Paracel alcanzó un hito significativo en el área industrial: la culminación del movimiento de suelo de 6.000.000 m³, superficie aproximada de 500 canchas de fútbol reglamentarias, según la FIFA. Foto: Gentileza
Paracel finaliza movimiento de suelo en el sitio de planta y abre camino a la industria celulósica nacional
Compartir en redes
Paracel alcanzó un hito significativo en el área industrial: la culminación del movimiento de suelo de 6.000.000 m³, superficie aproximada de 500 canchas de fútbol reglamentarias, según la FIFA. De esta forma, la empresa forestal celulósica se consolida como el mayor emprendimiento privado del Paraguay, que tiene como escenario la zona norte del país, departamento de Concepción.
Los trabajos realizados se ejecutaron cumpliendo con las normas internacionales de salud y seguridad laboral y de calidad en los procesos. Las principales empresas contratistas, TOCSA, Ecomipa, Tecnoedil, Meta, Milicic, AFRY y Bureau Veritas, así como otras empresas proveedoras, han sido fundamentales para el éxito y el desarrollo de esta gran obra.
Con una inversión superior a los USD 1.000 millones, que incluye las obras previas para la fábrica, la gran expansión de la base forestal y los proyectos socioambientales que apuntan un impacto positivo. En este marco, más de 17.000 personas fueron beneficiadas con la implementación de 14 programas sociales en las 46 comunidades de su área de influencia.
Estos trabajos generaron un impacto significativo en la economía local, ya que, además de contar con un capital sin precedentes, Paracel creó 1.800 empleos. Esta cantidad también deriva a la expansión de empleos, teniendo en cuenta que por cada puesto directo se estima la generación de cuatro empleos indirectos, elevando la cifra a más de 7.200 puestos laborales.
Los trabajos realizados se ejecutaron cumpliendo con las normas internacionales de salud y seguridad laboral y de calidad en los procesos. Foto: Gentileza
En paralelo, la compañía también celebra la finalización de la construcción del alojamiento C9, que tendrá la capacidad para recibir a más de 2.000 personas, quienes trabajarán en la construcción de la fábrica de Paracel. Las instalaciones de esta área brindarán comodidad y seguridad al equipo humano, según estándares nacionales e internacionales, destacándose la Norma de Desempeño Socioambiental IFC.
Las labores fueron llevadas a cabo, con completa responsabilidad y compromiso para el bienestar de las personas, cumpliendo con elevados estándares de seguridad. Como resultado, la empresa cuenta con un índice de cero accidentes con baja laboral, en el componente industrial, lo que equivale a 3.000.000 de horas laborales.
La empresa sigue dando pasos claves con los estudios complementarios de ingeniería proyectando un aumento de más del 50% de la capacidad de la planta industrial en Concepción. Para proveer el principal insumo a la fábrica, la expansión del área forestal avanza de manera acelerada.
De esta forma, Paracel obtuvo un récord de plantación en 2024, con más de 25.800 ha plantadas, equivalente a 3.500 árboles plantados por hora. El mismo ritmo está siendo ejecutado en el 2025.
Paracel agradece a colaboradores, colaboradoras, comunidades, autoridades, empresas y organizaciones aliadas que fueron parte de este logro; con la mirada puesta en el futuro instamos a todas las organizaciones a seguir logrando hitos en conjunto y trazando una nueva historia en el Paraguay.
Primera empresa paraguaya forestal celulósica
Paracel es la primera empresa paraguaya forestal celulósica, creada para generar un impacto positivo en la sociedad y fomentar el aumento de la demanda de productos biodegradables. Esta empresa paraguaya, el mayor emprendimiento privado de la historia del país, cuenta con 195.000 ha de tierras propias.
Está liderada por tres compañías: el Grupo Zapag, Heinzel Holding GmbH y Girindus Investments, todas comprometidas con el desarrollo sostenible y la creación de valor social, económico y ambiental.
Adaptándose a los nuevos tiempos que llegan con desafíos más grandes y mayores inversiones, la empresa, presidida por Eduardo Borgognon, demostró con hechos que puede cumplir con una precisión milimétrica cualquier proyecto, sin límite de volumen o peso.
