La coordinación entre los países del Cono Sur es esencial para enfrentar las barreras comerciales y ambientales impuestas por otros bloques económicos. Foto: Archivo
Unidad del Cono Sur será crucial para enfrentar desafíos globales, sostienen desde el CAS
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Paraguay será sede de la Asamblea Anual de la Asociación Latinoamericana de Industriales Molineros (ALIM) 2024 desde el 27 al 30 de octubre, que contará con el apoyo de varios entes públicos y que prevé la presencia del presidente de la República, Santiago Peña.
Entre los disertantes estará Gabriel Delgado, secretario técnico del Consejo Agropecuario del Sur (CAS), quien hablará sobre “Comercio y Seguridad Alimentaria” en ALIM. En una entrevista reciente, Delgado detalló los desafíos y las oportunidades que enfrenta Paraguay y la región en el campo del comercio agropecuario.
A criterio de Delgado, uno de los temas más urgentes es el Reglamento 1115 de la Unión Europea, que exige que los productos que ingresan a ese mercado estén certificados como libres de deforestación, una medida que afecta directamente a sectores como la ganadería, la soja y la forestación. Aunque esta regulación busca mitigar el impacto ambiental, para Delgado, su implementación puede convertirse en una barrera comercial disfrazada de política ambiental.
“No estamos en desacuerdo con mejorar nuestros sistemas de producción”, aclaró Delgado y agregó que consideran que este tipo de regulaciones indirectamente condicionan las decisiones soberanas de los países del Cono Sur sobre cómo gestionan la producción agrícola. Esta postura refleja la preocupación de los países del CAS (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay), que han expresado su desacuerdo en foros internacionales y ante organismos europeos.
El impacto de estas normativas va más allá del comercio, aseguró. Los pequeños productores de la región serían los más afectados, ya que muchos no cuentan con los recursos para cumplir con los requisitos impuestos por el reglamento europeo. Esto se ve agravado por el hecho de que el sector agrícola del Cono Sur, si bien es uno de los más eficientes a nivel mundial, ya está lidiando con los efectos devastadores del cambio climático, incluyendo sequías e inundaciones.
Paraguay, en particular, se encuentra en una posición interesante. En los últimos años, el país ha registrado un crecimiento impresionante en el sector agrícola, consolidándose como un exportador clave de carne y soja, precisa. La planificación económica ha jugado un papel central en este éxito, con políticas que han permitido mantener un bajo nivel de endeudamiento y un manejo fiscal prudente. “Paraguay ha sido el país que más ha crecido en la región”, afirmó Delgado.
Sin embargo, el camino hacia el futuro no está exento de obstáculos. El cambio climático y la creciente presión de cumplir con regulaciones ambientales más estrictas son dos de los principales desafíos. A pesar de esto, Delgado subrayó que el sector agropecuario es parte de la solución y no del problema: “Somos uno de los sectores más afectados por el cambio climático, pero también somos el único capaz de absorber carbono y contribuir positivamente a la reducción de las emisiones globales”.
El rol del CAS en este contexto es clave. Según Delgado, la coordinación entre los países del Cono Sur es esencial para enfrentar las barreras comerciales y ambientales impuestas por otros bloques económicos. “Tenemos que basar nuestras decisiones en datos científicos y demostrar que nuestras políticas agrícolas también buscan mejorar el ambiente”, comenta. Esto incluye avanzar en biotecnología y trabajar en conjunto en la captura de carbono y otras iniciativas sostenibles.
Finalmente, la unidad del Cono Sur será crucial para enfrentar los desafíos globales. Como recuerda Delgado, “América fue el granero del mundo en tiempos difíciles, y hoy seguimos siendo el único continente exportador neto de alimentos. Es momento de estar juntos y defender nuestros intereses en un mundo cada vez más conflictivo”.
No subestimar la deuda, aun con bajas tasas de interés
Víctor Pavón
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Víctor Pavón (*)
Paraguay se caracteriza por una deuda pública contraída a tasas fijas con tipos de interés bajos. Esto comparado con otros países es una ventaja, aunque la mayor parte de los empréstitos se encuentran en dólares.
