- Ciudad del Este. Agencia Regional.
Tres ciudadanos brasileños detenidos en territorio paraguayo fueron expulsados anoche por el Puente de la Amistad y entregados a la Policía Federal de Foz de Iguazú, Brasil, según el Departamento de Convenios y Acuerdo de Cooperación Policial Internacional (Comando Tripartito). El procedimiento fue en la zona primaria de Ciudad del Este a las 19:20.
Uno de ellos es Detlef Eckstein Borges (35), quien posee orden de captura por robo y se fugó de la Penitenciaría de Florianópolis, estado de Santa Catarina, Brasil, según información proporcionada por el Núcleo de Inteligencia de la Policía Federal de Foz de Iguazú.
Personal de la División Regional 1 del Comando Tripartito, funcionarios de la Dirección de Migraciones de Paraguay y agentes del Área Naval del Este se encargó de la expulsión. El mismo fue detenido ayer a la tarde, en el barrio Obrero de Ciudad del Este.
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A la misma hora también fueron obligados a dejar territorio paraguayo Patricia Ferreira De Lima (25) y Orlando Cordeiro Dos Anjos (29), ambos aprehendidos en Capitán Bado, Amambay, durante el allanamiento a una vivienda, por comitiva fiscal y policías del Departamento contra el Crimen Organizado Nacional y Trasnacional.
Al realizarse las consultas pertinentes se encontró que Cordeiro Dos Anjos tiene orden de captura por fuga del Penal de Campo Grande, estado de Mato Grosso del Sur, de Brasil, desde el 2020, donde cumplía pena por tráfico de drogas. En el caso de la mujer, no tiene antecedentes ni orden de captura en su país.
Para la expulsión de los citados, además de policías del Comando Tripartito y de funcionarios de Migraciones, también asistieron agentes de Crimen Organizado de la Policía Nacional. Los dos hombres que tenían orden de captura yfueron entregados anoche en el puente, serían miembros de facciones criminales de Brasil, según Crimen Organizado de la Policía.
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Brasileños, interesados en maquila
Los incentivos que ofrece Paraguay hacen que los inversores brasileños lo vean como un país atractivo para instalarse y producir partes de bicicletas, atendiendo además la oferta laboral disponible y una maquila capacitada para trabajar, según indicó el agregado comercial del Ministerio de Industria y Comercio (MIC) en Brasil, Jhonny Ojeda.
Así lo indicó en contacto con La Nación/Nación Media, agregando que también ven a este mercado con potencial para los servicios. Destacó que lo más importante es que Paraguay tiene un 70 % de la población que es menor a 35 años. “Entonces hay una fuerza laboral bastante interesante”, dijo.
HUB LOGÍSTICO
Sostuvo que de esta manera están viendo a Paraguay como un hub logístico. “Hemos recibido a muchos empresarios interesados en instalarse como hub de servicios y eso es muy importante”, acotó. No solamente observan el corredor bioceánico, que ya lo tienen para la salida al Pacífico, sino también están viendo con muy buenos ojos la Hidrovía Paraguay-Paraná.
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Entregan a la Policía Federal a un adolescente de 15 años con antecedentes penales
Ciudad del Este. Agencia Regional.
Un ciudadano de nacionalidad brasileña, de 15 años, fue expulsado ayer martes de territorio paraguayo por el Puente de la Amistad y entregado a agentes de la Policía Federal de Foz de Iguazú del vecino país. La medida se realizó ante la existencia de una causa por reducción y exposición al peligro en el tránsito terrestre, en el marco del acuerdo de cooperación policial.
De acuerdo con la información del Núcleo de Inteligencia de la Policía Federal de Brasil, el adolescente registra antecedentes por robo, daño, lesión corporal dolosa y tráfico de drogas en su país. Es lo que informó la delegación paraguaya del Comando Tripartito, del Departamento de Convenios y Acuerdo de Cooperación Policial Internacional, que se encargó de la expulsión.
