Koki Ruiz agradece a la gente las muestras de cariño y oraciones
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Este miércoles, el artista plástico Delfín Roque Ruiz Pérez, más conocido como Koki Ruiz, tras un reconfortante descanso en su vivienda en San Ignacio, en el departamento de Misiones, se prepara para viajar mañana jueves a Brasil para seguir con su tratamiento. Hoy, el artesano se mostró muy agradecido por las muestras de cariño y por las oraciones de la gente que sigue muy de cerca su estado de salud.
Sus familiares expresaron que el artista está muy bien y que se muestra muy animado, además, que en estos momentos están llegando a Asunción para que mañana bien temprano emprendan viaje para Brasil donde sigue el tratamiento contra el cáncer. “Mi papá está muy bien”, expresó Macarena Ruiz en entrevista con La Nación/Nación Media.
Explicó que todos los días reciben llamadas de sus amigos y allegados quienes le expresan su cariño y que lo tienen muy presentes en sus oraciones para su pronta recuperación. “Mi tratamiento va muy bien. Mañana temprano tengo un vuelo para hacerme mi medicación en San Pablo, que lo hago cada 21 días. Tengo una medicación excelente”, detalló Koki Ruiz a nuestro medio.
Resaltó que es muy importante el cariño que reciben de la gente y que se siente muy querido, además, que las oraciones lo reconfortan bastante para seguir adelante en su lucha contra la enfermedad. “El apoyo y las oraciones de la gente recibo en gran cantidad, mediante mensajes y llamadas, el cariño es enorme. Nos comentan que no solo están rezando, sino que, haciendo misas por mi sanación”, apuntó.
Agregó que se siente con mucha fuerza para encarar esta etapa de su vida, gracia a la muestra de cariño de la gente. “Es un gran apoyo, una fortaleza para encarar la salud. Me hace sentir bien porque estoy acompañado y querido por la gente. No me queda más que agradecer por tantos buenos deseos y oraciones de todo corazón”, manifestó.
Koki resaltó que está muy confiado en que va a superar esta enfermedad y que solo será una etapa en su vida, para seguir ofreciendo al pueblo paraguayo su amor por el arte y poder salir adelante con todos sus proyectos. “Confío en que Dios me va a dar más salud para seguir trabajando. Me llena de orgullo el estar en el corazón de la gente”, puntualizó.
Clínica Placera: un libro que narra la experiencia de psicoanalizar al aire libre
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El psiquiatra Agustín Barúa Caffarena hizo durante años la experiencia de conversar con pacientes en las plazas de Asunción. Volcó sus aprendizajes en “Clínica Placera, ¿nos sentamos acá?” que se presentó días atrás en la Sociedad Paraguaya de Psiquiatría.
“Amí me parece que la clínica placera aporta un permiso de explorar otras formas de trabajar en salud mental en el contexto asunceno”, entiende el autor. “En Asunción, que solemos ser tan reprimidos emocionalmente, usamos los bancos para llorar, para gritarnos y desgritarnos, para besarnos, para saber estar solos. Entonces, ahí apareció la posibilidad de usar el banco de plaza como un dispositivo de acompañamiento de salud mental”, cuenta de la génesis del inusual procedimiento.
El libro, que tuvo presentaciones en Argentina, Cuba y Paraguay, permite según la mirada del psiquiatra Agustín Barúa Caffarena “que se pueda probar nuevas cosas y se pueda dialogar con las necesidades contemporáneas. A veces creo que nos quedamos muy tiesos en el mundo profesional esperando que la gente se amolde a nosotros y no dialogando con las necesidades de nuestra sociedad. Me parece que es el gran aporte”, apunta.
Aquí su diálogo con Nacion Media:
–¿Qué sensaciones te provoca que la experiencia de la Clínica Placera llegue al libro?
–Son sensaciones complejas. Por un lado, es gratificante porque el libro a mí me satisface como producto estético, pero también como producto reflexivo y de memoria histórica. Me parece que también la tarea de estos 7 años de plaza fue bastante específica y tenía su soledad también dentro de su espacio público y colectivo.
