Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Desde niña, Analía Benítez soñaba con ser una gran pastelera, pero con el paso de los años sus sueños se fueron esfumando. Terminó la secundaria y formó una linda familia, a la que se dedicaba 100%. Pero, con el tiempo sintió la necesidad de ayudar con los ingresos de su hogar y comenzó a estudiar.
Durante la pandemia, vio que el Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) ofrecía clases virtuales de pastelería y se lanzó a la posibilidad de cumplir su sueño. “Decidí inscribirme en repostería, pero los cupos se llenaban muy rápido. Entonces, fui haciendo cursos donde sí había lugar, entre ellos, de panadería, bocaditos dulces y salados”, explicó a La Nación/Nación Media.
Analía nunca perdió su verdadero enfoque, estudiar repostería y así lo hizo finalmente. Se especializó en tortas decoradas y arte en azúcar y no se detuvo hasta dar vida a su propio emprendimiento, “Dulce Astrid”, hace tres años.
Vender para estudiar
Analía indicó que pese a que las clases eran gratuitas, cada curso tenía sus gastos porque debía preparar lo que las instructoras le pedían y debía costear ingredientes. Siempre contó con la ayuda de su marido, pero ella quería hacer más, entonces, empezó a vender lo que preparaba.
“Empecé a vender mis productos, todo lo que hacía en los cursos y en las prácticas, para así poder solventar los insumos de las próximas recetas que nos daban los profesores”, explicó.
Al finalizar las clases, Analía ya contaba con cuatro certificados y había concretado su sueño con “Dulce Astrid”, nombrado así en honor a su hija menor. Además, contaba con el apoyo de sus clientes, que la vieron formarse y conocían la calidad de sus productos, promocionándola de boca en boca.
“Vendo pasteles artesanales, personalizados y bocaditos dulces para eventos, todo por kilo”, aclaró a La Nación/Nación Media.
Local propio
Analía no se imaginaba dejar solos a sus pequeños para dedicarse a su emprendimiento. Entonces, decidió trabajar desde su casa, con la ayuda de su marido, familiares y amigos, que no dudaron en ayudar a ofrecer sus productos.
“Trabajo sola desde mi cocina, tengo todas mis herramientas, que fui adquiriendo de a poco y con mucho esfuerzo. Ahora mi sueño es tener mi local, donde recibir a mis clientes y vender mis productos a los que vayan llegando”, relató.
La emprendedora detalló que ofrecen productos artesanales, pasteles de distintos sabores y bocaditos dulces, específicamente medialunas, pastafrolas, bizcochos, cupcakes, alfajores. “La especialidad de la casa son las tortas personalizadas y las medialunas”, remarcó.
“Hasta ahora me llegan clientes nuevos. Las personas que me hacen pedidos me dicen que asistieron a algún evento o cumpleaños y que probaron mis productos y que les gustó, o que se les recomendó. Así fui creciendo de a poco, ahora tengo muchísimos clientes gracias a Dios”, confirmó.
“Quien quiere, puede”
Analía hoy puede decir que gracias a su emprendimiento puede generar dinero para ayudar a su familia y lo más importante, sin dejar a sus hijos solos en casa. Además, pudo cumplir con sus sueños y equipó la cocina de su casa para avanzar en su emprendimiento.
“A los emprendedores les digo que nunca se rindan en lo que desean, es difícil y a veces creemos que incluso puede ser imposible, pero mi lema siempre fue el que quiere puede, sin excusas. Les animo a todas aquellas mamis, en especial amas de casas, a que no desistan de sus sueños y a que se animen a emprender, porque todo sacrificio tiene su recompensa”, puntualizó.
Las personas que deseen probar los productos de Dulce Astrid pueden contactar al (0971) 526-956.
Datos claves
- Desde niña, Analía Benítez soñaba con ser una gran pastelera, pero con el paso de los años sus sueños se fueron esfumando.
