Santa María de Fe es una ciudad del departamento de Misiones, ubicada a unos 15 km de la ciudad de San Ignacio. Cuenta con varios talleres de artesanía, además de la fabricación de dulces caseros. La artesanía en tapices es muy apreciada por los turistas. Foto: Gentileza.
Artesanos de Santa María, Misiones, claman por ayuda al Gobierno
Compartir en redes
Artesanos y artesanas de la ciudad de Santa María de Fe, departamento de Misiones, se encuentran pasando por una difícil situación económica a raíz de la suspensión del turismo. Esta ciudad forma parte de una ruta Jesuítica y cuenta con un museo de arte sacro.
Desde que inició la medida sanitaria no logran vender sus productos porque no hay circulación de personas por el distrito a causa de la pandemia del COVID-19. A esto se suma la falta de respuestas y acciones de la municipalidad y de la gobernación con respecto a la reactivación del rubro.
Si bien acceden a los programas sociales de ayuda económica brindados por el Gobierno durante la crisis, no les resulta suficiente para mantener a sus familias, por lo que claman por una mayor asistencia.
En conversación con Mirian Velazco, confeccionista, manifestó que no reciben más visitas de turistas desde el mes de febrero y que la venta de sus productos es prácticamente nula.
“Se nos acumulan nuestros trabajitos, a veces logramos vender por medio los familiares, pero más que eso no”, comentó la doña, al momento de señalar que son un grupo de 20 mujeres confeccionistas que están en la misma condición de necesidad.
Foto: Las artesanas del taller que aglutina a las mujeres, jefas de hogar confecciona diversos artículos, desde prendas de vestir hasta mochilas. Foto: Gentileza.
Se acercaron hasta la gobernación y la municipalidad local, desde donde le manifestaron que no tienen forma de ayudarlas. “Pedimos algo de ayuda. Que nos habiliten algún mercado, un espacio físico, para la venta de nuestros productos”, indicó.
Otro de los artesanos del distrito, Leonardo Rotela, quien hace trabajo de tallados en madera y piedra, manifestó que la pandemia le agarró de forma sorpresiva. "Mi señora estaba enferma, embarazada. Ahora ya nació la criatura y tengo también otro hijo pequeño", indicó en conversación con nuestra redacción.
Rotela coincidió también en que el principal causal de la situación que atraviesa es la falta de turistas en la zona. “No podemos vender nada, yo hago trabajos en madera y piedra, pero ahora ya no porque no hay demanda”, dijo.
Otro factor que dificulta llevar el pan de cada día a la mesa es que no pueden viajar a Asunción para trabajar, según indicó. “No nos dejan”, puntualizó.
"La verdad que si no podemos trabajar, pedimos por lo menos al Gobierno una pequeña ayuda económica. Tengo una familia que alimentar, mi hijo toma una leche especial", aseveró.
Personas o autoridades que estén interesadas en colaborar con la situación de estos artesanos se pueden comunicar con Mirian Velazco al (0982) 130-484 o con don Rotela al (0984) 424-759.
Santa María de Fe es una ciudad del departamento de Misiones, ubicada a unos 15 km de la ciudad de San Ignacio. Cuenta con varios talleres de artesanía, además de la fabricación de dulces caseros. La artesanía en tapices es muy apreciada por los turistas.
Anuncian muestra y premiación del concurso Elden Tefft
Compartir en redes
El Comité Paraguay-Kansas (CPK), Kansas-Paraguay Partners (KPP) y el Centro Cultural Paraguayo Americano (CCPA) invitan al brindis de apertura de la muestra y premiación de artistas participantes del concurso de artes visuales Elden Tefft 2025, el próximo miércoles 18 de junio a las 19:00 en la Galería Agustín Barrios del CCPA, sito en avenida España n.° 352 casi Estados Unidos y Brasil, en Asunción.
La muestra quedará abierta al público hasta el viernes 20 de junio en el horario de 10:00 a 17:00. Esta iniciativa lleva el nombre de Elden Tefft en reconocimiento al aporte del escultor, escritor y profesor estadounidense, quien entre los años 1980 y 1991 propició importantes intercambios artísticos entre Kansas (Estados Unidos) y Paraguay, dejando un valioso legado en la comunidad artístico-cultural de Paraguay.