Con su eslogan “La capacidad de hacer”, el CIE S.A. resume todo lo que representa. Y cuando uno conversa con Eduardo Borgognon, presidente de la compañía, se tiende a esbozar el potencial casi ilimitado que esta industria nacional representa y que, a veces, ni los propios paraguayos alcanzan a dimensionar.
Con 18 años en la empresa y una trayectoria vasta en el mundo de los negocios, Eduardo lidera uno de los complejos industriales más avanzados de la región, una planta instalada en Luque que es, a la vez, símbolo de ingeniería avanzada, orgullo nacional y proyección al futuro.
Días atrás, este ingenio fue escenario de un recorrido inédito que sirvió para que autoridades nacionales, empresarios, diplomáticos, inversionistas y alumnos de universidades tuvieran la oportunidad de constatar de primera mano que en Paraguay se puede hacer lo que parece imposible. Y es que CIE no solo forma parte de la historia de Itaipú y Yacyretá; también fabrica remolcadores y barcazas, construye subestaciones, líneas de transmisión eléctrica, estructuras metálicas y montaje industrial, y ha exportado piezas a más de 16 países de cuatro continentes.
“CIE nació en 1978, hace ya 47 años, en el marco de la construcción de Itaipú”. Así comenzó el relato Eduardo, quien recibió en la planta industrial al equipo de FOCO para protagonizar un recorrido exclusivo por las instalaciones. Contó que, en ese entonces, poco más de 300 empresas paraguayas participaron en las obras y que hoy, lastimosamente menos del 10 % de esas compañías siguen vigentes. “No solo participamos, sino que supimos capitalizar esa experiencia y convertirla en una empresa que se mantuvo en el tiempo y que fue evolucionando tecnológicamente”, reveló.
Tras el trabajo hecho para Itaipú, la compañía también tuvo una participación clave en Yacyretá, pero como la competencia ya era internacional tuvieron que participar de una licitación y pugnar por un espacio contra empresas austriacas, alemanas y hasta japonesas. “Ahí fuimos creciendo tecnológicamente, haciendo piezas de gran envergadura, metalmecánicas, pero cada vez con mayor precisión y nivel de complejidad. Esa experiencia local, sumada al trabajo con gigantes internacionales como Toshiba, Voith, Andritz, Siemens, General Electric y otras, nos permitió salir al mundo”, mencionó con orgullo.
Una tornería gigante. CIE ha fabricado piezas de hasta 200 toneladas con una precisión de una décima de milímetro. “Para dimensionarlo, un automóvil pesa alrededor de una tonelada y media, por lo que estamos hablando de piezas que representan el peso de 100 o 150 autos, pero con una tolerancia más fina que un papel. Y eso requiere de muchísima tecnología, inversión en maquinaria y, sobre todo, gente capacitada”, refirió el presidente
Agregó que “hablando mal y pronto, es una tornería gigante”. En la planta industrial tenemos una prensa con capacidad de 2.000 toneladas que se utiliza para deformar chapas. Solo así se puede trabajar con espesores impresionantes. “No es solo cortar, plegar y soldar. Después viene el mecanizado, que es lo que da precisión. Y todo eso lo hacemos con control numérico, es decir, computarizado”, contó.
El nivel de exigencia es tal que deben fabricar piezas que se ensamblan en condiciones climáticas y geográficas completamente distintas. “Hacemos una pieza en Luque, con 80 % de humedad y 30 grados, que luego debe encajar con otra hecha en Japón a 18 grados y con 30 % de humedad, y ambas deben coincidir a la perfección en el sitio de obras ubicado en una montaña de Canadá a 2.800 metros sobre el nivel del mar y con -15 grados. Esa pieza tiene que coincidir. Así de rigurosa es la industria donde trabajamos”, enfatizó Eduardo.
Diversificación estratégica. La compañía se reinventó cuando el mercado de las grandes hidroeléctricas empezó a decaer. “Hoy se habla mucho de pequeñas centrales hidroeléctricas. Tenemos la tecnología y la capacidad para hacerlas en Paraguay, sin necesidad de importar. Eso significa ahorro en fletes, más empleo local y más competitividad”, explicó.
