. Dijo que esa lógica puede funcionar en operaciones comerciales o agroexportadoras ligadas a commodities, donde los ciclos de compra y venta permiten al empresario liquidar créditos en cuestión de meses.
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Pero en el caso industrial, los flujos de caja son más variables y dependen tanto del tamaño del mercado como del tipo de producto. “Pretender aplicar las mismas reglas al sector fabril es desconocer la naturaleza del negocio”, remarcó.
La consecuencia de esta falta de comprensión es clara, según el viceministro, ya que proyectos que podrían generar valor agregado y empleos terminan frenados por falta de condiciones financieras. Sostuvo que se necesita con urgencia un sistema más sensible a la dinámica del sector privado, con departamentos especializados en evaluar riesgos y en diseñar productos adaptados a las distintas etapas de inversión.
“Un emprendedor debería poder presentar su flujo de caja y que el banco tenga capacidad de analizarlo en profundidad, de sensibilizar los riesgos que está asumiendo y acompañarlo en el proceso, en vez de exigir un retorno inmediato”, subrayó.
El viceministro advirtió que esta limitación se vuelve aún más evidente en un país que tradicionalmente invierte para abastecer al mercado interno. Esa lógica, dijo, condena a las industrias a operar en pequeña escala, con baja productividad y escasa competitividad regional. Sin financiamiento a mediano y largo plazo, es difícil dar el salto hacia niveles de producción que permitan aprovechar plenamente las oportunidades que ofrece el mercado regional e internacional.
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Energías renovables y su potencial para transformar la industria paraguaya
Las energías renovables se posicionan hoy como una potencial solución de cara al desafío que enfrenta la matriz energética del Paraguay de cara al 2030. Con una cantidad importante de recursos naturales que de forma sostenible pueden aprovecharse, el país puede suministrar tanto a la industria como a la ciudadanía de energía a costo competitivo y previsible, según visualizan desde la Asociación Paraguaya de Energías Renovables (APER).
Víctor Giménez, vicepresidente de APER, manifestó que Paraguay debe pasar de ser un exportador de energía eléctrica a bajo costo a utilizar toda su disponibilidad para impulsar la industria e incluso potenciar la matriz energética con fuentes renovables a través de numerosos recursos naturales con los que cuenta.
El desarrollo de las energías renovables en Paraguay, fuera de las hidroeléctricas, aún es lenta, según Giménez, pero con un enorme potencial que puede ser alcanzado con un marco jurídico que abra las puertas a inversiones importantes. Con tal visión mencionó que se fundó APER, con un grupo de pequeñas empresas que impulsaban soluciones solares en comunidades sin acceso a la red eléctrica.
Con el tiempo, el organismo se transformó en un actor de referencia, articulando al sector privado, instituciones públicas y el Congreso en torno a un desafío común: diversificar y modernizar la matriz energética nacional.
De acuerdo con Giménez, existen iniciativas privadas que ya utilizan alternativas energéticas renovables como la energía solar, eólica, biomasa reforestable y biogás. Agregó que las empresas ya comienzan a ser conscientes de las ventajas que aportan las energías alternativas renovables, por lo que subrayó el potencial para la industria.
“Hoy, las iniciativas privadas muestran lo que podría ser el futuro del sector. Una colonia menonita montó un parque solar de 5 megawatts para abastecer a su comunidad. Un frigorífico incorporó paneles para reducir su dependencia de la ANDE. Ingenios azucareros transforman residuos en biogás y electricidad, mientras plantas de chips de madera en el interior generan calor y energía a partir de biomas”, destacó.
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El potencial que espera
El ingeniero Giménez mencionó que, según el Atlas Hidroenergético de Itaipú, se estima que Paraguay puede desarrollar unos 800 megawatts adicionales con pequeñas centrales hidroeléctricas, cuya inversión total se estima en unos USD 3.000 millones. Señaló que el desarrollo de estos proyectos no solo beneficiarían a la matriz energética sino que dinamizarían la economía y los empleos.
“No es solamente construir la presa, acceso de camino, habitacional, el desarrollo que va a traer esta industria de la energía, es algo que realmente no estamos sabiendo medir y no estamos sabiendo aprovechar”, destacó.
Pero más allá del recurso hídrico, el vicepresidente de APER destacó que el país cuenta con una radiación solar “envidiable” que puede generar energía de forma previsible y óptima, teniendo en cuenta las características del verano paraguayo.
El potencial, señaló, es suficiente como para convertir techos de instituciones públicas en verdaderas subestaciones urbanas. A esto se suma la abundancia de biomasa en el sector forestal y agroindustrial, y un potencial aún incipiente en energía eólica.
Oportunidades para mantener sello verde
En la visión de la APER, Paraguay puede convertirse en un polo regional de energías limpias, capitalizando su sello verde para atraer inversiones y acceder a financiamiento climático internacional, pero el desafío ya no se limita a lo técnico, sino que incluye también el ámbito regulatorio e incluso cultural.
“Hoy en día hay una conciencia verde en cada uno. La juventud está apoyando mucho eso. En la eficiencia, había mencionado también que aparte de la energía renovable, usar inteligentemente nuestra energía”, reflexionó.
