Los especialistas en energía, Victorio Oxilia Dávalos (Paraguay) y Boris Santos Gómez Úzqueda (Bolivia), presentarán próximamente un documental titulado “Paraguay y la transición energética”, que está enfocado en el uso eficiente de la electricidad en Paraguay la industria “verde” más importante de Latinoamérica, las perspectivas para la construcción sostenible, la electromovilidad y el futuro de la generación solar.
“El documental será pieza fundamental en acompañar el éxito de Paraguay desde la perspectiva estrictamente de la energía como complemento del desarrollo y sostenibilidad”, dijo Victorio Oxilia. Por su parte, Gómez Úzqueda subrayó que “Paraguay es ejemplo latinoamericano de disrupción, innovación y perspectiva a futuro en una competitiva industria como la energía”.
Con auspicio de la Universidad Nacional de Asunción y varias firmas privadas paraguayas, ambos expertos en temas energéticos entrevistaron a empresarios, líderes de la industria, expertos, jóvenes, emprendedores y conocedores que buscan mostrar un Paraguay próspero y resiliente, como nueva estrella del Mercosur.
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Victorio Oxilia Dávalos, PhD en Energía, profesor investigador de Facultad Politécnica de Universidad Nacional de Asunción, exsecretario ejecutivo del organismo Latinoamericano de Energía, miembro del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología del Paraguay hizo un recorrido por el país mostrando las fortalezas y oportunidades y desafíos de una industria tan competitiva como la energética.
Para ese fin, Oxilia invitó a su colega de la industria Boris Santos Gómez Úzqueda, MBA, autor del libro sobre industria energética “Señor Chairman”, expresidente de compañías eléctricas y expresidente del comité boliviano de la Comisión Integración Energética Regional de Latinoamérica y el Caribe, a hacer un recorrido por empresas e iniciativas energéticas de Asunción y en Ciudad del Este.
“El recorrido fue realizado en un intenso documental, primera vez que se realiza uno de esa envergadura en el país (2 horas), enseñando al público latinoamericano sobre avances y proyectos de la industria”, expresa un comunicado de prensa de sus realizadores. La matriz energética de Paraguay en 2025 se caracterizará por la aprobación de una nueva política energética nacional con miras al 2050.
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Itaipú alcanzó un nuevo récord de producción acumulada desde 1984
El viernes 5 de setiembre, a las 18:54, la Central Hidroeléctrica Itaipú (CHI) alcanzó el hito histórico de 3.100 millones de megavatios-hora (MWh) producidos desde el inicio de sus operaciones en 1984. Este logro consolida el liderazgo de la empresa binacional en la generación de energía limpia y renovable, y en el desarrollo sostenible de Paraguay y Brasil.
Esta cantidad de energía sería suficiente para abastecer a todo el mundo durante 44 días; al Paraguay por 140 años; y al Brasil durante 6 años y 1 mes. En términos prácticos, esta producción de energía de la binacional representa un volumen capaz de satisfacer la demanda de países enteros, dinamizar industrias, iluminar ciudades y transformar vidas.
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La nueva cifra en la producción no es solo una estadística, refleja décadas de trabajo colaborativo entre paraguayos y brasileños, innovación tecnológica y compromiso con el medio ambiente. El 10 de marzo de 2024, hace un año y medio, Itaipú registró la producción de 3.000 millones de MWh. Si se mantiene este mismo ritmo por cada 100 millones de MWh, se estima que la usina alcanzará los 4.000 millones de MWh en 13 años y medio, es decir, en 2039.
Itaipú comenzó a generar energía el 5 de mayo de 1984. Tardó 17 años en alcanzar sus primeros 1.000 millones de MWh, en junio de 2001. Once años y dos meses después, en agosto de 2012, la hidroeléctrica alcanzó los 2.000 millones de MWh. Y nuevamente, tras 11 años y 7 meses, logró la producción de 3.000 millones de MWh.
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Energías renovables y su potencial para transformar la industria paraguaya
Las energías renovables se posicionan hoy como una potencial solución de cara al desafío que enfrenta la matriz energética del Paraguay de cara al 2030. Con una cantidad importante de recursos naturales que de forma sostenible pueden aprovecharse, el país puede suministrar tanto a la industria como a la ciudadanía de energía a costo competitivo y previsible, según visualizan desde la Asociación Paraguaya de Energías Renovables (APER).
