Restos encontrados en cerro Cristo Rey son de María Ramona, confirman
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Tras el terrible hallazgo de restos humanos en el cerro Cristo Rey, hoy jueves, desde el Ministerio Público confirmaron que los restos hallados corresponden a María Ramona Cardozo, joven embarazada desaparecida desde el 1 de julio pasado. Sus familiares aguardan que se haga justicia y que caigan todos los posibles involucrados.
“Los restos que fueron encontrados son de mi hermana, eso nos confirmaron ahora. De que el parentesco con mi mamá es del 99,9% y que el parentesco conmigo es del 99,9%, lo que confirma que se trata de María Ramona”, detalló Blanca Cardozo, en entrevista con Telefuturo.
Manifestó que ahora están más tranquilos, porque los restos corresponden a su hermana y que pelearán porque se haga justicia. “Ahora podemos velarle como corresponde. Después esperamos que se haga justicia y que todo el peso de la ley caiga sobre el culpable y los involucrados. Que se haga justicia”, resaltó.
Aseguró que hay más personas involucradas en este hecho y que sabía lo que el acusado hizo, por lo que piden que también sean condenados. “Son cómplices, el taxista que la llevó hasta la punta del cerro, como su pareja también. Que no tarden en hacer justicia, porque todo apunta a que este hombre (agente policial detenido) fue quien cometió el hecho”, puntualizó.
La semana pasada en el cerro Cristo Rey en la ciudad de Caacupé los investigadores encontraron restos humanos y días después un cráneo, cabellos y prendas de vestir que corresponden a la mujer de 37 años que había desaparecido el 1 de julio pasado.
Las investigaciones se llevan adelante por dos unidades fiscales, de Emboscada y Caacupé, y los indicios apuntan hasta el momento sobre el agente policial.
Olimpia y Cerro Porteño se enfrentaron ayer en el estadio Defensores del Chaco, en el superclásico del torneo anual del Fútbol Femenino, válido por la fecha 17.
El partido terminó igualado 1-1, con goles concretados en el primer tiempo.
Las franjeadas se pusieron en ventaja con el tanto de Amada Peralta a los 8’, pero las azulgranas lograron la igualdad al minuto 24, por intermedio de Tania Riso.
Olimpia, que sigue en la punta, llega a la línea de 46 puntos, y Cerro suma 39.
Cerro Porteño también se mueve en busca de fichajes para la segunda parte del año. El Ciclón también necesita sumar valores de nivel, teniendo en cuenta que tendrá triple competencia, con sus partidos de octavos de final de la Copa Libertadores, además del Clausura y la Copa Paraguay.
Además de buscar fichar al joven delantero Tiago Caballero, de Nacional, ahora también se metió en la discusión para intentar contar con el volante de Recoleta Lucas Romero.
En ese sentido, entró a pujar con su tradicional rival, Olimpia, que hace semanas está en conversaciones con la gente de Tacuary, dueño de su pase, para buscar su fichaje. Recoleta, con el que tiene contrato hasta diciembre, quiere un resarcimiento para liberarlo, por lo que habrá que ver cuál de los grandes se queda con él.
Pero Cerro también está en la búsqueda de un delantero y el principal apuntado es Adam Bareiro. De todas formas y por ahora su fichaje está bastante lejos de concretarse, por su elevada cotización.
El delantero pertenece a los registros de River Plate de la Argentina, que lo quiere ceder a Racing, a cambio del fichaje de Maxi Salas, pedido expreso de su técnico Marcelo Gallardo.
Este domingo, Toni Roberto rinde un homenaje a la lucha de pertenencia barrial de los vecinos de una histórica y centenaria zona de la ciudad de Asunción que rodea a la parroquia del mismo nombre.
En 1976 se realizó el reordenamiento de las divisiones de los barrios de Asunción. El Cristo Rey, que en aquel entonces era un barrio imaginario y cuyos vecinos querían que se lo declare con sus límites desde la calle Alberdi hasta Colón y de Ygatimí hasta la avenida Quinta, de un plumazo pasó a pertenecer al barrio Tacumbú.
En aquellos tiempos duros, nadie se atrevió a discutir, menos teniendo en cuenta que unos meses antes, a principios de ese año, se perpetró la cruenta intervención militar al Colegio Cristo Rey y a la parroquia, de donde provenía esa denominación natural de barrio y que tenían hasta un Club de Domadoras del Barrio Cristo Rey.
Todo esto lo rememoré a partir de la declaración del nuevo barrio San José de Asunción después de una larga lucha de los antiguos vecinos de la zona, que naturalmente se sentían pertenecientes a ese enclave asunceno a partir de la instalación de los sacerdotes bayoneses a principios del siglo XX, en la que fuera la casa de Rosa Peña de González y su esposo, el presidente Juan G. González.