El concurso tiene como objetivo apoyar a artistas visuales emergentes en el desarrollo de su creatividad y capacidad artística, así como brindar una oportunidad de experiencia e intercambio académico y propiciar vínculos culturales y sociales entre Paraguay y los Estados Unidos de Norteamérica.
El tema establecido como eje inspirador –en esta segunda edición- fue “El arte como voz social”, entendiendo que el arte es tanto un reflejo crítico de la realidad, así como motor de cambio social. La convocatoria se orientó a los lenguajes circunscriptos al campo de las artes visuales: de técnica libre, bidimensional (pintura, dibujo, grabado, fotografía o mixta) o tridimensional (instalaciones, intervención urbana, entre otros).
Durante la exposición el próximo miércoles 18, se dará a conocer al artista ganador del primer premio quien tendrá la oportunidad de realizar una visita académico-cultural de cuatro semanas al Estado de Kansas, USA., con costos de pasaje, alojamiento, comidas, transporte interno incluidos, por un valor estimado de USD 10.000 y viático de USD 500 para gastos personales.
Gobierno declara Patrimonio Nacional al ovecha rague
Compartir en redes
La Secretaría Nacional de Cultura (SNC) oficializó la declaratoria del ovecha rague como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional, junto con el reconocimiento como Tesoros Nacionales Vivos a las artesanas Fermina Fernández viuda de Correa y Eustaquia Palma de Garay, en mérito a su valiosa trayectoria y a la transmisión generacional de saberes textiles tradicionales. Ambos reconocimientos fueron entregados durante un acto realizado el sábado 7 de junio en la Iglesia San Miguel, en la ciudad de San Miguel, en el departamento de Misiones.
La declaración de “Ovecha rague” como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional reconoce el conocimiento transmitido de generación en generación en el municipio de San Miguel, donde se mantienen técnicas tradicionales asociadas al hilado, teñido y tejido de la lana ovina, prácticas que han sido preservadas en el seno de las familias y comunidades locales.
En tanto, el reconocimiento a las señoras Fernández y Palma de Garay como “Tesoros Nacionales Vivos” obedece a su destacada trayectoria en el ámbito de las técnicas artesanales tradicionales, el compromiso con la enseñanza de sus saberes y el arraigo con la cultura lanar sanmiguelina. Este título se confiere a personas que poseen en sumo grado los conocimientos y habilidades que representan el patrimonio cultural inmaterial del Paraguay.
Durante el acto, la ministra de la Secretaría Nacional de Cultura, Adriana Ortiz, destacó el valor del arte textil sanmiguelino y reafirmó el compromiso del Estado con la preservación de la identidad cultural. “En nombre del Gobierno del Paraguay, entregamos una declaratoria nacional muy significativa. El arte textil que nace de las manos de las maestras artesanas de San Miguel, Arazape y Jhugua es patrimonio cultural de la República”, afirmó.
Señaló que la creatividad expresada en este territorio es un símbolo de todo un país y que la Secretaría Nacional de Cultura continuará trabajando con autoridades locales y comunidades para proteger estas manifestaciones. “Queremos que nunca muera el Festival del Ovecha rague”, expresó, y celebró la participación intergeneracional en el evento: “Qué lindo ver niños, padres, abuelos y jóvenes. De todos nosotros depende que la identidad del Paraguay siga viva. Solo necesitamos compromiso y creer en lo que somos”.
Estas declaratorias forman parte de las acciones de salvaguardia del patrimonio cultural inmaterial del Paraguay. Reconocer a una manifestación como Patrimonio Cultural Inmaterial Nacional implica su protección, valoración y transmisión a las futuras generaciones. Asimismo, el título de Tesoro Nacional Vivo se otorga a personas portadoras de saberes tradicionales, cuya trayectoria y compromiso son fundamentales para la preservación de la identidad cultural del país.
La Secretaría Nacional de Cultura continuará promoviendo acciones de protección, documentación, difusión y valoración de estas manifestaciones culturales, en articulación con la Municipalidad de San Miguel, la Gobernación de Misiones, el Instituto Paraguayo de Artesanía y las comunidades portadoras del conocimiento, para asegurar su vigencia y transmisión a las futuras generaciones.
Gustavo Benítez reflexiona sobre el arte paraguayo en un libro
Compartir en redes
“Visibilizar la memoria como acto de resistencia/Archivo Gustavo Benítez/Arte contemporáneo paraguayo” se titula el libro del artista paraguayo Gustavo Benítez, publicado en una edición limitada con el apoyo del Fondo Nacional de la Cultura y las Artes. El material oficializó su lanzamiento el 21 de mayo pasado, en el marco de una exposición en el espacio Little Italy de Asunción.
