Una falta de proyección industrial conllevará a la ausencia de políticas de integración y cohesión social, así como la ausencia de un proyecto de nación es la antesala de la decadencia y el estancamiento socioeconómico. En pocas palabras: el desarrollo industrial condiciona la calidad de la ocupación laboral y el bienestar social de las naciones, dijo en su discurso el titular de la Unión Industrial Paraguaya(UIP), Enrique Duarte, por el Día de la Industria, que se recuerda cada 8 de setiembre.
Afirmó que al celebrar el Día de la Industria Nacional quieren destacar el patrón de continuidad entre el pasado y el futuro, entre la historia y el progreso. “Nuestra patria, el Paraguay, es una continuidad colectiva e histórica a lo largo del camino recorrido como sociedad nacional. Advertimos que, mirando hacia el futuro desde el presente, no existe posibilidad de pensar en un Paraguay próspero sin un proyecto industrial, de la misma manera que se comenzó a construir el Paraguay moderno con las incipientes industrias de la época de los López. Si ese proceso histórico se interrumpió por un factor exógeno adverso, como fue la Guerra de la Triple Alianza, la no consideración de un plan de industrialización de nuestro país tendrá consecuencias parecidas a las del pasado, aunque por razones atribuibles exclusivamente a nuestra propia falta de visión”, señaló.
“Proyectemos el país que queremos sobre la base de lo que tenemos que hacer, tomando como ejemplo nuestra historia. El sector público y el privado deben considerar y preparar un plan que facilite y favorezca la inversión, dirigida a potenciar y diversificar nuestra vocación económica. La capacidad industrial instalada es la garantía y la base de una nación sin fisuras sociales ni excluidos”, expresó.
Agregó que un Paraguay que no explore y explote su capacidad industrial está destinado a continuar siendo un país sin igualdad de oportunidades, vulnerable a los vaivenes globales. “El incremento de nuestra destreza industrial supondrá el incremento de la demanda doméstica y la ampliación de nuestra inserción en los procesos globales. Necesitamos estar en la globalización, pero autónomos y protegidos de las asimetrías que se generan en el comercio internacional”, enfatizó.
Por su parte, el ministro de Industria y Comercio, Luis Castiglioni, dijo que existen informaciones e indicadores que se pueden revisar, tanto a nivel local como internacional, a través de organismos internacionales, que hablan claramente sobre el proceso de transformación industrial que se vive en Paraguay. Los datos muestran el avance en el perfil de industrialización de la economía paraguaya, reconocido ya por propios y extraños, según resaltó. “Más del 55% de las exportaciones en estos momentos registradas por el país son envíos de productos industrializados, de manufacturas y agroindustrias, así como de productos del campo que son transformados, y se les da otro valor agregado y van a otros países como productos industriales. Esto hace poco era una utopía, pero ahora de la mano de nuestra gente, con nuestras capacidades, y con el ecosistema económico que se construyó todos juntos ya es posible”, dijo.