Víctor Giménez, vicepresidente de APER, manifestó que Paraguay debe pasar de ser un exportador de energía eléctrica a bajo costo a utilizar toda su disponibilidad para impulsar la industria e incluso potenciar la matriz energética con fuentes renovables a través de numerosos recursos naturales con los que cuenta.
El desarrollo de las energías renovables en Paraguay, fuera de las hidroeléctricas, aún es lenta, según Giménez, pero con un enorme potencial que puede ser alcanzado con un marco jurídico que abra las puertas a inversiones importantes. Con tal visión mencionó que se fundó APER, con un grupo de pequeñas empresas que impulsaban soluciones solares en comunidades sin acceso a la red eléctrica.
Con el tiempo, el organismo se transformó en un actor de referencia, articulando al sector privado, instituciones públicas y el Congreso en torno a un desafío común: diversificar y modernizar la matriz energética nacional.
De acuerdo con Giménez, existen iniciativas privadas que ya utilizan alternativas energéticas renovables como la energía solar, eólica, biomasa reforestable y biogás. Agregó que las empresas ya comienzan a ser conscientes de las ventajas que aportan las energías alternativas renovables, por lo que subrayó el potencial para la industria.
“Hoy, las iniciativas privadas muestran lo que podría ser el futuro del sector. Una colonia menonita montó un parque solar de 5 megawatts para abastecer a su comunidad. Un frigorífico incorporó paneles para reducir su dependencia de la ANDE. Ingenios azucareros transforman residuos en biogás y electricidad, mientras plantas de chips de madera en el interior generan calor y energía a partir de biomas”, destacó.
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El potencial que espera
El ingeniero Giménez mencionó que, según el Atlas Hidroenergético de Itaipú, se estima que Paraguay puede desarrollar unos 800 megawatts adicionales con pequeñas centrales hidroeléctricas, cuya inversión total se estima en unos USD 3.000 millones. Señaló que el desarrollo de estos proyectos no solo beneficiarían a la matriz energética sino que dinamizarían la economía y los empleos.
“No es solamente construir la presa, acceso de camino, habitacional, el desarrollo que va a traer esta industria de la energía, es algo que realmente no estamos sabiendo medir y no estamos sabiendo aprovechar”, destacó.
Pero más allá del recurso hídrico, el vicepresidente de APER destacó que el país cuenta con una radiación solar “envidiable” que puede generar energía de forma previsible y óptima, teniendo en cuenta las características del verano paraguayo.
El potencial, señaló, es suficiente como para convertir techos de instituciones públicas en verdaderas subestaciones urbanas. A esto se suma la abundancia de biomasa en el sector forestal y agroindustrial, y un potencial aún incipiente en energía eólica.
Oportunidades para mantener sello verde
En la visión de la APER, Paraguay puede convertirse en un polo regional de energías limpias, capitalizando su sello verde para atraer inversiones y acceder a financiamiento climático internacional, pero el desafío ya no se limita a lo técnico, sino que incluye también el ámbito regulatorio e incluso cultural.
“Hoy en día hay una conciencia verde en cada uno. La juventud está apoyando mucho eso. En la eficiencia, había mencionado también que aparte de la energía renovable, usar inteligentemente nuestra energía”, reflexionó.
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Menos dependencia de las hidroeléctricas
Las represas hidroeléctricas del país, si bien siguen siendo un símbolo de energía limpia y renovable que posiciona al país a nivel internacional, enfrenta desafíos cada vez más importantes debido a las sequías, por lo que la diversificación se va imponiendo como una necesidad estratégica.
La dependencia casi total de las represas se sintió con fuerza durante las sequías recientes, que redujeron la producción hidroeléctrica y encendieron la alerta sobre la fragilidad del sistema. Diversificar no es un lujo, sino una necesidad estratégica.
En ese sentido, Giménez señaló que el costo de energía podría ser mucho mayor en un futuro con un saturado sistema eléctrico, por lo que la inclusión de nuevas fuentes de energía renovables es necesaria para garantizar el suministro y mantener el estatus de país con energía verde.
