El historiador David Velázquez Seiferheld, se refirió a episodios que marcaron la historia del Paraguay y que tuvieron como protagonistas a jóvenes. Velázquez fue invitado a conversar sobre estos hechos en el programa Asamblea por el canal GEN, bajo la conducción del periodista Augusto Dos Santos.
“La palabra juventud está compuesta por diversas variables, siendo la edad una de ella, pero hay diferentes maneras de vivirla según aspectos como el sexo o los lugares en donde lo vive”, comienza explicando Velázquez. Mencionó que las expectativas de vida también se configuran dentro de las variables cuando hablamos de una persona joven.
Las trágicas situaciones por las que ha atravesado Paraguay a lo largo de su historia, muchas veces han hecho que el paso entre el niño y el adulto haya sido más corto, por eso es que muchos jóvenes tuvieron apariciones destacadas en situaciones que bien podrían corresponder a algún adulto.
Atribuyó a ese fenómeno, el hecho que pocos niños, una vez terminada la educación primaria, continúen con la secundaria. En 1929, de un total de cien mil niños que componían realizaban la primaria, solo setecientos accedían a la educación secundaria y solamente aquellos quienes consideraban realizar una carrera universitaria lo hacían. La educación secundaria era considerada una antesala de la universidad y no una continuación de la educación primaria.
Jóvenes que dejaron huellas
El historiador recordó el caso de los jóvenes del 23 de octubre de 1931, que fueron acribillados frente al Palacio de Gobierno durante una protesta ante lo que consideraban la inacción del gobierno en defensa del Chaco. Más adelante mencionó a José Asunción Flores, quien fuera enviado como una especie de castigo a la banda de músicos de la Policía y terminó creando la guarania a los 21 años.
Entre las mujeres jóvenes y destacadas, el historiador mencionó a las hermanas Speratti, por ejemplo, introdujeron en Paraguay en 1890, cuando aún no habían alcanzado los treinta años de edad, el sistema de escuelas graduadas, así como Serafina Dávalos, quien a los 27 años de edad, en 1904, había creado la primera escuela mercantil.
Un grupo de jóvenes también fueron quienes trajeron la reforma universitaria desde Córdoba en 1928 y los jóvenes que participaron en las manifestaciones obreras de 1959, quienes en su gran mayoría terminaron exiliados, fueron protagonistas en la vida política nacional tras la caída de la dictadura en 1989.
El despertar de los jóvenes siempre ha sido muy intenso en las élites sociales del Paraguay, pero estas actitudes se han ido modificando a través del tiempo en la medida en que los jóvenes fueron integrándose más a la educación secundaria, aunque la vida rural siempre ha corrido por un camino paralelo", explicó el historiador.
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Lanzan la segunda edición de “Las huellas de López”
La presentación de la segunda edición del libro “Las huellas de López” del escritor Marcos Ybáñez, bajo el sello de AranduBook Ediciones, será el sábado 7 de junio, a las 15.00, en la sala Homenaje a la Guarania, en la Feria Internacional del Libro - FIL Asunción 2025, en el Centro de Convenciones Mariscal, ubicado en el J. Eulogio Estigarribia esquina Charles De Gaulle, en Asunción, con entrada libre y gratuita.
El autor sigue este relato con un libro y película que se podrá disfrutar en QR. Gracias al trabajo de rescate de la historia local, el Congreso declaró como Patrimonio Natural, Cultural y Arqueológico al sitio denominado Combate de Arroyo Hondo, en el distrito de Juan de Mena (Colonia Regina Marecos), que comprende parte de la Campaña de las Cordilleras de la Guerra contra la Triple Alianza (1864-1870).
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En la obra, los campesinos de Juan de Mena se lanzan a la aventura de desenterrar como plata yvyguy las reliquias del pasado, en busca de sus raíces históricas en la Guerra Guazú. En medio de sus trabajos en la chacra, descubren y juntan ollas viejas, hebillas, municiones, cubiertos, armas, bombas sin detonar, restos de carros del ejército de López, para habilitar un museo de la memoria en Regina Marecos, Juan de Mena.