Intervinieron también funcionarios de la Dirección Nacional de Migraciones del puesto de control del Puente de la Amistad y el personal del Área Naval del Este, en cumplimiento a la Resolución Judicial n.° 32, del Juzgado Penal de la Adolescencia del Segundo Turno de la Circunscripción del Alto Paraná.
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El comisario Fabio Santa Cruz, jefe de la regional del Comando Tripartito, dijo a La Nación/Nación Media que, de acuerdo a los registros, se trata del primer caso de un menor de edad expulsado en el contexto del convenio de cooperación internacional entre Brasil y Paraguay.
En lo que va del año, ya son 30 expulsados, casi en su totalidad, ciudadanos brasileños entregados a la Policía Federal de Foz de Iguazú, con antecedentes por hechos criminales. Solo tres son de nacionalidad argentina, entregados en Puerto Iguazú, vía cruce en balsa desde el Puerto Tres Fronteras de Presidente Franco.
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Es preciso detener la marcha del Reloj del Apocalipsis
- Ricardo Rivas
- Periodista
- X: @RtrivasRivas
- Fotos: Gentileza
Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
La aldea global cambia. La tertulia invernal en esta tan fría noche en Mar del Plata –unos 1.450 kilómetros al sur de mi querida Asunción– posibilita que emerjan dudas, interrogantes, convicciones y, por qué no decirlo, preocupaciones. Amigos, amigas y debates cruzados. Mi vieja mecedora junto a los leños crepitantes y los copones cargados con un Gran Enemigo, cabernet franc de 2020, añaden calidez a ese “cónclave para pocos… y pocas”, como propuso alguien en tono de broma en “la previa”.
Las guerras ganan preponderancia en el espacio dialógico. El destrato violatorio de los derechos humanos de más de 125 millones de personas desplazadas, según los reportes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR), agrega angustia.
“El propósito globalizador amplio que algunos estadistas a izquierda, derecha y centro impulsaron en décadas recientes parece decaer o, por lo menos, perder impulso”, lanza JJT, académico y catedrático. Lector con voluntad inquebrantable de conocimiento, agrega a ello su sorprendente memoria. Alguien coincide y asegura tener la misma percepción.
“Es así a partir del acceso al poder de nuevos líderes y lideresas que en algunos casos –por sus decires, sentires y acciones concretas– parecen dar señales de tener bajos coeficientes intelectuales para lo que se supone y demanda –justamente– a líderes y lideresas”, sentencia DEG, con años de formación en universidades asiáticas, europeas y en Oriente cercano.
Aquí, allá y acullá, conflictos en desarrollo. Terrorismos amenazantes y novedosas prácticas horrorosas. Armados con letales armas de diseño –incluso on demand– algunos gobiernos y corporaciones por debajo de la mesa privatizan las guerras e intervienen en ellas con mercenarios que asesinan a pedido del mejor postor.
SICARIATO A GRAN ESCALA
“¡El estadio superior del sicariato a gran escala!”, enfatiza AS, analista transnacional amateur. Con el pensamiento puesto en todos aquellos fuegos y nuestro propio fuego, entrecierro los ojos. Percibo que nuestros teléfonos inteligentes vibran.
“A los refugios. Suenan las alarmas”, reporta @bettapique –colega periodista galardonada y con larga trayectoria profesional en conflictos y guerras– desde su cuenta en X. “Israel e Irán intercambiaron disparos nuevamente (…) en su enfrentamiento más intenso de la historia, alimentando los temores de un conflicto prolongado que podría abarcar a Medio Oriente”, agrega la agencia francesa de noticias AFP.
Enmudecimos. Las y los integrantes de este grupo tenemos afectos y recuerdos valiosos en ese lugar del planeta. Tal vez, en silencio, propusimos un brindis por la paz que, también sin expresarlo en alta voz, lo aceptamos. Alguien levantó su copón. “¡Por la paz!”.
