“Para un niño en etapa de crecimiento todas las comidas son importantes”, sostiene pediatra
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Los regímenes de alimentación para los niños, en especial en etapa de crecimiento, se han visto como un tema central de discusión teniendo en cuenta nuevas corrientes nutricionales como el ayuno intermitente y diferentes tipos de dietas que buscan ser aplicadas desde temprana edad, sin pensar en las diferencias de necesidades en materia alimenticia con la que cuentan los niños y adultos.
El doctor Ernesto Weber, presidente de la Sociedad Paraguaya de Pediatría, en comunicación con el programa “Así son las cosas”, emitido por GEN y Universo 970 AM/Nación Media, afirmó que los niños en sus primeros años de vida y de desarrollo necesitan una variedad de alimentos que le permitan cubrir sus requerimientos nutricionales, destacando que las frutas y verduras deben ser parte fundamental de este régimen.
“Cuando nosotros apuntamos a un solo periodo o a un solo tipo de alimento creo que estamos cometiendo algo de sesgo porque para un niño que está en crecimiento los cuatro o cinco alimentos o momentos de alimentación que reciben durante el día son importantes, no podemos hablar de que un horario o un alimento sea más importante”, indicó Weber.
El especialista remarcó que cuando se habla de niños en periodo escolar es clave recordar que existen entre tres a cuatro años que son cruciales para el desarrollo de ese pequeño, ya que es durante este periodo que se da todo el desarrollo cerebral, el desarrollo motor y cognitivo y si se llegara a producir algún daño en este periodo son para toda la vida.
“El desayuno es muy importante especialmente cuando el niño estuvo durmiendo por muchas horas y en ayuno por mucho tiempo porque es el impulso de glucosa que el cerebro necesita y ese nivel de glucosa debe de mantenerse prácticamente estable durante todo el periodo que yo estoy en vigilia para que sea activo y se pueda concentrar”, sostuvo Weber.
El presidente de la Sociedad Paraguaya de Pediatría señaló además que es importante entender que cuando se habla de la alimentación de un niño se debe integrar todas las etapas iniciando con la madre cuando está embarazada, trabajando en que la misma llegue en condiciones para tener un bebé que nazca saludable y sin complicaciones, y posterior a esto inmediatamente trabajar en el apoyo y la promoción de la lactancia materna.
El chocolate con manchas blancas, ¿todavía es comestible?
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El chocolate es uno de los alimentos más apreciados por su sabor, su textura cremosa y su aporte de antioxidantes y minerales beneficiosos para el organismo. Sin embargo, cuando permanece almacenado durante mucho tiempo, pueden aparecer en su superficie unas manchas blanquecinas que generan ciertas dudas sobre su estado: ¿se ha estropeado?, ¿es seguro comerlo o debería desecharse inmediatamente?
Según los expertos de Cocoa Supply North America, compañía especializada en producción y distribución de cacao, esta capa blanquecina, conocida como floración, está causada principalmente a dos motivos: la manteca de cacao y el azúcar. Ambos fenómenos se deben a condiciones de almacenamiento inadecuadas, pero cada uno presenta características distintas.
Cuando la capa blanca está causada por la manteca de cacao, se debe generalmente a cambios bruscos de temperatura o un almacenamiento prolongado en condiciones cálidas. En estos casos, la manteca sube a la superficie, formando una capa blanquecina que altera la textura crujiente original. Aunque visualmente puede parecer desagradable, este problema es puramente estético y no afecta al sabor.
Por otro lado, cuando la floración está causada por el azúcar, la humedad entra en contacto con los granos de azúcar de la superficie, disolviéndolos y haciendo que se vuelvan a cristalizar posteriormente. Esto genera una capa granulada y blanquecina en la superficie del chocolate. Al igual que en el caso anterior, no se ve comprometido su sabor, pero sí puede modificar ligeramente la textura.
Sí, es totalmente seguro. Cocoa Supply aclara que el chocolate con floración de manteca o azúcar no supone ningún riesgo para la salud. Aunque las tabletas pierden atractivo visual y textura, pueden consumirse sin problema alguno. Para prevenir la formación de estas capas antiestéticas, es importante seguir algunas recomendaciones básicas durante el almacenamiento:
Temperatura constante: conservar el chocolate siempre a una temperatura estable entre 15 y 18 grados, evitando fluctuaciones bruscas que puedan alterar su estructura interna.
Reducir la humedad: guardar el chocolate en lugares secos, ya que ambientes con humedad excesiva pueden favorecer la formación de cristales de azúcar en la superficie.
Sellado hermético: conservar siempre el chocolate debidamente cerrado o envuelto, evitando la exposición directa al aire que facilita la absorción de humedad y olores externos.
Si el chocolate presenta estas manchas blancas y deseas restaurar sus propiedades originales, basta con fundirlo suavemente y realizar nuevamente un templado adecuado. El templado consiste en calentar el chocolate a una temperatura concreta para luego enfriarlo lentamente, permitiendo así que recupere su textura crujiente y brillante.
Este proceso restituye tanto el aspecto como la textura originales, por lo que el chocolate volverá a estar listo para su consumo con las mejores características organolépticas intactas.