El rescate de la historia local fue posible gracias al trabajo de la población, a través de la creación de la Comisión Pro Museo Mbururu, de la Colonia Regina Marecos, aprobada en fecha 18 de enero, por resolución de la Municipalidad de Juan de Mena, número 05/2021. “Cuando perdemos la memoria de nuestro pasado, desaparecemos como nación”, señalaron sus dirigentes.
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Equipo de rescate
El equipo del trabajo de rescate de la historia local está integrado por Marcos Ybáñez, presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), autor del libro “Las Huellas de López” y la película “López Rapykuere”; Mario Rafael Amarilla, gestor Cultural de Juan de Mena, presidente de la Comisión Pro Museo Mbururu, de Regina Marecos; Ing. Alexi Ruiz, vicepresidente de la Comisión Pro Museo Mbururu, de Regina Marecos.
También Juan Pelagio Antúnez Acosta, presidente de la Comisión Chacore Ñemuñare; profesora Julia Bogado, directora del Colegio Nacional San Rafael Arcángel, de la ciudad de Juan de Mena. Investigación sobre la historia de la ciudad de Juan de Mena; exintendente de la ciudad de Juan de Mena, Julio César Antúnez; Comisión Sesquicentenario de la Campaña de Las Cordilleras, presidente: Almide Alcaraz.
Además de David Velázquez Seiferheld, historiador, viceministro de Educación del MEC; Margarita Miró. Historiadora, investigadora. Asociación de Escritores y Artistas del Departamento de Paraguarí, ADEAP; el apoyo a Andrés Colmán Gutiérrez, expresidente de la SEP; Derlis González, editor; Melanio Pepangi, cámara, fotografía; Lourdes Villalba, Trabajadora Social, producción; Marcos Ernesto Ibáñez, director ejecutivo; diseño de Ariel Goiriz; ilustraciones de Roberto Goiriz; corrección y prólogo de Delfina Acosta, escritora; traducción de Mauro Lugo. Impresión: AranduBook Ediciones.
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Isla Umbú: restaurarán templo que invita a viajar en el tiempo
- Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
A 12 kilómetros de Pilar, es punto obligado de visita para el que quiera conocer Ñeembucú y los sitios históricos de la guerra contra la Triple Alianza. El templo de la localidad, centro de memoria y religiosidad, será puesto en valor en el marco del programa Tekorenda, dando inicio así a una recuperación de un valioso patrimonio nacional. Aquí la historia.
“Venir a nuestro pueblo es como entrar en el túnel del tiempo”, dice Mabel Franco, de la Universidad Nacional de Pilar, describiendo la sensación que siente al ingresar al “cuadrilátero”, el antiguo dibujo de las manzanas centrales de Isla Umbú.
Un paisaje que refleja el estilo de construcción de la década de 1860 se percibe en las casonas de tipo colonial que enmarcan la plaza grande en la que está el cuartel desde que el mariscal Francisco Solano López dirigió en un momento la defensa del sur durante la Guerra Guasu.
En el centro mismo de ese espacio, como un elemento de identidad, está el templo San Atanasio, de gran valor simbólico, histórico y cultural. Este último fue elegido por el Programa Tekorenda de restauración de sitios históricos impulsado por la Secretaría Nacional de Cultura (SNC) para una intervención destacada.
El intendente Jorge Marecos se muestra agradecido: “Es la primera vez después de mucho tiempo que tendremos una intervención del Estado en esta refacción”, dice con alegría.
