Un ciudadano argentino fue detenido en Ciudad del Este por robar dinero en el interior de un shopping. El aprehendido entregó su documentación a las autoridades policiales en la que el mismo figura con sexo femenino y por ende pidió ser trasladado a la cárcel de mujeres. En la argentina se tiene una ley vigente que permite que una persona de sexo masculino, pueda hacerse registrar como sexo femenino (y viceversa). Y ello, sin perder su nombre original.
El detenido es Jorge Javier Grasso (57), quien estuvo detenido en la Comisaría 1ra de la capital altoparanaense, en donde el sujeto pidió que lo encierren en una prisión de mujeres, ya que su documento decía que es “mujer”.
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El Ministerio Público inicialmente recomendó que el extranjero sea derivado a la cárcel de mujeres, pero las reclusas se negaron a que ingrese a dicha penitenciaria. Como solución al llamativo caso, la Policía resolvió mantener a Jorge Javier en una celda de la Comisaría 1ra.
El insólito episodio en nuestro país, no es nuevo en la vecina Argentina, en donde una legislación de la era Kirchner permitía que las personas, solo invocando su voluntad de “autopercibirse” como de otro sexo, se les otorgaba lo peticionado.
Esta legislación, al decir del actual presidente argentino, Javier Milei, será derogada, por adolecer de toda lógica jurídica, además de servir para que criminales se valgan de ella para aumentar su actividad delictiva.
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