Aborda con imágenes y textos los diferentes momentos del arte visual del Paraguay (1977-2024). El autor vivió y se formó en Río de Janeiro (Brasil), en la Escuela de Artes Visuales del Parque Lage (1980-1984), con la maestra Celeida Tostes; posteriormente desarrolló su trabajo en Asunción, participando en exposiciones nacionales e internacionales.
Esta publicación reúne imágenes, textos y documentos clave del trabajo del artista, reflexionando sobre el arte paraguayo desde la dictadura hasta hoy. La edición rescató su trayectoria como diseñador, docente y artista comprometido con los derechos humanos. A través de su obra, Benítez propuso una mirada crítica sobre la historia reciente del país, apelando a la memoria como un acto de resistencia. Informes al 0981 346-672.
La reciente publicación aborda la trayectoria de su autor y ofrece una mirada sobre la creación artística local desde la dictadura. Foto: Gentileza
Arte y ética de la alteridad
El curador de arte Fernando Moure realizó este comentario sobre el material: Esta edición, un archivo de gran necesidad para el estudio visual de nuestra escena artística, constituye una valiosa herramienta para comprender las sendas del arte contemporáneo en Paraguay. A través de la mirada y la experiencia personal del artista Gustavo Benítez Galeano, nacido en 1959, el libro es una bitácora visual y narrativa, en la cual se recopilan imágenes y recuerdos de su vida y trabajo, al tiempo de profundizar un contexto general del sistema del arte local durante las últimas décadas de la dictadura hasta hoy.
La publicación reúne contenidos como imágenes y textos que abarcan diferentes momentos del arte visual en Paraguay, desde 1977 hasta 2024. El título Visibilizar la memoria como acto de resistencia refleja la intención del artista de hacer visible su trayectoria y dibujar una memoria del arte paraguayo de esos tiempos.
Como asunción de lo que sabíamos, el trabajo artístico del artista Gustavo Benítez Galeano en las últimas cinco décadas prevalece en nuestro medio a fuerza de calidad, tesón y hondo significado ético. Su obra ha enraizado y fructificado a fuerza de calidad y experiencia, añejada por la distancia y el silencio de un ecosistema agreste como el nuestro.
La reciente publicación aborda la trayectoria de su autor y ofrece una mirada sobre la creación artística local desde la dictadura. Foto: Gentileza
Identidad y memoria vivas
Finura, sensibilidad, generosidad y audacia. Es lo que se evidencia tras la lectura de este libro preciosamente diseñado, y cuya edición primorosa incluye textos e imágenes inéditos. Un rescate enorme y que le ha ocupado cuatro años de deseo y cuya realidad florece en álbum gráfico, en un catálogo razonado.
Recién publicado y apoyado económicamente por el Fondo Nacional de la Cultura y las Artes (Fondec), la edición recorre sincrónicamente los primeros pasos de un jovencísimo Gustavo en el Centro de Estudos Brasileiros, en 1971, junto a Edith Jiménez y a Livio Abramo, para luego continuar con Olga Blinder y Ofelia Echagüe Vera. Vendrá el tiempo de su migración al Brasil, a Río de Janeiro, donde continúa su formación como artista e inicia su carrera de Diseño Gráfico e Industrial.
Como alumno en el Centro de Artes Visuales del Parque Lage de Rio, ahonda en procesos creativos, en dinámicas de comprensión de la experimentación de las artes de la transformación. Concluido este rico capítulo brasileño, Gustavo regresa al Paraguay con una obra actualizada y que avizora un desarrollo de primera magnitud.
El libro continúa con su regreso al Paraguay, su carrera ascendente en el arte, el diseño, la comunicación y la docencia. Comienza el desarrollo de una obra de radical humanitarismo y ecologismo, que será el leit-motiv su lucha existencial, su rebeldía moral en una sociedad en la que campean injusticias, prebendas y el narcisista status quo de algunas figuras culturales.
Esta biografía personal señala con gran atención un contexto político y social, fuertemente marcado por la resiliencia del arte. La edición es un racconto de los años del miedo, los de la deforestación masiva y demasiado rápida de las selvas y biomasas del Bosque Atlántico, el etnocidio de los habitantes originarios, la desaparición de animales y plantas, las represas hidroeléctricas, las violencias de un Estado sin derechos contra sus hijos.
