El Ministerio Público investiga las circunstancias del fallecimiento de una mujer de 28 años identificada como Micaela Pérez, quien recibió un impacto de bala en el rostro por parte de su pareja, Héctor Fabián Pérez Ñamandú, guardia de seguridad, quien argumentó que el disparo se dio de forma accidental.
El crimen ocurrió en la siesta de este domingo en el km 20 de la ciudad de Capiatá, departamento Central. El fiscal Hugo Pérez intervino el lugar del hecho. Fueron los vecinos quienes alertaron a la Policía de la situación, tras escuchar el disparo.
La mujer vivía con su pareja, con quien aparentemente ya mantenía conflictos desde hace tiempo. Según la versión del presunto autor, el arma de fuego se le cayó al suelo y se disparó accidentalmente; sin embargo, en el lugar los intervinientes hallaron diversos objetos caídos y otros indicios que hacen presumir que se puede estar ante un nuevo caso de feminicidio.
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El arma
El arma utilizada pertenece a la empresa de seguridad donde el hombre presta servicios, de acuerdo al informe preliminar. El mismo no contaba con autorización para sustraer el arma de su lugar de trabajo y no supo explicar para qué la llevó hasta su domicilio. Pérez Ñamandú quedó detenido a disposición de la Fiscalía.
La pareja tiene una hija de 4 años, quien quedó al cuidado de sus familiares. Mañana se realizará la extracción del proyectil del cuerpo de la víctima para determinar la trayectoria del impacto. La inspección del cuerpo debe realizarse en la Morgue Judicial, donde a través del informe médico se tendrá la conclusión de la causa de muerte.
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Tragedia en Capiatá y Encarnación: dos niños mueren tras caer en pozos
Dos niños perdieron la vida en trágicos sucesos ocurridos en sus propias viviendas, este viernes en las ciudades de Capiatá y Encarnación, respectivamente. Un niño de dos años cayó en un pozo ciego que se desmoronó cuando iba caminando junto a su madre y su hermana de 4 años.
En tanto, el bebé de un año y nueve meses se precipitó accidentalmente en un pozo de agua de 25 metros de profundidad. En circunstancias similares se produjeron ambas tragedias que conmovieron a los vecinos de los barrios afectados.
Se desconocen aún las causas del desmoronamiento del pozo ciego en Capiatá, pero aparentemente se trataría de una precaria estructura que cedió cuando la mujer y sus hijos pisaron la tapa, ocasionando la caída de los tres.
La madre y su hija pudieron ser socorridos por albañiles que se encontraban trabajando en la vivienda de un vecino, mientras los bomberos pudieron rescatar ya el cuerpo del niño de dos años que quedó aplastado por los escombros.
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Precaria estructura
En el caso del bebé que cayó a un pozo de agua, pese a la inmediata intervención de los bomberos no pudo ser rescatado con vida. “De las pericias preliminares deducimos que el niño habría subido encima del pozo que cuenta con una tapa de madera precaria. La tapa y una parte del pozo se desprendió, lo que motivó la caída en el fondo del bebé”, señaló el policía Lorenzo González al canal GEN y Universo 970AM/Nación Media.
Dijo que en medio de la desesperación, la mamá del niño también intentó tirarse al pozo, pero fue auxiliada por una vecina. “El pozo es bastante profundo, cuenta con 25 a 27 metros, es angosto y con un brocal precario”, describió.
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Mitic denunciará ante la Fiscalía ataque cibernético por parte de hackers chinos
El director de Ciberseguridad y Protección de la Información del Ministerio de Tecnologías de la Información y Comunicación (MITIC), Jorge Levera manifestó que la cartera estatal impulsará una denuncia local ante la amenaza informática contra sistemas del Gobierno de Paraguay en busca de informaciones vinculadas a la política y economía de nuestro país.
