Tras la serie de incidentes que se reportaron en el aeropuerto Silvio Pettirossi por la aparición de pájaros clasificados como invasores, tuvieron que volver las aves rapaces que se encargan de controlar la zona, a través del servicio de cetrería. En efecto, se contrató este servicio mediante la vía de excepción y urgencia mientras dure el llamado de licitación.
Desde la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) confirmaron que las águilas volvieron para realizar el control de aves invasoras y evitar más incidentes, teniendo en cuenta los hechos acontecidos con las aeronaves en las últimas semanas. Las contratación se realizan en forma provisoria hasta que se seleccione el equipo permanente.
“Se hizo un llamado por la urgencia, mientras se lleva a cabo el llamado que sería en 10 a 15 días y contratamos el servicio de cetrería por vías de la excepción. El llamado que se va a adjudicar es un poco más completo, tiene como nombre control de fauna”, expresó José Luís Chávez, director de Aeronáutica de la Dinac, en entrevista con la 650 AM.
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Resaltó que desde la implementación, las rapaces están ayudando bastante y complementan los otros mecanismos que están teniendo para el control de la fauna dentro del aeropuerto. “Hay que tratar de tener todo lo que se puede porque no es fácil combatir con la fauna. No es un problema solo del Silvio Pettirossi, es un problema a nivel mundial”, aseguró.
Apuntó que existen otros mecanismos y que en algunos casos son muy costosos, pero se debe analizar profundamente para adquirirlos. Algunos de estos son sistemas de emisión de sonidos, que espantan a las aves y que no es audible para las personas, pero sí para las aves que terminan huyendo.
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Ejecutivo dará participación a todos los sectores para reglamentar ley de transparencia
El Poder Ejecutivo decidió brindar la participación de todos los sectores para trabajar en la reglamentación de la ley que establece el control, transparencia y rendición de cuentas de las organizaciones sin fines de lucro.
El objetivo es que la aplicación sea factible y cumpla con los objetivos en materia de transparencia, según informó el ministro de Tecnologías de la Información y Comunicación (Mitic), Gustavo Villate.
“Nuestra apertura es total, de escuchar a todos los sectores. La decisión final va a ser del Ejecutivo, del presidente, en la reglamentación, pero nosotros trabajamos de manera participativa con todos los sectores”, expresó el ministro Villate según publicó la Agencia IP, luego de una entrevista televisiva.
En ese proceso ya se tuvo una reunión con representantes de organizaciones sin fines de lucro, buscando entender la posición de las mismas respecto a la ley.
Villate señaló que, en función a las primeras conversaciones, no existe ninguna preocupación que amerite ningún cambio en la ley promulgada, aunque sí será necesario “aclarar ciertas cosas en la reglamentación”.
“La idea es tener ese diálogo para llegar a un punto medio entre todos. La intención es que no se genere ninguna carga administrativa o burocrática adicional, porque en la realidad no existe eso a priori en la ley y es lo que queremos levantar en la reglamentación”, manifestó el ministro.
Aclaró que el Ministerio de Economía y Finanzas es el que va a establecer las reglas de ese trabajo conjunto, en función al pedido del presidente Peña que se trabaje a través del Equipo Nacional de Estrategia País.
Cubrir una zona gris
Por otro lado, Villate destacó la importancia y necesidad de contar con esta ley, que permitirá cubrir una “zona gris” en materia de transparencia, tanto en actores que no son del todo transparentes como la identificación de los beneficiarios de las acciones de las ONG.
“Vamos a tener ese mapeo y vamos a poder entender dónde están accionando estas organizaciones y poder coordinar para tener un impacto mucho mayor”, dijo el ministro al reconocer que el Estado requiere hoy llegar a muchos lugares, y que en ese sentido las ONG tienen una experiencia que se puede aprovechar.
El ministro remarcó que el rol de transparencia que se busca a través de esta ley no tiene por qué ser trasladado hacia una cuestión de persecución en contra de las organizaciones sin fines de lucro.
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Matan a tiros a agente de Caminera durante control
Ayer domingo, dos personas que circulaban en una moto mataron de varios disparos a un inspector de la Patrulla Caminera mientras estaba de servicio en Hernandarias (Alto Paraná). La víctima estaba realizando un control de rutina cuando recibió los impactos de balas.
Según el reporte policial, el hecho se reportó en la madrugada de ayer, mientras el inspector Darío Alberto Delgado Ortiz, de 51 años, estaba realizando controles frente a la oficina de la Patrulla Caminera ubicada sobre la ruta PY07, a la altura del kilómetro 230, en la ciudad Hernandarias.
