La certificación en Buenas Prácticas de Fabricación (BPF) está dirigida exclusi­vamente a todas las empre­sas que producen materia prima y alimentos destina­dos al consumo animal, pero principalmente en especies de abasto como bovinos, por­cinos, aviar y también anima­les de compañía o mascotas.

Paraguay cuenta con reso­luciones emitidas por el Ser­vicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) como la Res. N° 1354 que establece requisitos generales higiéni­co-sanitarios para plantas elaboradoras o fracciona­doras de productos destina­dos a la alimentación animal en los Principios de Buenas Prácticas de Fabricación, así como la Res. N° 1355 que esta­blece requisitos para la emi­sión de constancia de BPF de las plantas procesadoras de alimentos para animales y fraccionadoras en el territo­rio nacional.

La gerente del Departamento de Carnes de Control Unión, Milagros Medina, fue quien habló sobre el alcance de la certificación BPF, teniendo en cuenta que los países de la región como Brasil tiene una normativa obligatoria para todas las fábricas que deseen exportar este tipo de productos, al igual que Uru­guay y Argentina, que tam­bién lo vienen desarrollando. “La certificación de Buenas Prácticas de Fabricación se está dando a conocer, pero está ganando espacio por ser una herramienta clave para la estandarización de la inocui­dad en las operaciones, aparte de ser un requisito para ingre­sar a mercados internaciona­les como el caso de Brasil”, expresó la profesional.

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CÓMO CERTIFICAR EN BPF

Para la obtención de la certifi­cación, el primer paso es hacer una solicitud a la empresa cer­tificadora con este estándar, seguidamente se elabora el presupuesto y se redacta el plan de auditoría. “Se realiza la visita e inspección in situ, siguiendo las pautas de los ítems o parámetros según la normativa MAPA 04. Se revi­san los hallazgos, se emite el informe, y en el caso que esté todo conforme, se procede a la emisión del certificado”, explicó.

El certificado emitido tiene una vigencia de tres años, siendo necesarias auditorías anuales, y a la vez, la empresa podrá solicitar el aumento de su alcance de certifica­ción, incluyendo produc­tos, procesos y direcciones no cubiertas en la certifi­cación inicial. Para dicha extensión, serán aplicadas las mismas reglas estableci­das para el proceso de certi­ficación inicial, y en caso de ser aprobado, el certificado deberá ser sustituido por otro que considere el nuevo alcance, señaló la experta.

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