También me da un poco de tristeza y eso lo dije cuando lo presenté en Camsat, que es una organización territorial del bañado Tacumbú, me dio tristeza y enojo.
–¿Por qué?
–Porque me recordó que yo no quería trabajar con las capas medias asuncenas inicialmente, yo quería trabajar con los sectores populares, en este caso bañadenses, ¿no? Pero el golpe de estado al gobierno de Fernando Lugo interrumpió ese proceso y al presentar el libro en el Bañado me recordó esa pérdida.
–Comenzaste en 2015 en bancos de plazas de Asunción. ¿Cuál fue el disparador de tu actividad?
–Y fue ese junio de 2012, cuando sucede el golpe, yo trabajaba desde la Universidad Nacional de Asunción y desde el Ministerio de Salud en los territorios bañadenses acompañando 15 equipos de Atención Primaria en Salud. Era mi jornada laboral plena de lunes a viernes, iba a los bañados todos los días y cuando sucedió el golpe, lo viví como un manotazo, un arrebato gigante, me impactó emocionalmente.
Me pasó que coincidió con una relación de pareja en Montevideo, donde fui y estuve 3 años haciendo diferentes cosas en un contexto de políticas públicas muy creativas: ahí sí se hicieron, por ejemplo, las leyes progresistas de identidad de género, de regularización de la marihuana y de despenalización del aborto. Y en ese contexto volví en 2015 y me dije: quiero seguir trabajando las cosas que creo…
–Te dio como un impulso esa vivencia…
–Y cuando volví, no pude entrar a mis nichos laborales habituales, habían cambiado muchas cosas así que subalquilé un consultorio. Era la primera vez que iba a hacer psiquiatría clínica privada y me morí de la angustia. Viví con mucha extrañeza las baldosas, la pared sin humedad, ese tapizado de sofá combinado con la cortina, el split. Yo venía de trabajar en los patios de las villas con chanchos, bebés, ropa secándose, goteando, en algo que llamamos Clinitaria hasta el 2012.
Me dije: “A mí me gusta conversar con la gente”, así que me vinieron a la mente los bancos de plaza que tienen una cuestión maravillosa que son espacios de intimidad pública.
–Sostenés que es posible tratar la salud mental fuera del manicomio. ¿Qué avances ves en torno a esta tendencia?
–El manicomio no es necesariamente un lugar, un “adentro”. Puede recrearse en los “afueras”, por una concepción manicomiana de la salud mental, tener una posición autoritaria, llenar de psicofármacos a la gente; ordenar internaciones compulsivas en el hospital psiquiátrico, querer imponerse a las otras profesiones, no dar como válido el saber de la gente.
Me parece importante discutir ese dentro y fuera, hay mucha manicomialidad fuera del hospital psiquiátrico. Creo que estamos muy retrasados con políticas públicas. La Ley de Salud Mental permitió avances todavía muy incipientes, creo que la mirada manicomial sigue siendo la dominante en el territorio, la salud mental se disocia de la salud y esta más aún de los derechos. Entonces si no tenemos esa politización de la salud mental, somos parte del problema, reducimos el problema a diagnósticos, psicofármacos, sin contexto, sin historia, sin derecho, sin cultura, sin territorio, sin diálogo, ¿no?
–¿Cómo ves la salud mental en el país?
–Si bien creo que hay mucha gente en el Estado que quiere hacer bien las cosas, hay una crisis institucional, los desfinanciamientos, los prebendarismos, los autoritarismos, los conservadurismos, las precarizaciones, los abandonos siguen siendo la tónica dominante en muchos campos de derechos constitucionales que no se concretan.
No hay salud mental sin salud, no hay salud sin derecho, y tenemos una crisis de derechos gigantesca en Paraguay. Nos entretenemos con los efectos, no con las causas, entonces vemos una reacción de una persona que mata a sus abuelos; el uso complicado de cocaína fumable de crack llamada chespi y su presencia en las calles; las conductas suicidas, etc. Si no tratamos las causas los efectos van a seguir.
