El Hospital General Niños de Acosta Ñu informó que Milan se encuentra aún en coma inducido y que está bajo monitoreo permanente, y se espera que se cumplan las 72 a 96 horas de evolución. El paciente estuvo conectado al corazón artificial por más de un año.
La cirugía arrancó a las 20:00 del 4 de noviembre y finalizó 15 horas después, el 5 de noviembre, desde esa fecha esperan la evolución favorable del pequeño.
Según la doctora Nancy Garay, jefa de cardiología del hospital de niños, Milan López presentó complicaciones que cualquier paciente que haya sido trasplantado presentaría en las primeras horas, por lo que sigue en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) donde es constantemente monitoreado.
“Es un paciente que presentó las complicaciones esperadas para el tipo de procedimiento al que fue sometido, aún permanece con coma inducido, ligado a un aparato nuevo que sirve de asistencia para la circulación de sangre al corazón implantado”, confirmó la profesional en entrevista con la 780 AM.
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Explicó que esperan que tenga una favorable evolución a la terapéutica que se le está suministrando, pero que es muy importante que supere las 72 horas que son consideradas críticas para el pequeño. Hasta el momento presenta una leve mejoría; sin embargo, están esperanzados de que pueda superar esta etapa.
Garay indicó que al estar tanto tiempo conectado al corazón artificial y que fue una de las cirugías más complejas que se han hecho en el hospital Acosta Ñu. “En un caso ideal, el donante habría aparecido en los primeros 30 días tras la colocación del corazón artificial. Sin embargo, en su caso, pasaron 1 año y 10 días, lo cual deja huellas en su organismo y complica la situación”, puntualizó.
Sus padres piden a la ciudadanía que se unan a una cadena de oración y enviar toda la buena vibra para la pronta recuperación de Milan.
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“Estamos buscando dar un salto con los trasplantes”
- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Néstor Soto/Archivo
El próximo 9 de julio se celebra el Día Nacional del Trasplante, que fue instituido en conmemoración del primer trasplante cardiaco realizado en nuestro país, que tuvo lugar en esa fecha del año 1996. En esta entrevista con El Gran Domingo de La Nación, el director del Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT), doctor Hugo Espinoza, habla de la actualidad en esta rama médica en nuestro medio y brinda las claves para dar un salto en el área.
Muy temprano para un día tan frío. El doctor Espinoza nos ofrece un té verde mientras nos acomodamos en un amplio salón con letras corpóreas y otros motivos que promueven la donación de órganos, que sigue siendo la principal materia pendiente en nuestro país. Esto debido a que los prejuicios y la pseudociencia generan una gran resistencia al presentar este procedimiento científico que salva vidas como una suerte de profanación.
Sin embargo, ese acto de amor que representa la donación permite que nuestros seres queridos sigan viviendo en otras personas. Si bien los recursos son siempre limitados con relación a las necesidades, se cuenta con un enorme capital humano capaz y dispuesto de dar el gran salto.
En esta conversación a propósito de la efemérides que se celebra el próximo miércoles, Espinoza, cirujano general egresado de la UNA con una especialidad en cirugía vascular en la Universidad de Marsella (Francia), nos pinta el estado del arte y lanza un mensaje a la ciudadanía.
–¿Cómo está nuestro país actualmente en materia de trasplante y donación de órganos?
–Estamos a mitad de lo que hemos hecho el año anterior. Esta es una situación superdinámica, porque hay mejoras en una parte y hay dificultades en otra. Ahora tenemos una serie de proyectos muy ambiciosos, que son ejes estratégicos de lo que debemos hacer para dar ese salto que queremos. Hay un programa de trasplante hepático pediátrico que resolvimos a través del convenio que tenemos con el Hospital Garrahan de Buenos Aires, pero el hospital entró en crisis hace unos meses. Otra opción que también hemos visto es con el Hospital Pequeño Príncipe de Curitiba.
COLABORACIÓN
–¿Qué importancia tienen los convenios para llegar a los objetivos?
–Los convenios son muy importantes para la solidaridad como el relacionamiento con los países vecinos. Y hay dos líneas muy importantes que debo señalar. Uno, que hemos consensuado con las autoridades pertinentes que debe hacerse de manera que toda la sociedad paraguaya pueda acceder al servicio y colaborar. Los trasplantes hepáticos en niños en el Hospital Acosta Ñu y adultos en el Instituto de Previsión Social (IPS). Esa es una mirada muy importante que tenemos porque no es que el ministerio debe debatirse con todos los problemas solo. El sistema sanitario de alguna manera debe unificarse para algunos programas muy importantes. Por ejemplo, en trasplante, vacunación, atención primaria de la salud deben trabajar juntos el Ministerio de Salud, Facultad de Ciencias Médicas, IPS, sanidad militar, sanidad policial, medicina privada y prepaga, etc. Ahora cuando ocurre una situación grave de salud como un trasplante los privados dicen “bueno, hasta acá yo llego y hay que ver esto en la instancia pública”.