- Nunca perdió su verdadero enfoque, estudiar repostería y así lo hizo finalmente. Se especializó en tortas decoradas y arte en azúcar y dio vida a su propio emprendimiento, “Dulce Astrid”, hace tres años.
- Hoy anima a las mamás y a las amas de casas a que no desistan de sus sueños y a que se animen a emprender, porque todo sacrificio tiene su recompensa.
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Liz González, la paraguaya que llegó en tiempo récord a los pies de Leónidas en el Spartathlon de Grecia
- Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
Paraguay tiene en sus filas a la ultramaratonista Liz González Duarte, que está dejando en alto al país en todo el mundo y demostrando que la garra guaraní es implacable, en donde sea. Ella no solamente fue la primera sudamericana y la segunda latina en llegar a los pies de Leónidas en la edición 2021 de la competencia de Spartathlon, carrera de ultradistancia que se realiza anualmente en Grecia, entre Atenas y Esparta, sino que también lo hizo en tiempo récord.
Con mucho orgullo, esta paraguaya sobresaliente comentó a La Nación/Nación Media que es contadora de profesión, carrera que culminó gracias a las becas de Itaipú y que su vida deportiva comenzó como una lucha contra la depresión, por lo que actualmente considera a este deporte como un reinicio de su vida. “Soy Liz González, contadora de profesión y corredora de corazón, y toda mi vida siempre fue un esmero”, detalló.
Sus primeros pasos en el deporte arrancaron en el 2016 logrando cosechar reconocimientos internacionales, lo que hizo que su vida diera un giro bastante inesperado. “Estaba atravesando un momento difícil, entonces buscaba llenar espacios y encontré eso en el deporte, específicamente en el running. Empecé a correr 6 kilómetros, a finales de ese año ya estaba corriendo 15 kilómetros en campo traviesa, que es trail”, apuntó.
En el 2017 logró el vicecampeonato en un ultratrail de 80 kilómetros y en el 2018 empezó a correr el campeonato de trail y ultratrail en el Yvytyrusu. “El ultratrail es una de las más desafiantes que tenemos en Paraguay y fue también una de las experiencias más lindas que tuve. Luego me inicié en lo que es el ultramaratón de pista, eso fue en el 2019, primero corriendo 12 horas en una pista de 400 metros en el comité olímpico paraguayo, donde salí tercer puesto. Este fue el inicio de una apasionante carrera deportiva”, aseguró.
En competencias internacionales, Liz llegó al Spartathlon de 246 kilómetros, de Atenas a Esparta. Esta competencia tiene un tiempo límite de 36 horas para llegar a la meta. “En mi primera y única edición lo hice en 34 horas 57 minutos, fue en el año 2021 y fui la primera sudamericana y segunda latina en llegar a los pies de Leónidas. Esa fue mi mejor carrera a nivel ultra”, señaló.
¿Qué es la Spartathlon?
Consiste en correr 246 kilómetros desde Atenas a Esparta, en esta distancia hay 75 puestos de control y en cada puesto una hora de cierre, eso quiere decir que si llegas fuera de la hora establecida para ese puesto quedas fuera de carrera. A esta parte de la carrera solo llega el 40 % de los inscriptos, se trata de una carrera tan desafiante porque en el kilómetro 160 hay una montaña de 1.200 metros de elevación.
“Toda la carrera está basada en lo narrado por Heródoto, que es un historiador griego. Para poder postularse hay ciertos requisitos, tanto para hombres como para mujeres. Yo había conseguido la marca mínima en el autódromo de Termas, en el ultramaratón de Río Hondo, con 174 kilómetros en el 2020, pero ese año no se corrió porque comenzó la pandemia del covid”, indicó.