Cuesta mucho avanzar en preguntas honestas, sobre todo en un país tan desigual y tan aterrorizador porque cuando uno comienza a preguntarse estas cosas necesariamente necesita valor. No podemos construir ese argumentar sin un cierto coraje para conversar las cosas que estamos evitando como sociedad.
SOBRE EL AUTOR
Agustín Barúa Caffarena (1971) es médico por la Universidad Nacional de Asunción (UNA). Psiquiatra de Atención Primaria de Salud por el Instituto Superior de Ciencias Médicas de La Habana y tiene una maestría en Antropología Social por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción.
Terapeuta. Psicodramatista por GRUPA (Grupo Psicodrama Asunción). Certificado en Prácticas Colaborativas y Dialógicas por el Houston Galveston Institute y The Taos Institute.
Investigador en Salud Mental Comunitaria por la Universidad Nacional de Pilar.
Autor de los libros “Clinitaria: andando, de a chiquito, con la gente. Acompañamientos clínicos en salud mental desde sensibilidades comunitarias” (2011), “Ejedesencuadrá: del encierro hacia el vy’a. Transgresiones para una salud mental sin manicomios” (2020) y “¿Nos sentamos acá? Clínica placera” (2025)
Infecciones respiratorias: el 92 % de los pacientes internados no cuenta con vacunación anual
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Este viernes, el Ministerio de Salud confirmó que existe un leve descenso en las consultas por cuadros respiratorios en la última semana y se tuvo un total de 478 internaciones de las cuales el 92 % de los pacientes no cuenta con vacunas anuales. En lo que va del año, se han confirmado 193 fallecidos por virus respiratorios.
Según el reporte dado por Vigilancia de la Salud, en la última semana se registraron 478 internaciones por cuadro respiratorios y la mayoría de las hospitalizaciones están asociadas a:
influenza A H1N1 con un 29 %
virus sincitial respiratorio equivalente al 26 %
rhinovirus con 22 %
influenza A no subtipificada registró 9 %
“El 92 % de los pacientes hospitalizados no contaba con vacunación anual contra influenza para esta temporada”, expresaron en su informe. La franja etaria que reporta mayor internación son los mayores de 60 años que corresponden al 30 % y el grupo de 5 a 19 años con 18 %, seguido del grupo de menores de 2 años equivalente al 17 %.
En la última semana disminuyeron las consultas. Foto: Archivo
Aclararon que en la última semana se notificaron 47.043 consultas por cuadros respiratorios y que se observa una leve disminución en el número de consultas, con relación a la semana anterior, sin embargo se posiciona como la mayor cantidad de consultas de los últimos tres años.
“El reporte semanal señala que en lo que va del año se han confirmado 193 fallecidos por virus respiratorios, principalmente por Influenza A H1N1, rhinovirus y SARS-CoV-2″, puntualizaron. Ante la presencia de síntomas respiratorios como tos, dolor de garganta u otro, instan a acudir a la consulta médica oportuna.
Prometen acortar tiempo de espera para consultar en el Hospital de Calle’i
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La doctora Sofía Ramos, nueva directora del Hospital General de San Lorenzo, más conocido como Calle’i, promete acortar el tiempo de espera para los pacientes. La profesional sustituye en el cargo a Julio Lucio Aguilera, quien fue apartado tras denuncias de supuestas negligencias médicas y por falta de calidez en la atención.
“Mi objetivo inmediato es darle la mejor atención a los usuarios que se acercan. Con más empatía sobre todo, fortalecer la parte humana y acortar el tiempo de espera”, señaló a la 1000 AM.
La médica indicó que el 95 % de los pacientes acude al hospital para solicitar una consulta en el área ambulatoria. “La mayoría de los pacientes acude por Urgencia, por fichaje de RAC, que clasifica la gravedad, el tiempo de espera por colores”, puntualizó.