Desde 1988, la empresa también incursiona en la hidrovía Paraguay-Paraná, la tercera más importante del mundo en volumen. “Vimos que las barcazas venían usadas desde Estados Unidos y decidimos fabricarlas nosotros mismos, adaptando el diseño a las condiciones de nuestro río. Así, aunque nuestra planta no esté sobre el agua, fabricamos módulos que luego se ensamblan y botan al río desde un astillero que pertenece a nuestro grupo empresarial”, explicó.
Remolcadores, barcazas para granos o combustibles, contenedores, incluso minerales de hierro provenientes del Brasil; CIE produce todo eso. Pero también participa en la transmisión de energía. “Somos la única empresa paraguaya que ha montado hasta ahora líneas de 500 kV. Hacemos líneas de transmisión, subestaciones, y estructuras metálicas tanto para industrias como para edificaciones. Lo que uno ve en una fábrica -los soportes de tanques, ciclones, cañerías- también los hacemos nosotros”, precisó.
El poder de formar talento local. Otro aspecto llamativo es la capacidad de empleo que tiene CIE. Hoy día la firma emplea a unas 600 personas, incluyendo un staff técnico de alrededor de 100 ingenieros. Pero lo más destacado es su política de formación. Ellos cuentan con una escuela propia de soldadura y montaje para que la gente que entra a trabajar a la fábrica sin saber nada, vaya creciendo ocupando cargos de supervisión, leyendo planos, liderando equipos. “Capacitamos para nosotros y también, en cierto modo, para el mercado. Ese es el costo del liderazgo”, expresó entre risas.
El promedio de antigüedad de los técnicos supera los 17 años, dijo. Además, la empresa tiene programas de becas para hijos de funcionarios y planes sociales. “Algunos no terminaron el colegio, y nosotros les ayudamos a hacerlo. Ya tenemos la primera camada de egresados universitarios gracias a estas becas”, precisó Eduardo.
Montaje, logística y precisión quirúrgica. Otra de las fortalezas de CIE es la logística y el montaje industrial. Al respecto, el presidente explicó que han montado el 100 % una planta cementera en Paraguay, aunque los equipos hayan llegado de China. “Nosotros recibimos, transportamos, montamos y hacemos funcionar esos equipos. Desde el montaje mecánico, eléctrico y electrónico hasta la puesta en marcha”, indicó.
También dijo que brindan servicios más pequeños: “Un rodillo roto en una fábrica no puede esperar al igual que una hélice dañada de un barco. Para estos casos tenemos una unidad de mantenimiento que opera 24/7. Y así como hay proyectos de USD 15 o de USD 20 millones, también hay otros de menor inversión. Nos adaptamos a todo. “Somos prestadores de soluciones”, recalcó.
Como anécdota recordó que en su recorrido internacional, incluso llegaron a exportar piezas por vía aérea. “Enviamos una pieza a Suecia en un Antonov ruso. Tuvimos que evaluar la pista de aterrizaje del Silvio Pettirossi para asegurarnos de que soportara el peso. Así de lejos llega nuestra creatividad logística”, relató Eduardo.
Calidad certificada y mirada al futuro. Como toda empresa que lidera su sector, en CIE la calidad no es negociable. “Fuimos la primera firma en Paraguay en certificar la norma ISO 9000. Eso nos viene de Itaipú y se volvió parte de nuestro ADN. Somos muy rigurosos con la calidad”, destacó Eduardo Borgognon.
Ese mismo rigor se refleja en los proyectos actuales. En el marco de un contrato con Yacyretá, CIE está entregando componentes fundamentales para la intervención de seis de las veinte turbinas de la represa. “Estamos proveyendo el sistema de regulación de potencia, que permite controlar la entrada del agua a la turbina. Son piezas que, en conjunto, pesan 450 toneladas. Todo se ensambla aquí en Luque, se testea con tecnología de láser óptico y luego se desmonta para su traslado al sitio de obras”, explicó.
Para lograr esta escala operativa, la planta cuenta con capacidad para funcionar 24 horas, aunque actualmente lo hace en dos turnos: diurno y nocturno. Disponen de procesos de soldadura automáticos, semiautomáticos y manuales, además de tecnologías avanzadas como la soldadura por arco sumergido, que agiliza enormemente la productividad.
