En su recuento del año anterior, el Ministerio Público atendió los casos de 6.079 víctimas de hechos punibles contra niños y adolescentes. Foto: Archivo
Fiscalía registró 9 víctimas diarias de abuso infantil en 2023
Compartir en redes
Durante el año 2023, el Ministerio Público registró los casos de 6.079 víctimas de varios hechos punibles que afectan a niños, niñas y adolescentes. De la cifra global se establecen unas 16 víctimas diarias por diversas causas, de enero a diciembre, y puntualmente 9 víctimas por día solo por abuso sexual infantil.
De acuerdo al programa de datos abiertos, implementado bajo administración del fiscal general Emiliano Rolón Fernández, a través de la Dirección de Transparencia y Acceso a la Información; se observa una disminución de 300 hechos menos en relación al 2022, en casos de abuso sexual infantil; y se señala un aumento de 100 casos de maltrato y 40 casos más de estupro.
De las 6.079 denuncias se desprenden 3.543 casos de abuso sexual en niños, 1.559 de maltrato de niños y adolescentes bajo tutela, 851 de estupro, 108 de pornografía relativa a niños y adolescentes, 11 casos de abusos por medios tecnológicos y 7 de actos homosexuales con personas menores.
Las especificaciones por departamentos reflejan que hubo 1.410 casos de abuso sexual en niños en Central, 351 en Alto Paraná, 338 en Asunción, 246 en Itapúa, 180 en Caaguazú, 133 en San Pedro, 122 en Cordillera, 107 en Presidente Hayes, 106 en Canindeyú, 105 en Amambay, 96 en Paraguarí, 94 en Guairá, 72 en Concepción, 60 en Misiones, 57 en Caazapá, 38 en Boquerón, 13 en Alto Paraguay y 15 en Ñeembucú.
En cuanto a maltrato de niños y adolescentes bajo tutela se procesaron 797 causas ingresadas en Central, 172 en Alto Paraná, 170 en Asunción, 56 en Caaguazú, 47 en San Pedro, 38 en Itapúa y Cordillera, 37 en Amambay y Paraguarí, 34 en Presidente Hayes, 27 en Concepción y Misiones, 23 en Ñeembucú, 19 en Guairá, 14 en Canindeyú, 13 en Boquerón, 7 en Caazapá y 3 en Alto Paraguay.
En cuanto a estupro se desglosa que Central tuvo 244 casos, Alto Paraná 110, Asunción 73, Caazapá 71, Guairá 56, Caaguazú 53, Itapúa 51, Paraguarí 39, San Pedro 33, Boquerón y Misiones 20, Presidente Hayes 19, Canindeyú 15, Concepción 10, Ñeembucú y Amambay 7, y Alto Paraguay 3.
Del total de 6.079 causas por hechos punibles contra menores de edad, 484 fueron ingresadas en enero, 419 en febrero, 534 en marzo, 410 en abril, 508 en mayo, 546 en junio, 507 en julio, 559 en agosto, 526 en setiembre, 552 en octubre, un pico de 597 en noviembre, y 437 en diciembre.
En lo que respecta a pornografía relativa a niños y adolescentes, Asunción tuvo el pico de causas ingresadas con 62, seguida por las 20 de Central, Caaguazú registró 5, San Pedro y Guairá 4 cada una, Cordillera y Alto Paraná 3, Ñeembucú 2, y 1 en Concepción, Caazapá, Itapúa, Misiones y Paraguarí. Causas de abuso por medios tecnológicos hubo 5 en Central, 4 en Asunción, y 1 en Canindeyú y Ñeembucú. Se registraron 6 causas por actos homosexuales con personas menores en Central y un caso en Amambay.
Violencia contra mujeres: cifras de una triste realidad en Itapúa
Compartir en redes
Por Rocío Gómez, corresponsal en Itapúa
Vamos a hacer una comparación asquerosa, hablemos del famoso “pique” o pulga de pie. Cuando tenés un pique, normalmente en los pies, lo primero que sentís es una molestia y lo único que ves al comienzo es un pequeñito punto negro. Si sos citadino o extranjero, lo primero que podés pensar es una espina, o una picadura de algún bicho, pero si sos paraguayo, inmediatamente sabrás que ese puntito negro significa que debajo de la piel hay más de 200 huevos de pique y pus.