El ruego colectivo, sin embargo, no alcanza para dejar atrás los pensamientos. “El mejor camino para olvidar es no pensar”, le hizo decir alguna vez el viejo Ray Collins (92)
–tal vez el más grande escritor de historietas vivo en nuestra región después de la partida del admirado Robin Wood el 17 de octubre de 2021, en Encarnación– al teniente Zero Galván, del imaginario precinto 56 en NYC. “Pero, también, es el más largo”, remató aquel duro héroe latino (migrante) de ficción, aunque no tanto.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. Profesionalmente trashumé esos paisajes que millones –a través de milenios– llamamos Tierra Santa y algunos creemos que lo es.
Los grupos de poder que con el correr de los tiempos y la emergencia de conflictos múltiples se crearon para que líderes y lideresas resuelvan entre ellos y ellas los conflictos que se desploman sobre millones de inocentes devienen en púlpitos inadecuados, inútiles, para que los unos y las otras –tal vez– se escuchen entre ellos y ellas.
ALARIDOS
¿Quieren oírse? Los tremendos alaridos desgarradores de las y los desesperanzados no parecen conmoverlos. Millones huyen. Atrás quedan niñas y niños arrancados de sus familias para convertirlos en soldados. Los preparan para que sepan cómo ser eficientes para asesinar en masa.
Las y los adultos despojados de esos afectos entrañables, amenazados por lo que creen peor, se lanzan en busca de refugios incansablemente hasta que intuyen, perciben, sienten que –en verdad– van hacia lo peor. Miles sucumben cuando lo intentan.
Ningún lugar queda lejos para las y los desplazados forzados que, en cientos de casos, comprenden que escapar no siempre es llegar al lugar deseado. Al que creen más adecuado o al que, después de la huida, podría ser el nuevo y fértil campo de arraigo para sembrarlo de sueños. ¡Corramos, las balas pican cerca!
Sin embargo, algunas veces es tan aciago llegar que hasta aquel atrás peligroso que indujo la fuga parece perder sentido cuando –en cada playa a la que se arriba, luego de cada frontera que se cruza o muro que se sortea– se hace el recuento de quienes lo consiguieron entre las y los que partieron unidos en la desesperanzada esperanza.
Nunca fueron pocos ni pocas. Ni cuando las llamadas “invasiones bárbaras”, desde el siglo III de nuestra era, ni cuando finalizaba el siglo XIX y comenzaba el XX, en el “período de migraciones”. Sin embargo, por estos tiempos, los desplazados son muchos más. Quienes mueren en los intentos, también.
DESAPARECIDOS
En 2023, la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) reportó que, desde 2014, “más de 28 mil personas han desparecido” cuando intentaban llegar desde África a Europa. Lampedusa, esa muy pequeña isla italiana, es uno de los tantos puntos de llegada. Se multiplican allí los campamentos solo asistidos por voluntarios de múltiples organizaciones no gubernamentales (ONG) y programas de organismos multilaterales cada día menos dotados de fondos asistenciales.
El Mediterráneo es la ruta inevitable y, a la vez, un riesgoso desafío. A tal punto que a ese bellísimo mar al que los mapas del Imperio romano señalaban y mencionaban como Mare Nostrum, el papa Francisco unos pocos meses atrás lo describió como “un enorme cementerio”. El simbólico averno también pueden ser las olas gigantescas.
¿Y cuando llegan? “Solo la idea, la sensación y la convicción de ser sobrevivientes nos hace sentir bien, afortunados… pero dura poco.
El recuerdo de las y los ausentes pesa, lastima, hiere. Nos persiguen sin descanso”, me dijo mientras miraba fijamente aquel piso arenoso un desplazado con el que pude conversar periodísticamente.