CAMINAR POR EL “NUEVO VIEJO BARRIO”
Caminar por las calles del nuevo viejo barrio San José me trae imborrables recuerdos desde mi adolescencia, sumados a la prodigiosa memoria de María Deidamia Aponte, Ana Grimaldo y Ricardo Livieres. Ellos me van guiando por sus calles de longevos chivatos, testigos de viejas historias, una de las más impactantes el asesinato del expresidente Eligio Ayala y todo lo que conllevó aquel magnicidio en una casa de una de sus arterias.
RECUERDOS DE SUS HABITANTES
La memoria de este barrio asunceno está en plena construcción. Analizar su historia es hablar de viejas quintas y sus primeras casas en su trazado urbano. Pasearse por sus calles nos traen muchos apellidos de las antiguas familias, los Codas, los Livieres, Ortiz Carrón, los Peña Machaín, los Vargas Peña, Tita Rodríguez de Berkemeyer y su hermana.
En su límite oeste sobre Brasil, la casa de las hermanas Álvarez, la de los Fernández Guanes, de los Sotomayor, de Juan E. O’Leary y su familia. En el límite sur con el barrio San Roque, el inolvidable profesor Hugo Ferreira Gubetich o los Montero de Vargas; sobre España el Dr. Vallejo, los Hamuy, un extranjero célebre, el maestro brasileño Lívio Abramo; una de las casas de la modernidad asuncena diseñada a finales de los años 50, denominada Villa Verónica, donde residiera la literata Beatriz Rodríguez Alcalá de González Oddone, la casa Brun Vierci, después adquirida por los Guanes Gondra y, por supuesto, la mansión de Rigoberto Caballero, diseñada por Tomás Romero Pereira en los años 20, que luego fuera habitada por Remigio Bazán y su familia.
Casamiento Laíno-Guanes. Barrio San José. Asunción, c.1973
Además, recordar la zona comercial que rodeaba al Mercado 2, donde se ubicaba la despensa de los Módica y las populares empanadas de los Scura, así como sus innumerables centros culturales y colegios.
Por mi parte, recuerdo una casa sobre la calle Boquerón, donde a mediados de los años 70 fue el inicio del Taller de Expresión Infantil dirigido por Olga Blinder, las oficinas de AZPA, donde vivían los Fretes Schinini y el inolvidable Citroen Mehari, la de los Subirachs, la casa de Concepción L. de Chaves, la casa de Mariscalito, la de Marina Díaz de Vivar, la de los Gubetich, la de los Reguera, la casa de Madame Cueto, la de los Wasmosy Schmidt, la de Tessy Vasconcellos y muchos nombres que voy recordando mientras escribo estas líneas.
Rosa Delia Livieres y Benjamín Banks, antiguos vecinos del barrio San José. Asunción, c.1940
MI SEGUNDO BARRIO
Por otro lado, rememoro como si fuera ayer un episodio frente a la casa de Domingo Laíno en medio del tumulto de una manifestación muy reprimida por la policía. Allá por 1984 le encuentro a una niña perdida muy asustada. Le digo “nena, ¿dónde están tus padres?, ¿qué hacés sola en este lugar tan peligroso?”.
Acto seguido, me guía. Por el camino me cuenta que se llama Carolina, le llevo hasta su casa en Toledo entre Boquerón y Manuel Pérez. Se abre la puerta y aparece el padre: el recordado editor de libros Carlos Schauman, quien a partir de ese momento me consideró uno más de esa casa, por lo que no puedo decir que sea mi segundo hogar, pero sí mi segundo barrio.
A veces, los actos memorables como la “declaración de independencia” del barrio San José nos lleva a otros recuerdos. En mi caso, al imaginario barrio Cristo Rey, que también merece esta misma reparación a partir del ejemplo de lucha de pertenencia barrial de los vecinos de esta histórica y centenaria zona de la ciudad de Asunción que rodea a la parroquia: el nuevo viejo barrio San José.
Una dura sanción fue la que aplicó la Conmebol a Cerro Porteño, al dar por sentado que algunos de sus hinchas cometieron actos racistas hacia la parcialidad del Palmeiras, en ocasión del duelo por fase de grupos de la Copa Libertadores jugado en la Nueva Olla.
En ese sentido, la matriz del fútbol sudamericano emitió su veredicto en el que sanciona con 100 mil dólares de multa a la institución azulgrana por el actuar de sus aficionados.
Pero no solo eso, esta situación también repercutirá en forma directa en su partido de local ante Estudiantes de La Plata, válido por el octavos de final del torneo continental, porque un sector de sus gradas de su estadio, la gradería Novena baja, fue clausurada para dicho compromiso, es decir, no podrán ingresar aficionados a ese sector y en ese lugar, el club tendrá que exhibir un cartel con la frase “Basta de racismo” y campañas de concienciación en sus redes sociales oficiales y en la previa y entretiempo del partido ante los argentinos.
Esta no es la primera vez que el club recibe una sanción de este tipo. Ya pasó en otro compromiso copero y justamente tras enfrentar a un rival brasilero en una edición anterior.
Cerro Porteño recibirá al cuadro Pincharrata en la Nueva Olla, el miércoles 13 de agosto en el partido de ida. La revancha será una semana después en Buenos Aires.