La Prof. Dra. Graciela Russomando, coordinadora del Laboratorio del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), cumplió 58 años y lo festejó trabajando incansablemente en la jornada del viernes. Foto: Gentileza.
Médica referente en la lucha contra el COVID-19 celebra cumpleaños trabajando
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La Prof. Dra. Graciela Russomando, coordinadora del Laboratorio del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa), cumplió 58 años y lo festejó trabajando incansablemente en la jornada del viernes. Ella está al frente de una de las entidades que realiza cientos de muestras de COVID-19 diariamente en el país, labor fundamental desde el inicio de la pandemia en Paraguay.
Al ser consultada sobre la manera que celebró este cumpleaños, se excusó con que no podía hablar, ya que se encontraba en plena labor. “Estamos trabajando bajo mucha presión, no podría responder ahora, disculpas”, refirió la especialista en contacto con La Nación esta tarde. Su labor resulta crucial en la lucha contra el coronavirus mientras trabaja durante extensas horas bajo estrictas medidas sanitarias.
Ayer, en su cuenta personal de Facebook agradeció cada uno de los saludos que le dejaron sus seguidores con una foto que la muestra con su bata profesional, globos en una mano y un paquete de dulces que recibió como obsequio. Russomando nació en Buenos Aires, Argentina, pero es paraguaya naturalizada y una orgullosa madre de tres hijos.
“Muchísimas gracias a todos por los mensajes y bendiciones. Agradezco a mis padres la vida que me dieron. Agradezco a mis hijos y familia por apoyarme siempre en todo. Así pasé mi cumpleaños, trabajando al lado de un grupo maravilloso de profesionales entusiastas y con espíritu de servicio en el Senacsa”, escribió la profesional.
La mujer es responsable desde 1992 del primer laboratorio que aplicó técnicas moleculares en Paraguay, en el Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud (IICS) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA). La médica es una de las referentes de Salud en la lucha contra el virus en Paraguay.
A través de su trabajo se logró la certificación de la eliminación de la transmisión intradomicilar de la enfermedad de Chagas, por el principal vector en la Región Oriental del país en el 2008. Además es profesora titular de la cátedra de Biología Celular en la Facultad de Ciencias Químicas de la UNA.
Russomando recibió el Premio Nacional de Ciencias en el 2008, el Premio de la Fundación Weiner en 2015 al mejor trabajo en el área bioquímica, el Premio al Mejor Trabajo en el 2017 de parte del XI Congreso Paraguayo de Infectología, entre muchas distinciones que le fueron otorgadas en más de 32 años de carrera científica en el país.
La experta manifestó que actualmente la carga viral no es alta en el país, según la cantidad de muestras de COVID-19 que se realizan a diario, tanto en la costanera como en el puesto dentro del predio de la Patrulla Caminera en San Lorenzo, al igual que en los departamentos del Alto Paraná, Paraguarí e Itapúa.
Hace cinco años, la OMS calificó al covid-19 como “pandemia”
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Ginebra, Suiza. AFP.
“Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”. Hace cinco años, el 11 de marzo, el jefe de la Organización Mundial de la Salud soltó la frase que hizo tomar conciencia al mundo entero de la gravedad de la situación.
Pero ya desde el 30 de enero, la OMS había declarado su más alto nivel de alerta frente al nuevo coronavirus detectado en China a mediados de diciembre de 2019: la Urgencia de Salud Pública de Alcance Internacional o USPPI. Una fórmula que no impactaba en la opinión pública.
Presionado por las preguntas de los periodistas, Tedros Adhanom Ghebreyesus también mencionó “la amenaza de la pandemia” el 9 de marzo, pero el electrochoque tuvo lugar dos días después.
El miércoles 11 de marzo, muchos periodistas se agolparon en torno a las mesas en forma de U en una pequeña sala en las entrañas de la imponente sede de la OMS en las alturas de Ginebra, no lejos de la frontera francesa.
La conferencia de prensa, prevista para las 17H00 locales, pudo ser seguida en las redes sociales, por teléfono y por Zoom.
Frente a los periodistas, Tedros, a su derecha Mike Ryan, encargado de urgencias en la OMS, y a la izquierda la directora general, Maria Van Kerkhove, encargada del expediente del covid-19. Esta científica desconocida del gran público encarnará desde entonces la lucha contra la pandemia.
El jefe de la OMS sacó dos bolígrafos de su saco, ajustó sus gafas y leyó su declaración.
“Estamos profundamente preocupados tanto por los niveles alarmantes de propagación y de gravedad, así como por los niveles alarmantes de inacción” en el mundo, dijo.
Y entonces declaró: “Hemos considerado que el covid-19 puede ser calificado de pandemia”.
En ese momento, menos de 4.300 personas habían muerto en el mundo, según cifras oficiales.
Cinco años más tarde los muertos se cuentan por millones, pero a mediados de marzo de ese año todavía no habían empezado los confinamientos, los hospitales no estaban desbordados y el hundimiento de la economía no se avizoraba.
“La palabra ‘pandemia’ cambió la situación”, recuerda John Zarocostas, periodista que cubre para la AFP las agencias y ONG internacionales desde hace más de 30 años. “Tengo la impresión de que tenían que hacerlo” porque no lograban la reacción esperada de los Estados miembros desde el desencadenamiento de la USPPI
Para este veterano de las relaciones internacionales, “eso modificó la dinámica en términos de reacción de los gobiernos nacionales: todos empezaron a actuar”. Un retardo que frustró a la OMS. “El mundo está obsesionado por la palabra pandemia”, dijo Mike Ryan, para quien la advertencia de enero era más importante.