“Esto es un trabajo que comenzamos desde el inicio del año con el Comando Sur de los Estados Unidos, monitoreamos las redes del gobierno a base de indicios que teníamos de datos infiltrados, buscamos patrones que eran anormales al tráfico de datos de las instituciones, que se daban en los fines de semana o durante las noches”, dijo en una entrevista con el programa “Así son las cosas” emitido por el canal GEN y Universo 970 AM/Nación Media.
De acuerdo a las informaciones proveídas el ataque cibernético es presuntamente orquestado por organizaciones vinculadas al gobierno de China. Esto tras lograr identificarse como actor de la amenaza informática al grupo denominado Flax Typhoon que posee base de operaciones en el citado país.
“Realizamos durante 6 meses un monitoreo intenso, recabando datos para encontrar el origen de este problema. Se identifican a las organizaciones por la forma en que operan, los objetivos que tienen, las herramientas que usan, las direcciones IP por donde se manejan. Toda esta información nos sirve a nosotros para llegar a las conjeturas que tenemos, normalmente esto lo hacen en los periodos de alta actividad diplomática nuestra, buscan las informaciones relacionadas con la Cancillería”, sostuvo.
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Asimismo Levera siguió sosteniendo que “Vamos a hacer una denuncia local ante la Fiscalía con las pruebas que tenemos”. Señaló que no se descarta recurrir a organismos extranjeros con el fin de determinar que acciones se pueden impulsar en el campo internacional.
Sin embargo, afirmó que no será tarea fácil exponer las conexiones entre el gobierno chino y el grupo de hackers debido a que normalmente operan como empresas de fachadas. “Trabajan no solo para gobiernos, sino también para entidades interesadas en obtener información sensible”, dijo el funcionario de Estado.
Ante los comentarios que acusan al gobierno del mandatario Santiago Peña de minimizar la situación, Levera afirmó que este tipo de investigaciones requieren sigilo para no alertar a los atacantes. “Si se hace pública la investigación antes de tiempo, los responsables detienen sus actividades, dificultando su rastreo”, manifestó.
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Madre e hija fueron baleadas en su propia casa
Una mujer y su hija sufrieron un atentado cuando se encontraban en su domicilio en la ciudad de Capiatá. Ambas se encuentran en estado crítico en el Hospital de Trauma. El principal sospechoso es la expareja de la señora de nombre Gerardo Suárez, un personal militar que justamente habría recuperado recientemente su libertad tras ser procesado por violencia intrafamiliar.
El sicario ingresó a la vivienda y disparó contra ambas mujeres. En medio de la balacera, se escuchan gritos desaforados de las víctimas pidiendo auxilio a sus vecinos, conforme quedó registrado en cámaras de seguridad de la casa contigua a la atacada. Madre e hija recibieron tres disparos cada una, según los intervinientes.
Aparentemente el sujeto encapuchado tomó primeramente de rehén a la hija, exigiéndole que revele la ubicación de su mamá. Al llegar hasta la habitación donde estaba la madre en guaraní el sicario le manifiesta “esto te enviaron” y abrió fuego contra la mujer.
La hija intentó defender a su mamá y en medio del forcejeo también fue gravemente herida. Para la Policía la sospecha sobre el autor moral apunta hacia la expareja de la víctima que hace unos días recuperó la libertad.
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Exigió entrega del celular
El hecho ocurrió ayer martes a las 19:50 aproximadamente, confirmó el comisario Héctor Espínola. “Los vecinos habían alertado a la Policía de que en uno de los domicilios se habían escuchado disparos de arma de fuego. Por lo que inmediatamente el personal pudo constituirse en el lugar encontrando ya a estas dos personas con heridas de arma de fuego”, relató a los medios de prensa.
Explicó que inmediatamente se procedió al traslado de ambas mujeres hasta el hospital distrital de Capiatá, pero posteriormente fueron derivadas al Hospital de Trauma, por la gravedad del caso, ya que las balas no presentaban orificios de salida.