El profesor José Antonio López, del departamento de Psicobiología y Metodología en Ciencias del Comportamiento de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), ha destacado el vínculo entre el estilo de vida, la alimentación y la salud física con las emociones y ha hecho hincapié en la importancia de la socialización durante las comidas, pues comer acompañado se vincula con un mejor bienestar emocional.
“Comprender cómo la socialización influye en nuestra relación con la comida es clave para entender los posibles beneficios de seguir una dieta equilibrada y saludable, así como para ayudar a las personas a alcanzar un bienestar integral”, ha señalado en su ponencia durante las Jornadas Internacionales de Nutrición Práctica de la Sociedad Española de Ciencias de la Alimentación (SEDCA).
Aludiendo a diversos estudios, López ha recomendado la dieta mediterránea como un modelo de alimentación equilibrada y, más allá, como un estilo de vida. En este sentido, ha apuntado que, además del consumo de productos de temporada y cercanía, también da importancia a la socialización y la práctica de ejercicio físico diario.
“Una dieta saludable se refleja directamente en nuestro estado de ánimo”, ha explicado el experto, puntualizando además que los desequilibrios nutricionales no solo afectan al humor, sino que pueden derivar en problemas de salud más graves.
Así, el profesor ha insistido en la idea del equilibrio y el bienestar integral y ha reiterado que cada persona debe cultivar “pequeños placeres” en su día a día, como pueden ser practicar un deporte de su agrado o compartir una cerveza y un aperitivo con amigos y familiares.
Respecto al consumo moderado de bebidas fermentadas dentro de una dieta equilibrada, López ha remarcado la importancia de disfrutar de la cerveza en un contexto social y con moderación. En esta línea, ha recordado que las cantidades máximas recomendadas son 200-300 ml al día para mujeres y 400-600 ml al día para hombres adultos sanos.
Según el pediatra Robert Núñez, no es necesario que los chicos se bañen todos los días, especialmente en días de intenso frío, ya que esto no afectará la higiene. Foto: Ilustrativa/Archivo
Baño 2 o 3 veces a la semana es suficiente para proteger la piel de los niños en invierno, afirman
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Ante las bajas temperaturas que se reportaron en las últimas semanas y que seguirán, profesionales de la salud recomiendan que los niños y niñas tomen baños solo dos o tres veces a la semana. No solo es para evitar enfermedades respiratorias, sino que también ayuda a proteger la piel.
Según el pediatra Robert Núñez, no es necesario que los chicos se bañen todos los días, especialmente en días de intenso frío, ya que esto no afectará la higiene.
“Lo cierto es que la ciencia respalda esta práctica de bañarse 2 a 3 veces por semana es suficiente para la mayoría de los niños, especialmente en los días fríos. Y no, esto no tiene nada que ver con la falta de higiene, sino con el cuidado adecuado de la piel infantil”, expresó Núñez, en sus redes sociales.
Aclaró que para el baño diario de invierno se requiere de agua caliente y jabones, que juntos tienden a resecar la piel. Además, eliminan sus aceites naturales y provocan irritaciones. “Reducir la frecuencia de los baños puede ser una forma de cuidar la salud de la piel, no de descuidar la limpieza”, refirió.
El profesional resaltó que bañarse pocas veces por semana ayuda a mantener la hidratación natural de la piel, previene la resequedad, grietas y eccemas. Así también, disminuye la exposición a productos químicos innecesarios, preserva la barrera protectora de la piel y promueve una relación más respetuosa con el cuerpo.
Recomendó que para mantener la higiene diaria se debe practicar el lavado frecuente de manos con agua y jabón; higiene diaria de axilas, pies, rostro y zona genital. Cambiar a diario la ropa interior y prendas de contacto directo todos los días. Se pueden usar toallas húmedas para reforzar la limpieza en zonas clave sin necesidad de un baño completo.
Adultos lo pueden replicar
Núñez confirmó que este sistema también lo pueden replicar los adultos como las medidas de higiene, para proteger la piel y evitar resequedades especialmente en lo que dure el verano.
“Muchos dermatólogos recomiendan lo mismo para adultos, sobre todo en épocas de frío o en personas con piel sensible. Cuidarse no siempre es hacer más, sino hacer lo justo y necesario. No se trata de flojera, se trata de salud y es parte del autocuidado”, puntualizó.
La “piedra angular” para prevenir enfermedades cardiovasculares
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El estilo de vida y la dieta son la “piedra angular” para prevenir las enfermedades cardiovasculares y reducir sus factores de riesgo, siendo necesarios no solo los avances científicos y tecnológicos, sino que se debe tener como base la intervención individual y comunitaria, tal y como se desprende de un documento presentado ayer jueves por la Sociedad Española de Asteriosclerosis (SEA).
En los últimos seis años se han publicado más de 8.200 trabajos sobre dieta mediterránea, lo que ha permitido “perder el mito” de que solo las dietas bajas en grasa son buenas, tras lo que el presidente de la SEA, Carlos Guijarro, ha resaltado que España cuenta con el “privilegio de la cultura” de la dieta mediterránea, que sí es rica en grasas, y que es el “patrón idóneo” para prevenir las enfermedades cardiovasculares.
