El Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) informó este miércoles que se registró un total de 25 trasplantes de médula ósea en el 2020, mediante un trabajo coordinado entre varios sectores.
Pese a las enormes dificultades a consecuencia de la pandemia, la incertidumbre que atravesó la sociedad en general y la comunidad hospitalaria en particular; los programas de trasplante se ajustaron a los protocolos de atención para pacientes trasplantados y todos fueron sometidos a los estudios de PCR para COVID-19.
En el 2020, la cantidad de trasplantes realizados en el mundo cayó sustancialmente, sin embargo, en nuestro país se ha superado el récord en relación al año anterior (2019), que registró 24 trasplantes de médula ósea.
Si bien el número de trasplantes reportados aún se encuentra lejos del objetivo que se tiene como país, cada una de las intervenciones realizadas ha supuesto un enorme esfuerzo por parte de los profesionales implicados, dada la situación epidemiológica, que aumenta la complejidad de los procedimientos.
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Procesos no admiten esperas prolongadas
En este sentido, desde el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) se destaca la importante labor de todo el personal humano involucrado en el proceso, teniendo en cuenta la implicancia de lo que ha conllevado mantener la actividad del trasplante en plena pandemia.
Por otro lado, es importante señalar que la mayoría de los pacientes que necesitan trasplante de médula ósea no admiten tiempos de espera prolongados. Algunas de las enfermedades más frecuentes que llegan a requerir de este procedimiento son las leucemias agudas, los fallos medulares y las inmunodeficiencias.
Otro dato resaltante es que, mediante el convenio entre la cartera sanitaria y el Instituto de Previsión Social se puede llevar a cabo el trasplante de medula ósea, una intervención de alta complejidad y calidad para los pacientes que requieren de estos servicios.
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Niña víctima de abuso sexual dio a luz en Hospital de San Pedro
En el Hospital de Santa Rosa del Aguaray, departamento de San Pedro, una niña de tan solo 13 años de edad dio a luz y quedó en la Unidad de Terapia Intensiva del citado centro asistencial. La recién nacida está fuera de peligro y al cuidado de un familiar.
Los profesionales de la salud mencionaron que luego del parto la niña quedó en UTI, pero que la misma se encuentra estable y permanecerá bajo estricta observación médica durante al menos 22 días en el citado hospital. Mientras, el recién nacido ya tuvo su alta médica y quedó a cargo de una tía.
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La niña quedó embarazada luego de ser víctima de un abuso sexual por parte de su vecino. El presunto responsable del suceso ya está procesado penalmente y guardando prisión preventiva en la Penitenciaría Regional de San Pedro. Igualmente el proceso penal sigue su curso.
Los padres de la adolescente son de escasos recursos que se dedican al reciclado. Piden la ayuda solidaria de la ciudadanía para cubrir los gastos médicos de la joven y su bebé.
La identidad del supuesto autor del abuso se omite así como la identidades de los padres de la niña víctima de abuso, atendiendo a la disposición del Código de la Niñez que prohíbe la publicación de datos que permitan identificar a los niños en situación de vulnerabilidad.
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Día Nacional del Trasplante: piden ser agradecidos con los donantes
El director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), Hugo Espinoza, destacó que en Paraguay se concretan más de 200 trasplantes por año, por lo que valoró la cultura de la donación y pidió ser agradecidos con los donantes.
El médico recordó que el 9 de julio de 1996 se realizó el primer trasplante cardíaco en el Paraguay, en el Centro Médico Bautista, por un equipo médico liderado por el doctor José Corvalán. En tanto, en el año 1998 se creó el INAT mediante la promulgación de la Ley 1.246/98 y a partir de ahí comenzó a hablarse de la muerte encefálica y los donantes cadavéricos.
“Este hecho pionero se hizo ya en el ´96 en el Centro Médico Bautista. Y antes que nada aprovecho la oportunidad para agradecer a todas las autoridades, médicos y los agentes sanitarios y la gente que hizo posible aquel hecho importante. Y sobre todo el agradecimiento a la familia donante que permitió hacer todo esto”, señaló a la 1000 AM.
El doctor Espinoza resaltó que la “donación está más abierta”, pero la apertura de la ciudadanía debe ser mayor.
“Está abierta y me da la oportunidad también de agradecer a todas las personas que han sido donantes en estos años. La cantidad de trasplantes que hacemos superan los 200 por año. Y hay que ser agradecidos a la gente que dona”, enfatizó. Según el titular del INAT, “hace falta que más gente se una a esta decisión”.