Por breves momentos, sus ojos se perdían en el estrecho de Gibraltar. Miedos. Fantasmas, pensé y la certeza de estar siempre bajo sospecha. Muy cerca está la tan lujosa como deslumbrante Tanger tachonada de residencias ostentosas de ricos y famosos. El jet set no se fija en gastos.
“Solo, voy con mi pena / Sola va mi condena / Correr es mi destino / Para burlar la ley…”. Manu Chao (francés, español, vasco y gallego), como en aquel tiempo, vuelve a sonar en mis oídos. Ayer, hoy y mañana. Espero que no. “Perdido en el corazón / De la grande Babylon / Me dicen El Clandestino / Por no llevar papel (…) Mi vida va prohibida / Dice la autoridad”.
ARRAIGO Y DESARRAIGO
Algunas y algunos lo consiguen. Pero… arraigo y desarraigo suelen ser asignaturas pendientes, para siempre. “No soy de aquí, ni soy de allá, / no tengo edad, ni porvenir / y ser feliz, es mi color de identidad…”, canta desde 1970 el querido Facundo Cabral (1937-2011), siempre en mi corazón, que un frío sábado 9 de julio se fue desde Guatemala luego de cantar junto con miles en, de, desde, por y para la paz.
Una tormenta de violencia se abatió sobre él a las 5:20 de aquel día. El 8 de abril de 2016 la Justicia condenó a medio siglo de cárcel a quienes lo asesinaron. El narco Alejandro Jiménez, el Palidejo, y sus cómplices lo hicieron. Nunca nadie explicó, sin embargo, qué pasó. Mucho menos… por qué sucedió. ¿Por qué a él?, pregunté alguna vez en Guatemala a un magistrado. “¿Por qué no a él?”, fue su respuesta.
Ucrania arde. Gaza agoniza. Israel, aterrorizada. Irán, atormentada. República Democrática del Congo, ensangrentada. Sudán, Yemen, Nigeria, Afganistán, Siria, horrorizadas. La construcción de muros supera ampliamente al tendido de puentes. Asilamientos. Nacionalismos. Terrorismos. Crimen organizado transnacional de alta complejidad.
Algunas expresiones se repiten una y otra vez. Datos, hechos y supuestos se cruzan y entrecruzan. Incertidumbre y dolor. Las guerras –tantas veces repudiadas en el devenir de la historia universal– una vez más parece estar a la vuelta de la esquina. No es una sorpresa ni mucho menos algo inesperado.
EL RELOJ DEL APOCALIPSIS
Cuando finalizaba enero, el Reloj del Apocalipsis –así llamada esa herramienta científica creada por los más relevantes expertos nucleares en 1947– marcó que, en el año que recién se iniciaba, este 2025, faltan 89 segundos para la medianoche nuclear. Horroriza –más que nunca por estos días– ingresar en https://thebulletin.org/ doomsday-clock/. JJT lo hizo desde su celu. “Adelantamos el Reloj del Juicio Final (así también llamado) de 90 (en el inicio de 2024) a 89 segundos para la medianoche”.
¿Es posible? Los sucesores de Albert Einstein y Roberto Oppenheimer nucleados dos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial –cuando Hiroshima y Nagasaki ya estaban incineradas– en el ámbito de la Universidad de Chicago son claros en el uso de la palabra. Son concientes de la gravedad del anuncio que realizan. Eligen puntillosamente cada vocablo para consignar que las agujas del Reloj del Apocalipsis precisan que – este 2025– es “lo más cerca que jamás hemos estado de la catástrofe” nuclear.
“El mundo ya está peligrosamente cerca del precipicio, un movimiento de incluso un solo segundo debe tomarse como una indicación de peligro extremo y una advertencia inequívoca de que cada segundo de retraso en revertir el curso aumenta la probabilidad de un desastre global”, puntualizan después.
Como una suerte de crónica del futuro que –como toda proyección histórica hacia atrás o hacia adelante se formula desde el presente, con lo que se sabe y se tiene hoy para medir y analizar– los analistas sostienen que “en cuanto al riesgo nuclear, la guerra en Ucrania, que ya lleva tres años, se cierne sobre el mundo”.