–Además de las intervenciones quirúrgicas propiamente, que de por sí son bastante costosas, ¿qué presión tiene el posoperatorio?
–Desde el INAT tenemos una tarea súper importante en la provisión de medicamentos, los antirrechazo, que son medicamentos que hoy por hoy se usan para numerosas enfermedades del riñón, el lupus, enfermedades dermatológicas, oftalmológicas, reumatológicas. Estos medicamentos son muy costosos y todos son proporcionados de manera gratuita y de por vida. Es imposible pensar que un trasplantado pueda tener la capacidad económica de llevar esto por muchos años, porque estamos hablando de varios millones de guaraníes por mes.
–A lo que hay que sumar que la expectativa de vida de los pacientes trasplantados es alta, ¿no?
–Y depende del órgano trasplantado y de la adhesión al tratamiento del paciente. Aunque parezca increíble, hay muchas personas que en un momento dado se sienten bien y fallan en la adherencia al tratamiento. Tiene el medicamento, pero no toma a hora, se olvida de tomar o deja de tomar. Hay un problema cultural también importante. Es difícil de entender cómo alguien que pasó por varias etapas difíciles en su vida, enfermarse, entrar en una lista de espera, obtener un trasplante, que sea exitoso, recobrar una vida normal, tener una segunda oportunidad y finalmente falla en la adherencia al tratamiento. Hace falta también una higiene de vida. No puede un paciente trasplantado, inmunosuprimido, ir a una aglomeración de personas en un momento como el actual en el que hay una epidemia de enfermedades respiratorias.
–¿Hay alguna actividad prevista para la celebración de este año?
–Nosotros este 9 de julio no planteamos ninguna actividad masiva. Es un hábito dentro de la institución convocar a las personas trasplantadas, a los que están en la lista de espera, de manera de contarles en qué está la institución y que puedan tener una esperanza fundada en hechos reales. Eso no vamos a hacer este año porque nos parece que exponemos a las personas a enfermarse. Hay gente que viene en buses y los condicionantes sociales de la salud son fundamentales. Todo está encadenado.
TIPOS DE DONANTES
–¿Podría explicarnos cuáles son los órganos que pueden ser trasplantados?
–Hay que tener en cuenta dos escenarios. Está el donante cadavérico, que es un campo que debemos progresar mucho todavía, por más que la tasa de donación creció en 2024. Por primera vez llegamos a obtener cuatro por millón de habitantes como tasa de donación, pero es aún insuficiente. Seguimos teniendo una cantidad importante de familias que se oponen a la donación. Del donante fallecido se pueden extraer la córnea, los pulmones, el corazón, el hígado, el páncreas, los riñones; el intestino, aunque por suerte hay poca necesidad de eso, y los tejidos. También los huesos. Hoy obtenemos bastante hueso de la persona fallecida porque tienen una utilidad tremenda, sobre todo para la problemática del cáncer de hueso. Puede ser el brazo, pero sobre todo el miembro inferior, el fémur y la tibia.
–¿Y en cuanto a los donantes vivos?
–Debe ser una persona sana y se usa sobre todo en dos situaciones. Como tenemos dos riñones, uno puede vivir normalmente con uno solo. Entonces, tengo la posibilidad de donar un riñón a un familiar. Y ocurre también en el caso del trasplante hepático pediátrico. En los niños pequeños se pueden extraer segmentos del hígado –generalmente el papá o la mamá–, y eso se pone en el niño enfermo. Y el hígado crece con el desarrollo del niño. También el pedazo que le falta al papá o a la mamá crece y ambos tienen la posibilidad de tener una vida normal. Otro donante vivo muy importante es el de médula ósea. Es como donar sangre y se usa en los casos de leucemias y todas las enfermedades oncológicas de la sangre. Se hace la quimioterapia, que mata las células malignas, y a continuación de acuerdo a la necesidad de cada diagnóstico se le inyecta unas células nuevas, serían como las famosas células madre, que en este caso se llaman células progenitoras hematopoyéticas. Estas son células indiferenciadas. No sabe todavía hacia dónde va a ir, si va a ser un glóbulo blanco, un glóbulo rojo, una plaqueta. Entonces eso es lo que se inyecta una vez que se hizo la quimioterapia y se logró la remisión de la enfermedad para que a partir de ahí se regeneren las células ya normales.
–¿Qué requisitos debe reunir un donante vivo?