Esto último es un riesgo de seguir concentrándose la deuda en la citada moneda, hecho que, es de destacarse, el Gobierno viene tratando de corregir con la diversificación a nuestra moneda, el guaraní. En este momento el endeudamiento llega al 41 por ciento con relación al producto interno bruto (PIB).
El servicio de la deuda con las amortizaciones o pagos de capital, intereses, comisiones y otros se vienen cumpliendo. Sin embargo, se ha llegado a un punto donde el espacio fiscal se ha comprometido.
Por este motivo, se hace necesario cortar con el endeudamiento y cuanto antes mejor. Para empezar se deben dar más incentivos a la inversión privada como las Alianzas Públicas-Privadas con el que ya se cuenta con un régimen normativo. De no procederse de este modo, la imagen y el bajo riesgo país que transmiten una fortaleza nacional tendrá fisuras en su cimiento.
De continuarse con el endeudamiento se terminará inexorablemente por aumentar los impuestos y/o a crear nuevos, contraer cada vez más deudas así como apelar a políticas de emisión monetaria.
Las finanzas públicas, primero, se volverán dependientes de nuevos empréstitos; segundo, los nuevos impuestos o la elevación de los ya existentes afectarán la creación del ahorro interno y; tercero, se perderá la inflación de un solo dígito. Cualquiera de estos casos son dañinos no solo para las finanzas estatales, sino sobre todo para la economía privada, la que crea riqueza real.
Además, el país perderá activos estratégicos claves con los que dispone para atraer el capital nacional y extranjero, como su sistema tributario todavía sencillo y de bajas alicuotas como porcentaje aplicado a la base imponible.
Las políticas de endeudamiento sin reformas profundas provocarán el debilitamiento de los bonos soberanos con relación a los mercados financieros. Se podrán seguir emitiendo deudas, pero los mercados no los compensarán debido a la incertidumbre de los nuevos títulos de deudas.
Se iniciará una “burbuja” sin correspondencia con el pago en tiempo y forma de la deuda porque la economía privada ya no podrá responder a los nuevos requerimientos. Después de todo, es el sector privado el único y verdadero pagador.
Lo expresado aquí en esta nota tiene como objetivo alertar a las autoridades sobre lo que se viene. Deudas sin reformas de fondo es igual a estancamiento y a la caída del crecimiento cuyo correlato se da en el empleo y los salarios reales. El Estado tratará de impedir consecuencias todavía más graves, pero siempre y en todo momento el costo lo paga la población.
(*) Presidente del Centro de Estudios Sociales (CES). Miembro del Foro de Madrid. Miembro del Consejo Internacional de la Fundación Faro. Autor de los libros “Gobierno, justicia y libre mercado”: “Cartas sobre el liberalismo”; “La acreditación universitaria en Paraguay, sus defectos y virtudes” y otros como el recientemente publicado “Ensayos sobre la Libertad y la República”.
El protocolo de paz fue firmado en la Casa Rosada de Buenos Aires y llevó la rúbrica de los cancilleres de Paraguay y de Bolivia, Luis Alberto Riart y Tomás Elío
El Chaco, el territorio que une y separa a dos países
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Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza/Archivo
El 12 de junio de 1935 fue firmado en Buenos Aires el protocolo de paz que dio por terminadas las acciones bélicas que enfrentaron a Paraguay y Bolivia desde 1932. Los historiadores Erasmo González y Herib Caballero Campos cuentan los pormenores de las arduas negociaciones y el contexto en el que se desarrolló el conflicto entre ambos países por la posesión del Chaco Boreal.
Luis Alberto Riart y Tomás Elío, cancilleres de Paraguay y de Bolivia, respectivamente, fueron los encargados de refrendar el documento para poner fin a las hostilidades entre ambas naciones mediterráneas, que se disputaron una salida fluvial al mar y sufrieron la falta del vital líquido durante varios tramos de la contienda, lo que infligió múltiples sufrimientos además de los propios de toda guerra.
A 90 años del histórico acuerdo, se celebra la hermandad entre pueblos que, si bien tienen amplias fronteras en común, en gran parte siguen separados por el gran territorio chaqueño.