Hoy quiero comparar el pique con la cantidad de denuncias recepcionadas por violencia contra las mujeres. Porque el puntito negro solo es la punta del problema, al igual que las denuncias son solo la punta del problema muchísimo mayor de violencia que enfrentan las mujeres en el interior.
Denuncias y juicios
En Itapúa, desde enero hasta octubre del 2024, el Ministerio Público recepcionó 1.308 denuncias por violencia familiar, entre ellas maltrato verbal, golpes, abuso sexual, manipulación y amenazas.
En el Palacio de Justicia de Encarnación, desde enero a octubre del 2024, se registraron 4 casos de feminicidio y 244 casos de violencia familiar que llegaron a instancias judiciales a través de los juzgados de garantías del n.º 1 al 5 en Encarnación, el juzgado de garantías de María Auxiliadora, el juzgado de garantías de San Pedro del Paraná y el juzgado penal de la adolescencia.
Respecto a condenas en este año, no podemos dejar pasar dos ejemplares condenas por feminicidio y una condena por tentativa de feminicidio. La primera fue de 30 años al expolicía, suboficial Ramiro Rodas, quien asesinó a su pareja Alicia Fernández de 37 años en el distrito de San Juan del Paraná. El feminicida la violó, mordió y estranguló, y fue el hijo que tenían en común quien encontró a su mamá sin vida a la mañana siguiente.
La segunda condena sentenció a 23 años a Lelio Lugo, un hombre que golpeó a su pareja Lourdes Ramona Mareco de 49 años en la cabeza y la arrojó al empedrado desde su vehículo en movimiento en Pirapey km 40. Y la última condena por feminicidio en grado de tentativa fue a Javier Maqueda Garay, sentenciado a 17 años de prisión por atacar con un cuchillo a su expareja Laura Garcete, a quien hirió en el rostro y cuello, sobrevivió porque los hermanos la auxiliaron. Ocurrió en Cambyretá.
Todos estos casos son un puntito negro de la violencia que existe en el interior del país, dicho en otras palabras, la punta del iceberg.
Falta de conocimiento de las leyes
Una de las magistradas del tribunal de sentencia que estuvo detrás de varias condenas ejemplares este y otros años es la jueza Liz Sanabria de Gneiting, quien expresa la preocupación desde el ámbito judicial por la falta de denuncias a raíz del desconocimiento de las leyes, el temor por la falta de protección y la falta de tribunales y juzgados especializados en violencia contra la mujer.
“Nos damos cuenta del aumento significativo de violencia contra las mujeres y por ende contra niños, por la cantidad de casos de juicios que manejamos por día. Son prácticamente 5 juicios por día y de ellos 3 son abusos sexuales en niños y 2 de violencia. Luego se divide en los demás hechos punibles comunes, hurto, homicidio, estafa, pero el mayor índice en primer lugar es el abuso sexual en niños, la prestación alimentaria y la violencia familiar donde generalmente la principal víctima son las esposas, y las víctimas colaterales, los hijos”, expresa la magistrada.
Desde el estrado, los jueces escuchan todo tipo de historias, pero las que más consternan son sobre mujeres que no se animan a denunciar, e incluso que si denuncian, no tienen respuesta efectiva del Estado ni acceso a la justicia. Su principal inquietud es que las mujeres tengan un acceso efectivo a la justicia, con respuestas prontas por parte de la Fiscalía y emisiones de medidas cautelares inmediatas por parte de los juzgados de paz. Cada denuncia con respuesta efectiva de los órganos de justicia significa que se puede salvar una vida.
Sin embargo, los jueces preocupados en Itapúa por esta realidad no solo luchan contra la violencia desde sus despachos y salas de juicio, sino que viajan al interior del séptimo departamento para capacitar sobre las leyes que amparan a las mujeres víctimas de violencia, enseñando tanto en escuelas como en barrios las vías legales para proceder apenas sufren amenazas o golpes.
