Así como anunciara la Dirección de Meteorología, sobre Paraguay se está desarrollando una ola de calor y como explicaron, un solo día de altas temperaturas no define que ocurre este fenómeno ya que esta situación meteorológica comprende un período de temperaturas anormalmente altas que pueden durar desde días hasta meses. Lo preocupante es que este fenómeno está ocurriendo cada vez en más regiones y en temporadas en que no eran habituales.

“Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), una ola de calor no solo implica temperaturas máximas extremas, sino también mínimas inusualmente altas, lo que agrava sus efectos al impedir que el cuerpo humano y los ecosistemas se recuperen durante la noche”, refiere el medio infobae.

También explica que para que un evento sea clasificado como “ola de calor”, las temperaturas deben superar los promedios históricos de una región específica durante al menos tres días consecutivos, además que la OMM advirtió que las olas de calor “no son solo una anomalía climática, sino un fenómeno que está intensificándose en cuanto a frecuencia, duración e intensidad debido al calentamiento global del planeta causado por la emisión de gases de invernadero”.

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Mayor frecuencia

Un dato importante que resalta el medio es que si bien el mínimo de días para que ocurra una ola de calor es de tres jornadas, no existe una duración máxima.

“Un estudio publicado en marzo de 2024 en Science Advances reveló que el cambio climático está ralentizando el desplazamiento de las olas de calor, lo que provoca que afecten a más personas por períodos más largos y en áreas más amplias”.

Según la investigación, en los últimos 45 años, la frecuencia de las olas de calor aumentó un 67 %.

  • Entre 1979 y 1983, la duración promedio a nivel global de las olas de calor era de ocho días,
  • Entre 2016 y 2020 se extendieron hasta 12 días.

Pese a que en América Latina preocupa que las olas de calor se den cada vez con más frecuencia afectando a la población y también a la capacidad de productiva en el campo, ya sea para el rubro agrícola, así como el ganadero, revelaron que los investigadores Wei Zhang, de la Universidad Estatal de Utah, y Gabriel Lau, de la Universidad de Princeton, a través de sus estudios lograron definir que Eurasia ha sido una de las regiones más afectadas por este fenómeno.

Las causas

No hay una sola causa que lleve como resultado a una ola de calor, sino que es el resultado de procesos específicos que actúan en conjunto, que pueden ser, en primer lugar la subsidencia, que consiste en el movimiento descendente del aire dentro de un sistema de alta presión. Se traduce en un aumento de la temperatura, lo que intensifica aún más las condiciones de calor en la región afectada.

La segunda causa que puede provocar la ola de calor es el bloqueo atmosférico, que ocurre cuando un sistema de alta presión se estaciona sobre una región. Actúa como una barrera que impide el avance de frentes fríos.

El tercer motivo de este cada vez más frecuente fenómeno es la advección de aire cálido, es decir, es el proceso por el cual hay transporte de masas de aire caliente y seco desde el norte hacia la región central del país.

Finalmente, otras causas son la radiación solar y la falta de humedad, que contribuyen a agravar las olas de calor.

Peligro para la salud

Las olas de calor impactan de diversas maneras, ya sea en la naturaleza afectando tanto a la fauna como a la flora: la sequía puede llegar a marchitar las plantas y también hacer que los animales silvestres mueran de sed, incluso en manadas. No solo eso, además como el ambiente está permanentemente seco, se producen fácilmente incendios forestales que son difíciles de controlar por lo que se pierden grandes extensiones de superficie.

Otro aspecto a tener en cuenta es cómo repercute en la salud humana, que llega a niveles alarmantes. “Las altas temperaturas afectan el bienestar físico y mental, incrementan los riesgos de enfermedades relacionadas con el calor y, en casos extremos, pueden provocar la muerte”, advierte el medio.

Finalmente agrega que las olas de calor son particularmente peligrosas para los grupos vulnerables. El informe de The Lancet Countdown America Latina destacó que en el período 2013-2022, las personas menores de un año y las mayores de 65 años experimentaron, en promedio, un 187 % y un 220 % más de días de olas de calor por año que entre los años 1986-2005,


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