Guerra entre buses internos afecta a la ciudadanía en Limpio
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La cruda realidad en la que operan los conductores de los buses internos en el barrio Villa Jardín de la ciudad de Limpio ha afectado a muchísimas personas, y los vecinos denuncian que la guerra entre choferes es muy criminal y que es una problemática que al parecer nunca va a acabar.
Recientemente, un nuevo capítulo de este conflicto sucedió entre trabajadores de Nuevo Horizonte y 20 de Julio, cuando un ómnibus de la primera empresa cerró el paso a otra unidad, y el guarda de la segunda empresa, en represalia, habría derramado cerveza al chofer rival. Esta situación provocó una persecución, que culminó con una fuerte discusión y un parabrisas destrozado con una piedra.
Sin embargo, estos episodios de violencia llevan ya tiempo. Hace 6 años, una persona sufrió un episodio terrorífico por el problema de buses internos que terminó por dejarle sin un miembro inferior. “Es una disputa por itinerarios, cuando eso fue la línea 10-Itayvy, ahora es la 20 de Julio la que quiere el itinerario. Aclaro que el 20 de Julio no fue el que me accidentó, este accidente fue hace 6 años por la línea 10″, relató Marcelino Franco en contacto para “Maitei Paraguay”, emitido por GEN-Nación Media.
Víctima de un accidente generado por la guerra de colectiveros, que lo dejó con discapacidad, Marcelino, pide que la empresa Nuevo Horizonte se haga responsable de los hechos que le perjudicaron. Según menciona, fue hasta la Junta Municipal de Limpio para reclamar justicia por la situación que pasó y pide un buen abogado que lo ayude.
“Yo quedé perjudicado, hace 6 años que no trabajo más y mi familia ya dio todo lo que pudo darme y uno tiene vergüenza de su familia por estar todo el tiempo agarrándose de uno”, explayó Marcelino. El episodio ocurrió en el 2016, según recordó el afectado, cuando venía de su trabajo y se bajó en la esquina de su casa, para posteriormente ayudar a dos señoras a bajar sus cosas por delante de la línea 10, después se bajó detrás de ellas.
Al bajarse del bus, en su parada, llegando a su casa, ya era muy oscuro porque no funcionaba el alumbrado público. Según pasajeros que fueron testigos de la situación, el chofer no vio a Marcelino al bajarse del bus, por lo que procedió a retroceder, haciendo que impacte contra el hombre y llevando a que se sitúe por debajo de las ruedas, donde termina por lastimarse gravemente la pierna.
La empresa Nuevo Horizonte nunca se hizo cargo para costear los gastos hospitalarios o de dar ayuda económica y el chofer de la línea del accidente es un vecino y que ni siquiera fue a dar la cara, ni tampoco a pedir disculpas, y sigue trabajando de manera normal, nunca fue imputado, según el relato que la víctima del accidente ofreció al programa de GEN-Nación Media.
“Él no intentó auxiliarme, retrocedió y pisó mi pierna que estaba debajo de la rueda y se mandó mudar, se fue a la comisaría y solo un día estuvo en la comisaría, y al día siguiente ya estaba fuera. Yo pido que se apiaden de mí, porque para tener justicia en nuestro país hay que pedir, y como te digo yo ya estoy imputado por mis cuentas atrasadas”, finalizó don Marcelino. Para cualquier tipo de ayuda con el mismo pueden comunicarse al 0972 232-748.
Conductor de un camión cisterna muere calcinado en Caazapá
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En la mañana de este miércoles se reportó un accidente con derivación fatal en la compañía Boquerón de Caazapá. El siniestro involucró a un camión cisterna que habría impactado contra una columna de la Ande tras lo cual empezó a incendiarse.
Lamentablemente, el conductor ya no logró salir del habitáculo del vehículo y quedó atrapado en medio de las llamas. Debido a la intensa humareda y la magnitud del fuego, los vecinos llamaron a los bomberos voluntarios, quienes iniciaron los trabajos para sofocar el fuego y posteriormente enfriar el vehículo, momento en que hallaron los restos del conductor completamente calcinado.