Hace algunas semanas implementaron como capacitación el proyecto “el juez que yo quiero” de la Corte Suprema de Justicia y capacitaron en los distritos de Tomás Romero Pereira, Cambyretá, Carmen del Paraná y comunidades indígenas de Trinidad y otros puntos, rotando los jueces que participaron según disponibilidad de tiempo.
“Tratamos de llegar a la gente para que sepa que no está sola, y para que conozcan cuáles son los lugares y los números a los que pueden recurrir. Llevamos hace poco el móvil mujer al distrito de Carmen del Paraná y recibimos muchas consultas sobre cómo denunciar en casos de violencia y eso es porque las políticas públicas de prevención no están funcionando tan bien y no están llegando a los sector más alejado de las redes sociales y de la televisión, donde se suelen ver los números de fonoayuda por ejemplo. Se debe llegar a la mujer rural, y no solo a las mujeres de la ciudad”, dice con desazón Sanabria.
La mujer rural
En el interior se vive una realidad bastante distinta que en la ciudad, y con las experiencias de capacitar sobre leyes, pudieron observar los marcados horarios, permisos y trabajo que tienen las mujeres. Cuando las actividades rondaban las 17 horas, la mayoría de las mujeres se retiraron porque alegaban que debían meter las vacas a las casas, pero luego confesaban que sus maridos no las dejaban estar fuera del hogar una vez que oscurece.
“La mujer rural trabaja muchísimo y a la par del hombre, y donde está el reconocimiento de los derechos que ella tiene. Es una muestra clara que existe el machismo muy arraigado en nuestra sociedad. Lo vemos en todos los ámbitos. El hombre aún no tiene ese respeto de igualdad que debe tener a las mujeres”, apunta la magistrada.
Si bien, la cantidad de juicios por abuso y violencia indican que la gente se está enterando que puede denunciar, la realidad demuestra el miedo que sufren las víctimas. La mayoría de las denuncias llegan por vecinos o personas que conocen sobre los episodios de violencia en las casas. También sucede que una vez que llegan los casos al Palacio de Justicia, las mujeres se quieren desdecir, negar la denuncia y salvar a su pareja o marido, ya sea por dependencia emocional o dependencia económica.
La jueza Sanabria forma parte del proyecto de la creación de los tribunales especializados en violencia contra la mujer, que no fue contemplado en la Ley 5.777. Ella, junto a sus colegas y todos los funcionarios de los órganos de justicia, aguardan la oportuna aprobación e implementación de este proyecto para tratar cada caso de violencia contra las mujeres como corresponde desde el sur del país.
Saquemos el pique
Es hora de sacarnos el pique y el pus que hay detrás, denunciemos los casos de violencia en la comisaría más cercana, los juzgados de paz, la Fiscalía, las oficinas del Ministerio de la Mujer y de la Defensoría Pública, o directamente llamando al 137. Si necesitas orientación legal o psicológica podés llamar al (021)452051/2.
Las costumbres de las civilizaciones más antiguas del mundo como las de los fenicios (año 1200 a 530 AC) y la de los cartagineses del norte de África (años 900 a 800 AC) se pierden en el tiempo, sin embargo, quedan vestigios de que durante al menos un milenio esas culturas practicaron el sacrificio masivo de niños para aplacar la ira de sus dioses.
Uno de los más “sedientos” era el dios Moloch, representado por una estatua de bronce dentro de la cual ardían las llamas y a donde eran arrojados los infantes. Otros dioses que los fenicios adoraban y a los que también se les realizaban sacrificios infantiles eran Baal y Dagón; los cartagineses contaban con otras deidades como Cronos o Saturno, que exigían igual tributo.
Al ver la película del gran Leónidas y de sus 300 espartanos no imaginamos que la civilización de este héroe pudiera realizar actos de esa clase. Y aunque no tenían dioses sedientos de sangre infantil, existe una versión que refiere que los recién nacidos que tuvieran malformaciones y no serían aptos para convertirse en soldados eran arrojados desde el monte Taigeto.