Sin embargo, los restantes edificios requieren intervenciones para preservar uno de los pocos cascos urbanos que ayudan a reconstruir época que quedan en pie en el país. “Este entorno le da ese toque cultural antiguo al pueblo, pero lastimosamente algunas casas están desocupadas, con techos derrumbados. Son casas particulares y es difícil intervenir, pero presentamos a la SNC un proyecto para conservar por lo menos las fachadas”, destaca el jefe comunal.
UNA INTERVENCIÓN NECESARIA
El intendente Marecos indica que “el templo está con dificultades. Los técnicos de la SNC el año pasado hicieron una visita y detectaron que necesitaba esta restauración que se va a encarar desde octubre si todo va bien”, apuntó.
“El edificio está sólido, bien parado, pero tiene sus años. Así que esta tarea que durará más o menos un año o un poquito más será más que importante para nosotros”. Entre tanto, habrá que encontrar un buen sitio para oficiar las misas, ya que allí se congrega la feligresía católica los domingos. “Es un tema sensible”, señala.
La activista cultural Mabel Franco recuerda que “es muy importante este acto porque la última restauración fue en 1979 y estuvo a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), donde se pudieron intervenir algunos horcones, ya que sus cimientos estaban muy comprometidos.
Pero desde esa vez a esta parte es la comunidad la que mantiene el edificio y ya se necesitan nuevas intervenciones en los cimientos, teniendo en cuenta el tiempo y que el edificio es original de la época, es un patrimonio demasiado importante porque es único en su tipo”.
Explica entonces que en Laureles tuvieron que hacer una réplica de la iglesia antigua, en tanto que en Guasu Kua se hicieron intervenciones que reemplazaron componentes originales de su templo. En cambio, San Atanasio, en Isla Umbú, mantiene su estructura original.
TURISMO
A apenas 10 minutos de Pilar, capital del Ñeembucú, se asienta esta población de 3.700 habitantes, centro de la producción lechera regional. Franco apunta: “Nuestra comunidad lleva hasta 2.000 litros por día de leche para las familias pilarenses”.
Enmarcada por el imponente paisaje de los humedales, su verde intenso, su laguna Capilla destaca por la belleza que aporta la visita de una variedad notable y colorida de aves silvestres.
El jefe comunal de Isla Umbú asegura que están preparados para recibir más turismo. “Formamos parte del circuito turístico, pero no tenemos mayores auxilios de la Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), lo hacemos a nivel municipio”.
Contó que la gente no solo puede visitar el museo, el cuartel, el templo, sino que también acercarse a la laguna, “que ahora tiene un lindo muelle y caminero para tomar sol en estos días tan lindos”, propuso.
Recordó que una idea que tienen es avanzar en el recorrido turístico extendiéndolo hacia “las compañías como Boquerón y Tajy, donde hay escenarios de la guerra contra la Triple Alianza que ayudan a entender lo heroico de la defensa que se dirigió desde Isla Umbú”.
UN POCO DE HISTORIA
Mabel Franco, de la Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de Pilar (UNP), recuerda que “la reorganización de Isla Umbú fue dispuesta por Carlos Antonio López, que le dio orden al jefe del cabildo de Pilar para poder formar el pueblo. Eligieron el mejor lugar para asentar el pueblo y luego se hizo una expropiación. Para ello tenían que pagar el diezmo los más adinerados y a los más humildes los ayudó el gobierno”.
Así fue que “se diseñó ‘el cuadrilátero’ en el estilo de los jesuitas, iglesia en el medio y en el lado oeste el cuartel, el cabildo y luego las casas a los costados con una gran plazoleta en el medio”, explica.
“Cuando la Triple Alianza, el Cabildo se convirtió en cuartel y fue el centro de aprovisionamiento del Ejército paraguayo en batalla, que entraba en acción más hacia el sur”, cuenta.
Posteriormente, en el siglo XX el cuartel fue escuela, juzgado de paz, todo lo que necesitaba administrativamente funcionó allí y el cuadrilátero se mantuvo”, refiere. “La Municipalidad aprobó en 2003 una ordenanza declarando las casonas antiguas patrimonio distrital, cultural, dictando así un no innovar para que se mantengan las casas antiguas”, recordó.