En el pabellón C se fabrican módulos estructurales -de fondo, costado, proa y popa- que son transportados en camión hasta el astillero Chaco, en Villa Hayes, donde se ensamblan las barcazas. “Hoy estamos produciendo dos modelos de barcazas, tipo Jumbo y Mississippi. Toda la mano de obra es 100 % paraguaya y proviene de distintas regiones del país”, remarcó Eduardo y dijo también que la planta opera con grúas que, combinadas, tienen capacidad para mover hasta 100 toneladas dentro del complejo.
La fábrica se organiza en sectores especializados, por un lado, están los de montaje y soldadura, mecanizado, corte y deformación plástica, pintura y granallado. En el área de mecanizado se encuentran tornos y fresadoras de gran porte, con las que se procesan componentes de turbinas. “Contamos con un área interna que realiza el mantenimiento preventivo y correctivo de todo el equipamiento”, precisó.
La formación técnica es un pilar esencial. Cada operario pasa por la escuela de soldadura del CIE, donde se capacita desde cero. Tras una certificación interna, se integra al proceso productivo. Si el proyecto lo requiere, se gestionan certificaciones específicas. “Se trata de un programa anual de formación individualizado, que se actualiza cada año según las necesidades de cada sector”, explicó el presidente.
En pintura, CIE opera con cabinas climatizadas, lo que permite garantizar la calidad del acabado sin depender de las condiciones climáticas. “La aplicación de pinturas técnicas requiere controlar factores como temperatura, humedad y punto de rocío. Nuestros pintores están altamente calificados y aplican pinturas específicas, según lo exige cada cliente, sobre todo en el rubro naval”, explicó.
También se realizan tratamientos térmicos como el alivio de tensiones, un paso fundamental para componentes hidroeléctricos. “Este tratamiento mejora el rendimiento del mecanizado y evita deformaciones posteriores”, agregó.
Más allá de la planta en sí, el CIE se organiza por unidades de negocio: servicios (alquiler de grúas y transporte especializado), líneas y subestaciones eléctricas, y obras civiles e industriales. “Todas estas unidades operan desde este mismo complejo industrial”, detalló Eduardo.
En cuanto al procesamiento de materia prima, la planta cuenta con equipos de corte por plasma y oxicorte para el tratamiento de chapas. “El aprovechamiento del material lo diseña el área de ingeniería, maximizando cada chapa y optimizando los costos”, explicó. Aquello que no puede reutilizarse se clasifica como chatarra y se comercializa con empresas habilitadas ambientalmente.
La división de industrias e infraestructura dispone de maquinaria de alta capacidad para trabajar perfiles de alma llena -comunes en obras civiles- y procesar chapas de hasta 85 milímetros de espesor, indispensables en proyectos hidroeléctricos.
Cada etapa está sometida a estrictos controles de calidad, llevados adelante por técnicos calificados bajo la norma estadounidense SNTTC-1A. “Nuestro equipo de calidad supervisa desde el corte inicial hasta la soldadura final, asegurando que cada pieza cumpla con los más altos estándares internacionales”, afirmó.
El recorrido por la planta concluye con una visión clara: grúas monumentales, maquinaria de última generación, y una estructura capaz de abastecer las industrias más exigentes. “Estamos preparados para responder tanto al mercado nacional como a proyectos internacionales de gran envergadura. Esa fue la visión que dio origen al CIE y que hoy lo convierte en un verdadero motor de la industria paraguaya”, puntualizó con convicción.
El futuro se construye hoy. Como un dato no menor, Eduardo también mencionó que CIE ya está trabajando con empresas interesadas en proyectos de biocombustibles, hidrógeno verde y celulosa. “Paraguay está recibiendo inversiones de cientos de millones de dólares, algo inédito para nosotros. Y esas inversiones necesitan un aliado local. No como socio, pero sí como facilitador, alguien que ayude a aterrizar esos proyectos de forma eficiente. Ahí entramos nosotros”, reflexionó.