Los presuntos autores serían dos hombres que iban a bordo de una motocicleta. Hasta el momento se desconocen las circunstancias del hecho, por lo que fueron convocados agentes del Departamento de Investigaciones para iniciar los trabajos de recolección de datos y evidencias.
El único testigo del hecho sería otro inspector que se encontraba en el interior de la oficina y quien, tras escuchar los disparos, rápidamente salió a ver qué ocurrió y encontró a su compañero mal herido. Lo trasladó hasta el Hospital Distrital de Hernandarias, pero falleció horas después.
El caso fue comunicado a la fiscala de turno Natalia Montana, personal de Criminalística y Medicina Forense, para determinar las causas de muerte. Así también, se convocó a Personal del Departamento de Homicidios de Asunción y actualmente se realiza un rastrillaje para dar con los presuntos autores.
LINCE FALLECE EN MINGA
En un grave accidente falleció un agente del Grupo Lince, en la ciudad de Minga Guazú. Este se encontraba fuera de servicio cuando se produjo el siniestro. Hasta el momento se desconoce cómo ocurrió el hecho, ya que el hombre fue hallado al costado de la ruta PY 02, por lo que ya se inició la investigación.
Según el reporte policial, el hecho se registró durante la noche del pasado sábado, a la altura del kilómetro 26, lado Acaray del departamento de Alto Paraná, en la entrada del aeropuerto Guaraní. La víctima fatal fue identificada como Rodrigo Enciso Rodríguez, de 27 años, suboficial segundo del Grupo Lince.
Minutos después del accidente, el hombre fue encontrado por funcionarios de la empresa Tape Porã, estos llamaron a una ambulancia que lo trasladó hasta el Hospital Distrital de Minga Guazú donde se confirmó su fallecimiento. El Ministerio Público y la Policía Nacional se encuentran recabando información sobre lo ocurrido.
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El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
Se cumplen 110 años de uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional: el 17 de noviembre de 1914, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en el cielo guaraní, abriendo el espacio aéreo para una figura que se haría conocida a nivel mundial como el “Rey del aire”, el “Hombre pájaro”, el “insuperable” y el “As de ases”.
Este primer vuelo fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo similar, siendo además increíble que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo, quien acababa de finalizar una gira por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto en el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a Asunción, se pudo percibir la gran admiración y respeto que los compatriotas sentían hacia el piloto que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
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“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Maurice Becquet y el (avión) Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: “Mi hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos”, indicó el profesor Antonio Luis Sapienza Fracchia, académico de la Academia Paraguaya de Historia, en conversación con La Nación/Nación Media.
El historiador destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embargó de vuelta rumbo hacia Montevideo (Uruguay), donde contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
De Paraguay a Francia
El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887, siendo hijo del italiano Antimo Pettirossi y la paraguaya Rufina Pereira Roldán. Era el cuarto hijo de la pareja, detrás de sus hermanos Alfredo, Elvira y Delia; y el mayor a sus hermanas Honorina y Luisa.
A la edad de siete años, sus padres decidieron enviarlo a Spoleto (Italia) para estudiar en un liceo premilitar. Vivió siete años en Europa, donde empezó su amor por la aviación y a la edad de catorce años regresó a Asunción, donde prosiguió sus estudios. En 1904 estalló una cruenta revolución contra el gobierno del general Juan Antonio Escurra, y Silvio, que contaba con 17 años, se enroló al ejército, donde luchó valientemente y fue ascendido al grado de alférez.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wilbur y Orville Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Invitado por Villanueva, Pettirossi viajó a Buenos Aires (Argentina), donde se radicó un tiempo, trabajando en la Oficina de la Dirección de Inmigración del puerto y en los círculos bonaerenses. Se vinculó rápidamente con el ingeniero Jorge Newbery, pionero de la aviación argentina, quien quedó profundamente emocionado al sentir la pasión del paraguayo por la aviación.
“El precursor argentino estimuló a Pettirossi para que viajara a Europa, concretamente a Francia, la meca de los aviadores, para realizar sus estudios aeronáuticos y recibir su brevet (licencia) oficial de piloto. Así, Pettirossi, con toda la experiencia de vuelo encima, decidió volver a Paraguay con muchas ideas. Su objetivo fundamental era convencer a las autoridades paraguayas sobre la necesidad de contar con una escuela de aviación”, explicó Sapienza a La Nación/Nación Media.