Ese elemento político necesita ahora de inversiones para una recuperación que se espera se inicie con la restauración del templo. Como antecedente, vale señalar que en 2002 se restauraron los tres cuarteles históricos de la llamada “diagonal de sangre”: Isla Umbú, Humaitá y Paso de Patria.
UN PATRIMONIO A DESCUBRIR
La arquitecta Silvia Rey es la coordinadora del Eje de Intervención del Programa Tekorenda y cuenta que la iglesia San Atanasio de Isla Umbú “es un templo típico paraguayo, con estructura de madera independiente, muros de adobe de simple cerramiento y techos de teja y picanilla. Debido a sus características materiales, las condiciones climáticas y el paso del tiempo han afectado su estado”.
Describe a su vez que “los problemas de conservación se concentran principalmente en la cobertura debido a filtraciones de agua pluvial. Asimismo, presenta lesiones en los muros, como grietas, fisuras y desprendimiento de revoque.
La presencia de murciélagos es otro de los factores de degradación; además, se observan rastros de la acción de termitas (kupi’i), que aunque parecen estar inactivas actualmente habrían afectado la estructura del altar y algunas piezas de la estructura”.
–¿Qué pidió la comunidad en el marco de la audiencia pública?, ¿cuáles son los reclamos centrales?
–La comunidad expresó su preocupación respecto a la necesidad de salvaguardar la memoria histórica, muchas de cuyas tradiciones y conocimientos se conservan y transmiten de manera oral, debido a la pérdida de las fuentes documentales. Asimismo, manifestaron su interés en la protección del patrimonio cultural material, tanto mueble como inmueble, especialmente la iglesia y el museo. Concientes del valor de su entorno, otra de las preocupaciones principales es la preservación del ambiente urbano y natural de Isla Umbú. Para ello, se considera fundamental la implementación de un plan de ordenamiento urbano-territorial que promueva un desarrollo sostenible en la zona.
POTENCIAL
–¿Está pensado también un tratamiento para los otros edificios?
–En esta primera etapa, la intervención se centra específicamente en el templo. Sin embargo, la edificación que alberga el Museo Coronel Pedro Hermosa también se encuentra en el listado de edificios en necesidad de salvaguarda urgente de la SNC, lo que implica priorizar la obtención de fondos para su intervención en el marco del Programa Tekorenda.
No obstante, es importante señalar que el trabajo en territorio involucra varias otras acciones, las cuales son abordadas en un trabajo coordinado con la Dirección General de Patrimonio de la SNC en el marco de la política de protección del Patrimonio Cultural, como la documentación y el registro.
Dado el potencial que posee Isla Umbú, se espera que, con el proceso de puesta en valor, se genere un mayor interés hacia el sitio, lo que podría facilitar la inversión en la recuperación física y funcional de otras edificaciones.
–¿Qué rol tuvo el edificio durante la guerra contra la Triple Alianza?
–La Triple Alianza es el episodio más recurrente en la memoria colectiva de Isla Umbú. Según la tradición oral, la construcción de la iglesia fue motivada por la victoria que obtuvo el mariscal Francisco Solano López en la batalla de Estero Bellaco, cumpliendo una promesa hecha a San Atanasio, a quien se había encomendado. Sin embargo, el año de construcción referido, 1862, no coincide con este hecho histórico, que se dio cuatro años más tarde, en 1866.
–¿Cuáles son otros edificios históricos que requieren intervención?
–El edificio que hoy alberga al Museo Histórico Cnel. Pedro Hermosa, en homenaje a un combatiente de la guerra del 70, habría funcionado como cuartel de las tropas paraguayas durante las batallas desarrolladas en la zona de Ñeembucú. Se habría construido en la misma época que la iglesia, al igual que otras viviendas construidas alrededor de esta.
