Hoy se conmemora el día de San Antonio de Padua. Numerosas comunidades celebraron la fiesta patronal en el marco de la cuarentena y los festejos fueron bastante limitados. Algunos compartieron olla popular, mientras que otros regalaron chocolatada casa por casa.
Historia
Este santo nació en Lisboa el 15 de agosto de 1195 con el nombre de Fernando de Bulhões, en el seno de una familia pudiente, descendiente del cruzado Godofredo de Bouillon, y murió en Padua el 13 de junio de 1231. A los 15 años, ingresó en los Canónigos Regulares de San Agustín. Diez años después, ingresó en los Frailes Menores Franciscanos y a los 25 años adoptó el nombre de Antonio, según explica el estudio de los santos católicos, Jorge Catalino González.
Agrega que el santo vivió en el siglo XIII. Fue un gran predicador y muy generoso con los pobres y los necesitados y con los que sufrían injusticias frente a los poderosos de su tiempo. Tenía voz clara y fuerte, memoria prodigiosa y un profundo conocimiento. Su fama de obrar actos prodigiosos nunca ha disminuido y aún en la actualidad es reconocido como el más grande taumaturgo de todos los tiempos, sostiene González.
Lea también: Pesca sí, pero fútbol no en la fase 3 de la cuarentena inteligente
Santificación
Su canonización fue la más rápida de la historia. El papa Gregorio IX lo canonizó, en menos de un año de su muerte: solo pasaron once meses (el 13 de junio de 1231) hasta su canonización (30 de mayo de 1232) en esa época, Pentecostés.
Su culto se popularizó a partir del siglo XV. Fue proclamado doctor de la Iglesia en el año 1946 por el papa Pio XII y su fiesta se celebra el 13 de junio (fecha de su deceso). San Antonio de Padua vivió tan entregado a los pobres y tan lleno de sabiduría cuando predicaba, que muchos le daban por santo en vida.
El Santo de todo el mundo
León XII lo llamó “el Santo de todo el mundo” porque por todas partes se puede encontrar su imagen y devoción. Es patrón, entre otros, de los pobres, viajeros, albañiles, panaderos y papeleros.
Se le invoca para pedir un buen esposo o esposa. Por esta razón algunas personas ponen su imagen de cabeza, pero esto es una superstición y una práctica no cristiana. San Antonio es el patrón de los pobres y, ciertas limosnas especiales que se dan para obtener su intercesión, se llaman “pan de San Antonio”; esta tradición comenzó al practicarse en 1890, comentó González.
Te puede interesar: Paraguayos sacrificados: Del campo a los talleres de costura de San Pablo
San Antonio y el Niño Jesús
Al santo lo vemos representado casi siempre con el Niño Jesús, y esto se debe a que cuando era todavía un joven fraile estaba rezando solo en una habitación donde fue hospedado para un periodo de descanso, y el dueño, espiando a hurtadillas por una ventana, vio que el fraile tenía en sus brazos un hermoso niño al que abrazaba y besaba con intensa contemplación.
El hombre, atónito y extasiado por la belleza de aquel niño, se preguntaba de dónde había salido y el mismo Niño Jesús le reveló a Antonio que el huésped estaba observándolo. Después de larga oración, desapareció la visión, el santo llamó al hombre y le prohibió contar lo que había visto. Con este acto de ternura, Jesús demostraba su amor a su siervo bueno y fiel. A partir del siglo XVII, se ha representado a San Antonio con el Niño Jesús en los brazos, comenta González.
Mirá también: Otro contingente de paraguayos sale de Argentina y regresa al país
Historia de la Parroquia San Antonio
La Parroquia San Antonio de Padua, de la ciudad de San Antonio, posee una rica historia. Anterior al gobierno del Dr. Francia, el lugar donde está ubicado la parroquia era un fortín, por su limítrofe a orillas del río Paraguay. En dicho lugar, se velaba por la seguridad del pueblo, con motivo de que nativos del lado argentino amenazaban con invadir el lugar. Tras la Guerra Grande, el sitio fue un punto de desembarco de tropas aliadas y en ese lugar se realizó la batalla de Ytororó.
Después del gobierno de Carlos Antonio López, es elevada a parroquia, explica González. Además, fue llamada como la “Iglesia del Pueblo” y la misma centraba su mirada hacia el río Paraguay, medio de comunicación en aquella época. Al estallar la Guerra del Chaco, por iniciativa de la feligresía, nace la realización de la Procesión Náutica. Dicha decisión, arranca para elevar oraciones por el cese de la contienda.
La imagen del Santo Patrono de esa ciudad fue hallada por unos pescadores a orillas del río Paraguay, en una zona llamada “Antigua Imagen.” En un estuche de cuero y hasta hoy, se conserva esa imagen, en una capilla de la ciudad, que lleva el nombre de “Antigua Imagen.” A mediados de setiembre de 1966, una catástrofe natural ocurrió en la Iglesia de San Antonio: Un rayo cae sobre la Parroquia. Quemando todo a su paso en dicho lugar. Milagrosamente quedan intactos los elementos litúrgicos y sobre todo las imágenes que se encontraban en la casa eclesial.
Los feligreses interpretaron, ese acontecimiento, con una llamada de atención: que la Iglesia debe mirar hacia el pueblo. Después de dicho suceso, renovaron la estructura y al mismo tiempo cambiaron la parte de enfrente de la Iglesia.
Esto también tenemos: Una paraguaya pagó sus estudios en la Sorbona y trabajó en un banco de París