Si bien reconoció que nuevas fuentes de energía renovable podrían implicar un incremento del precio acostumbrado, manifestó que se tiene que tener en cuenta que se pagaría por un servicio ininterrumpido, previsible y sostenible.
La energía renovable en el futuro
Paraguay tiene un desafío a corto plazo: en 2030 se pronostica una saturación del sistema eléctrico. En ese sentido, Giménez auguró que el papel de las energías renovables será protagónico en el próximo quinquenio para soportar el desarrollo industrial que requiere previsibilidad frente a la volatilidad climática.
“Va a abaratar costos y va a garantizar el servicio de energía. Es determinante, de base esencial, y muchas de esas empresas ya se dieron cuenta, por eso están iniciando ese proceso, de laboratorio o de probar, y se dan cuenta que es exitoso, es válido y es financieramente interesante”, manifestó.
¿Qué es necesario para avanzar?
De acuerdo con Giménez, es imperativo avanzar en términos legislativos y reglamentarios hacia una ley que permita que la ANDE no se limite a adquirir la energía más barata, para entonces atraer más capitales para explotar energías renovables.
“Vender energía hoy a la ANDE no representa un negocio. La ANDE hoy está regida por la Ley 2.051, que le exige comprar la más barata, y ninguna de estas energías va a competir con una energía ya amortizada como Itaipú”, sostuvo.
En ese sentido, insistió en que se debe generar conciencia sobre la necesidad de que se debe pagar un poco más por la energía y así establecer un mercado más competitivo e innovador.
“Tenemos que realmente concienciarnos que todo lo nuevo va a costar más, pero va a pagar una garantía, no va a tener cortes, no va a tener una calidad de energía”, sostuvo.
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El estímulo: diminuto paquete de energía que nos movimenta
- Por el Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
- jzaratelazaro@gmail.com
El inicio de todo movimiento requiere de un estímulo. Tú automóvil podrá tener el motor más poderoso y el tanque de combustible a full, pero no se pondrá en movimiento sin el estímulo de la chispa que genera con el encendido.
Para que podamos movernos nos hace falta ese mismo estímulo.
Podremos tener mucha energía un corazón fuerte y una mente prodigiosa, pero no se moverá en ninguna dirección mientras no reciba el estímulo que genere dicho movimiento.
En las organizaciones ocurre lo mismo. Difícilmente podría moverse en una dirección determinada, hasta que no exista un estímulo específico que brinde a su gente la energía necesaria.
El estímulo pone en marcha el movimiento. Es por ello que en el ámbito de los negocios concentramos nuestra atención en los grandes temas como productividad, calidad de servicio, cantidad de personal, erogación en salarios, logística, etc., relacionados entre sí con la forma en que usamos la energía.
En diversos aspectos de nuestras vidas y también dentro del ambiente laboral, muchas veces ignoramos el impacto de uno o varios estímulos, concentrando más bien nuestra atención en cómo gastamos la energía, y no qué es o qué lo pone en movimiento.
Todas nuestras decisiones, acciones, conductas y comunicaciones son el resultado de los estímulos que recibimos y de los movimientos que ello genera.
Cualquiera sea la frase utilizada, es un estímulo lo que genera el movimiento que nos lleva a cruzarnos de brazos, colocándonos en una actitud defensiva.
Todas las comunicaciones tienen su origen en un estímulo o conjunto de estímulos específico,aplicándose lo mismo a nuestra conducta.
Como seres humanos, también nos permitimos responder automáticamente a estímulos específicos. Cada vez que detectamos, interpretamos y reaccionamos a un nuevo estímulo, nos condicionamos a reaccionar.
No podríamos tener un buen desempeño si todas las mañanas pensáramos en cómo atarnos el cordón de los zapatos o cómo conducir nuestro automóvil, o qué camino tomamos para ir a la oficina.
Los estímulos, aunque son necesarios, para el aprendizaje se convierten en redundantes cuando la respuesta debe repetirse una y otra vez.
La clave para el éxito está en lograr un cuidadoso equilibrio entre el uso de respuestas automáticas vitales que se requieren para sobrevivir y el uso de respuestas más complejas con un mejor análisis.
Nuestro cerebro es muy bueno para poder detectar problemas, habiendo sido programado desde tiempos inmemorables para hacerlo, sin embargo, es deficiente a la hora de crear soluciones.