–¿Podría contarnos un poco la historia del distrito?
–A pesar de que los orígenes de Isla Umbú se remontan a 1779, cuando se inicia la ocupación efectiva de la zona del Ñeembucú, luego de la fundación de Pilar, la fecha de fundación que reconocen los pobladores es la del 8 de mayo de 1862, cuando, como parte de su política urbanística, don Carlos Antonio López ordena la reorganización del pueblo.
Sin embargo, según investigaciones realizadas por la historiadora Viviana Paglialunga, existen fuentes documentales en el Archivo Nacional de Asunción que dan cuenta de la existencia de cuatro escuelas y de trabajos en las obras del templo en el partido de Isla Umbú que datan de 1842.
–¿Cómo fue su evolución durante el siglo XX hasta la actualidad?
–A pesar del paso del tiempo, Isla Umbú ha mantenido sus características urbano-arquitectónicas, con la iglesia en el centro de la plaza y las viviendas con galería a su alrededor, disposición típica de los poblados del Paraguay desde la época colonial. La población va decreciendo debido a la migración campo-ciudad y, lamentablemente, hoy varias edificaciones se encuentran abandonadas y en riesgo de derrumbe.
–¿Isla Umbú está lo suficientemente referenciada como para movilizar el turismo histórico o ser parte de quienes llegan al Ñeembucú por sus humedales y paisajes?
–Isla Umbú está entre los secretos mejor guardados de nuestros pueblos pintorescos. Queda a tan solo 15 kilómetros –20 minutos en auto– de Pilar, recorrido que vale la pena, dadas sus características urbanas, ambientales y paisajísticas, así como su riqueza histórico-cultural y la calidez de su gente, que la convierte en un punto obligado para quien quiera conocer y disfrutar del Ñeembucú.
Entre sus tradiciones más arraigadas están la fiesta patronal en honor a San Atanasio, que se celebra el 2 de mayo de cada año y en la que no faltan las comidas típicas, los juegos tradicionales, la música y el baile.
Esta festividad culmina con el Festival Anual de la Leche, celebración en la que Isla Umbú hace gala de ser cuna lechera debido a que la producción de leche es la fuente principal de su economía.
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“No tiene valor ser un profesional médico muy capacitado sin humanismo”
- Fotos: Pánfilo Leguizamón
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al cirujano especialista en coloproctología Prof. Dr. Isaías Ricardo Fretes. Además de reflexionar sobre el sentido de la vocación y la práctica médica, Fretes insta a la población, en especial a los varones, a superar los tabúes y realizarse los controles de rutina para evitar una enfermedad altamente prevenible, pero que puede afectar de manera dramática la calidad de vida, como el cáncer de colon.
–Nuestros padres nos heredan muchas cosas, pero en tu caso hay una herencia aún más poderosa porque tu padre fue médico, tu madre licenciada en enfermería. ¿Se puede decir que tu cuna fue un hospital?
–Sí, y creo haber tenido el privilegio de ver la transformación de la medicina en el tiempo y una transformación en deterioro en nuestro país. Yo he visto a mi papá llegando a las casas del enfermo y tras atender al paciente, venía siempre un agradecimiento con un chipa guasu o alguna cosa al respecto. Y esa imagen de la persona calificada, que era importante dentro de la comunidad, es la que yo capté.
Y ese es un aspecto que ha ido deteriorándose en la medicina, que es la deshumanización de la medicina, donde el mercantilismo empieza a ser prioritario. Yo tuve en suerte de vida formarme en una generación de médicos donde nos calificaban y tenían una nota muy alta la dación que teníamos con el paciente. Además, no se puede formar un cirujano sin disciplina.
–¿Cuáles son los ajustes que a tu criterio se deben hacer al proceso de formación de los médicos?
