Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com).
Rubén Darío Alvarenga Romero, un joven becario de 25 años oriundo de Pedro Juan Caballero, que hace una década se enamoró del espacio luego de visitar el Chaco paraguayo durante un campamento estudiantil, este año 2024 se graduó de ingeniero aeroespacial en Taiwán, por la Universidad Nacional Cheng Kung. El compatriota luchó por su sueño con perseverancia y ahora hizo realidad su pasión como un profesional capacitado en alto nivel.
“Por primera vez vi el cielo sin las luces de la ciudad y poder ver las estrellas en su máximo esplendor me dejó horas mirando el cielo”, dijo Alvarenga, en entrevista con La Nación/Nación Media, al recordar cómo, teniendo 14 años de edad, quedó maravillado con la vista del universo. Desde aquel instante revelador pasó una década que marcó su camino firme hacia la formación astronómica.
Rubén comentó que tras aquella experiencia en el Chaco comenzó a investigar todo lo que tenga relación con el espacio. “Así, con otro amigo creamos el primer Club de Astronomía de PJC, donde dábamos charlas sobre astronomía básica a los niños de escuela. Luego empecé a acompañar los lanzamientos de cohetes y satélites al espacio”, resaltó.
Se convirtió en ingeniero
Hoy, a sus 25 años, Rubén se convirtió en ingeniero aeroespacial y señaló que el camino para cumplir su sueños no fue fácil, pero todo lo que pasó valió la pena y ahora anhela volver al país para aplicar todos sus conocimientos e impartir con aquellos que como él aman el espacio.
“En 2016 conocí las oportunidades que nos da el Gobierno taiwanés para estudiar en sus mejores universidades. En 2017 probé la primera vez, no quedé; en 2018 volví a probar y no quedé nuevamente, pero en 2019, la tercera fue la vencida y vine a Taiwán sin saber decir ‘hola’ en chino”, apuntó.
El primer desafío por el que pasó fue el idioma, pero tuvo un año para aprender y luego eligió la Universidad Nacional Cheng Kung para estudiar. “Yo pensaba que era bueno en matemáticas, pero en mi primer examen de cálculo saqué cero y fue el primer choque de realidad”, manifestó en LN. Sintió que estaba fracasando, pero de a poco fue reforzando sus habilidades en matemática y logró estar nivelado con sus otros compañeros.
Mediante esa actitud, en el 2021, estuvo como miembro de soporte del equipo Gemini Py-Tw para una competencia en Taiwán denominada Kibo y fueron campeones. Luego, en 2022 participó ya siendo líder del equipo Apollo Py-Tw, formado con otros paraguayos y lograron el segundo lugar. Kibo es una competencia de programación, donde los equipos crean un programa que se pueda usar en la estación espacial internacional en un robot que flota libremente.
Capacitación y volver al país
Actualmente, Rubén sigue residiendo en Taiwán donde busca hacer una maestría, para luego volver al Paraguay y poder aportar en el desarrollo de las ciencias como en las tecnologías. Sueña con impartir sus conocimientos a los jóvenes y que, con el paso de los años, en el país se desarrollen más oportunidades en el campo espacial.
“Me encantaría poder estudiar un máster, es uno de los motivos por que vine acá, para poder estudiar y luego volver al país, así dar mi granito de arena al desarrollo. Es un área que recién está empezando en Paraguay y se necesita de gente joven y capacitada en todas las áreas para que nuestra tierra pueda desarrollarse”, indicó.
Prohibido rendirse
“Nunca se rindan al primer tropiezo, yo siempre uso una frase que dice: si te caes siete veces, te levantas ocho, siempre me ayudó a superar las adversidades”, fue su mensaje para los jóvenes que como él sueñan con estudiar en el exterior. Resaltó que el camino puede ser difícil, pero al final es gratificante.
Agradeció a su madre porque siempre estuvo a su lado y a sus amigos que nunca dudaron de su capacidad para lograr sus objetivos. “Estoy muy orgulloso de ver hasta dónde llegué, de no haberme rendido en la primera oportunidad que no obtuve la beca, porque valió la pena. Mi mamá y amigos fueron mi pilar para no sentirme solo en este tiempo”, confirmó.
Datos claves
- El pedrojuanino Rubén Darío Alvarenga Romero se graduó a los 25 años de ingeniero aeroespacial por la Universidad Nacional Cheng Kung (Taiwán).
- El cielo del Chaco inspiró su pasión a los 14 años durante un campamento estudiantil, y formó un Club de Astronomía de PJC.
- “Nunca rendirse”: de fallar dos intentos para acceder a la beca y sacar cero en su primer examen de matemáticas, pasó a liderar un equipo de programación.