Esta fue la carrera más significativa para la ultramaratonista, ella no contaba con los recursos económicos para viajar a la competencia y sus compañeros de trabajo organizaron una gran actividad para que pueda participar. “Todos me ayudaron en el barrio donde vivo, en la empresa donde trabajo, en las distintas sucursales, Ciudad del Este, Loma Plata, en la parroquia San Lorenzo de Ñemby y gracias a ello pude conseguir el 50 % de los pasajes”, confirmó.
Un equipo de apoyo
Su familia siempre la apoyó, desde el día uno, desde esos seis kilómetros cuando inició y hasta hoy, pero prepararse para un ultramaratón hizo que esté ausente en los momentos más especiales. “Mi familia estuvo al pie del cañón en cada una de las carreras, en cada una de las preparaciones. Los nombres de las personas que estuvieron siempre son Elizabeth y Griselda González, que son mis hermanas, Julia Duarte, que es mi mamá y Roberti González, que es mi papá”, indicó.
Reconoció el gran trabajo de su nutricionista, Rodrigo Gabriaguez, “cuando las cosas se pusieron difíciles y yo no creía en mí, él me devolvió a la carrera”, dijo. Así también, resaltó la constancia de sus entrenadores Fabián Campanini y Urbano Craco, dos profesionales experimentados en la materia del ultramaratón, que fueron claves para la preparación física de la compatriota.
Proyectos
“Tengo varios proyectos, primero buscar las mejores marcas para la Spartathlon y los recursos financieros para volver a representar a Paraguay en eventos oficiales. Mi idea es darle más participación a Paraguay en eventos oficiales. En el 2022, en el ultramaratón de Brasil, fui la única paraguaya en participar. Todas las delegaciones iban con un equipo técnico, después estaba yo y mi hermana representando a Paraguay, quiero buscar más apoyo de las autoridades deportivas”, recordó.
Liz desea darle visibilidad a Paraguay en el mundo e instó a los jóvenes a que sueñen en grande. “Confíen en Dios y en ustedes mismos, vayan tras sus sueños. Para los atletas que están iniciando, vayan lento, no busquen atropellar todo lo que hay, vayan conociendo modalidad tras modalidad, vayan experimentando, vayan conociéndose a sí mismos, porque el deportista llega a un punto en el que se conoce a uno mismo”, puntualizó.
Otros datos
- Liz también participó en el campeonato continental de 24 horas en Brasil, São Paulo; en el campeonato continental de 24 horas en Argentina, Mar del Plata, y en el sudamericano de 12 horas en la misma ciudad.
- En estas tres participaciones internacionales representó a Paraguay a través de la Federación Paraguaya de Atletismo.
- En la Spartathlon el corredor puede tener una asistencia por fuera, puede ser el entrenador o sus familiares que se encuentran en los 75 puestos de control.
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Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
- Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
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Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
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Tecnología y educación potenciarán la inclusión financiera en Paraguay
La inclusión financiera en Paraguay experimentó avances debido a la digitalización, las nuevas modalidades de cuentas básicas de ahorro con menores requisitos y costos, pagos digitales, así como billeteras electrónicas. No obstante, el país sigue rezagado a nivel regional en esta materia y el desafío plantea la necesidad de impulsar la educación financiera.
El Banco Central del Paraguay (BCP) define a la inclusión financiera como el acceso y uso de servicios financieros de calidad, en forma oportuna, conveniente, informada y con un costo accesible, bajo una regulación que garantice la protección al consumidor y promueva la educación financiera. Con este enfoque, en Paraguay se celebra la segunda semana de marzo la Semana Nacional de la Inclusión Financiera desde 2017 .
El Estado estableció en 2014 la Estrategia Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), que se constituye en un plan en el que se definen lineamientos estratégicos nacionales sobre la inclusión, con el objetivo final de reducir la pobreza e impulsar el crecimiento económico del Paraguay.
Los niveles de bancarización, según el BCP, experimentaron en el país una notable tendencia de crecimiento. La banca matriz observó en diciembre de 2022 alrededor de 1.385.000 personas con al menos un crédito, mientras que en diciembre de 2024 fueron 2.303.514, lo que representa un incremento del 66 % en ese periodo.