–Una de las cosas que yo veo en cirugía, por ejemplo, hoy en el Hospital de Clínicas es que el residente no tiene las condiciones para vivir ahí. Nosotros teníamos nuestra cama, nuestro ropero, estaba el baño comunitario, la residencia, podíamos vivir ahí, vivíamos cómodamente y entonces la primera ventaja no había atrasos porque vos estabas ahí.
Y por supuesto teníamos también nosotros dentro de ese ambiente laboral las condiciones de buen trato. Hay otro factor que es muy preocupante, que hay muchos médicos jóvenes en formación que están pasando por situaciones difíciles por consumo de productos indebidos. Eso en mi generación no existía.
–¿Este consumo podría relacionarse con un estrés de la gestión profesional o son síntomas de este tiempo?
–Yo creo que son situaciones de este tiempo y ha ido por supuesto eso incidiendo en la calidad de la formación médica. En mi época era normal que si cometías una falta, el profesor te diga “usted durante una semana no entra a quirófano” y eso era un golpe bajo para nosotros, porque queríamos entrar en quirófano.
FORMACIÓN
–¿Qué es ser médico militar?
–Muchas veces me pregunto cómo hice para sobrellevar ambas carreras. Ostento y tengo el honor de ser hasta la fecha el único almirante médico. Me encontré con una remesa de oficiales de carrera, son mis camaradas, en quienes me apoyé y que me ayudaron a sobrellevar la dura vida militar. Yo fui el primer médico que se fue a Pozo Hondo, año 84, tardé ocho días en llegar.
Fue la primera vez en mi vida que no me bañé ocho días. Ahí se inició mi proceso de formación militar. El médico que no está imbuido de ese entrenamiento militar no puede soportarlo. Yo viví en Bahía Negra en dos situaciones, bajo sombra con 48 grados o en Bahía Negra inundada, donde nos desplazábamos en canoas.
–Estudiaste en Brasil y estudiaste en Francia en términos de especialidad.
–Sí, al terminar yo la residencia médica en el Hospital de Clínicas escribí a Francia, pero no tuve una respuesta. Entonces fui al Brasil, al Hospital das Clínicas, me encuentro ahí con una jefe de servicio, algo impensable en la época, una gran señora, Angelita Habr-Gama, hoy día la mejor coloproctóloga del mundo.
Tuve la obsesión de querer ir a Europa y volví a enviar y ahí me dijeron “acá se rinde un examen en setiembre, si usted está interesado, venga”. Fui con mucho miedo porque sabía que si no salvaba ese examen, no iba a tener derecho a la bolsa, porque mis padres no estaban en condiciones de pagarme, de mantenerme en Europa. Por lo visto me dieron buena formación porque yo pude obtener esa bolsa, porque había un lugar para el extranjero.
Y así tuve la oportunidad de hacer la especialidad dos veces. Y fue una muy linda mancomunión entre el conocimiento de la patología regional, que lo aprendí en el Brasil, y en Europa conocí la tecnología. Pero me ocurrió lo que le ocurre a todo joven que viene con una formación europea y cree saber todo, hasta que la vida y la práctica médica le da unos akãpete y le enseña que la medicina es un proceso.
Decía un gran cirujano que el cirujano aprende a operar a los cinco años de ejercicio, pero en 30 años aprende cuándo no debe operar.
–Hay algo que escuché en una de sus charlas al respecto de la desprotección que existe con relación a la ausencia de los seguros de praxis. Acá los médicos están bastante desprotegidos al respecto, ¿no?
–A la semana que iba a entrar en quirófano en Francia, me dice mi maestro, el profesor Jean-Claude Sarlès, “¿usted tiene su seguro de mala praxis? Si usted comete un error, yo no voy a ser responsable. Vaya y vea”. Fui a la secretaría, hice las averiguaciones, el 85 % del seguro de mala práctica médica lo pagaba el hospital y el 15 % lo descontaban de mi salario. En ese aspecto nosotros en el Paraguay todavía no tenemos competencia entre varias empresas. Hay una empresa que sí está vendiendo seguros, pero desde un monto muy pequeño.