A su vez el abogado Jorge Martínez, representante de las víctimas, afirmó que “es un mandado” ya que el sicario logró ingresar al domicilio para efectuar los disparos. “El sicario entró por la parte posterior por donde era la casa del hermano de su expareja. Le agarró a la hija como rehén apuntándole hacia la cabeza y diciéndole que le lleve junto a su mamá que estaba bañándose”, relató.
Ya en el interior del baño, el desconocido exigió la entrega del celular de la señora. “Y al apoderarse del celular le dijo: esto te mandó tu ex y efectuó los disparos. Su hija le quiso defender y el sicario le disparó. Y ahora están en estado grave”, confirmó.
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Violencia contra mujeres: cifras de una triste realidad en Itapúa
Por Rocío Gómez, corresponsal en Itapúa
Vamos a hacer una comparación asquerosa, hablemos del famoso “pique” o pulga de pie. Cuando tenés un pique, normalmente en los pies, lo primero que sentís es una molestia y lo único que ves al comienzo es un pequeñito punto negro. Si sos citadino o extranjero, lo primero que podés pensar es una espina, o una picadura de algún bicho, pero si sos paraguayo, inmediatamente sabrás que ese puntito negro significa que debajo de la piel hay más de 200 huevos de pique y pus.
Hoy quiero comparar el pique con la cantidad de denuncias recepcionadas por violencia contra las mujeres. Porque el puntito negro solo es la punta del problema, al igual que las denuncias son solo la punta del problema muchísimo mayor de violencia que enfrentan las mujeres en el interior.
Denuncias y juicios
En Itapúa, desde enero hasta octubre del 2024, el Ministerio Público recepcionó 1.308 denuncias por violencia familiar, entre ellas maltrato verbal, golpes, abuso sexual, manipulación y amenazas.
En el Palacio de Justicia de Encarnación, desde enero a octubre del 2024, se registraron 4 casos de feminicidio y 244 casos de violencia familiar que llegaron a instancias judiciales a través de los juzgados de garantías del n.º 1 al 5 en Encarnación, el juzgado de garantías de María Auxiliadora, el juzgado de garantías de San Pedro del Paraná y el juzgado penal de la adolescencia.
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Respecto a condenas en este año, no podemos dejar pasar dos ejemplares condenas por feminicidio y una condena por tentativa de feminicidio. La primera fue de 30 años al expolicía, suboficial Ramiro Rodas, quien asesinó a su pareja Alicia Fernández de 37 años en el distrito de San Juan del Paraná. El feminicida la violó, mordió y estranguló, y fue el hijo que tenían en común quien encontró a su mamá sin vida a la mañana siguiente.
La segunda condena sentenció a 23 años a Lelio Lugo, un hombre que golpeó a su pareja Lourdes Ramona Mareco de 49 años en la cabeza y la arrojó al empedrado desde su vehículo en movimiento en Pirapey km 40. Y la última condena por feminicidio en grado de tentativa fue a Javier Maqueda Garay, sentenciado a 17 años de prisión por atacar con un cuchillo a su expareja Laura Garcete, a quien hirió en el rostro y cuello, sobrevivió porque los hermanos la auxiliaron. Ocurrió en Cambyretá.
Todos estos casos son un puntito negro de la violencia que existe en el interior del país, dicho en otras palabras, la punta del iceberg.
Falta de conocimiento de las leyes
Una de las magistradas del tribunal de sentencia que estuvo detrás de varias condenas ejemplares este y otros años es la jueza Liz Sanabria de Gneiting, quien expresa la preocupación desde el ámbito judicial por la falta de denuncias a raíz del desconocimiento de las leyes, el temor por la falta de protección y la falta de tribunales y juzgados especializados en violencia contra la mujer.
“Nos damos cuenta del aumento significativo de violencia contra las mujeres y por ende contra niños, por la cantidad de casos de juicios que manejamos por día. Son prácticamente 5 juicios por día y de ellos 3 son abusos sexuales en niños y 2 de violencia. Luego se divide en los demás hechos punibles comunes, hurto, homicidio, estafa, pero el mayor índice en primer lugar es el abuso sexual en niños, la prestación alimentaria y la violencia familiar donde generalmente la principal víctima son las esposas, y las víctimas colaterales, los hijos”, expresa la magistrada.