“Sigue habiendo personas que se niegan y es una preocupación para nosotros. Nuestra pretensión no es que todo el mundo diga que sí. Pero el porcentaje que diga no sea un porcentaje mínimo, porque cuando hay una negativa de la familia impide que mucha gente siga viviendo o mejore su calidad de vida”, concluyó.
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Salud trabaja en la optimización de terapias intensivas y la provisión de insumos
Durante la reunión del Equipo Nacional de Salud, la titular del Ministerio de Salud, Dra. María Teresa Barán y su equipo técnico presentaron un informe detallado de los trabajos que se están llevando adelante desde la institución para el mejoramiento de la infraestructura en el sistema de atención médica pública.
La ministra Barán destacó el fortalecimiento de las terapias intensivas tanto de adultos como pediátrico y neonatal, y también el trabajo que continúa en el mantenimiento de la infraestructura de los hospitales.
“No solamente estamos hablando de la construcción de nuevos hospitales, sino que también el mantenimiento e infraestructura de 10 hospitales distritales, un hospital regional y hacer ese trabajo coordinado y en equipo”, comentó la doctora Barán tras la reunión con el presidente Peña.
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La titular de Salud recordó además que se está trabajando en el ordenamiento e informatización de insumos estratégicos, dirección general en la que se tiene cuatro pilares importantes; medicamentos, insumos, reactivos y equipamiento en todos los servicios del país.
Durante la reunión se remarcó que el principal objetivo de esta administración a corto y largo plazo es el fortalecimiento de la terapia intensiva a nivel país para la readecuación y rehabilitación del 100 % de las mismas y contar con un esquema de atención optimizada que pueda favorecer a todos los ciudadanos.
“Hoy podemos decir que estos procesos abarcaban tres niveles principales: recursos humanos, infraestructura y equipos biomédicos. Hoy estamos muy optimistas con relación a anunciar que este 14 de julio la empresa nos entrega las obras del Hospital Nacional para Servicios de Neonatología y del Hospital de Barrio Obrero, también”, indicó el viceministro de Atención Integral a la Salud y Bienestar Social, Dr. Saúl Recalde.
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“Estamos buscando dar un salto con los trasplantes”
- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Néstor Soto/Archivo
El próximo 9 de julio se celebra el Día Nacional del Trasplante, que fue instituido en conmemoración del primer trasplante cardiaco realizado en nuestro país, que tuvo lugar en esa fecha del año 1996. En esta entrevista con El Gran Domingo de La Nación, el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), doctor Hugo Espinoza, habla de la actualidad en esta rama médica en nuestro medio y brinda las claves para dar un salto en el área.
Muy temprano para un día tan frío. El doctor Espinoza nos ofrece un té verde mientras nos acomodamos en un amplio salón con letras corpóreas y otros motivos que promueven la donación de órganos, que sigue siendo la principal materia pendiente en nuestro país. Esto debido a que los prejuicios y la pseudociencia generan una gran resistencia al presentar este procedimiento científico que salva vidas como una suerte de profanación.
Sin embargo, ese acto de amor que representa la donación permite que nuestros seres queridos sigan viviendo en otras personas. Si bien los recursos son siempre limitados con relación a las necesidades, se cuenta con un enorme capital humano capaz y dispuesto de dar el gran salto.
En esta conversación a propósito de la efemérides que se celebra el próximo miércoles, Espinoza, cirujano general egresado de la UNA con una especialidad en cirugía vascular en la Universidad de Marsella (Francia), nos pinta el estado del arte y lanza un mensaje a la ciudadanía.
–¿Cómo está nuestro país actualmente en materia de trasplante y donación de órganos?
–Estamos a mitad de lo que hemos hecho el año anterior. Esta es una situación superdinámica, porque hay mejoras en una parte y hay dificultades en otra. Ahora tenemos una serie de proyectos muy ambiciosos, que son ejes estratégicos de lo que debemos hacer para dar ese salto que queremos. Hay un programa de trasplante hepático pediátrico que resolvimos a través del convenio que tenemos con el Hospital Garrahan de Buenos Aires, pero el hospital entró en crisis hace unos meses. Otra opción que también hemos visto es con el Hospital Pequeño Príncipe de Curitiba.
COLABORACIÓN
–¿Qué importancia tienen los convenios para llegar a los objetivos?