–Una de las condiciones básicas para donar riñón, hígado o médula ósea es que la persona debe estar sana. Segunda condición, debe mantener su estado de salud después de la donación. Eso también implica que el que dona debe ser muy afín a los controles médicos pertinentes. Insistimos mucho en eso porque ahí tenemos un compromiso o una responsabilidad compartida. Imagínese el fracaso que sería que una persona que donó finalmente llegue a necesitar el órgano que donó. El promedio de vida hoy en Paraguay es de 74 años, varía un poco entre el hombre y la mujer, pero esa donación que yo hago de un riñón a mi familiar no debería afectar esa esperanza de vida.
REQUISITOS
–¿Cuántas personas aproximadamente se pueden beneficiar con cada donante cadavérico?
–Cuando hay un donante cadavérico se evalúa cada órgano por separado y hay varios factores. La edad es un factor muy importante. Cuando tienen más de 40 años, por lo menos en nuestro país nuestros cardiólogos no están muy entusiasmados por tomar el corazón. Para los trasplantes pediátricos hay una sugerencia internacional de que en caso de riñones no sea una persona mayor a 35 años. Esas son cosas que van condicionando. En el caso de un paciente joven y sano, si contamos de arriba a abajo, el corazón va a una persona, el pulmón puede ir uno a una persona y otro a otra, o los dos a la misma persona. Después los riñones, eso va uno a una persona, el otro va a otra persona. En el caso de las córneas, una córnea va a un paciente, la otra va a otro paciente. En el caso del páncreas, va a una persona. En el caso del hígado, va a una persona o podría ir a más de una persona porque también hay una técnica mediante la cual podemos dividir el hígado. Y están los huesos, cuando hacemos ablación de huesos, eso beneficia a muchísima gente. De acuerdo al fragmento óseo que se solicita, que puede ser la cabeza del fémur, la parte central o la parte inferior, etc.
–¿Entonces se podría beneficiar hasta a unas 10 personas?
–Fácilmente puede alcanzar esa cantidad.
–Para ir redondeando esta conversación, ¿le gustaría hacer una reflexión final?
–Hay que tener una idea lo más clara posible de lo que es la muerte encefálica, que es la muerte de la persona. Resulta que está en una terapia respirando a través de un respirador, está teniendo latido cardiaco porque estamos manteniendo a esa persona con algunos signos vitales. La persona ya está fallecida, pero se mantiene, se llama mantenimiento del donante, a algunos órganos aún viables. No es que se le mantiene vivo todavía, se mantiene a algunos órganos viables. La única intención de eso es la donación. La muerte encefálica es un estado irreversible. Y esa vitalidad que se mantiene en algunos órganos es por poco tiempo. También tenemos que conquistar la adhesión de los médicos terapistas. La descentralización también es muy importante. Hemos hecho en Alto Paraná. No es solo que los pacientes no deban viajar 4 o 5 horas. Hay un grupo itinerante hace el trasplante, se queda dos días y hay un espejo de profesionales que nos acompañan y la idea es que quienes nos acompañan tengan la capacidad de desarrollar la terapéutica. El proyecto va a llegar también a los nuevos hospitales de Coronel Oviedo y Encarnación. Por ahí creo que pasa ese salto que necesitamos dar en cuanto a la donación y trasplante en Paraguay.
¿QUIERES SER DONANTE?
Las personas que desean inscribirse como donantes o expresar su negativa a serlo pueden acercarse a la sede del INAT (Capitán José Domingo Lombardo 1559, Asunción). Así también, se puede realizar el trámite vía virtual a través de la página web (inat.mspbs.gov.py).
Cabe recordar que en nuestro país está vigente la ley Anita, que dispone que todas las personas son donantes, excepto aquellas que en vida hayan dejado constancia expresa de su oposición.
Sin embargo, ante la ausencia de alguna constancia dejada por la persona fallecida, la autorización queda enteramente en manos de los familiares. En este sentido, el doctor Espinoza instó a la ciudadanía a que, más allá de cuál sea la decisión final, esta sea tomada a partir de información fiable y no con base en rumores difundidos en las redes sociales de que se trata de una carnicería o que se realiza con fines de tráfico de órganos.
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Buenos Aires: esperan vuelo sanitario para que niño trasplantado pueda volver a Paraguay
Este lunes, la madre de Santino, niño que recibió trasplante de hígado en Buenos Aires, Argentina, espera volver Paraguay y que pueda seguir su tratamiento médico en el Hospital Pediátrico de Acosta Ñu. El paciente fue sometido a la cirugía hace tres meses y tiene el compromiso del Ministerio de Salud para un tratamiento de por vida.
Según Natalia Martínez, madre del niño, los médicos tratantes de Hospital Garrahan están elaborando todas las indicaciones que serán remitidas al Acosta Ñu para saber cómo debe continuar con su tratamiento, por lo que esperan retornar al país en los próximos días.
