La espina bífida es una afección que afecta la columna vertebral y es la segunda causa de discapacidad física en la infancia después de la parálisis cerebral. En este sentido, en el Día Internacional de la Espina Bífida, que se conmemoró ayer 21 de noviembre, instan a las mujeres a consumir ácido fólico antes y durante el embarazo, ya que esto reduce los defectos del tubo neural.
La fecha fue instaurada a nivel internacional con el objetivo de concienciar a la población sobre la prevención primaria, que abarca el período preconcepcional y prenatal precoz. Es también una oportunidad para saber más acerca de la espina bífida y un medio para defender y promover los derechos de las personas con estas discapacidades, así como de mejorar su calidad de vida.
La espina bífida ocurre en las primeras semanas del embarazo, provoca daños permanentes en la médula espinal y el sistema nervioso del bebé. Se trata del desarrollo incompleto de la médula espinal, las meninges y vértebras, que impiden que la columna se cierre completamente. Además, puede dar lugar a parálisis de los miembros inferiores y a problemas funcionales del intestino y la vejiga.
Estas malformaciones podrían evitarse mediante el aporte farmacológico de 0,5 miligramos de ácido fólico antes de producirse el embarazo (de tres a seis meses antes) y durante los tres primeros meses del mismo.