ANTECEDENTES
La guerra del Pacífico (1879-1884) cercenó territorialmente a Bolivia y lo despojó de 120.000 km2 de superficie y 400 km de litoral marítimo. Este fue un momento clave que provocó que el Chaco paraguayo entrara en los planes estratégicos del país del altiplano.
En Bolivia, con la pérdida de su costa sobre el océano Pacífico en la guerra que tuvo contra Chile, desplazaron hombres para irrumpir en el Chaco fundando fortines, al tiempo que los tratados se realizaban, pero no se solucionaron las diferencias territoriales.
“Las incursiones generaron tensiones al punto de que en febrero de 1927 es muerto en el fortín Sorpresa el teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva. A partir de ese episodio el conflicto contra Bolivia se desarrolló en un ambiente en el que amplios sectores de la ciudadanía paraguaya reclamaban mayor presencia del Estado paraguayo en el Chaco. Desde el llamado a la movilización en diciembre de 1928 luego del ataque de tropas paraguayas al fortín Vanguardia, donde los bolivianos fueron desalojados, la crisis diplomática afloró con la expulsión de sus respectivos representantes diplomáticos que cumplían funciones en ambos países”, explica Erasmo González, doctor en historia.
El 23 de octubre de 1931, registrado como un ícono del reclamo ciudadano por la protección del Chaco, quedó en la memoria por la masacre de manifestantes estudiantiles en los jardines del Palacio de Gobierno, que estaba ocupado entonces por el presidente José P. Guggiari.
SIGILO
“Lo sucesivos gobiernos paraguayos venían realizando una prudente campaña de reforzar y dotar de mayor armamento al Ejército, que se inició con las reformas realizadas por el presidente Eligio Ayala. Durante su gobierno se mandaron comprar armas e incluso las dos cañoneras adquiridas de Italia: El Paraguay y el Humaitá”, indica González.
“En los últimos años han sido varias las investigaciones históricas académicas que han permitido comprender el esfuerzo del Estado paraguayo para armar al país. Efectivamente, sin un préstamo internacional se pudo comprar armamento moderno y capacitar a los jefes y oficiales para enfrentar el conflicto a partir de los planes consensuados entre el Gobierno y los jefes del Ejército en agosto de 1924”, explica, por su parte, el historiador Herib Caballero Campos.
A pesar de estos esfuerzos, en comparación con el despliegue boliviano Paraguay se encontró con una preparación un tanto menor en efectivos y en armamento para el inicio de las hostilidades.
EL AGUA Y EL GUARANÍ
“La contienda se inició con la toma boliviana en Pitiantuta, casi al mismo tiempo en que el doctor Eusebio Ayala asumía la Presidencia. Era una etapa difícil e incierta, pero el presidente tuvo el tino de apostar por José Félix Estigarribia para el mando del Ejército. La estrategia del comando paraguayo de llevar la guerra al interior de la región chaqueña fue fundamental. Los bolivianos incursionaron en un territorio adverso por las condiciones naturales del territorio, alejados de donde existía agua; además, considerablemente lejos de su puesto logístico”, refiere González.
“La utilización del idioma guaraní por orden general del comandante Estigarribia fue estratégica para comunicarse y despistar a los enemigos con códigos que los jefes oficiales y los soldados paraguayos podían entender. Además, servía para identificarse entre paraguayos si se encontraban en un lugar determinado, evitando confusiones que podían llevar al enfrentamiento entre los mismos”, agregó.
UNIDAD Y ESTABILIDAD
La primera mitad del siglo XX en Paraguay se caracterizó por un sinfín de tragedias internas a consecuencia de la inestabilidad política con revoluciones, golpes de Estado, exilios, atropellos, proscripciones y muerte. La hegemonía liberal había arrancado en 1904, pero tanto los conflictos dentro del propio partido de gobierno como las confrontaciones con la oposición impedían el desarrollo de un proyecto nacional.
“En el contexto de la guerra se había generado una tregua política. Según se estableció por leyes aprobadas por el Congreso, se reprimió a los sectores socialistas y comunistas que eran antiguerreristas, pues consideraban que la guerra del Chaco era una guerra imperialista. Asimismo, importantes jefes políticos de los dos partidos tradicionales se movilizaron o apoyaron al gobierno de Eusebio Ayala”, señala Caballero Campos.