–Los convenios son muy importantes para la solidaridad como el relacionamiento con los países vecinos. Y hay dos líneas muy importantes que debo señalar. Uno, que hemos consensuado con las autoridades pertinentes que debe hacerse de manera que toda la sociedad paraguaya pueda acceder al servicio y colaborar. Los trasplantes hepáticos en niños en el Hospital Acosta Ñu y adultos en el Instituto de Previsión Social (IPS). Esa es una mirada muy importante que tenemos porque no es que el ministerio debe debatirse con todos los problemas solo. El sistema sanitario de alguna manera debe unificarse para algunos programas muy importantes. Por ejemplo, en trasplante, vacunación, atención primaria de la salud deben trabajar juntos el Ministerio de Salud, Facultad de Ciencias Médicas, IPS, sanidad militar, sanidad policial, medicina privada y prepaga, etc. Ahora cuando ocurre una situación grave de salud como un trasplante los privados dicen “bueno, hasta acá yo llego y hay que ver esto en la instancia pública”.
–Además de las intervenciones quirúrgicas propiamente, que de por sí son bastante costosas, ¿qué presión tiene el posoperatorio?
–Desde el INAT tenemos una tarea súper importante en la provisión de medicamentos, los antirrechazo, que son medicamentos que hoy por hoy se usan para numerosas enfermedades del riñón, el lupus, enfermedades dermatológicas, oftalmológicas, reumatológicas. Estos medicamentos son muy costosos y todos son proporcionados de manera gratuita y de por vida. Es imposible pensar que un trasplantado pueda tener la capacidad económica de llevar esto por muchos años, porque estamos hablando de varios millones de guaraníes por mes.
–A lo que hay que sumar que la expectativa de vida de los pacientes trasplantados es alta, ¿no?
–Y depende del órgano trasplantado y de la adhesión al tratamiento del paciente. Aunque parezca increíble, hay muchas personas que en un momento dado se sienten bien y fallan en la adherencia al tratamiento. Tiene el medicamento, pero no toma a hora, se olvida de tomar o deja de tomar. Hay un problema cultural también importante. Es difícil de entender cómo alguien que pasó por varias etapas difíciles en su vida, enfermarse, entrar en una lista de espera, obtener un trasplante, que sea exitoso, recobrar una vida normal, tener una segunda oportunidad y finalmente falla en la adherencia al tratamiento. Hace falta también una higiene de vida. No puede un paciente trasplantado, inmunosuprimido, ir a una aglomeración de personas en un momento como el actual en el que hay una epidemia de enfermedades respiratorias.
–¿Hay alguna actividad prevista para la celebración de este año?
–Nosotros este 9 de julio no planteamos ninguna actividad masiva. Es un hábito dentro de la institución convocar a las personas trasplantadas, a los que están en la lista de espera, de manera de contarles en qué está la institución y que puedan tener una esperanza fundada en hechos reales. Eso no vamos a hacer este año porque nos parece que exponemos a las personas a enfermarse. Hay gente que viene en buses y los condicionantes sociales de la salud son fundamentales. Todo está encadenado.
TIPOS DE DONANTES
–¿Podría explicarnos cuáles son los órganos que pueden ser trasplantados?
–Hay que tener en cuenta dos escenarios. Está el donante cadavérico, que es un campo que debemos progresar mucho todavía, por más que la tasa de donación creció en 2024. Por primera vez llegamos a obtener cuatro por millón de habitantes como tasa de donación, pero es aún insuficiente. Seguimos teniendo una cantidad importante de familias que se oponen a la donación. Del donante fallecido se pueden extraer la córnea, los pulmones, el corazón, el hígado, el páncreas, los riñones; el intestino, aunque por suerte hay poca necesidad de eso, y los tejidos. También los huesos. Hoy obtenemos bastante hueso de la persona fallecida porque tienen una utilidad tremenda, sobre todo para la problemática del cáncer de hueso. Puede ser el brazo, pero sobre todo el miembro inferior, el fémur y la tibia.
–¿Y en cuanto a los donantes vivos?
–Debe ser una persona sana y se usa sobre todo en dos situaciones. Como tenemos dos riñones, uno puede vivir normalmente con uno solo. Entonces, tengo la posibilidad de donar un riñón a un familiar. Y ocurre también en el caso del trasplante hepático pediátrico. En los niños pequeños se pueden extraer segmentos del hígado –generalmente el papá o la mamá–, y eso se pone en el niño enfermo. Y el hígado crece con el desarrollo del niño. También el pedazo que le falta al papá o a la mamá crece y ambos tienen la posibilidad de tener una vida normal. Otro donante vivo muy importante es el de médula ósea. Es como donar sangre y se usa en los casos de leucemias y todas las enfermedades oncológicas de la sangre. Se hace la quimioterapia, que mata las células malignas, y a continuación de acuerdo a la necesidad de cada diagnóstico se le inyecta unas células nuevas, serían como las famosas células madre, que en este caso se llaman células progenitoras hematopoyéticas. Estas son células indiferenciadas. No sabe todavía hacia dónde va a ir, si va a ser un glóbulo blanco, un glóbulo rojo, una plaqueta. Entonces eso es lo que se inyecta una vez que se hizo la quimioterapia y se logró la remisión de la enfermedad para que a partir de ahí se regeneren las células ya normales.
