Dos niños perdieron la vida en trágicos sucesos ocurridos en sus propias viviendas, este viernes en las ciudades de Capiatá y Encarnación, respectivamente. Un niño de dos años cayó en un pozo ciego que se desmoronó cuando iba caminando junto a su madre y su hermana de 4 años.

En tanto, el bebé de un año y nueve meses se precipitó accidentalmente en un pozo de agua de 25 metros de profundidad. En circunstancias similares se produjeron ambas tragedias que conmovieron a los vecinos de los barrios afectados.

Se desconocen aún las causas del desmoronamiento del pozo ciego en Capiatá, pero aparentemente se trataría de una precaria estructura que cedió cuando la mujer y sus hijos pisaron la tapa, ocasionando la caída de los tres.

La madre y su hija pudieron ser socorridos por albañiles que se encontraban trabajando en la vivienda de un vecino, mientras los bomberos pudieron rescatar ya el cuerpo del niño de dos años que quedó aplastado por los escombros.

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Precaria estructura

En el caso del bebé que cayó a un pozo de agua, pese a la inmediata intervención de los bomberos no pudo ser rescatado con vida. “De las pericias preliminares deducimos que el niño habría subido encima del pozo que cuenta con una tapa de madera precaria. La tapa y una parte del pozo se desprendió, lo que motivó la caída en el fondo del bebé”, señaló el policía Lorenzo González al canal GEN y Universo 970AM/Nación Media.

Dijo que en medio de la desesperación, la mamá del niño también intentó tirarse al pozo, pero fue auxiliada por una vecina. “El pozo es bastante profundo, cuenta con 25 a 27 metros, es angosto y con un brocal precario”, describió.

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