Pero no solo en la antigua Eurasia se practicaron sacrificios de menores, también en América. En la cultura azteca, por ejemplo, los arqueólogos encontraron rastros de sacrificios de niños a Tláloc, a Ehécatl, Quetzalcóatl y Huitzilopochtli. También lo hacían los mayas e incas.
A pesar de que los sacrificios masivos de chicos quedaron en el pasado, hoy la “civilización” muestra otro tipo de salvajismo que afecta a los menores. Por ejemplo, los indígenas que pululan en los semáforos pidiendo limosna o los prostituidos en las calles. Pero no solo los indígenas son víctimas, también los blancos son abusados laboralmente y sexualmente en los rincones menos imaginables.
Como si fuera poco, ahora también son utilizados como chantaje cuando surgen problemas entre padres y madres. Ejemplos encontramos a diario: el 6 de noviembre Rafael Ortiz y sus tres hijas fueron denunciados como desaparecidos y dos días después fueron hallados muertos y atados en aguas del río Paraná.
El 20 de noviembre, un hombre que se encontraba con su pareja en el Palacio de Justicia de Ciudad del Este para intentar resolver sus problemas arrebató de los brazos de la madre a su hijo de 6 meses y amenazó con que se arrojaría al río con el bebé.
Ese mismo día, una mujer fue llevada de emergencia al Hospital de Villeta porque presentaba un sangrado. Pese a negar ante los médicos que hubiera estado embarazada, su suegra encontró en el baño de la vivienda el cuerpo de un recién nacido envuelto en telas que presentaba heridas cortopunzantes en el tórax y cuello.
Nuevamente en Ciudad del Este, el 21 de noviembre la fiscal Analía Rodríguez imputó a un hombre luego de amenazar con arrojarse al río junto a los tres hijos menores.
Conscientes de que el abuso de menores cada vez es más frecuente, además que las consecuencias permanecen en la víctima durante toda la vida y sobre todo que los criminales no temen al castigo por esta clase de hechos, los parlamentarios decidieron endurecer las penas y convertirlas en ejemplares.
Elevaron las penas para casos de abusos sexuales a niños y adolescentes, incluso la ley sancionada contempla agravantes de 10 a 20 años. También se estableció que las penas carcelarias no deben ser menores a 20 años cuando la víctima es un niño menor de 10 años; el castigo podría extenderse hasta los 30 años de prisión.
La intención de proteger a los niños es digna de alabanza y tal vez funcione aumentar los castigos porque ni con educación la “civilización” logró a través de la historia impedir que los niños sean las víctimas del salvajismo humano.
Una persona o grupos de amigos, de trabajo, de familias, vecinos pueden convertirse en padrinos de una cartita y cumplir el sueño de un niño. Foto: Gentileza
Día de Reyes Magos: invitan a ser padrinos de los niños del Leprocomio
Compartir en redes
Falta poco más de un mes para el Día de los Reyes Magos y aún hay tiempo para que la ciudadanía pueda convertirse en padrinos de los niños del Leprocomio Santa Isabel. Las personas solo tienen que adoptar una cartita y cumplir el deseo de los pequeños, ya que algunos sueñan con un balón de fútbol, una muñeca, peluches, zapatillas, entre otros. ¿Te animás a ser padrino o madrina?
La idea nació del grupo Ñambovy’a Paraguay, cuyos miembros esta vez buscan llegar a los chicos que viven en el leprocomio que se encuentra ubicado en la localidad de Sapucai, departamento de Paraguarí. Así también, buscan juntar productos de higiene y víveres para los adultos internados en el centro de atención, como así mismo a las familias de los internados que viven en la colonia Santa Isabel, alrededor del leprocomio.
“Para el viaje de Reyes 2025 quisimos hacer algo diferente y visitamos el Leprocomio de donde trajimos las cartitas de los niños que sueñan con algún juguete en especial o un objeto que le va a servir en su día a día”, explicó Verónica Insfrán, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Entre los deseos de los pequeños está un botín, una pelota, maquillajes, muñecas, peluches, mochilas, cartucheras, ropas, patinetas, entre otros. “Es así que nació la idea de que escriban sus cartas a los Reyes Magos, que podés ser vos, y para el próximo 6 de enero puedas dibujar una hermosa sonrisa en la cara de estos chicos”, afirmó la entrevistada.