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Sin embargo, existen desafíos para el país en materia de educación para potenciar su crecimiento en inclusión financiera y se estima que la cada vez mayor incursión de tecnologías financieras, conocidas como fintechs, demande más esfuerzos del sector público y privado en cuanto a la capacitación de las personas, con el propósito de que puedan aprovechar estas herramientas financieras para su beneficio.
Paraguay avanzó, pero sigue rezagado
La economista Gloria Ayala Person explicó a La Nación/Nación Media que Paraguay pasó de tener un porcentaje de inclusión financiera de menos del 30 % en 2011, a tener en 2021 un 54 % de su población con cuentas en alguna institución financiera. No obstante, señaló que el país sigue por debajo del promedio regional, que se ubica en 73 %.
Detalló que países vecinos tienen índices de inclusión superiores, como es el caso de Brasil, con 84 % de adultos con cuenta bancaria, Chile reporta 87 %, Bolivia con 69 % y Uruguay con 74 %. “Esto evidencia que, si bien Paraguay ha avanzado, permanece por debajo de la media regional en acceso financiero formal”, señaló.
Ayala Person mencionó que los obstáculos para los paraguayos a la hora de acceder al sistema financiero formal guardan relación con costos elevados de los servicios financieros, bajos ingresos e informalidad de una parte importante de la población, e incluso una falta de confianza en las instituciones financieras. También mencionó la baja educación financiera, falta de comprensión de los productos y escasa cobertura de sucursales bancarias especialmente en la región del Chaco.
Cuentas básicas de ahorro y fintechs
Paraguay experimentó un crecimiento importante en los últimos años en materia de inclusión financiera. Según el BCP, uno de los productos financieros diseñados para promover la inclusión en este ámbito es la cuenta básica de ahorro.
Se trata de cuentas que no requieren montos mínimos para su apertura o mantenimiento y pueden estar exentas de comisiones típicas. El BCP señala que la accesibilidad financiera y la inclusión bancaria se materializan a través de servicios gratuitos o de bajo costo.
En diciembre de 2020 la cantidad de cuentas básicas fue de más de 657.000, de esta cifra, 326.000 correspondieron a mujeres, mientras que 331.000 a hombres. Para diciembre de 2024, el total escaló a los 2.275.000, correspondiendo 1.198.000 a mujeres y 1.077.000 a hombres.
Sumados a los avances tecnológicos, estiman que los servicios financieros puedan continuar con la tendencia de crecimiento. La economista Ayala Person sostuvo al respecto que más del 80 % de la población de Paraguay cuenta con acceso a internet. Con estas condiciones, indicó que se espera una mayor integración de plataformas entre entidades financieras, reduciendo costos de transacción.
Las fintechs, es decir, las tecnologías financieras para la administración de recursos económicos con medios digitales, experimentarán crecimientos importantes, según estimó la especialista, a través del pago alternativo con decenas de startups financieras locales activas. Además, se espera que productos como los pagos QR, créditos digitales y herramientas de ahorro e inversión vía smartphone vayan ganando terreno.
“Hay que destacar a la banca digital y a la innovación fintech que ayudan a mejorar la inclusión, por ejemplo el Sistema de Pagos Instantáneos (Sipap/SPI) que opera 24/7, agilizando las transferencias electrónicas y reduciendo la necesidad de sucursales físicas”, dijo a LN.
Al respecto, desde el Banco Central del Paraguay detallaron a LN que, por ejemplo, entre 2022 y 2024 la cantidad de operaciones realizadas por medio de las billeteras electrónicas fue significativa y se mantuvieron en torno a 10 millones de transacciones por mes, lo que denota la impacto que tiene este tipo de servicios financieros digitales para el quehacer económico de la gente.
