El presidente en ejercicio, Pedro Alliana, mencionó que el gobierno de Santiago Peña seguirá empeñado en formalizar la economía, disminuir la evasión y mejorar el gasto público, y como lo vienen indicando desde el periodo de campaña, que no tiene previsto el aumento o creación de nuevos impuestos. Anunció que incluso se estarían eliminando algunas tasas con el objetivo de reducir la burocracia. “No está en nuestros planes económicos el aumento de los impuestos. Es más, iremos eliminando algunas tasas para reducir la burocracia y facilitar así a las industrias que quieran venir a instalarse en Paraguay, generar empleo y oportunidad en nuestro país”, expresó durante su discurso en la apertura de la Expo Paraguay Brasil, que se lleva a cabo en el Centro de Convenciones de la Conmebol.
Señaló que Paraguay goza de unas perspectivas positivas de crecimiento económico para los próximos años, con una previsión de que el producto interno bruto (PIB) crecería un 4 % anual en promedio entre 2023 y 2028, impulsado por el dinamismo del sector agropecuario, industrial y de servicios.
ALENTÓ A INVERSIONISTAS
Aseveró que la proyección indica una importante mejora en los indicadores sociales como la reducción de la pobreza, el aumento del ingreso per cápita y la mejora en la distribución del ingreso. Al tiempo de agregar que la clave para que el crecimiento llegue a la ciudadanía es el acceso a empleo de calidad, que no solo brinde seguridad social, sino que ofrezca oportunidades de desarrollo y bienestar.
Es por ello el compromiso, desde el Gobierno, de generar al menos 500.000 nuevos empleos de calidad para atender la demanda y crecimiento anual de nuevos ingresantes a la fuerza laboral, dijo. Durante su discurso, alentó a los más de 160 empresarios brasileños presentes en el evento, a explorar las posibilidades de hacer negocios. “Estoy seguro de que encontrarán en Paraguay un socio confiable, un amigo leal y un destino atractivo para sus inversiones”, remarcó el presidente en ejercicio. En otro momento, aseguró que el país demostró ser predecible y seguro para la inversión, con una economía estable, inflación baja, tipo de cambio competitivo y una legislación favorable al capital extranjero.
Garantizó protección al inversionista a través de tratados bilaterales, la no discriminación, la libre transferencia de fondos y la solución de controversias por vías pacíficas. Resaltó a la vez los regímenes especiales que otorgan beneficios fiscales y aduaneros como la maquila, la Ley 60/90 y las zonas francas, que permiten a las empresas acceder a mercados internacionales con ventajas competitivas, reduciendo sus costos operativos y tributarios.