“El territorio chaqueño no conoció diferencias políticas entre los combatientes paraguayos. Diferentes sectores de la sociedad acudieron al llamado: campesinos, obreros, estudiantes y con ellos artistas, poetas, intelectuales, choferes, deportistas, enfermeras y médicos. Con ese esfuerzo mancomunado se pudo sobrellevar la guerra con el acompañamiento de las mujeres, que realizaron diferentes actividades tanto en retaguardia como en el frente. Se destaca la labor de las madrinas de guerra como apoyo emocional para el soldado combatiente”, explica González.
A renglón seguido, destacó la unidad que se logró en el Paraguay durante la guerra a pesar de las diferencias que lo separaban anteriormente.
Erasmo González, historiador
“En general hubo un gran acompañamiento. Las personas hacían donaciones para las viudas y huérfanos de guerra; la Legión Civil Extranjera, conformada por miembros del comercio y la industria que eran de origen extranjero, colaboró con varias acciones para paliar las necesidades más urgentes. La Junta Nacional de Aprovisionamiento era una entidad gestionada por el Estado con fuerte colaboración de sectores privados, que proveían los alimentos básicos a las familias de los soldados combatientes que no tenían otros recursos para subsistir. La Cruz Roja Paraguaya, liderada por el Dr. Andrés Barbero, donó un avión ambulancia, así como también realizaron varias actividades para recaudar fondos, como el partido de fútbol en Buenos Aires en el que jugó Arsenio Erico, que finalmente fue fichado por el Independiente de Avellaneda”, citó Caballero Campos.
El esfuerzo de la guerra insumía ingentes recursos humanos y materiales, por lo que el armisticio fue celebrado en ambos bandos
VÍA DIPLOMÁTICA
En el contexto de una guerra con fuertes bajas para ambos bandos, la vía diplomática no estuvo clausurada. Esto a pesar de que Paraguay fue sancionado por la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) por haber sido declarado país agresor.
“El grupo mediador liderado por el gobierno argentino del general Juan B. Justo fue el impulsor de abrir una negociación con el apoyo de los demás gobiernos de la región, pero el último actor clave en sumarse y muy necesario fue el gobierno del Brasil, cuyo presidente Getulio Vargas visitó Buenos Aires en mayo de 1935, dando su acuerdo para que se impulse un alto al fuego en el infierno verde del Chaco”, comenta Caballero.
“De una posición defensiva en los primeros meses del conflicto, Paraguay pasó a la ofensiva en 1934 logrando recuperar territorios que los bolivianos fueron ocupando. Para 1935 ya había cruzado el río Parapití. Sin embargo, no debemos olvidar que todo esto significó sacrificios humanos de padecimientos por sed, pestes, heridas, traumas emocionales, muerte y angustia por la distancia de los seres queridos. Para 1935 los recursos se extremaron. Cada día de combate representaba un gran costo para el país, por lo que la gestión diplomática también fue ardua”, apunta González.
En este sentido, fue destacado el rol del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas en el contexto de las negociaciones diplomáticas, quien fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por su mediación en este conflicto y por haber inspirado un tratado antibélico que lleva su nombre.
RUMBO AL PROTOCOLO DE PAZ
“Las negociaciones comenzaron en mayo de 1935. Primeramente, el grupo mediador se reunía con cada canciller por separado. El Paraguay desde un principio estaba conteste en general con los términos del documento propuesto por los mediadores, pero Bolivia pretendía esperar el resultado de su contraofensiva, que fue detenida exitosamente por el Ejército paraguayo en la batalla de Ingavi, el 8 de junio de 1935. En ese sentido, ya el 11 se anunciaba en los medios de prensa asuncenos que se había acordado entre los países un alto al fuego, pero se estaban aún ultimando los detalles del documento final”, explica Caballero Campos.
De su parte, González subraya que el protocolo se firmó en un momento en el que ya no se podía continuar con la guerra por la dificultad para obtener recursos y el agotamiento de los combatientes. Por ello, de alguna forma la firma del protocolo de paz del 12 de junio era el camino obligatorio.