Educación financiera
La falta de educación financiera influye en la exclusión y la profundiza, señaló Ayala Person. Explicó que la población tiene un uso limitado o inadecuado de los servicios financieros formales. “Sin conocimientos y habilidades, incluso si existen ofertas de cuentas o créditos accesibles, ciertos sectores no las aprovechan o las evitan por miedo a lo desconocido, perpetuando su marginación del sistema formal”, remarcó.
No obstante, dado que a nivel regional existe una tendencia al crecimiento de los servicios financieros tecnológicos, que afirmó que “llenarán los vacíos” que la banca tradicional no cubría, se espera que la educación financiera se vea reforzada con programas gubernamentales y privados de capacitación que garanticen a la población una utilización provechosa del sistema financiero.
“Espero que todo esto también refuerce la educación financiera y confianza, porque es evidente que hoy representa un cuello de botella, lo que me permite suponer que tanto el Gobierno como el sector privado refuercen iniciativas de capacitación y alfabetización financiera”, expresó.
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Blanca Ceuppens: “La generación de puestos de trabajo me motiva a adaptarme a los desafíos”
La avicultura en Paraguay sigue experimentando un crecimiento significativo en las últimas décadas, constituyéndose en un motor importante para la actividad económica y generando ingresos diarios para miles de paraguayos. La disminución del contrabando generó aún más movimiento en el rubro que busca seguir expandiéndose con la habilitación de más mercados.
Blanca Ceuppens Talavera preside Granja Avícola La Blanca S.A., una de las empresas líderes de la industria. Ella tiene a su cargo la gestión empresarial de la compañía y priorizar el valor de la familia, su principal fortaleza para aportar al legado de la firma en el país.
En esta nueva edición de Hacedores LN, La Nación/Nación Media conversó con la empresaria sobre sus inicios en el mundo de los negocios, qué la motiva y lo que representa el trabajo dentro de la industria.
Desde su mirada de empresaria y vicepresidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar) contó cuáles son los desafíos a superar y el potencial para llegar a un mayor despegue del complejo avícola.
-¿Cómo se inició en el mundo de los negocios?
Apenas concluí la secundaria, inicié los estudios universitarios de administración y me incorporé al camino laboral en esta empresa, trabajando inicialmente en el departamento de cuenta corriente y facturación que se estaba reorganizando. Luego pasé a costos y contabilidad.
Incursioné en el área de producción de pollos junto a mi padre, posteriormente me desempeñé en el área comercial, de marketing y más tarde, con la crisis económica del 2000, me incorporé al departamento financiero. Posteriormente, formé el departamento de exportación.
Mi camino profesional se desarrolló de manera muy natural y fue muy diverso, pero siempre en el rubro alimenticio y dentro de la empresa; esta experiencia me formó en la gestión empresarial.
-¿Cómo logró liderar una de las empresas más importantes del sector avícola?
La misión de asumir la responsabilidad, junto a mis hermanas, de la dirección de la empresa familiares, formar un equipo con los colaboradores, conocer la producción, el manejo de los recursos, así como la perseverancia y la consolidación en el mercado para mí es prioritario, para honrar el legado de mis padres, los fundadores, que con esfuerzo se convirtieron en los pioneros de la avicultura en Paraguay.
-¿Cómo ve la industria avícola actualmente?
La industria avícola paraguaya está pasando por un momento favorable de crecimiento, con la disminución del masivo contrabando de los años anteriores, el aumento de los precios de la carne vacuna y el abastecimiento de la materia prima.
-Tras el crecimiento que viene experimentando el sector, ¿hacia dónde considera que debe apuntar la avicultura nacional?
Debemos apuntar a mejorar la eficiencia, realizar importantes inversiones y las ventas al mercado internacional como lo venimos haciendo continuamente. Incorporando más destinos para los productos paraguayos y por supuesto la provisión de productos de calidad, variedad y según la demanda del consumidor.
-¿Cómo se define Blanca Ceuppens?
