Agentes de la comisaría 21 lograron detener a un joven sindicado de disparar en el rostro a su pareja, una joven de 18 años, quien fue derivada de urgencia hasta el Hospital de Barrio Obrero, donde se confirmó que el proyectil no afectó arterias importantes.
Según los agentes intervinientes, la joven sería oriunda de la ciudad de Luque, pero llegó hasta el barrio Santa Ana de Asunción para encontrarse con su pareja, con quien había discutido y quería solucionar las diferencias entre ambos.
La pareja se habría encontrado sobre la calle 38 proyectadas, empezaron a charlar y luego a discutir. La situación escaló rápidamente, se presentaron empujones y golpes en medio de los cuales el sujeto habría quitado su arma de fuego y terminó disparando a su novia para luego huir del lugar.
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La mujer fue auxiliada por los vecinos de la zona y derivada hasta el Hospital de Barrio Obrero, donde los efectivos policiales le tomaron la declaración y ella reconoció a Rubén Salomón González Aquino, de 18 años de edad, como el autor del disparo.
Tras un intenso rastrillaje por la zona y una búsqueda por los sectores donde el mismo frecuentaría, los intervinientes lograron dar captura al sujeto, quien no cuenta con antecedentes, pero sí sería conocido en la zona por tener problemas con las drogas.
González Aquino ya fue puesto a disposición del Ministerio Público para continuar el proceso correspondiente. Por su parte, la joven se encuentra fuera de peligro y está siendo monitoreada constantemente para garantizar una óptima evolución, atendiendo que el área donde resultó herida es bastante delicada.
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Denuncia acoso sexual en un ómnibus: víctima pide justicia y mayor control en los transportes
Una grave denuncia de acoso sexual a bordo de un ómnibus de larga distancia generó la indignación en redes sociales y reabrió el debate sobre la seguridad en el transporte público. La víctima, Laura Soria, relató en su muro del facebook públicamente el hecho ocurrido el pasado martes cuando viajaba con la empresa de larga distancia con destino al este del país.
Según su testimonio, el hecho sucedió mientras dormía durante el trayecto entre Asunción y Ciudad del Este. Un pasajero que se sentó a su lado habría aprovechado el momento para tocarla sin su consentimiento. “Sentí una sensación de escalofríos, ganas de vomitar. Y lo peor de todo es que este sujeto intentó escaparse y lo único que atinó a decir fue que ‘se dejó llevar’”, expresó la denunciante a través de una publicación en redes sociales.
El relato detalla además que, al pedir ayuda al guarda del bus, este respondió de forma minimizante, asegurando que el agresor “sería incapaz” de cometer tal acto, ya que viajaba frecuentemente con ellos. Esta reacción generó aún más desesperación e impotencia en la víctima, quien se encontraba en estado de shock.
“Yo sé que mi error en ese momento fue no llamar al 911 para que retengan el bus, pero ustedes no se imaginan el estado en el que estaba”, confesó.
A pesar del impacto emocional y el temor a la exposición pública, la mujer tomó la decisión de presentar la denuncia correspondiente ante la Fiscalía, manifestando que no podía ni debía callar lo sucedido. “Vergüenza debería tener esta persona que sigue libre, y quién sabe a cuántas mujeres más podría estar dañando”, expresó con firmeza.
El caso encendió las alarmas sobre la necesidad de protocolos claros y efectivos en las empresas de transporte ante situaciones de violencia o acoso dentro de sus unidades. También reavivó los pedidos de que el personal esté capacitado para asistir adecuadamente a las víctimas, sin revictimizarlas.
La mujer cerró su mensaje pidiendo justicia y advirtiendo que el agresor sigue libre: “Cuídense, porque este hombre está suelto, y ninguna mujer debería pasar por lo que yo pasé”.
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Freddy Krueger, Peaky Blinders, El Cuartel de la Feas: las mafias narco en Ecuador
- Guayaquil, Ecuador. AFP.