TABÚ
–Aparte de tener un nombre un poco complicado, la coloproctología es una especialidad que está un poco damnificada por el tabú, la ignorancia, especialmente los hombres, ¿no?
–Mi papá fue un docente de alma, profesor de la Facultad de Medicina, formador de médicos. Y él tenía que hacer sus consultorios a la tardecita, porque el varón que iba a consultar sabía que tenía que tener un tacto rectal. Eso ha cambiado mucho, pero todavía hay un tabú en relación a ello, sobre todo en el varón.
–Quiero pedirte una referencia a un problema que es de tu permanente atención, como es el cáncer de colon, y que nos expliques en qué contexto se encuentra nuestro país en esa problemática.
–Con mis residentes decidimos indagar cómo está nuestra casuística y tomamos como referencia los hospitales más importantes de Central, que es donde se puede operar un cáncer de colon. Para sorpresa nuestra, encontramos que el 30 % de los cánceres de colon son operados de urgencia y eso es inadmisible en una enfermedad que es prevenible.
DIAGNÓSTICO PRECOZ
–¿Por qué?
–Porque el cáncer se inicia de unas pequeñas bolitas, uvitas que cuelgan en la luz del intestino que se llaman pólipos. Si uno a partir de los 50 años, aunque uno no tenga la más absoluta sintomatología, se realiza el estudio, que se llama colonoscopia, y si se encuentra ese pólipo se extirpa, uno está haciendo prevención.
Pero ¿qué sucede en nuestro país? O la información no llega, las sociedades científicas tienen pocos rubros para hacer campaña de concienciación, la difusión cuesta plata o nos topamos con que ese individuo, sobre todo en el interior, no puede acceder a la tecnología o aparece nuestra cultura fuerte con el efecto tabú que hace que, por más que lo conozca, no se hace de rutina ese estudio.
–¿Será que por eso también se demora tanto ya en una situación de afectación?
–Se opera de urgencia y se le tiene que quitar el intestino y ser lo que nosotros llamamos ostomizado. Es decir, abocar el colon a la pared del intestino y hacer su necesidad hacia una bolsita que se adhiere a la pared del abdomen. Y no debería llegarse a esa instancia.
El pronóstico no quiere decir que no se cure, pero el pronóstico es más feo, el sufrimiento es mayor y la persona que tiene un cáncer de colon debe ser conciente de que el proceso hacia la curación es prolongado. Estamos hablando de un año y no solo sufre ese paciente, sino que también detrás de él arrastra a la familia.
Y es un cáncer que es prevenible, como el cáncer de cuello uterino, pero hay una incidencia alta todavía a pesar del gran esfuerzo del Ministerio de Salud.
LABOR SOCIAL
–Hablanos un poco, doctor, antes de despedirnos de esa obra fantástica de la promoción 1983.
–Estábamos en Yataity del Guairá unos tres médicos, pueblo chico, viene un vecino preguntando si podíamos atender a una paciente. Fuimos, vimos a la paciente, era una ancianita, estaba deshidratada. Enseguida nos dimos cuenta de que no iba a poder comprar la medicación que necesitaba.
Fue este colega a comprar el suero, le pusimos antibióticos y la señora insistió en pagarnos y nos pasa seis huevos, a dos huevos cada uno. Ahí nos dimos cuenta de que la satisfacción que obtuvimos al salir de la casa de esa ancianita fue muy importante. Y surge la idea de hacer una atención médica grande en esa misma ciudad.
Y así iniciamos en 2015 la atención médica en Yataity del Guairá. En sus inicios tomamos solamente la parte médica con escaso instrumental o aparataje de diagnóstico. Crecimos en el tiempo gracias a la credibilidad y hoy día somos 185 médicos que nos vamos a poblaciones alejadas y carenciadas de la república a llevar una medicina de muy alto nivel, amparados en el trabajo conjunto con amigos no médicos que vieron honestidad y credibilidad en el proyecto, porque estos 185 médicos no van a poder aplicar su buen arte si no son acompañados por estos amigos no médicos que nos hacen trabajar.