Hasta el momento se desconoce la identidad del conductor, ya que toda la cabina del camión, al igual que el cuerpo del mismo, fue consumida por completo por las llamas; si bien el fuego ya fue controlado y el personal de bomberos voluntarios continúa asistiendo en el sitio, se tardaría algunas horas en poder mover el camión de gran porte que cerró por completo el paso.
Ahora se aguarda la llegada de los representantes del Ministerio Público para realizar el levantamiento de los restos, y, por otro lado, se espera por algún representante de la empresa propietaria del vehículo pueda hacerse cargo de los trámites correspondientes.
Hay que destacar que gracias a la rápida acción de los bomberos de la zona el fuego no se propagó y no se generó una segunda explosión aún mayor, que ponga en peligro a los habitantes de la zona. No obstante, procedieron a evacuar a los vecinos más cercanos teniendo en cuenta la toxicidad del humo que emanaba del lugar.
Violencia contra mujeres: cifras de una triste realidad en Itapúa
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Por Rocío Gómez, corresponsal en Itapúa
Vamos a hacer una comparación asquerosa, hablemos del famoso “pique” o pulga de pie. Cuando tenés un pique, normalmente en los pies, lo primero que sentís es una molestia y lo único que ves al comienzo es un pequeñito punto negro. Si sos citadino o extranjero, lo primero que podés pensar es una espina, o una picadura de algún bicho, pero si sos paraguayo, inmediatamente sabrás que ese puntito negro significa que debajo de la piel hay más de 200 huevos de pique y pus.
Hoy quiero comparar el pique con la cantidad de denuncias recepcionadas por violencia contra las mujeres. Porque el puntito negro solo es la punta del problema, al igual que las denuncias son solo la punta del problema muchísimo mayor de violencia que enfrentan las mujeres en el interior.
Denuncias y juicios
En Itapúa, desde enero hasta octubre del 2024, el Ministerio Público recepcionó 1.308 denuncias por violencia familiar, entre ellas maltrato verbal, golpes, abuso sexual, manipulación y amenazas.
En el Palacio de Justicia de Encarnación, desde enero a octubre del 2024, se registraron 4 casos de feminicidio y 244 casos de violencia familiar que llegaron a instancias judiciales a través de los juzgados de garantías del n.º 1 al 5 en Encarnación, el juzgado de garantías de María Auxiliadora, el juzgado de garantías de San Pedro del Paraná y el juzgado penal de la adolescencia.
Respecto a condenas en este año, no podemos dejar pasar dos ejemplares condenas por feminicidio y una condena por tentativa de feminicidio. La primera fue de 30 años al expolicía, suboficial Ramiro Rodas, quien asesinó a su pareja Alicia Fernández de 37 años en el distrito de San Juan del Paraná. El feminicida la violó, mordió y estranguló, y fue el hijo que tenían en común quien encontró a su mamá sin vida a la mañana siguiente.
La segunda condena sentenció a 23 años a Lelio Lugo, un hombre que golpeó a su pareja Lourdes Ramona Mareco de 49 años en la cabeza y la arrojó al empedrado desde su vehículo en movimiento en Pirapey km 40. Y la última condena por feminicidio en grado de tentativa fue a Javier Maqueda Garay, sentenciado a 17 años de prisión por atacar con un cuchillo a su expareja Laura Garcete, a quien hirió en el rostro y cuello, sobrevivió porque los hermanos la auxiliaron. Ocurrió en Cambyretá.
Todos estos casos son un puntito negro de la violencia que existe en el interior del país, dicho en otras palabras, la punta del iceberg.
Falta de conocimiento de las leyes
Una de las magistradas del tribunal de sentencia que estuvo detrás de varias condenas ejemplares este y otros años es la jueza Liz Sanabria de Gneiting, quien expresa la preocupación desde el ámbito judicial por la falta de denuncias a raíz del desconocimiento de las leyes, el temor por la falta de protección y la falta de tribunales y juzgados especializados en violencia contra la mujer.