Agrega el breve texto que “el conflicto podría descontrolarse en cualquier momento debido a una decisión precipitada, un accidente o un error de cálculo”. Pero no se queda allí. “El conflicto en Oriente Medio amenaza con descontrolarse y convertirse en una guerra más amplia sin previo aviso”.
ARSENALES
Escalofriante. Revela luego que “los países poseedores de armas nucleares están aumentando el tamaño y la importancia de sus arsenales, invirtiendo cientos de miles de millones de dólares en armas que pueden destruir la civilización”.
Lamentan y hacen público aquel día que “el proceso de control de armas nucleares se está desmoronando, y los contactos de alto nivel entre las potencias nucleares son totalmente insuficientes dado el peligro inminente”.
Con amargo asombro – tal vez tentados por la desazón– aseguran que “resulta alarmante que ya no sea inusual que países sin armas nucleares consideren desarrollar sus propios arsenales” y, aunque no señalan a país alguno en esa condición, aseguran que esos desarrollos “socavarían los esfuerzos de no proliferación (de armas de destrucción masiva) de larga data y aumentarían las posibilidades de que estalle una guerra nuclear”.
EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN
El párrafo final –que JJT lee en alta voz– suena (y resuena) aún en mis oídos. “Continuar ciegamente por el camino actual es una forma de locura. Estados Unidos, China y Rusia tienen el poder colectivo de destruir la civilización. Estos tres países tienen la responsabilidad primordial de salvar al mundo del abismo, y pueden hacerlo si sus líderes inician conversaciones serias y de buena fe sobre las amenazas globales aquí descritas. A pesar de sus profundos desacuerdos, deberían dar ese primer paso sin demora. El mundo depende de una acción inmediata”.
Siento que las agujas de ese Reloj del Juicio Final no se aceleran ni acelerarán por quienes ejercen el derecho humano “a circular libremente y a elegir su residencia en el territorio de un Estado”; o “a buscar asilo, y a disfrutar de él, en cualquier país”, como lo consignan los artículos 13 y 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos del 10 de diciembre de 1945.
No y solo no. El abismo está delante de un puñado de poderosas y poderosos. Solo ellas y ellos tienen la potestad de dar o no dar ese último paso al frente para detener el reloj o acelerarlo para siempre. ¿Qué es lo que no se entiende?
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Encuentro binacional apunta a optimizar operativa del paso internacional
La Dirección Nacional de Migraciones (DNM) del Paraguay formó parte de la Primera Reunión Bilateral del Área de Control Integrado (ACI) entre Paraguay y Brasil, realizada en la sede de la Administración de Aduanas de Ciudad del Este, en el Puente Internacional de la Amistad.
De acuerdo al informe institucional, señalan que el encuentro se realizó con el propósito de reforzar la cooperación interinstitucional en la zona de frontera y optimizar la operativa del paso internacional.
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En representación de Migraciones participaron autoridades de la Dirección General de Movimiento Migratorio y de la Dirección General de Asuntos Internacionales, quienes aportaron al análisis técnico de los procedimientos y al fortalecimiento de las acciones coordinadas con sus pares brasileños y las demás instituciones nacionales con presencia en frontera.
En ese sentido, por la DNM estuvieron presentes el director general de Asuntos Internacionales, Fernando Pedrozo; el director de Cooperación y Enlace, Rafael Orrego; el director de Puestos de Control Migratorio de Alto Paraná, Adrián Mieres; y el jefe de Registros Migratorios, Néstor Chamorro.
La reunión se desarrolló esta semana en el marco del calendario anual previsto por el Reglamento Administrativo y Operacional del ACI y se consolida como un espacio fundamental para avanzar hacia una frontera más ágil, segura y articulada entre ambos países.