No solo es importante la manera en la que seleccionamos los estímulos, sino que, para que el factor estímulo comience a funcionar para nosotros, debemos desarrollar un conocimiento profundo de nuestros sentimientos, emociones y del espíritu arraigado en nosotros que nos impulsan hacia adelante en respuesta a los estímulos seleccionados.
Para que podamos cambiar nuestro comportamiento, hace falta un cambio en los estímulos. Muchas veces repetimos los mismos estímulos sin ser consciente de que no están teniendo ningún impacto en la generación de la respuesta deseada.
Los estímulos ineficaces para que podamos lograr la respuesta deseada también están presentes en nuestros trabajos.
Podría por ejemplo llegar a los funcionarios de parte de la alta gerencia una exportación de hacer esfuerzos para reducir gastos en viajes, horas extras, y otras erogaciones que puedan ser recortadas o eliminadas.
Se trata de un estímulo destinado a motivar al personal para que puedan avanzar hacia una mayor racionalización de gastos operativos y administrativos.
No solo tenemos que cambiar los estímulos que utilizamos para motivar a los demás, sino también los que usamos para motivarnos a nosotros mismos.
Una vida sin estímulos sería como estar en una habitación encerrados a oscuras a prueba de ruido por el resto de nuestras vidas, sin tener contacto alguno con el exterior.
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Transición energética: Paraguay busca inversión privada para sostener crecimiento eléctrico
En el segundo episodio del documental Paraguay y la Energía, Boris Santos Gómez Úzqueda consultor y expresidente de compañías eléctricas en Bolivia, junto a Victorio Oxilia Dávalos, exsecretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y profesor de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) hablaron en un mano a mano sobre el futuro del sector eléctrico paraguayo.
Entre los temas abordados estuvieron el avance de los vehículos eléctricos, el desarrollo de proyectos de energía solar y eólica, el rol estratégico de Itaipú como generador regional y la necesidad de promover construcciones sostenibles con tecnologías de eficiencia y domótica. También se analizó el potencial del hidrógeno verde y el impacto que tendrán la inteligencia artificial y los centros de datos en la demanda eléctrica.
La conversación puso énfasis en la urgencia de un marco regulatorio que acompañe la generación distribuida, de manera que los consumidores puedan convertirse también en productores de energía. Para Oxilia y Santos, el gran reto será sostener la confiabilidad del sistema eléctrico ante un aumento exponencial de la demanda, impulsado por la movilidad eléctrica, la digitalización y la llegada de centros de datos.
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Otro punto central fue el financiamiento. Según se señaló, el sistema eléctrico paraguayo necesitará inversiones cercanas a 700 millones de dólares anuales para acompañar el crecimiento de la demanda, muy por encima de los niveles actuales de inversión, que rondan entre 300 y 350 millones de dólares. Esta brecha obliga a repensar el rol del capital privado en la expansión de la infraestructura energética.
Los protagonistas coincidieron en que el sector privado tendrá un papel decisivo en este proceso. En un contexto de estabilidad política y económica, Paraguay ofrece condiciones atractivas para inversionistas nacionales e internacionales. Sin embargo, resaltaron que se requieren reglas claras sobre tarifas y seguridad jurídica para garantizar que los proyectos de generación renovable puedan concretarse y sostener el crecimiento del país.
VEHÍCULOS ELÉCTRICOS
Oxilia Dávalos fue consultado por La Nación/Nación Media sobre los vehículos eléctricos en el país, y respondió que para que los vehículos eléctricos dejen de ser una excepción en Paraguay es necesario:
1) Contar con una infraestructura de carga confiable y bien distribuida en las principales rutas del país, con facilidad de acceso y adecuada a los vehículos que se venden en el país.
2) Consolidar los servicios de post venta, incluyendo venta de baterías y repuestos.
3) Establecer reglamentos precisos para la disposición final de baterías que no pueden ser recicladas.
4) Poner a disposición préstamos a 60 meses con tasas competitivas (inferiores a 10 %) en guaraníes. Es decir, es responsabilidad de los importadores y del gobierno.
Señaló que el gobierno municipal también debería intervenir reduciendo considerablemente el costo de las habilitaciones anuales. Los autos eléctricos no contaminan el aire. “Este es un servicio para la ciudad”, remarcó el especialista.
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