“Nos damos cuenta del aumento significativo de violencia contra las mujeres y por ende contra niños, por la cantidad de casos de juicios que manejamos por día. Son prácticamente 5 juicios por día y de ellos 3 son abusos sexuales en niños y 2 de violencia. Luego se divide en los demás hechos punibles comunes, hurto, homicidio, estafa, pero el mayor índice en primer lugar es el abuso sexual en niños, la prestación alimentaria y la violencia familiar donde generalmente la principal víctima son las esposas, y las víctimas colaterales, los hijos”, expresa la magistrada.
Desde el estrado, los jueces escuchan todo tipo de historias, pero las que más consternan son sobre mujeres que no se animan a denunciar, e incluso que si denuncian, no tienen respuesta efectiva del Estado ni acceso a la justicia. Su principal inquietud es que las mujeres tengan un acceso efectivo a la justicia, con respuestas prontas por parte de la Fiscalía y emisiones de medidas cautelares inmediatas por parte de los juzgados de paz. Cada denuncia con respuesta efectiva de los órganos de justicia significa que se puede salvar una vida.
Sin embargo, los jueces preocupados en Itapúa por esta realidad no solo luchan contra la violencia desde sus despachos y salas de juicio, sino que viajan al interior del séptimo departamento para capacitar sobre las leyes que amparan a las mujeres víctimas de violencia, enseñando tanto en escuelas como en barrios las vías legales para proceder apenas sufren amenazas o golpes.
Hace algunas semanas implementaron como capacitación el proyecto “el juez que yo quiero” de la Corte Suprema de Justicia y capacitaron en los distritos de Tomás Romero Pereira, Cambyretá, Carmen del Paraná y comunidades indígenas de Trinidad y otros puntos, rotando los jueces que participaron según disponibilidad de tiempo.
“Tratamos de llegar a la gente para que sepa que no está sola, y para que conozcan cuáles son los lugares y los números a los que pueden recurrir. Llevamos hace poco el móvil mujer al distrito de Carmen del Paraná y recibimos muchas consultas sobre cómo denunciar en casos de violencia y eso es porque las políticas públicas de prevención no están funcionando tan bien y no están llegando a los sector más alejado de las redes sociales y de la televisión, donde se suelen ver los números de fonoayuda por ejemplo. Se debe llegar a la mujer rural, y no solo a las mujeres de la ciudad”, dice con desazón Sanabria.
La mujer rural
En el interior se vive una realidad bastante distinta que en la ciudad, y con las experiencias de capacitar sobre leyes, pudieron observar los marcados horarios, permisos y trabajo que tienen las mujeres. Cuando las actividades rondaban las 17 horas, la mayoría de las mujeres se retiraron porque alegaban que debían meter las vacas a las casas, pero luego confesaban que sus maridos no las dejaban estar fuera del hogar una vez que oscurece.
“La mujer rural trabaja muchísimo y a la par del hombre, y donde está el reconocimiento de los derechos que ella tiene. Es una muestra clara que existe el machismo muy arraigado en nuestra sociedad. Lo vemos en todos los ámbitos. El hombre aún no tiene ese respeto de igualdad que debe tener a las mujeres”, apunta la magistrada.
Si bien, la cantidad de juicios por abuso y violencia indican que la gente se está enterando que puede denunciar, la realidad demuestra el miedo que sufren las víctimas. La mayoría de las denuncias llegan por vecinos o personas que conocen sobre los episodios de violencia en las casas. También sucede que una vez que llegan los casos al Palacio de Justicia, las mujeres se quieren desdecir, negar la denuncia y salvar a su pareja o marido, ya sea por dependencia emocional o dependencia económica.
La jueza Sanabria forma parte del proyecto de la creación de los tribunales especializados en violencia contra la mujer, que no fue contemplado en la Ley 5.777. Ella, junto a sus colegas y todos los funcionarios de los órganos de justicia, aguardan la oportuna aprobación e implementación de este proyecto para tratar cada caso de violencia contra las mujeres como corresponde desde el sur del país.