El historiador comentó que, a su regreso del país vecino, Pettirossi empezó a hablar sobre su idea de viajar a Francia a estudiar aviación con importantes autoridades como senadores, altos jefes militares y hasta el propio ministro de Guerra y Marina, quienes terminaron intercediendo ante el presidente de la República, Eduardo Schaerer (1912-1916), para que el Gobierno le otorgue una beca de estudio.
Al ver el esfuerzo de su hijo por seguir su carrera como aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias respecto a la aviación, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños. Pettirossi partió a Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la escuela de aviación creada por el fabricante de aviones Armand Deperdussin, en Reims.
Deslumbraba al mundo
El 27 de enero de 1913, ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, tanto Silvio Pettirossi como toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentó a rendir el examen final. El piloto paraguayo cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por la audiencia.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de Teniente Primero en comisión, del Ejército paraguayo”, refirió Sapienza.
A partir de entonces, Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en un vuelo nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió otorgándole el título de “Rey del aire”.
El historiador puntualizó que el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon-le-Grand, cerca de Reims (Francia), además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras. “Fue después de uno de sus tantos vuelos que un periodista francés le preguntó cómo se sentía él en el aire, a lo que contestó: ‘Me siento dueño del espacio, después de Dios’”, precisó el historiador Sapienza.
Trágico final
El fallecimiento del “Rey del aire” se dio también en los cielos, el 17 de octubre de 1916, cuando volaba a bordo de su fiel Deperdussin “T”, y la tragedia ocurrió mientras realizaba su famoso “looping al revés”, en los cielos de Ensenada, en la Provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarla, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.
Los restos de Silvio Pettirossi fueron velados en la sede del Aeroclub Argentino, donde delegaciones de varios países sudamericanos le rindieron un último homenaje. Luego, el féretro fue trasladado al puerto para ser embarcado con destino a Asunción en un vapor. En la confluencia de los ríos Paraguay y Paraná, el ataúd fue transferido al cañonero “Adolfo Riquelme” de la Armada Paraguaya, que lo trajo a Asunción.
En la capital paraguaya fue recibido por altas autoridades civiles y militares, y más de 30.000 personas siguieron el cortejo fúnebre hasta el Ministerio de Guerra y Marina y posteriormente a la Escuela Militar. Al día siguiente, se realizó un oficio religioso en la Catedral de Asunción, finalmente fue enterrado en el Mausoleo Militar del cementerio de Recoleta de Asunción.
“Sin lugar a dudas, fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces y arriesgadas que nacieron del espíritu itálico, inquieto y creativo. Pettirossi sembró la semilla de la Aviación en Paraguay y a partir de él otros siguieron sus pasos como Carlos de Paoli y Francisco Montanaro, ambos pilotos paraguayos que pelearon en la Primera Guerra Mundial como voluntarios en la Aviación Militar Italiana, finalizó el historiador Antonio Sapienza.
Datos clave
- El prodigio de la aviación paraguaya nació en Asunción un 16 de junio de 1887.
- El 4 de octubre de 1912, en Francia, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
- El 17 de noviembre de 1914 realizó el primer vuelo oficial en cielo guaraní.
- El fallecimiento del “Rey del aire” sucedió el 17 de octubre de 1916.
- Fue uno de los acróbatas aéreos más extraordinarios de su época, creador del looping invertido y de otras maniobras audaces.
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El vuelo de Silvio Pettirossi que abrió los cielos del Paraguay
- Por Sara Valenzuela
- sara.valenzuela@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza de Antonio Luis Sapienza
Un 17 de noviembre de 1914, quien fuera conocido a nivel mundial como el Rey de los Cielos, el Hombre Pájaro, el Insuperable y hasta como el As de Ases, el teniente primero Silvio Pettirossi realizó el primer vuelo oficial en nuestro cielo abriendo el espacio aéreo y marcando uno de los hitos más importantes de la aviación a nivel nacional.
Este primer vuelo no solo tuvo la distinción de ser el primero en su clase y el primero que fue visto por cientos de paraguayos que nunca antes habían experimentado un espectáculo aéreo similar, sino que la estrella que lo realizaba era nada menos que un paraguayo que acababa de finalizar un tour por diferentes capitales del mundo, en las que había sido ovacionado y reconocido por su gran destreza en la aviación.
