Hoy 15 de octubre se celebra el Día Internacional de las Mujeres Rurales, un segmento clave arraigado de la cultura paraguaya, que a nivel local se remonta desde la época de la Gran Guerra del Paraguay, por liderar las actividades cotidianas. El segmento fue crucial también para el proceso de la inclusión financiera del país.
Al respecto, la consejera del Crédito Agrícola de Habilitación (CAH), Clara Domínguez, menciona a este medio que el rol de la mujer rural en Paraguay es esencial en múltiples dimensiones; la productiva, económica, social y cultural. Su participación es clave en actividades agrícolas, en la economía familiar, y en la conservación de saberes.
“La mujer rural es fundamental para la soberanía alimentaria, el desarrollo sostenible y la cohesión social en Paraguay. Su empoderamiento, especialmente a través de proyectos financieros y tecnológicos, puede transformar no solo sus vidas, sino también las de sus comunidades”, expresó al diario La Nación/ Nación Media.
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Alta participación de mujeres
En este contexto, comentó que las mujeres emprendedoras aumentaron en gran medida en los últimos años y el financiamiento para estas, lo cual se visibiliza a través de la cartera de créditos de la institución. El segmento tiene una alta participación, del 45 % de los G. 716.000 millones otorgados a un total de 95.000 titulares clientes.
Como parte de las acciones para fomentar esta participación, el Crédito Agrícola tiene firmados convenios con varias instituciones como el Ministerio de la Mujer, a más de estrategias articuladas ofreciendo soluciones financieras acordes a las necesidades.
Para ello, cuentan con productos orientados al empoderamiento de la mujer como; Mujer emprendedora, Turismo Rural, Banca comunal (asociación de mujeres), Kuña ñamombarete Hagua (créditos con fondo de garantía de la AFD) entre otros, indicó la consejera.
Con estos productos se busca otorgar a las mujeres rurales el capital necesario para iniciar su actividad productiva, y en otros casos, fortalecer su actividad de renta con financiamientos mayores y que requieren un mayor nivel de formalización, logrando así un crecimiento económico de las mismas y sus familias.
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Ventajas comparativas
De esta forma, el CAH acompaña el desarrollo de los productores de la agricultura familiar y de los microemprendedores, como una de las entidades financieras estatales más antiguas al tener vigencia ininterrumpida de más de 80 años. Lo interesante de los productos con que cuenta, es que todos tienen un rango de tasas de interés que van del 1 al 1,5 % mensual y sobre el saldo.
Los clientes acceden a créditos con significativas ventajas comparativas, con condiciones que buscan adaptarse a la dinámica de cada segmento atendido a través de los distintos productos financieros, cuyos requisitos son mínimos. Si bien, el CAH históricamente se focalizó en el sector productivo y rural, con los años supo diversificarse.
Pero al comprender que las mujeres tenían un gran protagonismo en las diversas actividades, la institución diseñó el producto Mujer Emprendedora, orientado específicamente a las mujeres rurales que cuentan con algún emprendimiento económico en desarrollo.