“Ya en los últimos meses de la guerra, el cansancio, la hostilidad de la naturaleza en el alto Chaco, el revés en las estribaciones andinas hicieron que la mayoría de la tropa paraguaya ya se encuentre agotada y agobiada, según se puede deducir de varios testimonios. Además, las arcas del Estado paraguayo ya estaban exhaustas luego de casi tres años de guerra. Por ello, el alto al fuego al mediodía del 14 de junio de 1935 (día en que se festeja la Paz del Chaco en Bolivia) fue celebrado por todos los combatientes, pues era algo que se anhelaba en ambos ejércitos ”, agrega Caballero Campos.
Herib Caballero Campos, historiador
En agosto de 1935 se realizó el desfile de la victoria en Asunción, pero el país estaba con una economía extenuada, con la producción mayormente a cargo de ancianos, niños y mujeres. Todo esto fue terreno fértil para que afloren de nuevo las desavenencias, los golpes de Estado, revoluciones, persecuciones e inestabilidad política.
ACUERDO FINAL
El Tratado de Paz, Amistad y Límites definitivo se rubricó el 21 de julio de 1938. El documento final fue firmado por Cecilio Báez y José Félix Estigarribia por Paraguay, y Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot por Bolivia. El acuerdo fue refrendado por un referéndum, que se realizó el 15 de agosto de ese año y tuvo una aprobación del 91 %.
En octubre de 1938, en cumplimiento de una de las cláusulas del tratado, se abrió una Comisión Mixta Demarcadora de Límites para señalizar la frontera en el terreno, que dio por concluidas sus tareas en 2007.
Por ello, recién en abril de 2009, con firma de Evo Morales por Bolivia y de Fernando Lugo por Paraguay, se oficializó el acta de cumplimiento y ejecución del mencionado tratado.
BARRERA
A poco de cumplirse el centenario de esta epopeya, la más grande del siglo pasado en el continente, que dejó cerca de 100.000 bajas, el vínculo entre ambos países sigue en parte separado por aquel territorio hostil.
“Evidentemente el Chaco hasta hoy en día es una barrera para que se dé ese relacionamiento más cercano entre bolivianos y paraguayos. Hoy la ruta Bioceánica es una oportunidad para mejorar esa integración, pero el Chaco aún hoy es un territorio despoblado, con muchas carencias y una necesidad de recibir políticas públicas que aseguren la educación, la salud y la movilidad a las poblaciones chaqueñas, tanto originarias como a las demás que habitan dicho territorio”, concluyó Caballero Campos.
La Unión de Gremios de la Producción (UGP) sigue poniendo en tela de juicio las multas que quiere imponer la Unión Europea (UE) en caso de no cumplir con las exigencias establecidas en el marco del Reglamento 1115. Foto: Archivo
Reglamento 1115 de la UE: ¿ambientalismo o proteccionismo?, esto dice UGP
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La Unión de Gremios de la Producción (UGP) sigue poniendo en tela de juicio las multas que quiere imponer la Unión Europea (UE) en caso de no cumplir con las exigencias establecidas en el marco del Reglamento 1115.
Para el gremio, las medidas que quieren imponer son irracionales y solo buscan bajar el precio de la soja paraguaya, de altísima calidad. Cuestionan la categoría de riesgo estándar que le asignó la UE a Paraguay, que implica mayores controles y auditorías sobre las exportaciones, a diferencia de países como China, EE. UU. e India, que tienen altos niveles de emisión de gases de efecto invernadero.
En su boletín semanal, el gremio realizó un análisis sobre qué es lo que podría impulsar al mercado europeo avanzar con este reglamento, y poner trabas a nuestro país, al igual que a Argentina, Brasil y Rusia.
Historia
Hugo Jiménez de Recalde recordó que hasta inicios de 1800, las cédulas reales eran documentos oficiales del Antiguo Régimen europeo, donde la corona comunicaba a las autoridades locales la voluntad real sobre diversos asuntos políticos, organizativos y administrativos. Estas disposiciones no se discutían, se imponían.
Ante los abusos de poder de la Corona y la expoliación de las colonias americanas, el proceso de emancipación de España y la constitución de repúblicas independientes dieron lugar a un cambio radical en el mapa del Nuevo Mundo. La primera nación latinoamericana en independizarse —en este caso de Francia— fue Haití, en 1804. Le siguieron Paraguay (1811), Argentina (1816), Chile (1818), Perú (1821), Ecuador (1822), Brasil (1822), Bolivia (1825) y otras.