Con una cultura organizacional que apuesta al talento local, una infraestructura de clase mundial y un liderazgo técnico de excelencia, CIE no solo mira al futuro, sino que lo está construyendo. Y es que Paraguay se está convirtiendo en receptor de inversiones, y ellos están en condiciones para acompañar esos desafíos. “La historia nos trajo hasta aquí. Ahora, vamos a mostrarle al país y al mundo lo que podemos hacer”, aseguró con la tranquilidad de la empresa que, con hechos, desde hace décadas marca una huella de progreso imborrable.
La UIP pretende expandirse con una mayor presencia institucional hacia el interior del país, especialmente en las principales cabeceras, y la zona del Alto Paraná se perfila como foco para fortalecer la industria nacional.
Desde la Unión Industrial Paraguaya (UIP) se encuentran impulsando una estrategia de expansión y reactivación institucional en el interior del país, con especial atención en la zona este, particularmente en departamentos como Alto Paraná.
Es lo que comentó Massimiliano Corsi, ejecutivo de Relaciones Corporativas y Gremiales de la UIP, sobre la estrategia gremial que están llevando a cabo en el interior del país, que incluye no solo a Alto Paraná, sino también otros departamentos como Canindeyú, Itapúa, Guairá, Caaguazú y Caazapá.
“Históricamente, la UIP se ha concentrado en el área central, pero reconocemos la necesidad urgente de fortalecer nuestra presencia donde hoy se está dando un crecimiento industrial exponencial como está pasando en Alto Paraná, hacia el este de Paraguay”, expresó Massimiliano a FOCO.
El objetivo es fidelizar a los socios actuales, captar nuevos miembros y construir una representación gremial más integrada y equitativa a nivel país. Foto: Gentileza
Detalló que, en esta zona, se cuenta con un gran número de industrias y empresarios que enfrentan desafíos que deben ser acompañados y canalizados por un gremio fuerte, representativo y con llegada a las decisiones nacionales.
Representación integrada. En ese sentido, la UIP, como gremio de cúpula con más de 100 gremios asociados, tiene esa capacidad y responsabilidad, dijo. “Nuestro objetivo es fidelizar a los socios actuales, captar nuevos miembros y construir una representación gremial más integrada y equitativa a nivel país”, remarcó.
Respecto a este proceso, indicó que ya iniciaron visitas a Ciudad del Este con toda la comisión directiva, ocasiones en las que mantuvieron encuentros con cámaras locales, industrias y municipios.
La propuesta es generar sinergia entre departamentos, unir regiones productivas y romper con la desconexión histórica que existe entre eventos y actores industriales de distintas zonas, aseguró el referente.
Fortalecer tejido industrial. Hoy más que nunca, creen que la UIP debe ser verdaderamente nacional, y eso implica dar voz, presencia y servicios concretos a los empresarios del interior, para ayudarlos a crecer y fortalecer el tejido industrial del Paraguay, aseguró.
Economía cierra un sólido primer semestre y proyección de crecimiento se mantiene
Compartir en redes
El Gobierno ratifica su estimación de crecimiento económico del 4 % para este 2025, tras confirmar que la actividad económica está cerrando el primer semestre con un ritmo sólido, a pesar del impacto que generó la sequía en el sector agrícola. Fue durante la presentación del informe de Situación Financiera (Situfin) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Según el viceministro de Economía, Felipe González, otros sectores como la construcción, los servicios y la industria están impulsando el dinamismo, lo que refleja una economía más diversificada y menos dependiente del campo.
“Si miramos los resultados ya cerrados por parte del Banco Central del Paraguay (BCP), vemos que la actividad económica, a pesar del impacto de la sequía, que generó cierto riesgo y preocupación el año pasado, especialmente por nuestro principal cultivo que es la soja, la economía viene creciendo a un ritmo del 4 %. Esta cifra está en línea con la estimación del Banco Central para el cierre del año”, manifestó.
También destacó que a pesar de la sequía, a diferencia de años anteriores donde este tipo de eventos arrastraban a toda la actividad económica, hoy se está observando que otros sectores, como los servicios, la construcción y la industria, están impulsando el crecimiento.
“Esto se refleja en el indicador de actividad económica del BCP, que incluye también a la agricultura, y que actualmente muestra un crecimiento superior al 4 %”, reiteró González y agregó: “Y mirando hacia adelante, las últimas noticias indican que el impacto de la sequía fue menor al peor escenario que preveían los productores”.