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Menos dependencia de las hidroeléctricas
Las represas hidroeléctricas del país, si bien siguen siendo un símbolo de energía limpia y renovable que posiciona al país a nivel internacional, enfrenta desafíos cada vez más importantes debido a las sequías, por lo que la diversificación se va imponiendo como una necesidad estratégica.
La dependencia casi total de las represas se sintió con fuerza durante las sequías recientes, que redujeron la producción hidroeléctrica y encendieron la alerta sobre la fragilidad del sistema. Diversificar no es un lujo, sino una necesidad estratégica.
En ese sentido, Giménez señaló que el costo de energía podría ser mucho mayor en un futuro con un saturado sistema eléctrico, por lo que la inclusión de nuevas fuentes de energía renovables es necesaria para garantizar el suministro y mantener el estatus de país con energía verde.
Si bien reconoció que nuevas fuentes de energía renovable podrían implicar un incremento del precio acostumbrado, manifestó que se tiene que tener en cuenta que se pagaría por un servicio ininterrumpido, previsible y sostenible.
La energía renovable en el futuro
Paraguay tiene un desafío a corto plazo: en 2030 se pronostica una saturación del sistema eléctrico. En ese sentido, Giménez auguró que el papel de las energías renovables será protagónico en el próximo quinquenio para soportar el desarrollo industrial que requiere previsibilidad frente a la volatilidad climática.
“Va a abaratar costos y va a garantizar el servicio de energía. Es determinante, de base esencial, y muchas de esas empresas ya se dieron cuenta, por eso están iniciando ese proceso, de laboratorio o de probar, y se dan cuenta que es exitoso, es válido y es financieramente interesante”, manifestó.
¿Qué es necesario para avanzar?
De acuerdo con Giménez, es imperativo avanzar en términos legislativos y reglamentarios hacia una ley que permita que la ANDE no se limite a adquirir la energía más barata, para entonces atraer más capitales para explotar energías renovables.
“Vender energía hoy a la ANDE no representa un negocio. La ANDE hoy está regida por la Ley 2.051, que le exige comprar la más barata, y ninguna de estas energías va a competir con una energía ya amortizada como Itaipú”, sostuvo.
En ese sentido, insistió en que se debe generar conciencia sobre la necesidad de que se debe pagar un poco más por la energía y así establecer un mercado más competitivo e innovador.
“Tenemos que realmente concienciarnos que todo lo nuevo va a costar más, pero va a pagar una garantía, no va a tener cortes, no va a tener una calidad de energía”, sostuvo.
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Motor de desarrollo ¡Feliz Día de la Industria!
Hoy 8 de setiembre, el país celebra a su industria nacional, una que es sinónimo de desarrollo, innovación y oportunidades.
Como cada 8 de setiembre, se conmemora el Día de la Industria Paraguaya, una fecha de celebración para este sector, considerado como motor de la economía, de desarrollo, hoy sinónimo de innovación, sostenibilidad, competitividad y oportunidades.
Es el mensaje que transmite la Unión Industrial Paraguaya (UIP), uno de los gremios más representativos del país con casi 9 décadas de existencia, que pone énfasis en el trabajo y la gente. Porque sin industrias, no hay desarrollo, y sin desarrollo, no habrá verdadero progreso para todos los paraguayos.
“La industria paraguaya es sinónimo de desarrollo, innovación y oportunidades. En esta fecha, celebramos al motor de la economía, generadora de fuentes de trabajo e impulsora de un Paraguay más competitivo y sostenible”, expresa el gremio.
Según datos compartidos por el presidente de la UIP, Enrique Duarte, la industria manufacturera paraguaya es, sin lugar a dudas, un pilar fundamental y un motor clave para el desarrollo socioeconómico del país.
Este sector vibrante emplea a más de 350.000 personas de forma directa, generando estabilidad y oportunidades para miles de familias paraguayas, contribuyendo el 20 % del producto interno bruto (PIB) nacional, demostrando su peso específico y su capacidad de crecimiento sostenido.
“Representa además uno de los sectores más dinámicos en la generación de divisas y valor agregado, al transformar materias primas en productos de calidad, competitivos a nivel internacional y con un importante componente tecnológico”, expresó.
Es así que la competitividad y la infraestructura son factores clave para el mayor crecimiento y desarrollo del sector, que deben ir acompañados de rutas, puertos eficientes, conectividad digital y aérea, y todo lo que permita integrarse plenamente al mundo.
La hidrovía, el Mercosur, las cadenas globales de valor y el acuerdo Mercosur-Unión Europea, son oportunidades que no se pueden desaprovechar, al igual que la sostenibilidad, que es hoy un factor de competitividad global, indicó en su reciente mensaje por el Día de la Industria.
“Con iniciativas originadas en la UIP, como el Sello Verde, avanzamos hacia un modelo productivo responsable y moderno. Sigamos apostando por la circularidad, la innovación, la digitalización, la inteligencia artificial y la robótica, sin olvidar, que nuestro capital humano es, y será siempre el gran protagonista”, remarcó.