–Este es uno de los proyectos de civilidad más importantes de esta década...
–Este año vamos a ir a Yegros. Estamos hablando de un contingente de 335 personas. El 5 y 6 de setiembre vamos a estar tomando como epicentro a Yegros, pero vamos a abarcar las ciudades de Yuty, 3 de Mayo, Bertoni y Yegros, o sea cuatro comunidades. Es largo hablar del proyecto, pero voy a comentar solamente este hecho. Ya fuimos a conocer las cuatro comunidades porque antes introdujimos una metodología militar.
Es lo que aprendí en las Fuerzas Armadas, el estudio de situación. ¿Dónde íbamos a ir? ¿Qué hay? ¿Qué no hay? ¿Qué tenemos que llevar? ¿Qué prevalencia de enfermedades hay? Y ahí nos enteramos, por ejemplo, que en 3 de Mayo uno puede enfermarse solamente de lunes a viernes de 7:00 a 15:00. Después ya no hay médico.
–Imaginemos una escena que le tocan el timbre o golpean la puerta en la casa y es un chico que hizo un estudio vocacional y encontró que quiere ser médico. ¿Cuáles son dos o tres cuestiones básicas que le recomendaría para que su vida sea de satisfacción y plenitud?
–Hoy día el ejercicio médico es riesgoso si es que uno no está bien formado y no adquiere el concepto de la capacitación constante. Eso está ligado a un costo. Segundo, no tiene ningún valor ser un profesional médico muy capacitado sin humanismo. En la conjunción de ambas cosas viene la aureola de la vocación. La vocación es la que le quita a uno el cansancio y abre la vía para llegar a la satisfacción espiritual, que es el privilegio de esta profesión que vanamente intenta emular al creador.
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Historiadora Ana Barreto presenta hoy su nuevo trabajo
En el marco de la Feria Internacional del Libro - FIL Asunción 2025, esta tarde a las 19:00, en el salón auditorio “Homenaje a la Multiculturalidad” del Centro de Convenciones Mariscal (J. Eulogio Estigarribia n.° 5086 esq. Charles De Gaulle), se realizará el lanzamiento del libro “Mujeres extraordinarias del Paraguay (tomo 1)”, de la autoría de la historiadora Ana Barreto Valinotti, bajo el sello editorial de Santillana.
Concebido para un público joven, en un lenguaje ameno y accesible, con bellas ilustraciones de varias artistas, en poco más de 70 páginas Barreto Valinotti destaca la figura de 14 mujeres que marcaron hitos en la historia paraguaya a pesar de la adversidad y la denegación de derechos.
TRASCENDER LOS LÍMITES
Partiendo de figuras poco conocidas como Silvia Cordal Gill, pasando por exponentes descollantes del pensamiento feminista como Serafina Dávalos hasta el cierre de este primer tomo con la nadadora María Digna Escurra, el libro es un catálogo de historias de mujeres que no acataron los mandatos de género y se propusieron trascender los límites impuestos por la sociedad de sus respectivas épocas.
En el prólogo, la prestigiosa doctora, científica e investigadora Antonieta Rojas de Arias escribe: “Haber leído estas catorce historias de mujeres sacrificadas, valientes y talentosas me conmueve mucho y a la vez me inspira, recordándome cuánto hemos avanzado y cuánto queda aún por lograr”.
Con un diseño moderno, composiciones fotográficas atractivas e ilustraciones de alta calidad artística, este libro dirigido a jóvenes lectores es único en su estilo. Las ilustraciones del libro son de la autoría de Mag Ruhig, Analía Marchi, Regi Rivas, Adriana Rojas y Carolina Vinader.