Por eso, desde el Ministerio de Economía esperan que se mantenga la proyección de crecimiento para el resto del año, e incluso, si estas sorpresas positivas continúan, se podría cerrar el 2025 con un crecimiento económico por encima del 4 %.
El gobierno cerró mayo con un superávit fiscal del 0,19 % del producto interno bruto (PIB), y con un déficit fiscal acumulado de 0,3 %. El déficit registrado al quinto mes del año es equivalente a G. 1.198 mil millones, unos USD 153 millones, y mayo es el segundo mes consecutivo del año en finalizar con superávit, el primero fue abril (0,25 %). Estos resultados muestran que se transita el camino a la convergencia fiscal de 1,9 % para este año.
La BBC se refiere a Paraguay como el próximo Silicon Valley de Latinoamérica
Compartir en redes
La prestigiosa cadena de comunicación internacional BBC realizó una interesante entrevista a ministros del Gobierno y referentes del sector privado vinculados a lo tecnológico, en la que hablaron sobre el potencial que tiene nuestro país para convertirse en hub de tecnología e innovación en la región por contar con elementos clave como excedente energético proveniente de fuentes renovables y población joven y capacitada.
“Paraguay tiene muchas cualidades que lo convierten en un sitio atractivo para hacer negocios, pero todavía tiene trayecto por recorrer para hacer realidad el plan de convertirse en el Silicon Valley de Latinoamérica”, expresó la periodista, quien se trasladó hasta nuestro país para conversar con distintos referentes del sector tecnológico e industrial del país.
Silicon Valley, ubicado en San Francisco, California, es la sede de muchas compañías globales de tecnología como Apple, Facebook y Google. Paraguay cuenta con condiciones para convertirse en un hub regional y el objetivo del Gobierno es dar a conocer el país a nivel mundial para luego poder elegir con quienes trabajar, según expresó en esta entrevista el viceministro de Industria, Marco Riquelme.
“Lo que queremos es que las empresas se instalen, contraten personas y transmitan conocimientos es lo más importante porque las personas van a crecer en esas habilidades”, manifestó. El titular del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic), Gustavo Villate, también fue entrevistado y habló sobre el estratégico lugar donde será erigido la Universidad Politécnica Taiwán Paraguay.
“En Paraguay tenemos a la población más joven, tenemos mucha energía verde renovable, bajos impuestos, una macroeconomía estable, lo que necesitamos es crear el ambiente correcto para las inversiones. La idea es que los estudiantes, la academia, el sector público y privado se junten aquí, en un solo sector y cerca del aeropuerto, todo esto para convertir al país en un hub digital”, sostuvo Villate.
En este marco, el secretario de Estado valoró el relacionamiento diplomático con la República de China (Taiwán), país que alberga el 70 % de la producción en semiconductores. También existe un trabajo sólido con el Ejército y el Ministerio de Defensa a modo de fortalecer todo lo relacionado a la ciberseguridad.
El excedente energético es un factor clave dentro del ambicioso plan de Paraguay. Foto: Gentileza
Alianzas y conocimientos
“Tenemos una buena base en conocimiento de las nuevas tecnologías, las universidades paraguayas están al nivel de lo que se requiere para estos conocimientos, pero también hay muchas personas que aún no lo tienen, por eso a través de iniciativas como ‘Programando Paraguay’, hace dos años entrenamos a 1.600 personas jóvenes en un año, y 300 de ellas aprendieron habilidades avanzadas y hoy están trabajando fuera y dentro del país”, destacó una de las entrevistadas del sector privado.
“Pienso que es importante mirar a Paraguay no como entidad aislada, si quieren entender que lo que pasa en Sudamérica es algo similar a lo que ocurrió en Europa, tienes diferentes países pero no necesariamente están compitiendo unos con otros porque tienen diferentes fortalezas y que se complementan entre sí, hay mucha cooperación en la academia y eso es lo que hace posible otras cooperaciones en el sector privado”, dijo por su parte, Sebastián Ortiz Chamorro, experto del sector privado.