“Hace unos días, como reeditando aquellas decisiones imperiales, la UE-27 publicó la lista de países proveedores de bienes agropecuarios y forestales, junto con sus respectivas clasificaciones de riesgo”, expresó.
Luego, mencionó que en la categoría de bajo riesgo fueron incluidos Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, India, China, Chile y Uruguay, entre otros. Argentina, Brasil y Paraguay fueron colocados en la categoría de riesgo estándar o medio, mientras que Rusia fue clasificada como país de riesgo alto.
Afirmó que esta clasificación se basa en criterios como la tasa de deforestación o degradación forestal, la expansión de tierras agrícolas y la tendencia de producción de materias primas y productos relevantes. En consecuencia, el Imperio Europeo, bajo el pretexto de “cuestiones ambientales”, disfraza su espíritu proteccionista y lo transforma en un argumento ambiental.
Luego, expuso que la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), una fuente respetada y confiable en el mundo entero, presenta una amplia colección de trabajos sobre áreas de producción, población, emisiones de CO₂ y gases de efecto invernadero. Allí se pueden explorar las emisiones de numerosos países y regiones, de dónde provienen, cómo evolucionarán en el tiempo y qué factores las impulsan.
Finalmente, precisó que para poner algún criterio objetivo en la comparación de emisiones, deben considerarse múltiples métricas: emisiones anuales por país, emisiones por persona, contribuciones históricas y si se ajustan o no a los bienes y servicios comercializados.
“Ante la necesidad de producción de alimentos para una población cada vez más numerosa, y el papel de las naciones para enfrentar este desafío consagrado en el ODS 2, conocido como “Hambre Cero”. Este objetivo busca poner fin al hambre, lograr la seguridad alimentaria, mejorar la nutrición y promover una agricultura sostenible. Busca, en definitiva, asegurar que todas las personas tengan acceso a alimentos suficientes y nutritivos durante todo el año, especialmente los más vulnerables”, aseveró.
Embajada de Israel destaca apoyo del presidente Peña ante crisis con Irán
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La Embajada de Israel en Paraguay emitió un comunicado oficial este viernes en el que respalda la reciente operación militar lanzada por su país contra objetivos nucleares en Irán, argumentando que se trata de una acción preventiva ante una amenaza “clara, creciente e inminente” contra la existencia delEstado israelí.
“Israel actúa ante una amenaza nuclear que pone en riesgo su existencia”, afirmó el embajador Amit Mekel, al tiempo de subrayar que el objetivo de la operación es neutralizar las capacidades militares del régimen iraní relacionadas con el desarrollo de armas nucleares.
En el comunicado, se recuerda que el liderazgo iraní ha manifestado en reiteradas ocasiones su intención de eliminar a Israel, a la par de avanzar con un extenso programa nuclear, al que califican de clandestino y militar. “No podemos permitir que el régimen iraní tenga un arma nuclear”, sostuvo un portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF), citado en el mensaje oficial.
Según datos provistos por el Estado israelí, Irán habría acumulado suficiente uranio enriquecido como para fabricar más de nueve bombas atómicas, una tercera parte de ese material producida en apenas tres meses. Israel asegura que estos avances se dan incluso en paralelo a negociaciones diplomáticas, lo que, a su entender, deja en evidencia “la mala fe y las verdaderas intenciones” del gobierno iraní.
“El ritmo acelerado del desarrollo nuclear iraní representa una amenaza inmediata que Israel no puede ignorar”, añade el comunicado, que destaca que la operación militar es de carácter “preciso y limitado”, dirigida exclusivamente a instalaciones estratégicas y componentes vinculados al programa nuclear iraní. También aclara que se han tomado todas las precauciones posibles para evitar daños colaterales a la población civil.
Finalmente, la Embajada de Israel en Paraguay expresó su “profundo agradecimiento” al presidente de la República, Santiago Peña, y al Gobierno nacional por el “firme respaldo y solidaridad” con el Estado de Israel en este contexto de crisis regional.