La reciente publicación aborda la trayectoria de su autor y ofrece una mirada sobre la creación artística local desde la dictadura. Foto: Gentileza
Quimera invertida
Con el fin de la dictadura en la década previa al siglo XXI, las luchas civiles enfrentando el autoritarismo, o el mismo lugar e importancia de las artes en esos años en Asunción dibujan el compromiso de GB con nuevas sensibilidades. Su trabajo apuesta por una abstracción no objetivista, utlizando materiales no convencionales, oscureciendo la comprensión, cual reflejo silente de lo indecible.
Benítez hace suya la causa de la libertad personal y colectiva en la capital paraguaya, involucrándose en las esperanzas de un nuevo tiempo. El tenso pulso sostenido por la comunidad artística comprometida con los derechos humanos y la libertad ante el inmovilismo de la dictadura y de las élites que la sostienen, tiene claros ejemplos de su activismo a lo largo de estas 264 páginas.
También cabe un retrato retrospectivo de nuestra sociedad civil del arte de esos años, endogámica y cerrada en sí misma, una escena poco receptiva a las novedades expresivas como el arte de instalación o el objeto. El hacer de Gustavo insistió en materializarse en el secreto, el enigma o la metáfora oblicua y a contrapelo de una estética complaciente, decorativa y que olía a trementina.
El despliegue, el despegue hacia poéticas vegetales, cósmicas y del paisaje natural serán las nuevas señas de identidad de su obra, anhelante del bosque y de sus seres vivos, de un territorio hoy yermo y vacío. El simbolismo de la misma materia y los temas que de ella se conjugan habilitan abundantes narrativas sobre el tiempo, el cambio y la transformación, como un ejercicio de memoria que es a la vez, visionario para el presente y futuro.
El arte de Gustavo Benítez es uno de imágenes y pensamientos cuyo corazón construye una cosmogonía ficticia pero viva, palpitando en árboles, animales, minerales, aguas, personas, lunas o bólidos celestes. Motivos funcionando como portales, como espacios de penetración visual y de comprensión analítica de una realidad que requiere de verdad, coraje y resistencia para ser comprendida. Un arte interpelador, a un nivel ético, para quienes transitamos este tiempo y lugar, una obra de afectos y efectos movilizadores por y para la vida.
Sigue la doble exposición “Ecos sutiles” y “¡La vida insiste!”
Compartir en redes
La Embajada de Brasil en Paraguay y el Instituto Guimarães Rosa (IGR) presentan la doble exposición de artes plásticas contemporáneas “Ecos sutiles” y “¡La vida insiste!”, con obras de cuatro destacadas artistas brasileñas y curaduría de Antonio Carlos Machado. Inaugurada el 11 de junio, podrá visitarse hasta el 29 de agosto, con entrada gratuita en el Espacio Cultural de la Embajada de Brasil, en Eligio Ayala casi Perú, en Asunción.
La propuesta expositiva reúne dos muestras que dialogan en torno a temas como la memoria, la transformación y la resistencia, desde perspectivas poéticas y materiales diversas. En la Sala Lívio Abramo, se presenta “¡La vida insiste!”, de Karina Amadori, una instalación que transforma la seda paranaense en metáfora de persistencia. Sus obras exploran la relación entre fragilidad y fortaleza, activando una reflexión sobre los ciclos de vida y resistencia desde lo textil y lo orgánico.
Simultáneamente, el Espacio Cultural albergará “Ecos sutiles”, una exposición colectiva que reúne trabajos de Juliane Fuganti, Bruna Mayer y Gabriela Stragliotto. Cada una aborda o território do sensível a partir de lenguajes visuales particulares: Juliane Fuganti presenta una serie de fotograbados que capturan la atmósfera de los manglares, revelando la fuerza simbólica y vital de estos ecosistemas.
Bruna Mayer incorpora su propio cuerpo en una obra performática realizada con sangre, proponiendo un diálogo entre el duelo y la creación. Gabriela Stragliotto ofrece pinturas que trazan mapas afectivos, en los que la geografía emocional se vuelve paisaje plástico. Estas dos exposiciones, inéditas en Paraguay, consolidan el compromiso del Instituto Guimarães Rosa con la difusión del arte contemporáneo brasileño y el fortalecimiento del intercambio cultural regional.