Disputas a muerte y frágiles alianzas. Una explosión de bandas de curiosos nombres componen el nuevo mapa del crimen en Ecuador, un país acorralado por las mafias y ante el desafío de elegir a un presidente capaz de doblegarlas. Los Freddy Krueger provocan pesadillas en las calles, los sofisticados Peaky Blinders se disputan el dominio del golfo de Guayaquil y El Cuartel de la Feas controla las prisiones. Estos se suman a los ya famosos Choneros, Lobos y Tiguerones.
La misma violencia cambia de nombre cada tanto debido a una atomización de los grupos armados y a un cóctel perfecto que allanó el terreno de la guerra: puertos estratégicos para la salida de droga, vecindad con Colombia y Perú -los mayores productores de cocaína-, una economía dolarizada y entidades corruptas.
Y en el medio, la gente. Una comerciante extorsionada recuerda el día en que explotó una bomba en su restaurante en Guayaquil, capital económica y del crimen del país. “Decían que eran de la mafia, pedían 15.000 dólares para no matarnos”, cuenta a la AFP la mujer que mantiene su identidad bajo reserva.
Los tentáculos de las organizaciones no conocen fronteras. Se engendran en la costa del Pacífico con apoyo de carteles de México y Colombia, así como de la mafia albanesa. Luego cruzan la cordillera andina hasta ciudades como Quito, Ambato o la minera Ponce Enríquez (sur ecuatoriano), según expertos. La seguridad está en el centro de las campañas presidenciales de cara al balotaje del domingo que enfrenta al mandatario Daniel Noboa y la candidata izquierdista Luisa González.
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Sin grandes capos
En enero y febrero Ecuador registró un muerto cada hora, según cifras del ministerio del Interior. Es el inicio de año más sangriento desde que se tiene registros. “La guerra es por territorio. Ya no hay cabezas conocidas como antes, cada quien quiere su independencia”, señala bajo reserva el cabecilla de una agrupación.
Esta fragmentación dificulta el control de las bandas por parte de las autoridades. “Vemos una asociación de pequeños grupos y menos rígidos. Esto ya pasó en la Colombia de los 1990 tras la muerte de Pablo Escobar”, sostiene la experta en seguridad Carla Álvarez.
Las jerarquías empezaron a romperse en 2018, cuando se dividió una de las mayores organizaciones. La muerte en 2020 del líder de los Choneros, Jorge Luis Zambrano, alias Rasquiña, ahondó las pugnas. En Quito, Marianela recibe amenazas e intentos de extorsión por WhatsApp. “Los bloqueo”, dice bajo reserva esta empleada de un restaurante.
La angustia se instaló en el convulso barrio Martha Bucaram de la capital, donde policías y militares suelen realizar operativos en busca de armas y droga. “Acá a la vuelta hubo como dos muertos” durante una balacera, recuerda. Apenas suenan los disparos, los negocios cierran.
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Bandas especializadas
De los 1.300 barrios de Quito, unos 100 son considerados conflictivos. Para las mafias, la ciudad es “un mercado de consumo de drogas, como sucede en diferentes capitales latinoamericanas”, explica Carolina Andrade, secretaria de Seguridad municipal. Quito, enclavada en los Andes, también se percibe “como un espacio seguro para venir a esconderse”, pues no tiene el mismo control policial o militar de la costa.
Renato Rivera, del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado, explica que los grupos tienen ciertas especialidades. El Cuartel de las Feas, por ejemplo, opera en las prisiones con extorsiones y microtráfico. Esta banda desató enfrentamientos entre los reos por la alimentación. El preso que no pagaba la “vacuna” (extorsión), no comía, comenta. Y en el puerto de Guayaquil, los Peaky Blinders, Choneros y Tiguerones chocan por las rutas de la droga, a veces camuflada en contenedores de banano o camarón.