“Nosotros ya tuvimos el alta de Garrahan, tenemos que volver a nuestro país y seguir el tratamiento en el hospital pediátrico. El doctor me indicó que Santino no puede viajar más de 2 horas donde hay mucha aglomeración. Seguramente van a tener que ponerle un vuelo sanitario”, expresó Natalia, en entrevista con la 650 AM.
Indicó que el tratamiento que va a llevar el paciente es de por vida y que tienen el compromiso por parte del Ministerio de Salud de que este no le faltará. Con el trasplante de hígado mejoró la calidad de vida y se debe hacer un control multidisciplinario cada mes.
“El Gobierno tiene un acuerdo de compromiso con mi hijo de proveerle todos los medicamentos y la leche que necesite pos-trasplante. Además, de hacer un seguimiento multidisciplinario en el Hospital Acosta Ñu, porque acá en el Garrahan ya nos dijeron que iba a ser su último control la semana pasada”, detalló.
La madre donó el 30 % de su hígado para salvar la vida de su pequeño, que ya recibió el alta de hospital Garraham. “Estamos hace 3 meses acá en Buenos Aires. Santino tuvo una mejor calidad de vida gracias al trasplante, inclusive subió de peso, pero tuvo complicaciones graves y las superó”, puntualizó.
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En el Hospital de Acosta Ñu fallecieron 8 niños por cuadros respiratorios hasta la fecha
Este viernes, desde el Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, confirmaron que desde el mes de mayo hasta la fecha 8 pacientes fallecieron por complicaciones de infecciones respiratorias y más de 90 ingresaron a terapia. Instan a la aplicación de las vacunas contra la influenza y el covid.
Según el doctor Héctor Castro, director del hospital, en esta temporada se reportó un aumento muy importante de infecciones respiratorias y que en un mes pasaron por las salas de internación más de 500 pacientes.
“Estamos viendo un aumento de casos respiratorios desde el 4 de mayo hasta ahora, de forma sostenida. Hemos cerrado con casi 500 casos internados en el Hospital Pediátrico por cuadros respiratorios. De este número, 90 casos en terapia intensiva y 8 fallecidos niños”, apuntó Castro, en entrevista con la 650 AM.
Afirmó que es muy importante estar alerta y que se extremen los cuidados, ya que recién ahora estamos con el clima frío. “Hasta la fecha de hoy, ya hemos superado las consultas por cuadros respiratorios con relación a mayo, en menos de 15 días”, manifestó.
Indicó que la excreción de los virus que contagian estos cuadros respiratorios, son mucho mayor y por más tiempo en los niños. “Los chicos representan también amplificadores de contagio que finalmente termina en personas vulnerables que desarrollan formas graves y terminan en los hospitales”, refirió.
Manifestó que cuando hay un aumento coincide con temperaturas bajas, humedad alta y ambiente cerrado, eso es lo que perpetúa el contagio. “Los niños en su gran mayoría, no vacunados contra influencia y Virus Sincitial Respiratorio (VSR), que son los que están ocasionando estos casos de internación”, puntualizó.
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Pacientes trasplantados deben seguir cuidados especiales, recuerdan desde el INAT
Cada 6 de junio se conmemora el Día Mundial de los Pacientes Trasplantados. En Paraguay cada año va aumentando la cantidad de personas que son beneficiadas con la donación de órganos. Desde el Instituto Nacional de Ablación y Trasplante (INAT) recordaron que los pacientes que recibieron un órgano donado deben cuidarse y seguir sus controles.
Según el doctor Hugo Espinoza, director del INAT, es muy importante la decisión que toman las personas que deciden ser donantes y también debe haber un compromiso de los receptores.
“Hay necesidad de un control periódico y continuar con medicación antirrechazo es muy importante. La falta de consumo del medicamento puede tirar por tierra todo lo que se ha hecho antes”, expresó el médico, en entrevista con el programa “Dos en la Ciudad” de canal Gen y Universo 970/Nación Media.
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Hizo un llamado a la conciencia de los pacientes, porque muchos no están cumpliendo con lo que se debe luego de recibir el órgano. “Es una segunda oportunidad de vida y los controles rutinarios son muy importantes. Deberían tener un cuidado especial que el resto de la población”, apuntó.
Indicó que cualquier enfermedad común de la época puede desencadenar un problema serio, porque sus cuerpos tienen una menor capacidad de reaccionar a las enfermedades como dengue, virus respiratorios, gastrointestinales, entre otros.
“Los pacientes trasplantados están en desventaja, ante otra persona común, porque sus cuerpos tienen menor capacidad de reaccionar a enfermedades virales o infecciosas. Pueden llevar una vida normal, tener una familia, estudiar, trabajar, pero se deben cuidar”, detalló.
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