Este sábado, repartidores a domicilio o deliverys se movilizaron en caravana para denunciar remuneraciones injustas, condiciones laborales precarias, falta de seguro médico contra accidentes y escasez de insumos para mitigar los riesgos de contagio del COVID-19. Lamentan el abandono del Ministerio de Trabajo para velar por sus derechos ante las empresas a las que prestan servicios.
La convocatoria se realizó en el Parque Ñu Guasu, en Luque, desde donde iniciaron la caravana por las principales avenidas de Asunción hasta llegar a la Plaza de las Américas y la Plaza de la Democracia, en reclamo de mejores condiciones de trabajo, el cumplimiento de sus derechos y la intervención del ente regulador del trabajo ante empresas que explotan a los trabajadores.
“El punto uno es ser reconocido por el Ministerio de Trabajo como trabajadores con los mismos derechos y las mismas necesidades básicas que cualquier otro jornalero. Estamos bajo frío, lluvia, calor o hambre. Nosotros pasamos de todos. Nos necesitan y nosotros a los clientes, pero tenemos necesidades básicas de cualquier persona”, afirmó Hugo Santa Cruz, vocero de los trabajadores.
Los trabajadores de delivery, courrier y repartidores a domicilio realizan una labor fundamental desde el inicio de la cuarentena en el país. Durante la marcha pacífica exigieron que una remuneración legal y justa, seguro médico del Instituto de Previsión Social (IPS), seguro de vida, seguro contra accidente, entre otros derechos para cumplir con su trabajo a través del cual se ganan el sustento diario.
“Pedimos una mayor remuneración y ser reconocidos por el Ministerio de Trabajo. Somos muy poco valorados y tomados en cuenta. Es algo muy triste, llevamos medicamentos, alimentos, hacemos compras para personas de la tercera edad. El 95% de las empresas no reconocen nuestros servicios y somos vilmente explotados”, expresó Santa Cruz, en contacto con La Nación.
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Empresas no cumplen con obligaciones
Santa Cruz lamentó que muchas empresas del rubro gastronómico los utilizan como personal “desechable” a pesar de que los restaurantes trabajaron solo a domicilio hasta la fase 2 de la cuarentena inteligente ante el avance del coronavirus en el país. “Muchas empresas gastronómicas cerraron y eso lo vivimos en carne propia. Ellos ganan no solo por sus productos, sino también por nuestros servicios”, manifestó.
El vocero de los trabajadores de delivery señaló que casi la totalidad de las empresas no cumplen con las obligaciones que deben cubrir a cualquiera de sus empleados. Señalan estar agrupados entre alrededor de 250 personas de todo el departamento Central, además cuentan con compañeros de Alto Paraná que se suman debido a la precariedad del trabajo tratando de ayudarse entre todos.
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Lamentan que la mayoría de las empresas gastronómicas se quedan con gran parte de las ganancias por delivery al entregar el producto en puerta. Además se exponen al contagio del COVID-19 al realizar la entrega a muchos clientes que no toman las debidas medidas sanitarias al recibirles en sus casas.
“Hasta ahora ninguno se contagió del COVID-19. Nosotros utilizamos alcohol en gel y tapabocas. Ni esto no nos proporcionan más las empresas gastronómicas. Nosotros tenemos que comprar con nuestro dinero y por obligación deberían suministrarnos los contratantes. Los clientes salen sin tapabocas, se acercan mucho, el dinero nos pasan sin desinfectar, nosotros rociamos los billetes con alcohol”, finalizó Santa Cruz.