Verónica aclaró que este año quisieron implementar este método de las cartas para que una persona, grupos de amigos, de trabajo, de familias o vecinos puedan convertirse en padrinos de una cartita y cumplir el sueño de un niño. “Son más de 30 cartas donde los niños escribieron sus pedidos”, resaltó muy entusiasmada.
“También anotamos todo lo que el hogar necesita, porque aparte de los niños, están los adultos internados que tienen otras necesidades. Nos manejamos con base en donaciones, pedimos por las redes, cada uno del grupo comparte con sus amigos y así nos juntamos”, aclaró.
Aparte de la lista de los niños, harán 15 cajas con alimentos no perecederos para las familias de la colonia Santa Isabel, son familiares de los enfermos que viven alrededor del leprocomio. “Para los internados adultos que queremos hacerles kit de higiene, son 15 adultos mujeres y 12 adultos varones”, indicó. Las personas interesadas en ayudar pueden contactar al (0984) 624-542 o al (0985) 465-186.
Sobre Ñambovy’a Paraguay
Este grupo de personas realiza viajes dos veces al año al interior del país desde hace siete años. Una de las actividades más importantes es el festejo del Día del Niño y el otro en el día de Reyes Magos. “Viajamos en un micro que alquilamos, somos como 45 personas las que viajamos siempre y cada uno hace su parte en el viaje”, aclaró.
Verónica afirmó que mediante la donación podrán cumplir con el pedido de los niños y niñas, además de las necesidades de los adultos. “Los festejos los realizamos con todo lo que la gente nos dona, ya sean juguetes nuevos o usados en buen estado. Les hacemos una merienda, llevamos globo loco, spa de niñas, y repartimos los juguetes”, apuntó.
El grupo Ñambovy’a Paraguay realiza este tipo de obras desde hace siete años. Foto: Gentileza
El Ministerio Público apeló la leve condena de 4 años de cárcel para Patricia Ferreira y Nidia Godoy, representantes de la firma Imedic S.A. Foto: Aldo Ynsfrán
Imedic: fiscalía apeló leve condena de Patricia Ferreira y Nidia Godoy
Compartir en redes
Los fiscales Néstor Coronel y Luz Guerrero apelaron la leve condena de solo 4 años de cárcel de Patricia Ferreira y Nidia Godoy, representantes de la firma Imedic S.A.
Estas personas fueron juzgadas y encontradas culpables por los delitos de producción de documentos no auténticos y comercialización de medicamentos no autorizados por la falsificación de facturas de la firma Eurofarma. Esta empresa había permitido el ingreso de medicamentos de dudosa procedencia a nuestro país. Igualmente, se apeló la absolución del delito de asociación criminal.
Los representantes del Ministerio Público piden anular el fallo dictado por un tribunal de sentencia y a su vez que se realice un nuevo juicio oral atendiendo a la gravedad del presente caso y a la participación de las condenadas en el suceso. Del mismo modo, la fiscalía apeló la absolución de culpa y pena del despachante de aduanas Néstor Ramírez, quien también estuvo sentado en el banquillo de los acusados.
Los fiscales sostienen que se violó abiertamente los principios de razonamiento adecuado debido a que el tribunal de sentencia resolvió absolver a los tres procesados en el marco del hecho acusado de asociación criminal. Igualmente, señalaron que existe falta de fundamentación en cuanto a la pena de 4 años de cárcel para Ferreira y Godoy.
Durante la exposición de sus alegatos finales, el Ministerio Público solicitó para Patricia Ferreira la pena de 7 años de cárcel; para Nidia Godoy, 6 años de pena privativa de libertad y para el despachante Néstor Ramírez, la pena de 3 años de cárcel.
Los fiscales mencionaron que los acusados jugaron con la salud de la ciudadanía. Igualmente, los representantes del Ministerio Público sostienen que se comprobó que los acusados falsificaron facturas para que puedan ingresar medicamentos a nuestro país sin los controles correspondientes.