Desde el estrado, los jueces escuchan todo tipo de historias, pero las que más consternan son sobre mujeres que no se animan a denunciar, e incluso que si denuncian, no tienen respuesta efectiva del Estado ni acceso a la justicia. Su principal inquietud es que las mujeres tengan un acceso efectivo a la justicia, con respuestas prontas por parte de la Fiscalía y emisiones de medidas cautelares inmediatas por parte de los juzgados de paz. Cada denuncia con respuesta efectiva de los órganos de justicia significa que se puede salvar una vida.
Sin embargo, los jueces preocupados en Itapúa por esta realidad no solo luchan contra la violencia desde sus despachos y salas de juicio, sino que viajan al interior del séptimo departamento para capacitar sobre las leyes que amparan a las mujeres víctimas de violencia, enseñando tanto en escuelas como en barrios las vías legales para proceder apenas sufren amenazas o golpes.
Hace algunas semanas implementaron como capacitación el proyecto “el juez que yo quiero” de la Corte Suprema de Justicia y capacitaron en los distritos de Tomás Romero Pereira, Cambyretá, Carmen del Paraná y comunidades indígenas de Trinidad y otros puntos, rotando los jueces que participaron según disponibilidad de tiempo.
“Tratamos de llegar a la gente para que sepa que no está sola, y para que conozcan cuáles son los lugares y los números a los que pueden recurrir. Llevamos hace poco el móvil mujer al distrito de Carmen del Paraná y recibimos muchas consultas sobre cómo denunciar en casos de violencia y eso es porque las políticas públicas de prevención no están funcionando tan bien y no están llegando a los sector más alejado de las redes sociales y de la televisión, donde se suelen ver los números de fonoayuda por ejemplo. Se debe llegar a la mujer rural, y no solo a las mujeres de la ciudad”, dice con desazón Sanabria.
La mujer rural
En el interior se vive una realidad bastante distinta que en la ciudad, y con las experiencias de capacitar sobre leyes, pudieron observar los marcados horarios, permisos y trabajo que tienen las mujeres. Cuando las actividades rondaban las 17 horas, la mayoría de las mujeres se retiraron porque alegaban que debían meter las vacas a las casas, pero luego confesaban que sus maridos no las dejaban estar fuera del hogar una vez que oscurece.
“La mujer rural trabaja muchísimo y a la par del hombre, y donde está el reconocimiento de los derechos que ella tiene. Es una muestra clara que existe el machismo muy arraigado en nuestra sociedad. Lo vemos en todos los ámbitos. El hombre aún no tiene ese respeto de igualdad que debe tener a las mujeres”, apunta la magistrada.
Si bien, la cantidad de juicios por abuso y violencia indican que la gente se está enterando que puede denunciar, la realidad demuestra el miedo que sufren las víctimas. La mayoría de las denuncias llegan por vecinos o personas que conocen sobre los episodios de violencia en las casas. También sucede que una vez que llegan los casos al Palacio de Justicia, las mujeres se quieren desdecir, negar la denuncia y salvar a su pareja o marido, ya sea por dependencia emocional o dependencia económica.
La jueza Sanabria forma parte del proyecto de la creación de los tribunales especializados en violencia contra la mujer, que no fue contemplado en la Ley 5.777. Ella, junto a sus colegas y todos los funcionarios de los órganos de justicia, aguardan la oportuna aprobación e implementación de este proyecto para tratar cada caso de violencia contra las mujeres como corresponde desde el sur del país.
Saquemos el pique
Es hora de sacarnos el pique y el pus que hay detrás, denunciemos los casos de violencia en la comisaría más cercana, los juzgados de paz, la Fiscalía, las oficinas del Ministerio de la Mujer y de la Defensoría Pública, o directamente llamando al 137. Si necesitas orientación legal o psicológica podés llamar al (021)452051/2.
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