Tanto el recibimiento del que fue parte Silvio Pettirossi como la gran convocatoria que se vio en cada una de sus múltiples presentaciones en las ciudades aledañas a la capital, se pudo percibir la gran admiración y respeto que todos los ciudadanos paraguayos sentían hacia el piloto, que desde el extranjero siempre enarboló su identidad paraguaya como un símbolo de orgullo.
“Pettirossi se embarcó hacia Asunción el 10 de noviembre de 1914 en un vapor conjuntamente con su fiel mecánico Becquet y el Deperdussin. El día 13 llega a Asunción, donde fue recibido como héroe nacional por una impresionante multitud. El anciano padre de Silvio, don Antimo, muy emocionado, decía: hijo no es un pájaro, pero vuela mejor que ellos’”, indicó el historiador aeronáutico Antonio Luis Sapienza.
NUPCIAS
El mismo destacó que la permanencia de Silvio Pettirossi en su natal Asunción fue bastante breve, ya que rápidamente se embarcó de vuelta rumbo hacia Montevideo, donde al llegar contrajo nupcias con Sara Usher Conde, una joven dama muy culta y de elevada posición social a quien había conocido en una visita anterior al Uruguay.
“Las noticias publicadas en los periódicos de la época sobre los exitosos vuelos de los hermanos Wright, Santos Dumont, Henri Farman, Roland Garros, Louis Bleriot, entre otros, reavivaron en Silvio la fiebre de volar, pero se dio cuenta de que la única manera de concretar su sueño era viajar al exterior. Así, se puso en contacto con su amigo, el senador argentino Benito Villanueva, manifestándole su intención de conocer las actividades aeronáuticas que estaban naciendo en aquel país”, comentó Sapienza.
Al ver el empeño de su hijo por seguir la carrera de aviador profesional, a pesar de estar en desacuerdo con su viaje y sus ideas revolucionarias en la materia, su padre lo apoyó y le dio su bendición para perseguir sus sueños y así fue como Pettirossi partió para Francia el 4 de octubre de 1912 y, una vez allá, ingresó como alumno en la Escuela de Aviación Deperdussin en Reims.
DESLUMBRANDO AL MUNDO
El 27 de enero de 1913, y ante la presencia de altas autoridades francesas y un gran público, Silvio Pettirossi y toda la camada de alumnos de aquella promoción se presentaron a rendir el examen final. Pettirossi cumplió con todas las pruebas a cabalidad y fue ampliamente felicitado por todas las autoridades presentes.
“El día 17 de febrero de aquel año, en una solemne ceremonia, le fue entregado su brevet, que tenía el número 1.128, ocupando el primer puesto entre 40 oficiales de las Fuerzas Armadas francesas de su promoción. Como premio a su esfuerzo, un decreto del Poder Ejecutivo paraguayo le confería el grado de teniente 1.° en comisión del Ejército paraguayo”, remarcó Sapienza.
A partir de entonces Pettirossi empezó a ser conocido en Europa y América por una serie de hazañas, ya que durante todo el año de 1913 realizó varios vuelos en monoplanos Deperdussin por toda Francia; entre los que se destaca uno en el cual estuvo en el aire nada menos que ocho horas, por lo que batió el récord mundial de permanencia en el aire, motivo por el cual la prensa francesa lo elogió llamándole Rey del Aire.
Así también, el historiador puntualizó que en otra oportunidad, el aviador realizó un vuelo sin escalas de 450 kilómetros entre París y Mourmelon, además de una serie de maniobras acrobáticas como loopings, ochos, eses, vuelos invertidos, entre otras.
TRÁGICO FINAL
El fallecimiento del Rey del Aire lamentablemente se dio también en los cielos, donde pasó gran parte de su vida adulta. Un trágico 17 de octubre de 1916 sufrió un accidente a bordo de su fiel Deperdussin T, cuando realizaba su famoso looping al revés, en los cielos de Ensenada, en la provincia de Buenos Aires. El incidente se dio cuando un tensor del ala izquierda cedió, desprendiéndose y golpeando la hélice, seccionándola. Inmediatamente, se quebró el ala izquierda y el aparato empezó a caer en picada pronunciada sin que Pettirossi pudiera hacer algo para evitarlo, precipitándose al suelo, donde murió instantáneamente.
El reloj que usaba en el momento de su deceso se detuvo por la violencia del impacto exactamente a las 9:25, aproximadamente 25 minutos después de haber despegado, en lo que todos los presentes creyeron sería una jornada más de históricas y deslumbrantes piruetas, pero fue la última del aviador paraguayo.