Fusiones
En Quito pequeñas pandillas buscan entrar a “organizaciones más grandes para tener mayor presencia, mayor legitimidad y mayor control” territorial, señala Andrade. En la cima de la pirámide criminal de la capital están los Lobos y Latin Kings. Las mafias “han ido ganando espacio, es complejo combatirlas”, admite el comandante policial de Guayaquil, Pablo Dávila.
“Los ruidos de las balas no nos dejan dormir”, dice una líder de un empobrecido barrio guayaquileño, donde solo en una tarde mataron a 22 personas. El presidente Daniel Noboa aplicó una política de mano dura contra las bandas que logró bajar el índice de homicidios de 47 por cada 100.000 habitantes en 2023 a 38 en 2024.
Pese a la caída, el centro de estudios Insight Crime sostiene que esta última tasa es la más alta de América Latina y “enmascaró” un año de violencia persistente. “La intervención militar obligó a los grupos criminales a transformarse en lugar de desaparecer”, señaló.
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No se tolerarán maltratos, afirman
Luego de que la hija de una paciente, que fue atendida y posteriormente dada de alta supuestamente sin estar recuperada, haya denunciado que su madre habría fallecido a raíz de una negligencia médica en el Hospital de Barrio Obrero, desde el Ministerio de Salud decidieron intervenir y abrir unas investigaciones.
En conferencia de prensa, la ministra de Salud, la doctora María Teresa Barán, aseguró que ya se tomaron cartas en el asunto y desde la cartera a su cargo buscarán realizar una intervención con un enfoque mucho más integral para evitar que se vuelvan a dar casos similares.
“Nosotros sabemos que es inadmisible lo que pasó en Barrio Obrero y no es la primera vez que sucede un acto de esta envergadura en este hospital. No vamos a tolerar que el personal de salud no tenga esa empatía, calidad y calidez hacia los pacientes y especialmente los de la tercera edad”, comentó la doctora Barán.
En la misma tesitura explicó que durante la intervención también se trabajará en subsanar necesidades básicas que se vienen acrecentando, como la falta de personal suficiente para los diferentes servicios, así como la falta de equipamientos y mantenimiento de la estructura edilicia.
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Tras intervención al Hospital de Barrio Obrero, ministra asegura que no se tolerará el maltrato
Luego de que la hija de una paciente, que fue atendida y posteriormente dada de alta supuestamente sin estar recuperada, haya denunciado que su madre habría fallecido a raíz de una negligencia médica en el Hospital de Barrio Obrero, desde el Ministerio de Salud decidieron intervenir y abrir una investigaciones.
Esta mañana en conferencia durante una conferencia de prensa, la ministra de Salud, la doctora María Teresa Barán aseguró que ya se tomaron cartas en el asunto y desde la cartera a su cargo buscaran realizar una intervención con un enfoque mucho más integral para evitar que se vuelvan a dar casos similares.
“Nosotros sabemos que es inadmisible lo que pasó en Barrio Obrero y no es la primera vez que sucede un acto de esta envergadura en este hospital. No vamos a tolerar que el personal de salud no tenga esa empatía y calidad y calidez hacia los pacientes y especialmente los de la tercera edad”, comentó la doctora Barán.
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En la misma tesitura explicó que durante la intervención también se trabajará en subsanar necesidades básicas que se vienen acrecentando, como la falta de personal suficiente para los diferentes servicios, así como la falta de equipamientos y mantenimiento de la estructura edilicia.
Recordó que mese atrás ya se inició un proceso de remodelación y puesta en condiciones de las áreas de maternidad e internaciones justamente por la falta de espacios y zonas acondicionadas para la atención adecuada de los pacientes, enfatizando en el hecho que además de que se trata de una estructura con muchos años también existe una realidad innegable que es la de la capacidad desbordada que enfrentan por la gran población que les corresponde atender a este nosocomio.
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