Una mujer, madre, con alto sentido de responsabilidad, que intenta equilibrar la demanda del trabajo con la vida personal y familiar. Una mujer que prioriza la comunicación efectiva con su familia y colaboradores. En mi caso, mi familia, mis cuatro hijos, mis hermanas y sobrinos son prioridad, están siempre en primer lugar y son mi mayor satisfacción personal. Mi meta es conservar el espíritu de nuestros fundadores y encaminar a la empresa y a la siguiente generación de manera acertada al ritmo de la evolución del tiempo, las nuevas necesidades y proyectos promisorios.
-¿Qué la motiva a seguir cuando existen complicaciones?
En mi caso, prima que la empresa es familiar. Hemos tenido un gran ejemplo de trabajo y honestidad. Mi padre nunca bajó los brazos, era un visionario muy optimista, del cual hemos aprendido mucho; ante todo, el priorizar la continuidad de la empresa.
La generación de puestos de trabajo me motiva a adaptarme a los cambios y desafíos que se presentan. Cada situación nos da una vivencia distinta, nos hace ver en otras perspectivas y aprendemos a ser resilientes. De todas estas situaciones nos hemos sobrepuesto, nos hicimos más fuertes.
-Desde su mirada de empresaria, ¿cuáles son los sectores económicos que tienen el potencial para un despegue de Paraguay?
Paraguay es un gran productor de soja, maíz y carne, hay oportunidades para agregar valor agregado a estos productos a través de la industrialización y exportación de productos procesados como el pollo. Debemos contar con un plan de aumento de desarrollo de proyectos de energía, o hidrógeno verde, parques solares y biomasa, para diversificar la matriz energética.
El sector tecnológico está en crecimiento en el mundo, debemos potenciar la digitalización de empresas y el desarrollo de software como un hub tecnológico. Continuar con el régimen de maquila para la producción industrial y exportaciones de sectores como autopartes, textiles y electrónicos.
Paraguay tiene potencial en turismo ecológico, cultural y de aventura, aunque todavía no ha sido explotado al máximo. Además, el sector creativo (diseño, música, cine y gastronomía) también puede ser un motor de crecimiento. Y por nuestra ubicación geográfica, el país tiene un gran potencial para ser un centro logístico y de distribución en la región, contando con infraestructura en puertos y rutas.
-¿Qué habilidades considera que son fundamentales para tener éxito en la industria?
Muchas habilidades son fundamentales para tener éxito, como el liderazgo y la gestión para la toma de decisiones, realizar estrategias, análisis financiero y tener capacidad de negociación. También tener disposición a la innovación y adaptabilidad, al uso de tecnología, habilidades interpersonales, resiliencia y mentalidad empresarial, tolerancia al fracaso, disciplina y gestión del tiempo y productividad.
-¿Cómo ve la participación de las mujeres en el ámbito empresarial?
La participación de las mujeres en el ámbito empresarial ha crecido significativamente en las últimas décadas, por la concientización sobre la equidad, pero todavía enfrenta desafíos importantes como la brecha salarial. Muchas mujeres sienten presiones sociales que le exigen cumplir con los roles tradicionales, de esposas y madres, por barreras culturales, además de sus responsabilidades en el trabajo. Hoy en día, con el teletrabajo, mejoran las opciones de equilibrar la vida laboral con la personal.
-Como miembro de la Asociación de Avicultores del Paraguay, ¿qué desafíos debe superar el sector en este 2025?
La unidad del gremio, por el bien común y el trabajo en conjunto con las autoridades nacionales, sobre todo el tema de la bioseguridad de las aves del país y de las habilitaciones para nuevos mercados.
Perfil
-Presidenta de Granja Avícola La Blanca S.A.
-Estudió Administración de Empresas.
-Trabajó en diferentes áreas de la empresa avícola desde 1987.
-Madre de 4 hijos, Sebastián, Blanca, Beatriz y Francisco.