Saquemos el pique
Es hora de sacarnos el pique y el pus que hay detrás, denunciemos los casos de violencia en la comisaría más cercana, los juzgados de paz, la Fiscalía, las oficinas del Ministerio de la Mujer y de la Defensoría Pública, o directamente llamando al 137. Si necesitas orientación legal o psicológica podés llamar al (021)452051/2.
Alta velocidad causa accidente en Mariano Roque Alonso
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Un aparatoso accidente se produjo en la ciudad de Mariano Roque Alonso que involucró al hijo de la intendenta de esta ciudad quien estaba al mando de la camioneta del diputado Marcelo Salinas. El conductor perdió el control del vehículo al impactar contra un montículo de arena y terminó incrustado en la muralla de una vivienda.
El siniestro se produjo a las 22:00 aproximadamente del día de ayer domingo en el barrio San Blas de la citada localidad. El joven identificado como Mauricio Sebastián Salinas Aranda (20) es hijo de la intendenta Carolina Aranda y del diputado Marcelo Salinas, quien fue auxiliado y derivado a un centro asistencial, pero por fortuna no sufrió lesiones de gravedad.
Aparentemente había una obra en construcción en esa zona por lo que había arena, piedra triturada en la capa asfáltica que habría ocasionado el percance de tránsito.
El vehículo pertenece al diputado Marcelo Salinas, confirmó la Policía. Foto: Captura de pantalla
Óscar Acuña, bombero voluntario de la compañía número 10 de Mariano Roque Alonso, explicó las circunstancias en que se produjo el accidente.
“Hubo un accidente de tránsito, nosotros vinimos a encontrar el vehículo ya incrustado acá por la casa. Hay una hipótesis que el vehículo venía de norte a sur y agarró un montículo de arena que dejaron seguramente albañiles. Y eso hizo que se desvíe ese vehículo y perdiera el control”, señaló a los medios de prensa.
Confirmó que el herido fue trasladado a un sanatorio por los propios vecinos del lugar. “Nosotros llegamos cuando ya le estaban llevando a la víctima. Según los transeúntes el muchacho estaba consciente y estaba hablando, quiere decir que no revestía tanta gravedad”, manifestó el rescatista.
A su vez el comisario Robert Caballero informó que el joven viajaba solo. “El vehículo es del diputado Marcelo Salinas, padre del accidentado”, confirmó el policía interviniente.
El accidente registrado el pasado miércoles en el cruce Costa Pucú, en la circunvalación de Caacupé y donde primeramente perdieron la vida una abuela y su nieto, este domingo se cobró a su tercera víctima fatal, que sería la madre del pequeño fallecido identificada como Viviana Mabel Parra González.
La mujer se encontraba en estado crítico en el Hospital Distrital de Caacupé desde el miércoles y era tratada por diversas lesiones que habría sufrido tras el accidente automovilístico; pero este domingo en horas de la tarde, su suegro, a través de redes sociales, confirmó su deceso.
El accidente se produjo cuando el automóvil, un Toyota Corolla tipo Cross de color blanco, en el que circulaba la familia, intentó de manera brusca esquivar a un tractor que estaba tratando de cruzar la ruta. Debido a la maniobra, el conductor perdió el control del vehículo, el cual terminó impactando por el bloque de cemento que divide la ruta y pasó al carril contrario.
Tras el impacto, Richard Antonio Leiva Bogado, quien iba al mando del automóvil, logró salir ileso del percance, sin embargo, en el lugar, casi de manera inmediata, se confirmó la muerte de su madre identificada como Porfiria Bogado Leiva (49) y su hijo Richard Samuel Leiva (3) y este domingo, tras la noticia del fallecimiento de su pareja, el joven se convirtió en el único sobreviviente de esta tragedia.
Según el relato del propio Richard, toda la familia estaba viajando desde Villarrica con destino a Asunción para un control médico programado, del niño fallecido. Este tramo ya fue catalogado por las autoridades locales como una zona muy peligrosa, ya que desde su habilitación se reportaron ya varios accidentes con derivación fatal en el sitio.