El médico de familia y miembro de la SEA Carlos Pascual ha resaltado que el aceite de oliva virgen extra es la grasa “más saludable” por sus beneficios a nivel cardiovascular, mientras que ha recomendado no usar los aceites de girasol, maíz o soja. Según el texto presentado, es aconsejable consumir cinco raciones al día de frutas y verduras, siendo preferible su variedad y que sean tanto de temporada como de proximidad, de forma que se reduzca su huella de carbono.
En cuanto a las patatas, deben servirse en platos mixtos con verduras, carnes o pescado hasta tres veces por semana; los cereales refinados, como el pan o el arroz blanco, han tenido controversia por aumentar el índice glucémico, pero, si se combina con otros alimentos, esto no ocurre por producirse una más lenta absorción, por lo que es “absolutamente recomendable” tomarlos acompañados.
Los frutos secos deben consumirse a diario o, al menos, tres veces por semana por una cantidad de 30 gramos o “lo que quepa en tu puño”, aunque siempre crudos y sin sal, pues permiten reducir el riesgo cardiovascular y son una fuente de proteínas y grasas saludables. El consumo de pescados y mariscos, por ser “muy ricos” en ácidos grasos y otros nutrientes, pueden ser consumidos hasta tres veces por semana, siendo recomendable que dos de estas raciones sean pescado azul, y en sustitución a la carne.
La guía también recoge la recomendación de dos raciones diarias de lácteos, tanto desnatados como enteros, y evitando los azúcares añadidos. A pesar de que los zumos de fruta sin azúcares añadidos gozaban de “mala” fama, ahora se ha demostrado que no son nocivos. En cuanto al cacao, es importante fijarse en que tenga una presencia de al menos un 70 por ciento, recomendando hasta 30 gramos diarios del mismo; los especialistas han considerado igualmente beneficioso tomar hasta cinco tazas de café al día, sin azúcar añadido.
La carta de San Pietro combina lo mejor de la cocina italiana, francesa y española
A pesar de las grandes controversias que ha provocado el consumo de huevos en los estudios, cocinarlo con aceite no se relaciona con un mayor riesgo cardiovascular y, si bien la yema tiene mucho colesterol, “no es tan nocivo como se pensaba”, y se trata de una fuente de proteína y de otros nutrientes de “primera calidad”. Legumbres como las alubias, los garbanzos o las lentejas, que son alimentos tradicionales en la cocina española, aportan beneficios a la salud cardiovascular si se consumen entre dos y tres veces por semana.
En el caso de las carnes, estas pueden consumirse hasta cuatro veces por semana, aunque han recalcado que es preferible la carne blanca a la roja, y retirando “toda la grasa que se pueda”. Además, han desaconsejado el consumo de embutidos y otros productos ultraprocesados. Del mismo modo, las nuevas carnes vegetales siguen siendo alimentos procesados, por lo que no están recomendados y “de momento no están considerados saludables”.
Esta recomendación se relaciona con la sal, que es uno de los alimentos que más influyen de forma negativa en la salud cardiovascular, razón por la que han aconsejado limitar su uso a cinco gramos diarios, además de promover alternativas como el zumo de limón, hierbas aromáticas, especias o ajo.
Si bien han desaconsejado el consumo de las bebidas alcohólicas por ser perjudiciales, sí han señalado que bebidas fermentadas como la cerveza o el vino son los menos dañinos para el organismo, siempre en consumo moderado y recalcando que el mejor consumo “es cero”.
El documento también deja “malparadas” a las bebidas azucaradas, pues incrementan el riesgo de obesidad, diabetes y de las enfermedades cardiovasculares; sustituir estas bebidas por aquellas con cero azúcar en favor de edulcorantes tampoco es beneficioso, destacando que también aumentan el riesgo de diabetes y de enfermedades cardiovasculares.
Foto: Archivo
Huella de carbono
Por su parte, el investigador emérito IDIBAPS Emilio Ros ha reseñado que “seguir una dieta vegetariana o de base vegetariana, como la mediterránea, puede reducir la huella de carbono en un 10 por ciento”, además de permitir alimentar “a mucha más gente” con las mismas superficies de cultivo. Ros ha citado un estudio de ‘Lancet’ que coloca a España como el país con mayor protección de esperanza de vida para 2040, algo que ha relacionado con el seguimiento de la dieta mediterránea.
Según el mismo texto, el factor dietético con mayor responsabilidad de fallecimiento por cualquier causa a nivel mundial es la ingesta excesiva de sal (tres millones), seguida de la baja ingesta de cereales integrales (tres millones), la baja ingesta de fruta (2,5 millones), una dieta baja en frutos secos y semillas (2 millones), una dieta baja en verduras (1,5 millones) y un bajo consumo de pescado (1,5 millones).
Por último, ha aseverado que la Inteligencia Artificial puede “revolucionar” las ciencias de la nutrición, y es que el desarrollo de aplicaciones de reconocimiento visual podría detectar de forma “inmediata, precisa y completa” de todos los alimentos y nutrientes de la dieta, incluso en platos combinados.