Nuevo botón de alarma
¿Puede repetirse una catástrofe similar? Para la OMS, la próxima pandemia solo es cuestión de tiempo. En diciembre de 2021, los Estados miembros de la organización, conscientes de las graves fallas frente al covid-19, comenzaron a trabajar en torno a un acuerdo internacional y obligatorio sobre la prevención y la preparación a las pandemias, para tratar de evitar que vuelvan a repetirse los mismos errores.
Las negociaciones son difíciles y una última sesión de negociaciones está aun prevista del 7 al 11 de abril, para finalizar el proyecto a tiempo para la asamblea anual de la OMS en mayo.
En espera, los países miembros lograron desempolvar el reglamento sanitario internacional. Y a partir de septiembre de este daño, el jefe de la OMS podrá declarar una “urgencia pandémica”.
En los cinco años transcurridos desde marzo de 2020, la OMS declaró la USPPI en dos ocasiones, ambas por epidemias de mpox.
El jefe de la OMS advierte regularmente a los países que no repitan el ciclo de negligencia seguido de pánico que caracterizó la pandemia de covid-19.
Auditoría de Singapur: prosiguen las visitas a frigoríficos nacionales
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El Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) prosigue con las visitas en el marco de la auditoría realizada a frigoríficos nacionales por parte de la Agencia de Alimentos de Singapur (SFA, por sus siglas en inglés) que se extenderá en nuestro país hasta el 11 de marzo.
Durante los recorridos, la delegación extranjera realiza inspecciones en plantas frigoríficas que procesan productos cárnicos de bovinos, cerdos y aves en compañía de las autoridades del Senacsa. Casi la totalidad de los establecimientos previstos ya fueron visitados y se tienen expectativas positivas con esta auditoría, cuyo informe final se enviará en dos meses.
En las visitas se encuentran presentes el presidente del Senacsa, José Carlos Martin; el titular de la Dirección General de Calidad e Inocuidad de Productos de Origen Animal (Digecipoa), Dr. Julio Barrios; la jefa de la unidad de asuntos internacionales, Dra. Gloria Campuzano; la directora de mataderos y frigoríficos, Natalia Díaz de Vivar, y técnicos de la institución.
Así también, se prevé que mañana martes se desarrolle una reunión con representantes de cuatro sectores: la Cámara Paraguaya de Carnes (CPC), la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la Asociación de Productores Avícolas del Paraguay (Avipar), y la Asociación de Productores de Cerdos (ACCP).
Este mercado integra la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) e importa aproximadamente 53.597 toneladas de carne y menudencias bovinas a un precio promedio de USD 6.559 por tonelada, alrededor de 1.000 dólares más que el valor medio de exportación de Paraguay, según los datos oficiales.
El pasado 20 de febrero se tuvo la reunión de cierre de la auditoría in situ del Ministerio de Inocuidad Alimentaria y Farmacéutica (MFDS) de Corea del Sur. La misma también constituyó un paso clave en el marco de la apertura de este mercado a los productos cárnicos de nuestro país.
El proceso llevado a cabo en el país Paraguay incluyó visitas al laboratorio Central, laboratorios privados, establecimientos ganaderos, frigoríficos y oficinas regionales. “Estamos haciendo todo el esfuerzo, esperemos que sea este año. Corea vino a Paraguay dos veces en los últimos seis meses, estamos pasando etapas”, había comentado Martin a La Nación.
Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
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Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
La reclusión de todo un país ante una incierta enfermedad tuvo beneficios inmediatos, pero también perjuicios duraderos. Foto: Archivo
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Los médicos enfrentaron un panorama complicado por la saturación de los servicios de cuidados intensivos. Foto: Daniel Duarte/AFP
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes. Foto: Archivo
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
Estos primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses, y con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo. Foto. Archivo
El mercado de Irak fue el principal comprador al abarcar el 49 % de las exportaciones del sector avícola al cierre de febrero, según informe del Senacsa. Foto: Archivo
Envíos de productos avícolas aumentaron 22 % en el primer bimestre
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Al cierre de febrero de este 2025 las exportaciones de productos avícolas generaron ingresos por USD 2.044.123, representando un aumento del 22 % en comparación al mismo periodo del año pasado, cuando se habían embarcado productos por USD 1.678.868, según datos del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa).
El organismo veterinario señaló que se enviaron a los diferentes destinos 1.691 toneladas de carnes, menudencias y despojos, siendo esto un 14 % de incremento comparando con febrero del 2024 cuando se habían exportado 1.481 toneladas. En cuanto a los precios, el Senacsa indicó que estos aumentaron 5,5 % respecto al segundo mes del año pasado.
Haciendo el desglose, se embarcaron 978 toneladas de carne de pollo por USD 1.633.450, que al considerar con enero y febrero del 2024, cuando se registró la salida de 861 toneladas por USD 1.363.187, significó un aumento de 13 % en volúmenes y 20 % en ingresos percibidos por la proteína. También se dio el envío de 167 toneladas de menudencias por USD 128.320 y 545 toneladas de despojos de ave por USD 282.352.
Irak: mayor comprador
El mercado de Irak fue el principal comprador al abarcar el 49 % de las exportaciones del sector, estuvo seguido por Albania que se quedó con el 24 % ocupando el segundo lugar, la tercera ubicación en el ranking de envíos fue ocupada por Vietnam con el 11 %.
Mozambique quedó en cuarto puesto tras comprar un 6 % del total y en quinta posición se ubicó Georgia con el 4 %. Otros mercados de los productos aviares fueron Cabo Verde con el 3 %, Ghana que abarcó un 2 %, mientras que Angola y Proveeduría Marítima se quedaron con 1 % cada uno.