–¿Qué requisitos debe reunir un donante vivo?
–Una de las condiciones básicas para donar riñón, hígado o médula ósea es que la persona debe estar sana. Segunda condición, debe mantener su estado de salud después de la donación. Eso también implica que el que dona debe ser muy afín a los controles médicos pertinentes. Insistimos mucho en eso porque ahí tenemos un compromiso o una responsabilidad compartida. Imagínese el fracaso que sería que una persona que donó finalmente llegue a necesitar el órgano que donó. El promedio de vida hoy en Paraguay es de 74 años, varía un poco entre el hombre y la mujer, pero esa donación que yo hago de un riñón a mi familiar no debería afectar esa esperanza de vida.
REQUISITOS
–¿Cuántas personas aproximadamente se pueden beneficiar con cada donante cadavérico?
–Cuando hay un donante cadavérico se evalúa cada órgano por separado y hay varios factores. La edad es un factor muy importante. Cuando tienen más de 40 años, por lo menos en nuestro país nuestros cardiólogos no están muy entusiasmados por tomar el corazón. Para los trasplantes pediátricos hay una sugerencia internacional de que en caso de riñones no sea una persona mayor a 35 años. Esas son cosas que van condicionando. En el caso de un paciente joven y sano, si contamos de arriba a abajo, el corazón va a una persona, el pulmón puede ir uno a una persona y otro a otra, o los dos a la misma persona. Después los riñones, eso va uno a una persona, el otro va a otra persona. En el caso de las córneas, una córnea va a un paciente, la otra va a otro paciente. En el caso del páncreas, va a una persona. En el caso del hígado, va a una persona o podría ir a más de una persona porque también hay una técnica mediante la cual podemos dividir el hígado. Y están los huesos, cuando hacemos ablación de huesos, eso beneficia a muchísima gente. De acuerdo al fragmento óseo que se solicita, que puede ser la cabeza del fémur, la parte central o la parte inferior, etc.
–¿Entonces se podría beneficiar hasta a unas 10 personas?
–Fácilmente puede alcanzar esa cantidad.
–Para ir redondeando esta conversación, ¿le gustaría hacer una reflexión final?
–Hay que tener una idea lo más clara posible de lo que es la muerte encefálica, que es la muerte de la persona. Resulta que está en una terapia respirando a través de un respirador, está teniendo latido cardiaco porque estamos manteniendo a esa persona con algunos signos vitales. La persona ya está fallecida, pero se mantiene, se llama mantenimiento del donante, a algunos órganos aún viables. No es que se le mantiene vivo todavía, se mantiene a algunos órganos viables. La única intención de eso es la donación. La muerte encefálica es un estado irreversible. Y esa vitalidad que se mantiene en algunos órganos es por poco tiempo. También tenemos que conquistar la adhesión de los médicos terapistas. La descentralización también es muy importante. Hemos hecho en Alto Paraná. No es solo que los pacientes no deban viajar 4 o 5 horas. Hay un grupo itinerante hace el trasplante, se queda dos días y hay un espejo de profesionales que nos acompañan y la idea es que quienes nos acompañan tengan la capacidad de desarrollar la terapéutica. El proyecto va a llegar también a los nuevos hospitales de Coronel Oviedo y Encarnación. Por ahí creo que pasa ese salto que necesitamos dar en cuanto a la donación y trasplante en Paraguay.
¿QUIERES SER DONANTE?
Las personas que desean inscribirse como donantes o expresar su negativa a serlo pueden acercarse a la sede del INAT (Capitán José Domingo Lombardo 1559, Asunción). Así también, se puede realizar el trámite vía virtual a través de la página web (inat.mspbs.gov.py).
Cabe recordar que en nuestro país está vigente la ley Anita, que dispone que todas las personas son donantes, excepto aquellas que en vida hayan dejado constancia expresa de su oposición.
Sin embargo, ante la ausencia de alguna constancia dejada por la persona fallecida, la autorización queda enteramente en manos de los familiares. En este sentido, el doctor Espinoza instó a la ciudadanía a que, más allá de cuál sea la decisión final, esta sea tomada a partir de información fiable y no con base en rumores difundidos en las redes sociales de que se trata de una carnicería o que se realiza con fines de tráfico de órganos.