Verónica Giménez, veronica.gimenez@nacionmedia.com

Rubén Di Tore, odontólogo de profesión y actual presidente del club Libertad, señaló que el deporte contribuye a una boca sana, mientras que una mala salud bucodental favorece el desarrollo de ciertas afecciones y puede incidir negativamente en el rendimiento deportivo del atleta.

Las defensas naturales del cuerpo y el cuidado bucal, como el cepillado y el uso de hilo dental, mantienen las bacterias bajo control. Sin embargo, cuando estas prácticas de higiene no son adoptadas diariamente, las bacterias provocan infecciones bucales, como caries y enfermedades de las encías.

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“Como todos sabemos, la salud oral y la salud general están estrechamente relacionadas. La cavidad oral puede originar o mantener inflamaciones e infecciones, cardiovascular y sistema musculoesquelético, a través de la diseminación de bacterias patógenas, sus toxinas y complejos antígeno/anticuerpo que ello genera”, manifestó el doctor Di Tore en conversación con el diario La Nación/Nación Media.

Explicó que existe una mayor incidencia de lesiones musculares y tendinosas en personas con infecciones en los dientes. “Cuando un paciente relata continuas lesiones musculares lo primero que hay que descartar es una infección bucal”, sostuvo. Agregó que los trastornos de los músculos y la articulación temporomandibular, apretadores y bruxismo, provocan adaptaciones musculoesqueléticas.

“Esto afecta a la postura de la cabeza sobre el cuello y, por consiguiente, a la postura en general y a la marcha, pudiendo reducir y condicionar el rendimiento deportivo, aumentar el riesgo de lesiones y retrasar la curación en caso de lesión”, detalló.

Rubén Di Tore dijo que entre los deportistas es típico el consumo de alimentos, bebidas y complementos energéticos, altamente glucídicos, que generan una disminución del PH de la boca, lo cual es el principal factor de riesgo de caries y, también, un hecho que influye en la aparición de la enfermedad periodontal y erosión.

Otro síntoma es la sequedad bucal causada por la deshidratación, el estrés, la sudoración y la respiración oral, también puntos determinantes en la aparición de estas patologías orales. “Los niveles de estrés, asociados a la competición y a determinados deportes son factores de riesgo adicionales para la erosión, la abrasión y el apretamiento”, puntualizó.

Según refirió el doctor, los contactos físicos y los choques también son muy frecuentes en determinados deportes y pueden derivar en perjuicios dentarios, óseos, mucosos y de la articulación temporomandibular. Esto tiene una especial relevancia en los portadores de ortodoncia fija, en la que los traumatismos son doblemente dañinos.

El odontólogo mencionó que al igual que con otros pacientes, a los futbolistas también se les debe recetar medicamentos, como antibióticos, esteroides y antinflamatorios. Sin embargo, estos fármacos pueden dar positivo en el análisis de dopaje y afectar a los deportistas, por lo que sostuvo que una atención médica bucal es prioridad para descartar cualquier infección o inflamación en la boca que pueda afectar la vida diaria y, en estos casos, también el rendimiento deportivo.

“El dentista debe ser conocedor de la actividad deportiva de sus pacientes y, según sus peculiaridades, instaurar las medidas adecuadas para minimizar sus efectos adversos”, sostuvo y sugirió que el deportista debe conocer la importancia de una buena salud bucodental para tener un rendimiento óptimo, sobre todo cómo afecta el deporte a la salud bucodental, y la relación entre salud bucodental y salud general.

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En su rol como presidente del club Libertad, Rubén Di Tore manifestó que incluye la salud bucodental como parte de la revisión general de la salud de los futbolistas y se garantiza que reciban la atención dental adecuada. “Es importante vigilar los medicamentos que se prescriben en el consultorio dental, mismos que pudiesen afectar no solo la capacidad física del atleta sino una errónea pero negativa interpretación al hacer el famoso antidoping”, concluyó.