El experto chileno en materia de emprendedurismo y presidente de Cambridge Business Association, Guillermo Ramírez, brindó una serie de recomendaciones acerca de tipos de programas acordes para que tanto emprendedores y microempresarios puedan adherirse a la formalización.
Si bien, ya existen muchas iniciativas a nivel local, sigue existiendo una validación de la informalidad, con cierto grado de una competencia desleal, porque se tiende a ver a que la formalidad aprieta los márgenes entre el ingreso y los costos fijos.
“La burocracia sigue siendo engorrosa para formalizarse, es lento todo el papeleo y eso desincentiva. Pero el mejor retorno de la inversión, es la educación, y si eso no está llegando a través de las campañas, es probable que sean ineficientes o que no estén actualizadas con conocimientos prácticos”, expresó durante un reciente foro sobre el sector en el país.
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¿Días contados?
Porque si el emprendedor no entiende conceptos básicos para llegar al punto de equilibrio entre costos e ingresos, o del margen bruto, o cómo deducir impuestos, tiene sus días contados. Es así que la recomendación de Ramírez es propiciar cursos de calidad cortos y en términos coloquiales de la solución para la gestión financiera.
“Lo que pudo haber pasado, de que la informalidad esté perpetuando, es que la calidad de la educación a la que se tiene acceso hoy en programas acotados puede ser perfectible, es decir, todavía hay una brecha”, acotó el experto de Cambridge.
Ramírez sugirió que para mover a los emprendedores a la oficialidad o formalización, el primer incentivo es el financiero, que vuelve a subdividirse en lo impositivo, así como en los costos fijos. Este último es donde se debe lograr la viabilidad para contratar más personal capacitado, que permita seguir creciendo y que cuente con una protección legal.
Otro de los incentivos que se puede explotar es la expansión o mediante las instituciones qué se puede ofrecer como beneficio por hacerse formal, que son las soluciones que por lo general no llegan a todo el ecosistema emprendedor.
Hacer medible el impacto
“Si como emprendedor permanezco en el estado de la informalidad porque es lo que conozco como mi única realidad, difícilmente le voy ver las bondades de la formalización porque lo voy a traducir a costos”, ejemplificó Ramírez.
Es ahí que como autoridades y sector privado, hay que lograr que los propios emprendedores puedan medir el impacto de ser formal, por decirlo en un año sin que quede solo en palabras. Será más fácil transmitir el mensaje si es medible, a que quede como una simple campaña política, de modo a disminuir el 64 % de la informalidad latente en Paraguay, acotó.
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