Aclaró que generalmente la demora en la atención se debe a la sobrecarga de pacientes en las especialidades. Así también se refirió al funcionamiento del servicio de imágenes y el procesamiento de los estudios de diagnósticos.
“El sistema de imágenes está abierto para todos los hospitales del país. Ellos tienen un sistema de agendamiento vía WhatsApp con Meprotec directamente”, mencionó.
El cambio administrativo en el citado centro asistencial sobrevino luego de que un paciente reclamara la falta de sillas de ruedas, aunque el anterior director aclaró que sí contaban con este elemento en la institución. Alegó que al no tratarse de una urgencia no ameritaba el uso de silla de ruedas para el traslado del usuario en cuestión.
¿Qué pasa si no se lava el arroz antes de cocinarlo?
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¿Hay que lavar el arroz antes de cocinarlo? Es una pregunta que ha generado todo tipo de respuestas en foros, cocinas y redes sociales. Con el ánimo de resolver la duda, la ingeniera de alimentos Mariana Zapién, divulgadora en redes, ha compartido en su cuenta de Instagram una explicación clara, científica y accesible, desmontando mitos y aportando datos clave que han generado miles de interacciones.
Zapién asegura que sí, lavar el arroz puede tener beneficios, y no solo por higiene. En su vídeo, explica que este gesto ayuda a eliminar polvo, algo de almidón y metales pesados como el arsénico, un elemento que el arroz puede acumular durante su cultivo en campos inundados.
“Debido a las condiciones de cultivo, el grano puede absorber y acumular parte de este metal”, explica Zapién. Aunque el arsénico está presente de forma natural en el suelo y el agua, también puede llegar por actividad humana, como la minería o el uso de pesticidas.
Pero, ¿es peligroso? La ingeniera responde con datos tranquilizadores: la concentración promedio de arsénico en el arroz es de unas 93 partes por billón, lo que significa que una persona tendría que consumir más de medio kilo de arroz al día durante más de cuatro años para sufrir efectos adversos para la salud.
Además, destaca que lavarlo entre tres y cinco veces puede reducir la cantidad de arsénico hasta en un 30 %, y que combinar el lavado con una cocción en abundante agua podría llevar esa reducción hasta el 40 %-45 %.
Estas afirmaciones coinciden con los resultados del estudio científico “Arsenic Bioaccessibility in Rice” (Foods, 2024), y elaborado por un equipo de investigadores liderado por Di Zhao, del College of Resources and Environmental Sciences de la Nanjing Agricultural University (China). El estudio analiza cómo diferentes métodos de preparación doméstica afectan a la absorción del arsénico en el organismo humano.
Zapién lo resume con sencillez: “Si quieres un arroz más suelto y limpio, sí, lávalo. Pero si prefieres que quede más pegajoso, no es necesario”. Aclara que no hay una única respuesta válida, y que la decisión depende del resultado culinario que se desee: “No te va a pasar absolutamente nada. Es cuestión de preferencia”.
Más allá de los riesgos percibidos, Mariana apuesta por informar sin alarmar. En su mensaje deja claro que el arroz no es un alimento peligroso, y que un consumo razonable, dentro de una dieta equilibrada, no supone ningún problema para la salud.
Qué dicen otros estudios
Aunque el tema pueda parecer anecdótico, el debate sobre el arsénico en el arroz ha sido ampliamente estudiado por la comunidad científica. La revista International Journal of Environmental Research and Public Health publicó en 2022 otro trabajo clave, liderado por Syfullah Shahriar, del Global Centre for Environmental Remediation de la University of Newcastle (Australia), que respalda la utilidad de prácticas como el lavado y la cocción con abundante agua para reducir la exposición a metales pesados, especialmente en poblaciones de alto consumo.
Estos estudios destacan que la cantidad de arsénico puede variar según la variedad de arroz, el país de origen y las condiciones de cultivo, pero coinciden en que los niveles están, en general, por debajo de los umbrales considerados peligrosos por organismos internacionales.